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sábado, 5 de diciembre de 2020

CAMBIO CLIMÁTICO, REGALÍAS Y RECUPERACIÓN VERDE.

 



Dentro del marco del Acuerdo de París, de 2015, Colombia estableció metas ambiciosas para reducir sus emisiones, comprometiéndose con una reducción de, al menos, el 20 % de las emisiones equivalentes de CO2 para el 2030 comparadas con un escenario donde el país siguiera en su trayectoria actual.

Se espera que Colombia intensifique su compromiso este año, como parte del Acuerdo.
Las emisiones colombianas son generadas, en gran parte, por la agricultura, el cambio de uso del suelo y la silvicultura, que en conjunto representaron más del 40 % de las emisiones en 2019. El transporte, la electricidad y la calefacción representaron otro 25 %.

En reconocimiento de estas fuentes de emisiones, las metas climáticas de Colombia incluyen retos ambiciosos, relacionados con la reducción de la deforestación, la incorporación de vehículos eléctricos y la expansión de la energía eólica y solar.

Colombia es, además, un país sumamente vulnerable a los efectos del cambio climático, vulnerabilidad que incluye inundaciones, deslizamientos de tierra, sequías y otros fenómenos climáticos extremos. Estos factores también suponen riesgos a largo plazo para la economía.

Dineros de minería y petróleo

Para lograr sacar adelante las tareas que se ha fijado Colombia, en relación con el cambio climático, se necesita contar urgentemente con los fondos necesarios, y los sectores del petróleo y minería podrían proporcionar parte de estos recursos para llevar a cabo proyectos climáticos y de desarrollo sostenible.

Estos dos sectores en conjunto representaron el 5,6 % de la economía colombiana en el 2019. Los ingresos procedentes del petróleo y la minería superaron, en 2018, los 21 billones de pesos colombianos, una cantidad equivalente a cerca del 9 % del presupuesto del Gobierno Nacional.

Sin embargo, nuestro análisis sobre la destinación de los ingresos procedentes de los hidrocarburos y la minería hace evidente que solo una pequeña parte de estos recursos se está destinando a proyectos relacionados con el cambio climático. Estos recursos, administrados por el Sistema General de Regalías, son la fuente más flexible de ingresos fiscales provenientes de las industrias extractivas.

Los gobiernos locales tienen una relativa flexibilidad sobre la forma en que se gastan los fondos, siempre que estén destinados a promover alguno de los objetivos de desarrollo.
Conforme a nuestro análisis, los proyectos relacionados con el cambio climático representaron menos del 3,5 % del gasto total de las regalías en el primer semestre de 2020 (unos 55.000 millones de pesos), proporción que algo ha aumentado pues en 2012 representó solo el 0,5 %.

Desde 2012 estimamos que poco más de 500.000 millones de pesos de los recursos obtenidos por regalías se han gastado en proyectos relacionados con el cambio climático (menos del 1 % del total de inversiones aprobadas bajo este rubro). En cambio, desde ese año, alrededor del 42 % del gasto de regalías, la mayor parte se ha destinado a infraestructura de transporte.

La mayoría de las regalías invertidas en proyectos relacionados con el cambio climático se han destinado a reducir las emisiones de energía, en particular mediante la generación de energía renovable.

En total, los proyectos relacionados con la reducción de las emisiones de energía han representado el 42 % de los proyectos de cambio climático.

De esto, el 41 % se destinó a la generación de energía renovable, principalmente solar. Más de la mitad de este gasto financió 16 proyectos solares con cargo al fondo Asignación para la Paz, destinado a proyectos que promueven el cumplimiento del proceso de paz, incluyendo la electrificación rural, que es un objetivo clave.

Los proyectos de adaptación al cambio climático, que comprenden la resiliencia a la sequía y el control de riesgos, representan el 20 % del gasto relacionado con el cambio climático.

La reducción de las emisiones del uso del suelo –incluyendo la ganadería sostenible, la reforestación y la conservación de los bosques– representa otro 20 %, y el desarrollo sostenible, que consiste principalmente en proyectos de turismo ecológico, conlleva el 18 % restante.

Aumento prometedor

El aumento progresivo del gasto de las regalías en proyectos relacionados con el cambio climático en los últimos años es prometedor. También lo es el aumento del promedio de estos proyectos en términos de financiación.

Entre el 2012 y 2018, el monto medio en pesos de los proyectos se multiplicó casi por siete, lo que indica un creciente interés o capacidad para desarrollar proyectos de mayor escala y con mayor impacto que respondan a las necesidades de mitigación y adaptación al cambio climático.

FUENTE: El Tiempo,  01-dic-2020

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