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viernes, 29 de septiembre de 2017

ADVIERTEN EN BRASIL EL ALTO COSTO DE NO ADAPTARSE AL CAMBIO CLIMÁTICO



La no adaptación al cambio climático puede generar costos hasta cinco veces mayores que la inversión requerida para enfrentar ese fenómeno, advirtieron especialistas brasileños en un estudio cuyos resultados fueron difundidos hoy.
Investigaciones realizadas en la ciudad de Santos, en el litoral del Estado de Sao Paulo, permitieron constatar que los costos mínimos de las obras de adaptación necesarias en áreas de Punta de la Playa y la Zona Noroeste pueden estimarse en la actualidad en unos 300 millones de reales (más de 93 millones de dólares).

Sin embargo, no hacerlas costaría luego por lo menos mil 500 millones de reales (cerca de 470 millones de USD), indicaron investigadores reunidos en el Grupo Metrópole, que realizó el estudio durante cuatro años.

De acuerdo con el coordinador del proyecto e investigador del Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (Cemaden), José Marengo, esta última cifra puede incluso estar subestimada, una vez que el modelo considera apenas la estructura física de los inmuebles.

Si incluimos probables perjuicios que el cambio climático podría ocasionar en otras áreas, como salud y educación, por ejemplo, el valor llegaría fácilmente a duplicarse, significó Marengo, citado por el servicio de noticias DINO.

El proyecto del Grupo Metrópole, integrado por especialistas del Cemaden, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales y los Institutos de Geociencias de las Universidades de Sao Paulo y Campinas, basó sus pesquisas en tres ejes fundamentales con probables escenarios para los años 2050 y 2100.

Según los estimados más realistas, para 2050 el nivel del mar debe subir 18centímetros y 36 hasta el 2100.
FUENTE:  Prensa Latina , 28 / 09 / 2017

EL CINE SIGUE COMBATIENDO EL CAMBIO CLIMÁTICO


Fotograma de 'Thank you for the rain'

La película Thank you for the rain inaugura la tercera edición del festival, que se anuncia como el evento lúdico de referencia sobre desarrollo sostenible. Se trata de un documental filmado a cuatro manos. Está firmado por la directora noruega Julia Dahr y por el campesino y activista keniano contra el cambio climático, Kisily Musya. De hecho la cineasta prestó al activista una cámara para que se filmara en su lucha diaria para salvar su campo y el de sus vecinos de las sequías pertinentes. La película mezcla sin sobresaltos las filmaciones caseras de Musya y las profesionales hechas por Dahr.

Me ha gustado mucho porque es una película sin pretensiones, sin artificios, casi sin música, con muchos silencios. El protagonista es realmente protagonista. Vemos a Musya trabajar en su campo, junto a su mujer y sus hijos. Más tarde, le vemos organizar encuentros con los vecinos a quienes arenga para convencerles de la necesidad de plantar árboles y así poner freno a la desertización. Y Musya tiene labia. En un giro dramático sorprendente, le vemos abandonar su campo aislado en una región remota de Kenya para tomar el avión y hablar en una conferencia sobre cambio climático en Noruega. Y más adelante, volverá a tomar el avión para asistir como invitado de la UNFCC a la Conferencia del Clima de París del 2015.
 
"Si tuviera poder haría que los líderes fueran a experimentar lo que es morirse de hambre"
La historia de Musya me parece casi una metáfora de lo que pueden haber experimentado los activistas contra el cambio climático en estos últimos tiempos. Se habían creado varios momentos álgidos estos últimos años en que parecía que podíamos conservar la esperanza de encontrar una solución conjunta y definitiva. Musya se asombra de su descubrimiento en París: "Todos aquí son guerreros por el clima". Sólo que en realidad ese «todos» no incluye realmente a todos. Musya vuelve a Kenia decepcionado. "Si tuviera poder haría que los líderes fueran a experimentar lo que es morirse de hambre. Pero no tengo ese poder. Así que que los líderes sigan disfrutando a expensas de los otros" dice con amargura cuando se entera del acuerdo final. Y aun así la decepción no le detiene sino que le anima a continuar luchando a su pequeña escala comunal.

El Another Way Film Festival, que se celebra del 6 al 8 de octubre en Cineteca Madrid, es una buena noticia aunque no esté el horno para bollos y los activistas del clima no cuenten ya con el apoyo de la mayor potencia mundial. Cualquiera puede combatir el cambio climático. Es más, todos deberíamos hacerlo como Musya a nuestra pequeña escala y a pesar de las circunstancias. Asistir a un festival como este y ver este tipo de películas nos permite mantener la esperanza viva y recordar que tenemos una responsabilidad limitada que no podemos obviar.

FUENTE:  El País, 28 / 09 / 2017

EE.UU PERDERÍA USD 360.000 MILLONES ANUALES POR EL CAMBIO CLIMÁTICO

EE.UU. perdería u$s 360.000 millones anuales por cambio climático


Las pérdidas económicas asociadas a las catástrofes naturales intensificadas por la actividad humana en Estados Unidos podrían ascender a u$s 360.000 millones por año en la próxima década, informó la ONG Fundación Ecológica Universal. La cifra representa más de la mitad del crecimiento de EE.UU. en 12 meses.
A los daños producidos por tormentas extremas, huracanes, inundaciones, sequías e incendios, se suman los enormes costos sanitarios de la quema de combustibles fósiles. "Los eventos meteorológicos son el resultado de factores naturales. Sin embargo, el cambio climático inducido por la actividad humana ha alterado sustancial y de manera mensurable su intensidad y frecuencia", afirmó Robert Watson, ex director del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático.

Solo en 2017, las pérdidas asociadas a los huracanes Harvey, Irma y María en EE.UU. y el Caribe, así como casi cien incendios en el oeste del país, podrían superar los u$s 300.000 millones.

En tanto, el Fondo Monetario Internacional dijo que los países pobres serán incapaces de enfrentar por sí solos los efectos económicos del calentamiento global sin un "esfuerzo global" de las economías desarrolladas. Calculó una pérdida estimada del 10% de su producto per cápita hasta 2100. Habría menor producción agrícola, una ralentización de las inversiones y daños a la salud.
El reporte del FMI enfatizó que "dado que las economías avanzadas y emergentes son las que han contribuido en gran medida al calentamiento global y se prevé que continúe, ayudar a los países de bajos ingresos a encarar sus consecuencias es un imperativo humanitario y una sensata política económica global".

FUENTE:  El Cronista, 28 / 09 / 2017

jueves, 28 de septiembre de 2017

TRUMP PROHIBE LA EXPRESIÓN "CAMBIO CLIMÁTICO" EN SUS ADMINISTRACIONES






El señor Donald Trump vuelve a darnos un repaso de tácticas oscuras para beneficiar de forma indirecta al carbón o el petróleo. Esta vez, su originalidad por pasar directamente del cambio climático como sí solo afectara a otros, es gramatical y con censuras.
 
Desde el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) han emitido una circular interna dónde se censura el utilizar una de las expresiones más reconocidas a nivel mundial “cambio climático” en sus documentos administrativos, a favor de otra más suave y menos reconocible, en su lugar sería al como “extremos climáticos” o “fenómenos meteorológicos extremos”.
 
Desde el periódico británico The Guardian han tenido acceso a varios correos internos del Departamento de Servicios de Conservación de Recursos Naturales (NRCS, por su sigla en inglés y dependiente del USDA) en los que la directora Bianca Moebius-Clune enumera una serie de términos que deben de evitar utilizar el personal y por cuáles deben de reemplazarse.
Dejamos un resumen de la parte más interesante de los Emails que se puede consultar desde AQUI.

Cómo se puede comprobar en la imagen anterior, varios términos son aludidos. En lugar de “adaptación al cambio climático”, se pide al personal que utilice como ejemplo “resiliencia a los fenómenos climáticos extremos”.
 
La causa principal del cambio climático provocado por el ser humano también está en el punto de mira, la expresión “reducir los gases de efecto invernadero” se añade a la lista negra y a favor de renombrarlo por decir “generar suelo orgánico o aumentar la eficiencia en el uso de nutrientes”.
 
Mientras tanto, se descarta la frase como “eliminación o reducción de carbono” y se reemplaza por algo como “generar suelo orgánico, o construir – contribuir en materia orgánica al suelo”.
En ese correo electrónico fechado el 16 de febrero de este año, la directora Moebius-Clune explica a los trabajadores que “No vamos a modificar el modelo, sólo vamos a cambiar cómo hablamos sobre él. Hay muchos beneficios al poner el carbón en circulación, la mitigación del cambio climático está ellos”.
Otros correos electrónicos muestran las discusiones entre el personal inseguro de lo que está prohibido. El 16 de febrero, un miembro del personal llamado Tim Hafner escribió directamente a Bramblett…“Me gustaría saber los términos correctos que debo usar en lugar de cambio climático y cualquier cosa que tenga que ver con el carbono… Quiero asegurarme de incorporar la terminología correcta que la agencia ha aprobado.”
 
Un documento que sale a la luz cuando Donald Trump ha rehusado vincular los últimos huracanes devastadores con el cambio climático y ha afirmado que el país ha sufrido “tormentas mayores” que ‘Harvey’ o ‘Irma’ en la primera mitad del siglo XX.
Mientras Trump toma medidas incomprensibles a favor de mermar el medio ambiente, por ejemplo la NASA, nos aporta un nuevo vídeo que nos muestra la preocupante velocidad en la que el planeta está aumentando la temperatura.

Y aunque Trump está empeñado en sus políticas de desgate frente al cambio climático, no todas las administraciones siguen la misma estela. Si miramos el mapa siguiente. 12 estados y Puerto Rico se han convertido en miembros de la Alianza del Clima por Estados Unidos (Color verde) y siguen comprometidos con el logro de reducir las emisiones de CO2. Los funcionarios de 10 estados y el Distrito de Columbia se comprometieron a seguir el Acuerdo de París (Color Azul), pero no se han unido formalmente a la alianza. Y en todo el país, 274 ciudades han firmado el tratado de la Agenda Nacional de Acción Climática de Alcaldes, con el compromiso de recudir las emisiones a nivel local.
mapa cambio climatico estados unidos
Recordamos que ya hablamos de las políticas de Donald Trump sobre las renovables  e incluso aportamos 7 Gráficas que demuestran que Trump no podrá con las renovables aunque este empeñado en favorecer los combustibles fósiles.

FUENTE: OVACEN, 26 / 09 / 2017


HAY CALIDADES DE TOMATES QUE DESAFÍAN EL CAMBIO CLIMÁTICO






Más del 70 por ciento del agua dulce del planeta se destina a la agricultura y las previsiones del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático) alertan sobre un mayor riesgo de sequías que, en determinadas regiones, puede llegar a limitar la producción local de algunos alimentos. Al problema de la escasez de agua se añade la contaminación de los recursos hídricos; fertilizantes y plaguicidas están afectando a su calidad y el costo medioambiental a pagar es muy alto ¿cómo se puede hacer frente a este desafío?

La consigna 'más alimento por gota de agua' es el reto, pero éste va más allá de optimizar los sistemas de riego, requiere un enfoque interdisciplinar. Conseguir plantas resistentes a la sequía no es fácil, supone un profundo conocimiento de sus procesos moleculares y fisiológicos, además del desarrollo de técnicas agronómicas y de precisión en los cultivos.

El proyecto europeo TOMRES (un enfoque nuevo e integrado para aumentar la tolerancia múltiple y combinada del estrés en plantas usando tomate como modelo), financiado por la Unión Europea a través del programa Horizonte 2020, busca mejorar la resiliencia de las tomateras al estrés hídrico y de nutrientes, optimizando la eficiencia en el uso de agua y nutrientes en el contexto del cambio climático. Además de dar a conocer variedades locales de toda Europa, entre las que se incluye la 'tomàtiga de ramellet'.


Durante tres años, universidades e instituciones de investigación de toda Europa, además de empresas agrícolas y de servicios tecnológicos para la agricultura seleccionarán variedades de tomates resistentes a la sequía, estudiarán sus procesos fisiológicos y moleculares y desarrollarán nuevas técnicas agronómicas. El grupo de investigación en Biología de las Plantas en Condiciones Mediterráneas (PLANTMED) de la UIB y la empresa Agroilla son dos de las 24 entidades que participan en este proyecto.

El tomate es uno de los productos hortofrutícolas más consumidos en todo el mundo y su demanda no para de crecer. Su cultivo se lleva a cabo en la mayor parte de Europa mediante diferentes sistemas, desde en campo abierto a invernaderos, pasando por los hidropónicos. Además, por sus características taxonómicas, se trata de una especie relacionada con otros cultivos, como puede ser el del pimiento, la patata o la berenjena, por lo que puede ser considerado un modelo para el estudio de mejoras en los sistemas de producción agrícola.

Pero, en los últimos años, su cultivo se enfrenta a un triple problema; en primer lugar, la disponibilidad de agua se reduce progresivamente, por las previsiones de disminución de las lluvias debido al cambio climático; en segundo lugar, también se reduce la disponibilidad de fertilizantes, por el incremento de los costes de estos productos y el aumento de las restricciones en su uso debido a su impacto en la calidad del agua y el medio ambiente; y, finalmente, la diversidad genética del tomate cultivado es limitada. Todo junto conduce a una situación en la que la sostenibilidad ambiental y económica de las estrategias de crecimiento del tomate está en riesgo.
El primer paso será identificar las variedades de tomate que sean más tolerantes al estrés hídrico y de nutrientes y, también, de nuevos alelos y rasgos genéticos que confieren a la planta una eficiencia mayor en el uso del agua y de los nutrientes. A partir de la muestra de más de diez mil ejemplares disponibles, se llevará a cabo un cribado para seleccionar aproximadamente doscientos que se muestren resilientes en diferentes condiciones pedoclimáticas, que mantengan la calidad del fruto y la tolerancia a plagas y enfermedades. La selección se realizará teniendo en cuenta las complejas interacciones entre las plantas, los suelos y la biodiversidad bajo tierra, con el objetivo de llegar a identificar entre diez y veinte alelos que puedan ser reproducidos.

En el marco de este proyecto, se han sembrado en una finca agrícola experimental de Ariany, 5.000 tomateras de unas 260 variedades que incluyen variedades locales de toda Europa, variedades comerciales, híbridos y especies silvestres.

Para este experimento las tomateras se dividirán en tres parcelas que serán sometidas a diferentes dosis de nutrientes y de agua, utilizando tecnología puntera para realizar un seguimiento detallado de su estado fisiológico y agronómico, incluidas medidas a distancia con vuelos no tripulados. Estos datos se contrastarán con los de otro experimento paralelo que se lleva a cabo en la Universidad alemana de Bonn, pero en invernadero. A partir de los resultados obtenidos se escogerán las variedades más resistentes.

Los investigadores de la UIB se encargarán no sólo de colaborar en la selección de germoplasmas y su cribado, sino también de la evaluación de la eficiencia en el uso del agua y de nutrientes de las variedades seleccionadas en las diferentes fases del proyecto. En este sentido, los científicos tienen en el punto de mira al tomate de ramellet, producto estrella de la gastronomía de Baleares y uno de los cultivos más representativos de las Islas.

A diferencia de otras, esta variedad presenta dos cualidades que lo convierten en un tomate muy interesante desde el punto de vista agronómico. La primera tiene que ver con el proceso de maduración del fruto, que hace que se conserve de manera natural de un año al otro sin perder sus propiedades organolépticas. La segunda es su mayor resistencia a la sequía, que permite un cultivo de secano, aspecto que parece estar estrechamente relacionado con la durabilidad del fruto.
En un mundo cada vez más seco, en el que hay que optimizar al máximo el uso del agua, las características del tomate de ramellet son de gran interés para conseguir nuevas variedades que mejoren su resistencia al estrés hídrico y a la falta de nutrientes.

La preservación de las variedades locales de los cultivos es una de las políticas que se han demostrado indispensables para mantener una fuente de recursos genéticos que pueda proveer material en futuros planes de mejora, ya sea para hacer frente al estrés ambiental, a las plagas o a los cambios en los gustos del mercado.

El equipo de investigadores del grupo PLANTMED que participa en el proyecto TOMRES lo integran los doctores Jeroni Galmés (investigador principal), Miquel Ribas-Carbó y Jaume Flexas, profesores titulares del Departamento de Biología de la UIB; los doctores Miquel Àngel Conesa, Cyril Douthe, Hanan Elaouad y Xurxo Gago, contratados postdoctorales; el doctorando Mateu Fullana; los biólogos Gerardo Costea y David Alonso; y los alumnos de trabajo de fin de grado de Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural Jaume Canyelles, Joana Maria Fontclara y Xavier Coll.

También colaboran el Sr. Antoni Ribot, propietario de la finca donde se lleva a cabo la investigación, y el Sr. Carlos Oliveros y la empresa NorDron, como responsables de les medidas realizadas con robots aéreos no tripulados (drons).

FUENTE: El  Mundo , 26 / 09 / 2017

EL CAMBIO CLIMÁTICO PODRÍA REACTIVAR VOLCANES





abemos que el cambio climático afecta los procesos de la superficie terrestre, como la erosión y las fluctuaciones de los niveles del mar,  pero ¿y si esos procesos superficiales, a su vez, influyen en la actividad volcánica? Un equipo de Geología de la Universidad de Ginebra (UNIGE, Suiza), el Instituto ICTJA-CSIC de Barcelona y las universidades de Orleans y Pierre y Marie Curie en París se han hecho esta pregunta.
Creemos que el Mediterráneo se secó y ese cambio de presión duplicó las erupciones magmáticas

Los investigadores analizaron datos volcánicos de la crisis de salinidad de Messinia (hace de 5,96 a 5,33 millones de años), cuando el Estrecho de Gibraltar estaba cerrado y el Mediterráneo era un lago temporalmente aislado del Atlántico. Después de observar cómo se duplicó la la actividad volcánica durante este período, y probar varios escenarios, los geólogos concluyeron que el aumento de la actividad magmática sólo podía explicarse por el secado casi total del mar.

Estos resultados, que se pueden leer en la revista Nature Geoscience, revelan la influencia de los procesos superficiales -en gran medida controlados por el clima- sobre la actividad volcánica.
En aquel tiempo prehistórico, por los lechos del Mediterráneo corrían ríos, había cañones y, probablemente, zonas de lagos que dejaron enormes concentraciones de sal, detectadas hace algo más de 40 años.

Si el nivel del mar sube, la producción de magma se alterará

“Entendemos que lo que ocurre en la superficie de la Tierra, como una subida repentina del nivel del mar, hace que la presión cambie a profundidad y tenga un efecto sobre la producción de magma”, dice Pietro Sternai, investigador del Departamento de Ciencias de la Tierra en la Facultad de Ciencias de la UNIGE . Dado que la crisis de salinidad fue capaz de generar estos cambios en la presión, los geólogos – trabajando sobre la hipótesis de que el Mediterráneo se secó – estudiaron los cambios en la actividad volcánica durante este período.

Se examinaron dos escenarios: el primero, con drástica disminución del nivel del mar, mientras que el segundo excluyó la reducción. “Las simulaciones mostraron que la única manera de explicar el aumento probado de la actividad volcánica fue que el nivel (y por lo tanto el peso) del Mar Mediterráneo se redujo en unos dos kilómetros”, explica Sternai.

Además de proporcionar pruebas adicionales de la desecación del Mediterráneo, la investigación también demuestra el impacto del cambio climático en la Tierra profunda. El cambio climático influye en la producción magmática, en particular a través de los efectos sobre la erosión y la hidrología, que modifican la presión ejercida en la superficie terrestre sobre las capas profundas.

Aunque hemos sido conscientes del impacto del volcanismo en el clima desde hace bastante tiempo, los resultados presentados en el estudio han revelado que lo contrario también es posible. “Este trabajo pionero abre nuevas perspectivas para estudios interdisciplinarios sobre el acoplamiento entre la Tierra sólida y la Tierra fluida y, por ejemplo, involucrando a volcanólogos, geomorfólogos y climatólogos”, concluye Sternai.

FUENTE: El Independiente , 26 / 09 / 2017

GREENPEACE PREMIA LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO




Jon Kortajarena recibe el premio.

Greenpeace ha concedido el premio Lurra a la película Una verdad incómoda. Ahora o nunca, reconociéndola así como la que que mejor refleja los ideales de la organización ecologista de entre toda la programación del Festival de Cine de San Sebastián.

El actor y modelo Jon Kortajarena ha sido el encargado de entregar el premio, diseñado por la artista Marina Anaya y recogido por el representante de Paramount Pictures (compañía distribuidora del largometraje) en España, Enrique Muñoz.

"Proteger la biodiversidad en todas sus formas, prevenir la contaminación y el abuso de los océanos y bosques, el aire y el agua dulce, terminar con la amenaza nuclear, promover la paz, el desarme mundial y la no violencia" .Esos son los valores que defiende Greenpeace, los cuales se alinean con el contenido de la película ganadora, secuela de la producción de Al Gore que hace 11 años comenzó a alertar del cambio climático.

Para Kortajarena, que recientemente ha estado en Vanuatu registrando con Greenpeace los efectos del cambio climático, éste es "un problema global que pronto nos puede venir grande". Según ha alertado durante la presentación del premio, "somos la primera generación que va a vivir los efectos del cambio climático, y la última que podemos hacer algo para cambiarlo".

Una verdad muy incómoda se ha impuesto a las otras dos películas candidatas. De un lado, Inmersión, de Wim Wenders; del otro, Wonders of the sea 3D, de Jean-Michel Cousteau (hijo del oceanógrafo Jacques Cousteau) y Jean-Jacques Mantello, en la que también participa Arnold Schwarzenegger como narrador y productor.

FUENTE: El Mundo, 27 / 09 / 2017

LA SOJA ES EL GRANO MENOS AFECTADO POR EL CAMBIO CLIMÁTICO.

El aumento de las temperaturas y fenómenos climáticos extremos obligará a adaptar los tipos de cultivos y fechas de siembra, según especialistas.

Soja, el grano menos afectado por el Cambio Climático y que hasta mejoró su rinde


El 2016 fue el más cálido de los últimos 168 años y todas las proyecciones indican que la temperatura global no hará sino aumentar. En este contexto, "los cultivos productivos deberán adaptarse y las fechas de siembra tendrán que cambiar porque cambiaron las estaciones", destacó la especialista Matilde Rusticucci, doctora en Ciencias de la Atmósfera de la Universidad de Buenos Aires e investigadora del CONICET, durante una jornada de actualización técnica organizada por la semillera Don Mario. "En nuestro país en muchas regiones el verano se ha extendido hacia la primavera y el otoño. El invierno se ha reducido así como también el número de heladas. El clima cambió y va a seguir cambiando", apuntó Rusticucci. "Las lluvias están aumentando en el norte y este del país, y más en verano que en invierno dijo la experta, y esto provoca que cultivos tradicionales como el trigo, el maíz y el arroz se vean afectados en su rendimiento."

En cambio, "la soja no mostró disminución en el rendimiento, por el contrario en algunos casos demostró un aumento", destacó la especialista, quien recomendó "planificar un uso de la tierra adecuado al nuevo clima".
En tanto, un informe del Equipo Interdisciplinario para el Estudio de los Procesos Atomosféricos en el Cambio Global (Pepacg), destacó las consecuencias del cambio climático en la producción de viñedos y olivares. Por un aumento de la temperatura promedio, zonas como la patagonia se vuelven cada vez más aptas para este tipo de cultivos.

Según Rusticucci, "hay bastantes investigaciones sobre cómo mitigar y adaptarse al cambio climático, pero falta interacción entre el productor y los climatólogos". En este sentido, la investigadora anunció que "estamos trabajando en una herramienta que permitirá pronosticar excesos o bajas de temperatura y excesos o déficits de precipitaciones para el próximo trimestre. Esto le dará la posibilidad al productor de planificar mejor sus siembras y cosechas", aseguró.
Otras recomendaciones para reducir la vulnerabilidad climática de las actividades agrícolas son desarrollar variedades resistentes a la sequía y calor, mejorar la infraestructura de riego e impulsar el desarrollo de un mercado de seguros contra variaciones climáticas extremas.

FUENTE: El Cronista, 26 / 09 / 2017

miércoles, 27 de septiembre de 2017

¿ QUÉ PAÍSES SOBREVIVIRÍAN AL CAMBIO CLIMÁTICO ?



Un sitio especializado creó un mapamundi que muestra qué naciones están mejor o peor preparadas para afrontar el cambio climatico.<br/>// Imagen vía Eco Experts.<br/>



El cambio climático es un tema de interés entre gobernantes y habitantes del mundo entero; con esto vienen muchas preguntas, entre ellas ¿quienes podrían podrían sobrevivir a sus consecuencias? La respuesta fue presentada recientemente en un interesante mapa que señala a los países con mayores posibilidades de sobrevivir a este.

El sitio Eco Experts, especializado en temas de ahorro energético, realizó una infografía con los datos del Notre Dame Global Adaptation Initiative (ND-GAIN), un ránking realizado por la Universidad de Notre Dame, Indiana, en Estados Unidos, en donde revela un mapamundi que recalca qué países están más capacitados para afrontar el cambio climático.

El ranking analiza varios factores para determinar la vulnerabilidad de cada país y su preparación para enfrentar los cambios. Entre los aspectos considerados se encuentran la calidad de la infraestructura, la capacidad tecnológica, la estabilidad política, la capacidad de los líderes de tomar medidas de prevención.

Aquellos países que presentan un mayor riesgo frente al cambio climático se encuentran en rojo, mientras que los que están mejor preparados están en verde.
 
Según el estudio, los cinco países que tienen más probabilidades de sobrevivir al cambio climático son:

1. Dinamarca
2. Nueva Zelanda
3. Noruega
4. Singapur
5. Reino Unido

Y los cinco que tienen menos posibilidades son:

1. República Centroafricana
2. Chad
3. Eritrea
4. Burundi
5. Sudan

FUENTE: La Prensa de Honduras, 25 / 09 / 2017

CAMBIO CLIMÁTICO: "ENTRE LA COMPLEJIDAD, LA CODICIA, Y EL MIEDO"



En respuesta a los impactos del ciclón Harvey en Texas y los huracanes Irma y María en el Caribe y sur-este de EEUU, los medios de comunicación han entrevistado a científicos, funcionarios públicos y políticos en búsqueda de respuestas simples a fenómenos muy complejos.

De esta manera, el mensaje de los científicos ha sido imposible de entender y no se ha podido pasar el mensaje correcto al público. En su mayoría las preguntas seguían un patrón similar: saber más de un tema complejo, que niegan los codiciosos y que inspira miedo: por ejemplo, ¿hasta qué punto es verdad que el mar subirá más de uno o dos metros? ¿no es natural que haya períodos de mayor calor? ¿por qué sa habla de calentamiento si en ocasiones hay mucho más frío? ¿cuándo comenzó en Chile el cambio climático? ¿ya está en marcha? ¿cuánto y cuándo nos va afectar? ¿cuánto van a subir los precios de la gasolina y de los alimentos? ¿es un problema exclusivamente causado por el hombre? ¿podemos estar seguros que el clima cambiará para mal?

Lo que trasciende en estas interrogantes es que los científicos no convencen a los ciudadanos comunes y corrientes. No se les cree, y, por tanto, no se actúa. Es decir, parece exigirse 100% de seguridad de que ahora ya existe en marcha un proceso destructor imparable. Sin esta garantía, se deja entrever, no hay posibilidad alguna que los humanos adopten medidas de mitigación y reducción de emisiones, y apliquen estrategias de adaptación a los cambios que todo ello va a involucrar respecto a patrones de producción, consumo y estilos de vida. Más aún, se nos induce a concluir que no tenemos por qué aportar a la cruzada mundial para disminuir las emisiones de CO2 a la atmósfera, la causa principal del “efecto invernadero”, que induce al “calentamiento global” y provoca en último término el “cambio climático”.

Esta situación perversa hace recordar a la lucha que se libró hace décadas contra el tabaquismo y las tabacaleras. Todos los parámetros indicaban que fumar provocaba cáncer pero muchos pseudocientíficos, periodistas asalariados de la industria tabacalera y los adictos a la nicotina testimoniaban en contra argumentando que no habían evidencias 100% convincentes para el 100% de los casos. La historia ha demostrado la malicia y codicia detrás de esta posición y el costo en vidas que significó. En el caso del tabaquismo los afectados eran sólo los fumadores y en menor medida su circulo más cercano. Lo grave en el caso del cambio climático es que afectará al planeta entero, a todas las personas y al total de la vida en el planeta.
La tarea urgente ahora es educar. Entregar información, presentar hechos, los fundamentos que nos permiten aseverar que el cambio climático es el problema más grave que jamás se haya presentado a la humanidad. Lo peor es que nos queda poco tiempo para asumir las medidas que debemos aplicar tanto para frenar la crisis como para mitigar sus efectos.

Muy por el contrario, hay preguntas que nos deberían invitar a la reflexión y a la acción: ¿qué es lo que estamos experimentando hoy en nuestras vidas? ¿no es evidente que algo está ocurriendo desde hace una década? ¿las altas temperaturas  del último verano, la mega-sequía que afecta a siete de nuestras regiones, los crecientes incendios forestales, no nos dicen nada? ¿lo que ocurrió  en el Caribe con el Huracán Irma? ¿nada? ¿el ciclón Harvey en Texas, ahora de nuevo, otro  Huracán el María, todos estos fenómenos no nos dicen nada? ¿el hecho que en Chile haya llovido apenas este invierno, y en las pocas partes que lo hizo, fue muy intenso y localizado? ¿Nuestro paisaje, no nos muestra ya preocupantes signos de una sequía que nos anuncia el retorno de grandes incendios forestales que abrasan árboles y plantas?

Todos estos eventos podrían considerarse una anécdota climática si no fuera porque los instrumentos de medición y comparación de los que disponemos nos advierten de que no son ya más, fenómenos puntuales. Hay un proceso de cambio climático en marcha. Del cual son parte tanto los huracanes en el Caribe como la llegada de una primavera chilena más calurosa que nunca y con incendios forestales anticipados. ¿Qué estamos haciendo para prevenir este proceso, para afrontarlo con mayor eficacia? ¿para evitarlo o al menos para mitigar sus efectos destructivos?

Mes tras mes el planeta está batiendo récords de temperatura que no auguran nada bueno para su equilibrio. Con los datos ya disponibles, las agencias que se ocupan del clima vaticinan que 2017 batirá un nuevo récord y será, por tercer año consecutivo, el más caluroso. Estamos ante la racha de calor más prolongada en 137 años de registros.  Estamos presenciando el surgimiento del principal indicador de las consecuencias del cambio climático: manifestaciones periódicas y cada vez más frecuentes de situaciones climáticas extremas. Ese es el punto clave. Y en esta categoría caben no sólo los huracanes, ciclones o tormentas, vientos extremos, sino las sequías, los incendios forestales, desaparición de glaciares y otras fuentes de agua, deshielos, que empobrecen la diversidad biológica y destruyen la vida en el planeta.

En el año 2016 la temperatura mundial fue 1,3°C más alta que la media de la era preindustrial, y quedó en primer lugar entre los años más cálidos del planeta. En Chile 2016 también fue el año más cálido registrado en su historia. El promedio de las temperaturas medias (a su vez, un promedio de las mínimas y máximas del día, de todo el año) entre Arica y Punta Arenas fue 13,8°C, 0,96°C más que en 2015, que ya había sido un año récord. El 25 de Enero de 2017 fue el día más caluroso de la historia de Santiago, los termómetros se elevaron hasta los 37,4° C. En Chillán 41,7°. Semanas antes, 14 de diciembre 2016, en Santiago se había superado un record de 101 años con 37,3° C. Se rompieron dos records en dos semanas y se adelantaron los incendios forestales. En Lonquimay, Región de la Araucanía el 16 de Julio de 2017 el frío alcanzó otro record 17° bajo cero. Porque el cambio climático no sólo hace más intenso el calor sino también el frío.

La otra cara de la moneda son las tormentas, lluvias e inundaciones inusuales. Las precipitaciones cayeron con más fuerza en sector alto de la región de Arica, Parinacota, Tarapacá y Antofagasta registrándose lluvias torrenciales buena parte del mes  de Enero 2017. Una primavera más calurosa provoca un mayor deshielo, lo que da lugar a otros récords negativos. Este verano se ha registrado, según la NASA, el mayor retroceso en los hielos marinos. El descenso de la masa polar produce cambios en las corrientes oceánicas a nivel global, agravadas por el efecto de El Niño. En 2017 se registrará también la mayor concentración de CO2 en la atmósfera. Y en esto quiero detenerme para llamar la atención de los lectores para que recuerden la siguiente información, que a mi modo de entender, demuestra que ya se inició un proceso de cambio climático y que debemos actuar:
  1. i) El CO2 se produce cada vez que quemamos algo o cuando se descompone. Pero ¿cómo se mide? El método lo inició Keeling en Hawaii en 1958 cuando midió por primera vez las concentraciones de C02 en la atmósfera. A partir de entonces con los datos anuales registrados hasta la actualidad, se cuenta con una gráfica conocida como la curva ascendente de Keeling, que es uno de los hallazgos más trascendentes de las ciencias medioambientales. Esta curva nos demuestra cómo respira el planeta tierra;
  2. ii) En la primavera del hemisferio norte (donde se ubica la mayor cantidad de biomasa) a medida que la vegetación extrae CO2 de la atmósfera, el planeta inicia una gran inhalación que en la curva de Keeling se registra como un descenso en la concentración de CO2. Después en el Otoño, a medida que genera CO2 se produce una gran exhalación que aumenta la concentración de CO2 en el aire; y
          3. iii) lo fundamental es que la curva de Keeling demuestra que al final de cada exhalación,  cada año, se registra una concentración mayor de CO2 que el año anterior. Este aumento anual, sin que se modifiquen excepcionalmente las fuentes naturales de biomasa que emiten CO2  a la atmósfera, fue el primer signo definitivo que el aumento proviene del crecimiento de las actividades industriales y energéticas del hombre basadas en uso creciente de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón).

En 1958 el nivel indicaba 315 partes por millón (ppm). En la actualidad, hemos superado en 2015 y 2016 ocasionalmente la línea roja de las 400 ppm, que provocará un aumento catastrófico de 2 grados el promedio de temperatura del planeta. Hoy, avanzando al final de 2017, más de 400 ppm de CO2 en la atmósfera será el promedio anual, o sea empezamos a sobrepasar el límite. Y atención, la lectura que verifiqué el 19 de septiembre 2017, fue de 402.10 ppm, los registros son diarios.

Por lo tanto, no debería haber confusión como para prestar atención a los negacionistas. Los datos indican que los responsables del cambio climático somos todos,  la industria, las empresas generadoras de energía y el uso del carbón y otros combustibles fósiles, el crecimiento demográfico descontrolado, los automóviles, consumo de electricidad, etc. La lista es interminable. Toda actividad de nuestra civilización está ligada a la emisión de CO2. Nuestra sociedad y sistema económico es un mega-fracaso desde el punto de vista ambiental. El problema no cruza solamente a países, gobiernos, industrias transnacionales sino a nuestra generación y a las venideras.

La tarea urgente ahora es educar. Entregar información, presentar hechos, los fundamentos que nos permiten aseverar que el cambio climático es el problema más grave que jamás se haya presentado a la humanidad. Lo peor es que nos queda poco tiempo para asumir las medidas que debemos aplicar tanto para frenar la crisis como para mitigar sus efectos. Menos tiempo aún para escuchar o atender a los negacionistas vinculados a las más grandes y ricas industrias del petróleo y a las grandes empresas generadoras de energía. Con mucho dinero se pueden defender y auspiciar grandes mentiras, eso está claro, pero tales mentiras pueden y deben ignorarse.

Por último, ¿a qué nos obliga la mega-crisis del cambio climático? Vamos a tener que cambiar nuestro concepto de buen tiempo. Para Chile  ya no será aquel en que brille el sol. Buen tiempo va a ser aquel en que aparezcan nubes cargadas de agua que dejen caer una lluvia que recupere la vida en nuestras tierras, que refresque y de vida a nuestros suelos. Buen tiempo será cuando se conserven las nieves altas  y glaciares.

Cuando las estaciones vuelvan a ser distintas entre ellas, que ningún invierno ó verano tienda a predominar. En la antigüedad, las naciones dependían de la agricultura, y las personas miraban al cielo, reconocían las nubes y conocían el tiempo. Ahora vamos a volver a empezar a ser dependientes del tiempo más que nunca en la historia de la humanidad y no debemos dejarnos abatir por el miedo. Para evitar el desastre, tendremos que hacer algo más que mirar al cielo con preocupación. Vamos a tener que ponernos las pilas y hacer más. Mucho más.

FUENTE: El Mostrador , Noticias , 25 / 09 / 2017

EL CAMBIO CLIMÁTICO SE ACELERÓ ......, Y NO NOS DIMOS CUENTA




En apenas unas semanas, huracanes de nombres tan comunes como María e Irma y el ciclón José han puesto en jaque las Islas del Caribe. Harvey ha devastado la costa sureste de Estados Unidos. 
Con sólo 12 días de diferencia, dos dantescos terremotos en México han dejado destrucción, muerte, miedo e incertidumbre.
 
Cerca, el volcán Popocatépetl ha entrado en erupción y las “lluvias atípicas”, como prefieren llamarlas las autoridades de la Ciudad de México, han estado inundando durante dos meses una de las ciudades más grandes del mundo hasta niveles parecidos a los de Venecia.
 
terremoto
21/09/2017.- Brigadistas y voluntarios continúan durante las labores de rescate EFE/Ulises Ruiz Basurto
 
El planeta nos está mostrando su cara más hostil con más virulencia e intensidad que nunca. Porque no le hicimos caso. Porque no fuimos ni somos conscientes de que la sociedad y los gobiernos tienen que emprender acciones antes de que sea demasiado tarde.

Cambio climático acelerado

No hay duda, la Tierra nos pide a gritos frenar el desmedido estilo de vida que llevamos, que acelera a pasos agigantados la variabilidad climática.
 
La retirada de Estados Unidos del acuerdo de París contra el cambio climático supone una bofetada al futuro de todos. Pero no sobre el papel, no como ideología. En México, a ocho kilómetros de mi casa, tres decenas de críos han muerto tras el colapso de su escuela. 
 
Otras medidas como la suspensión durante dos años de la normativa que pretendía disminuir las fugas de las emisiones de los operadores de gas y petróleo o sus destructivas políticas medioambientales están sacudiendo nuestros cimientos. Los cimientos del mundo. 
 
El cambio climático no está ocurriendo. Nos está ocurriendo. A los más de 300 muertos de los dos seísmos de México, a las decenas de personas que perdieron la vida en Estados Unidos, a los miles y miles de evacuados de sus hogares. A los afectados y desplazados por las lluvias en Asia. A todos.
 
Este año debería ser ejemplar, pero estamos inmersos en el juego de la política. Una tímida política que no hará nada. En la ONU, en la Unión Europea, en los grandes foros de señores serios con corbata que  deciden el futuro del mundo.
 
 
El cambio climático se aceleró... y no nos dimos cuenta. Por (*) Judith Domínguez
 
 
Los fenómenos naturales se han presentado como en ningún otro año, con mucha incertidumbre. El hombre ya no controla sus efectos, no los puede predecir, y se sitúa en la pequeñez que representa dentro de la evolución como un elemento más de la naturaleza.

Defender y exigir una política ambiental

Frente al fracaso y las trabas en las medidas contra el cambio climático, debemos adquirir el compromiso de defender y exigir una política medioambiental y de desarrollo que mitigue estos devastadores efectos y garantice la viabilidad de nuestra supervivencia en la Tierra, la de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos.
 
Todos tenemos la obligación de reclamar un cambio en la hoja de ruta de las políticas medioambientales y de actuar en consecuencia. Los desastres socialmente construidos son ya una realidad. 
 
No son desastres naturales: el ser humano ha puesto las condiciones para que sean tal en ese afán desmedido de desarrollismo a toda costa. El calentamiento global, el aumento del nivel del mar, las sequías y las inundaciones serán el pan nuestro de cada día de aquí en adelante, y nos queda adaptarnos; crear resiliencia a estas nuevas condiciones del planeta.
 
Sabemos que está ocurriendo. El momento es aquí y ahora. Luego no habrá tiempo para actuar. Los mexicanos están dando una muestra de esa solidaridad nacional, social e intergeneracional para responder a este tipo de fenómenos; pero no debiera ser así, reactiva; cuando ya ocurrió la catástrofe. 
 
En los siguientes años puede que no haya marcha atrás.
 
FUENTE: EFE VERDE, Judith Domínguez26 Septiembre, 2017

ECUADOR Y FRANCIA IMPULSAN ACCIONES CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO


Ecuador y Francia acordaron impulsar acciones para frenar el cambio climático, así como apoyar las medidas que sancionen los abusos de las empresas transnacionales y el mal uso de los paraísos fiscales.

Ambos países "reiteraron hoy el compromiso con el Acuerdo de París para combatir el cambio climático, al tiempo de analizar alternativas para la protección del ambiente", señala un comunicado de la cancillería ecuatoriana difundido tras la reunión entre la ministra de Relaciones Exteriores de ese país sudamericano, María Fernanda Espinosa, y el ministro de la Transición Ecológica y Solidaria de Francia, Nicolás Hulot.
Globo (imagen referencial)
© AFP 2017/ Fadel Senna
 
La canciller aprovechó el encuentro para presentar la Iniciativa Amazónica con el fin de alcanzar la meta de deforestación neta cero al 2030 y proteger la mayor cuenca hidrográfica del mundo.

La intención es llevar esta iniciativa a los países de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica y lograr que sea un esfuerzo conjunto de los ocho países que la conforman: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.

Por su parte, Hulot expresó su interés en el planteamiento y la intención de mantener involucrado a Francia en este tema, al tiempo que informó sobre el Pacto Mundial por el Ambiente que el presidente de su país, Emmanuel Macron, presentó en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, realizada la semana anterior en Nueva York.

En otros temas, los ministros coincidieron en que contar con un instrumento vinculante sobre transnacionales y derechos humanos "es una prioridad".

Espinosa agradeció la participación del Gobierno francés en el grupo de trabajo que elabora dicho instrumento dentro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra, e invitó al ministro a participar en la tercera sesión del grupo, que tendrá lugar entre el 23 y el 27 de octubre de este año.

Asimismo, los funcionarios expresaron su postura sobre el problema de la evasión fiscal y la necesidad de trabajar en conjunto para luchar contra los paraísos fiscales.

La jefa de la diplomacia ecuatoriana "señaló que se requiere un órgano intergubernamental para la cooperación fiscal, tema que fue planteado por Ecuador en la Asamblea General de Naciones Unidas y en la reunión ministerial del G77+China".

En el encuentro bilateral, Hulot estuvo acompañado por el secretario de Estado, Brune Poirson, el consejero diplomático, Tudor Alexis, y la jefa de gabinete del ministerio francés, Anne Ruinstein.

FUENTE: SPUTNIK , 27 / 09 / 2017

domingo, 24 de septiembre de 2017

CALIFORNIA QUIERE QUE LAS PETROLERAS PAGUEN POR EL CAMBIO CLIMÁTICO




Las ciudades costeras californianas, que son vulnerables a inundaciones causadas por el cambio climático, están luchando contra el lobby de las grandes petroleras.   
     
Estación de servicio de la empresa Exxon, en Durha, Connecticut. Foto: Mike Mozart
Estación de servicio de la empresa Exxon, en Durha, Connecticut. Foto: Mike Mozart

San Francisco y Oakland, ambas ciudades californianas, presentaron demandas esta semana exigiendo que ExxonMobil, Chevron (CVX) , BP, ConocoPhillips (COP) y Royal Dutch Shell paguen miles de millones de dólares para cubrir los costos de las paredes que se deben construir a la orilla del mar para proteger a las urbes contra el aumento del nivel de las aguas.

La agresiva estrategia del área de la bahía de San Francisco y Oakland es la primera de este tipo en Estados Unidos, y tiene como fin intentar evitar que ambas queden bajo el agua tras el aumento del nivel de los océanos, algo que la comunidad científica atribuye casi de forma unánime al cambio climático.

Las autoridades locales de ambas localidades temen que miles de millones de dólares en propiedades queden sumergidas. “Las compañías de combustibles fósiles se beneficiaron generosamente durante décadas, sabiendo que estaban poniendo en peligro el destino de nuestras ciudades”, acusó el abogado de la ciudad de San Francisco, Dennis Herrera, en un comunicado anunciando las demandas presentadas ante el Tribunal Superior en los condados de San Francisco y Alameda.
San Francisco está rodeada de agua por tres de sus costados, y se estima que 10 mil millones de dólares en propiedades públicas, y 39 mil millones de dólares en propiedades privadas podrían estar siendo afectadas directamente por el cambio climático.

La administración de la ciudad de Oakland adviertió que el aumento del nivel del mar “afecta y pone en peligro desproporcionadamente” a las personas de más bajos ingresos y a las minorías, al tiempo que podría afectar al aeropuerto de la ciudad, cercano a la costa.
Centro de operaciones de British Petroleum en Farmington, New Mexico. Foto: flickr.com/teofilo
Centro de operaciones de British Petroleum en Farmington, New Mexico. Foto: flickr.com/teofilo

 

Quieren que paguen las petroleras

La demanda de San Francisco alega que las principales empresas petroleras han ignorado sistemáticamente por décadas a los científicos que han advertido hasta el cansancio que “el uso de combustibles fósiles causan calentamiento global”, que podría ocasionar un “daño catastrófico”.

Peor aún, Exxon y otras compañías petroleras han sido acusadas de minimizar estos riesgos ante la percepción del público.

Comparando a las grandes petroleras con las compañías tabacaleras -que estuvieron en negación por décadas sobre la relación del fumado y el cáncer de pulmón, por ejemplo-, San Francisco y Oakland sostienen que estas participaron en una “campaña organizada para engañar a los consumidores sobre los peligros de la producción masiva de combustibles fósiles”.

Estas afirmaciones están respaldadas por un estudio de la Universidad de Harvard, que encontró que durante casi 40 años, Exxon planteó públicamente dudas sobre los riesgos del cambio climático, e instaló opiniones distintas a las afirmadas por la comunidad científica. “Concluimos que

ExxonMobil engañó al público”, dijo el estudio.

Del otro lado de la vereda, Exxon rechaza el estudio por considerarlo “inexacto y absurdo” y afirman que fue “pagado, escrito y publicado por activistas” ecológicos.
Sobre las demandas de California, Exxon, British Petroleum y ConocoPhillips no han emitido comunicado alguno.

Chevron, cuya sede principal está en San Ramón, California, dijo que “da la bienvenida a serios intentos por abordar el cambio climático” que negaron que el proceder que intenta California sea el correcto.

Desde Shell apuntaron a que “reconocieron el cambio climático hace tiempo como un desafío verdadero”, sin embargo creen que el tema debe ser abordado por políticas y cambios culturales, “no por los tribunales”.

FUENTE: La Red 21 , Ecología, 22 / 09 / 2017
  

CAMBIO CLIMÁTICO Y HURACANES




Hoy las geografías físicas, los medioambientes y los ecosistemas del mundo son alterados por diversos eventos naturales que tienen su origen en el calentamiento global. Respecto a este fenómeno se puede o no tener una idea clara, pero lo cierto es que su incidencia y efectos están presentes en diferentes lugares, creando variaciones de los ecosistemas del planeta.

Los últimos fenómenos climáticos y atmosféricos dan suficientes evidencias para probar que las alteraciones del clima inciden mucho en las irregularidades de lluvias, temperatura, sequías, inundaciones, vientos huracanados, etc. Los científicos dicen que tiene que ver con el calentamiento global.

Lo que hoy sucede en América del Norte, Antillas y el Caribe por la presencia y efectos de huracanes (con mayor fuerza e intensidad), dice que esto existe, pues esos vientos huracanados son cada vez más graves, peligrosos y destructores (suben de grados).

Los huracanes son las tormentas más grandes y violentas que se dan en la tierra. Generalmente les dan distintos nombres: tifones y ciclones. El término huracán se ha consagrado en los últimos años.

Designa a los que se dan sobre el océano Atlántico y Pacífico en el hemisferio norte.
En los últimos años han tenido mayor virulencia e intensidad. Y su efecto destructor ha estado presente, mostrando irregularidades y violencia. Esto ha provocado grandes desastres en Norteamérica, las Antillas y el Caribe. Los más conocidos han sido los de: Faith (1966), Camille (1969), Gilberto (1988), Wilma (2005), Katrina (2005), Igor (2010), Sandy (2012), etc. Sus consecuencias dicen a las claras que algo sucede en la relación que hay entre el calentamiento global y la cada vez mayor fuerza destructora con que llegan los huracanes.

Lo que hoy sucede debe llevar a los diferentes Estados, gobiernos y ciudadanía a terminar de admitir que no se puede seguir creyendo que el calentamiento global sea cualquiera cosa ante la cual se puede ser indiferente. También es hora de abandonar la idea de que el calentamiento y sus efectos son una invención de científicos obsesivos. Las consecuencias que dejan los últimos huracanes deben llamar a que las sociedades y los hombres mediten mucho sobre esta realidad, para asumir cambios de conducta que son necesarios para la sustentabilidad de la vida humana.

FUENTE:  expreso.ec , 24 / 09 / 2017

CAMBIO CLIMÁTICO, SUS EFECTOS, Y LAS RELACIONES INTERNACIONALES





Aun cuando existe un consenso creciente entre los científicos en cuanto a que los procesos agrícolas, industriales y de utilización de recursos naturales de manera indiscriminada han desembocado en la aceleración del calentamiento global, persiste en una parte de líderes políticos y empresariales la obtusa teoría de que dicha relación aún no ha sido suficientemente probada, lo que dificulta la adopción de medidas para su mitigación.

Los países industrializados continúan con sus planes de crecimiento continuo y los que están aún en vías de desarrollo buscan desesperadamente posibilidades de industrialización que les permitan disfrutar del nivel de riquezas que disfrutan los primeros. Las metas de ambos solo son alcanzables por la milagrosa posibilidad de convertir el petróleo en energía y ésta en fuerza motriz de sus aparatos productivos.

Los dos mundos han discrepado siempre en cuanto a la posibilidad de que restricciones voluntarias o respuestas basadas en el mercado sean suficientes para que ambos consigan sus objetivos económicos y al mismo tiempo consigan reducir sus emisiones de gases, lo que al final continúa haciendo mal a la salud misma del planeta.

Los riesgos o efectos asociados al cambio climático y que devienen en desastres naturales, huracanes, terremotos, inundaciones, deslaves, altas temperaturas, o cualquier otro tipo de fenómeno, aun cuando las fuerzas motrices del mercado mundial y la administración de algunas potencias –la estadounidense por ejemplo- dificultan el consenso sobre la causa científica, son atribuidos por el sentido común a los desmanes que el hombre ha provocado al planeta.

Sin embargo, los países, aun cuando algunos disienten hasta de la existencia misma del cambio climático, han llevado a cabo algunas iniciativas con la finalidad de, aun dejando espacio a la duda, hacer lo que en el plano internacional, las agendas y los acontecimientos políticos de momento han marcado como acciones ineludibles.

Aun cuando en la propia Carta de las Naciones Unidas no existe alusión alguna al medio ambiente, pues en el momento en el que se firman las perentoriedades eran otras (reconstrucción, garantías de paz y seguridad, ordenamiento territorial continental, etc.) en el 1972, se crea al Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) que actúa como catalizador, defensor, educador y facilitador para promover el uso sensato y el desarrollo sostenible del medio ambiente global.
Igualmente se han realizado tentativas importantes tratando de responder a las alteraciones climáticas a través por supuesto de extensas negociaciones entre los Estados. Es, por tanto, este tema un catalizador primario de las relaciones internacionales modernas.

Entre esas tentativas más recientes está el Protocolo de Kyoto de 1997, que estableció la necesidad de la estabilización de la concentración de gases invernaderos y delineó metas a ser cumplidas internacionalmente para la reducción de estos gases hasta el 2010. Este instrumento internacional fue ratificado por 156 Estados, entre los que no estuvo Washington.

Para diciembre del 2015, en la conferencia de París sobre el cambio climático se logró que 195 países aprobaran un histórico acuerdo que tenía como principales compromisos que el aumento de la temperatura global debe estar muy por debajo de los dos grados centígrados, que el alcanzado acuerdo es jurídicamente vinculante para los países firmantes y la apropiación de fondos cercanos a los US$100.000 millones para los países en desarrollo a partir de 2020, aportados por los países más ricos.

El pasado mes de junio, el presidente Trump, con los mismos argumentos utilizados por George Bush para no ratificar el Protocolo de Kyoto, acerca de los aspectos desventajosos para la economía estadounidense, tales como pérdidas de empleos, disminución de capacidad productiva para empresas de generación de energía y para las productoras de petróleo, retiró a su país del Acuerdo de París sobre Cambio Climático.

Efectivamente, el cambio climático y los desastres naturales, aun cuando perviven teorías en direcciones opuestas en cuanto a si los segundos pueden considerarse efectos del primero son un gran tema en las relaciones internacionales, a tal punto que, el nivel en el que un país asuma sus compromisos con relación al tema se convierte en su carta de presentación ante la comunidad internacional.

Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID)
República Dominicana comparte, junto con una veintena de países más esta denominación que, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) “son particularmente susceptibles a los impactos del cambio climático. Siendo economías en desarrollo que dependen de sectores vulnerables a los patrones climáticos (como el turismo, la agricultura y la pesca), las naciones del Caribe se verán seriamente afectadas por el continuo aumento del nivel del mar, por los cambios en los patrones de lluvia y temperaturas y por la creciente magnitud de los desastres naturales”.

Aun cuando el Huracán Harvey en Texas causó daños estimados en más de 160,000 millones de dólares, los daños causados por los huracanes Irma y María en el Caribe, especialmente en estos pequeños Estados insulares, aunque posiblemente resulten una cantidad menor en términos cuantitativos, representarán una cantidad con un valor mucho mayor al dejado por Harvey cuando se miden las economías en términos de relatividad.

La zona caribeña insular se haya expuesta a numerosos daños que incluyen fenómenos meteorológicos como huracanes y tormentas tropicales; excesivas precipitaciones que conducen a inundaciones; sequías, daños como consecuencia de los impactos del viento; así como frecuentes inundaciones de zonas costeras. Estos fenómenos son responsables del 94 % de las muertes como consecuencia del impacto de tales desastres (CEPAL, 2009a, p.2).

Por supuesto, los efectos de estos fenómenos acarrean luego subalimentación, pobreza, deficiencias en áreas de salud, educación, seguridad interna, etc., Este es el escenario perfecto para el despliegue de lo que Naomi Klein, en su libro “La Doctrina del Shock” denomina como la teoría del “capitalismo del desastre” en la que los Gobiernos tienden a aprovechar las crisis económicas, las guerras, las catástrofes naturales, las epidemias y los ataques terroristas para llevar a cabo todo tipo de medidas a favor del libre mercado, la desregularización, el capitalismo sin cortapisas, y la corrupción.

Ante esa realidad, los PEID deben concentrar sus esfuerzos -con la colaboración de organismos internacionales- no solo en vigorizar la resiliencia ante amenazas y crisis resultantes de estos fenómenos que azotan la región con una intensidad inédita, sino también para fortalecer su gobernanza –evitar el populismo- implementar con propiedad la gestión de riesgo, así como mejorar su capacidad de respuesta, la evaluación del riesgo y los sistemas de alerta temprana.

FUENTE: El Caribe , 23 / 09 / 2017

ISLAS CONDENADAS POR EL CAMBIO CLIMÁTICO



Efecto de la subida del mar en las islas Maldivas, ayer. - ASHWA FAHEEM

Nauto, de 23 años, sabe que un día tendrá que abandonar la isla del océano Pacífico donde nació, en el estado de Kiribati. Se lo recuerda el sonido de las olas del mar, que desde su casa se oyen cada día más cerca. Entre su puerta y el agua hay cinco metros, pero la playa se hace cada vez más pequeña.

Pronto la isla quedará inundada y el Gobierno está preparando a la población para emigrar en masa.
Nauto es uno de los jóvenes de islas del Pacífico, el Índico y el Caribe que visitaron ayer Barcelona para denunciar que el cambio climático está destrozando sus países. El grupo se encontró con un centenar de estudiantes de instituto a bordo del Peace Boat, un barco de la homónima oenegé japonesa, que lleva desde 1983 recorriendo los mares para llevar a cabo proyectos ecologistas.
 
Estos «jóvenes embajadores por el océano y el clima» empredieron anoche un viaje con paradas en diversas ciudades, que acabará en Nueva York, en la ONU.
Sus islas son especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático. Al subir de nivel, el mar las inunda y saliniza su agua dulce. La degradación del océano afecta a sus pesquerías. Los huracanes cada vez más frecuentes las azotan y sus habitantes no tienen adonde huir. Ya en el 2009, el anterior presidente de Maldivas, Mohamed Nasheed, alertó de la situación, celebrando un consejo de ministros debajo del mar, con bombonas y trajes de neopreno.

«El ancho de mi isla en ciertos sitios es el de este barco, y el lugar más alto es un basurero», cuenta Selina Leem (19 años), de las Islas Marshall (Pacífico). «Las inundaciones devastadoras son cada vez más frecuentes y no tenemos colinas para refugiarnos». «Es difícil tener que irse, pero el mar está inundando incluso las tumbas de nuestros ancestros», añade Nauto.

«Hay gente que pasó su infancia en playas que ya no existen. El mar ha arrancado árboles e invadido paseos. Cada vez que llueve nos inundamos», afirma Ashwa Faheem (26 años), procedente de las islas Maldivas (Índico). «Aunque se disminuyeran las emisiones mañana mismo, las Maldivas están sentenciadas», afirma.

El problema afecta a todas las tierras bajas. Por ejemplo Belice (Caribe) está en vilo por sus islas, pero lo más preocupante es la situación de la tierra firme. «Hay muchas zonas inundables. Tenemos la opción de retirarnos a las colinas, pero esto implica ir cerca de la frontera con Guatemala, con el cual hay un conflicto territorial», explica Zana Kristen Wade, de 22 años.

AGUA POTABLE Y PESCA / El cambio climático tiene otras consecuencias. «El agua del mar saliniza los pozos de agua dulce. Las enfermedades relacionadas con el agua aumentan y contribuyen a la mortalidad infantil», explica Nauto. La degradación del océano debido al aumento de las temperaturas y a la acidificación tiene consecuencias en la pesca.

Finalmente, aumentan los eventos extremos. «Hace cinco años, un huracán nos golpeó justo en el día de mi cumpleaños», recuerda Wade. Ese evento dejó a muchos agricultores de Belice sin medios. «Los huracanes dañan la barrera coralina y alejan el turismo», explica.

La Alianza de los Pequeños Estados-Isla (AOSIS) ha puesto el cambio climático en lo más alto de su agenda y las islas Fiji (Pacífico) están dirigiendo la negociación de la próxima conferencia mundial sobre el cambio climático (COP23). «Kiribati está intentando educar a la población para que, cuando tengan que migrar, lo hagan con dignidad», explica Nauto. «No obstante, hay miedo sobre dónde vamos a acabar y cual será la reacción de la comunidad internacional», añade.

Los jóvenes tienen otros mensajes para los países desarrollados. «España debería empujar a EEUU y China para que se unan a los acuerdos climáticos», opina Wade. «Hablar está bien, pero hay que actuar: montar placas solares en el techo, cambiar de modalidad de transporte», dice Faheem. «Hay que emplear la tecnología para desarrollar una economía amigable con el medioambiente», afirma Nauto.

FUENTE: El Periódico de Aragón, 23 / 09 / 2017

viernes, 22 de septiembre de 2017

DI CAPRIO DONA 20 MILLONES DE DÓLARES PARA COMBATIR EL CAMBIO CLIMÁTICO


El actor Leonardo DiCaprio.


El actor Leonardo DiCaprio ha anunciado que su fundación donará una subvención de 20 millones de dólares (unos 16 millones de euros al cambio) para ayudar a combatir el cambio climático.

El intérprete de El renacido, que es uno de los activistas más famosos que luchan contra esta causa, fue uno de los invitados a la conferencia sobre el problema medioambiental que tuvo lugar en Universidad de Yale este martes, donde aprovechó para mostrar su contrariedad ante la posición del presidente de Estados Unidos Donald Trump.

“Sigo creyendo que Estados Unidos tiene el potencial de liderar el mundo en esta cuestión. Solo podemos esperar que el presidente comience a verlo también, antes de que sea demasiado tarde”, dijo DiCaprio sobre los últimos anuncios de Trump de romper con el acuerdo de París contra el cambio climático.

Así lo anunció el presidente a primeros de junio argumentando que se trata de un pacto perjudicial para la economía estadounidense, aunque aseguró que continuará participando en las negociaciones internacionales para su política sobre el clima.

Y es que antes de las elecciones presidenciales de EE UU el oscarizado actor se reunió con el entonces candidato Trump para discutir sobre cómo los trabajos vinculados a la conservación del medioambiente pueden contribuir al crecimiento de la economía del país. Un encuentro, en el que también estuvo la hija del presidente Ivanka Trump, y que DiCaprio recordó en la conferencia del que aún tiene esperanzas.

“Nuestro desafío es encontrar nuevas formas de alimentar nuestras vidas, emplear a millones de personas y convertir a cada individuo en un defensor del aire limpio y el agua potable. Debemos exigir que los políticos acepten la ciencia del clima y asuman compromisos audaces antes de que sea demasiado tarde”, dijo el actor.

La estrella de Hollywood mostró antes los asistentes su satisfacción sobre la multitud de personalidades, grupos e instituciones que, cada día más, se van sumando a favor de esta causa.

“Estamos orgullosos de apoyar el trabajo de más de 100 organizaciones en el país y en el extranjero que están activos en el terreno, protegiendo nuestros océanos, bosques y especies en peligro de extinción para las generaciones futuras, y abordando los desafíos urgentes y existenciales del cambio climático".
"Hoy existen muchas tecnologías probadas en energía renovable, transporte limpio y agricultura sostenible, para que podamos empezar a construir un futuro más brillante para todos nosotros”, agregó DiCaprio.

El afán del actor por reunirse con los mandatarios de diferentes países no es otro que concienciar y contribuir con esta causa medioambiental que afecta y perjudica a todo el planeta. En 2016 DiCaprio se encontró con Barack Obama cuando aún era presidente y el pasado mes de junio el protagonista de Titanic se reunió con el presidente de México Enrique Peña Nieto para discutir sobre esta causa después de instarle a través de sus redes sociales que tomara medidas para salvar a la vaquita marina, una especie en extinción.

FUENTE: EL  PAÍS , 20 / 09 / 2017

HURACÁN MARÍA, CAMBIO CLIMÁTICO, Y FALTA DE CONCIENCIA




Cuando el Caribe y la Florida apenas empiezan a cuantificar el verdadero alcance de los daños causados por el huracán Irma, el más fuerte de todos los tiempos, y Texas se recupera de las inundaciones dejadas por el huracán Harvey, aparece en el panorama el huracán María, que a los ojos de los expertos podría ser aún más devastador que Irma. Al momento de escribir estas palabras, María ha arrasado ya Dominica y se acercaba a Puerto Rico como un huracán categoría cinco.

Frente a este panorama de devastación hay un consenso entre los científicos: si bien el calentamiento global no es la causa de los huracanes, sí lo es de que su fuerza devastadora sea cada vez mayor. “Las temperaturas superficiales promedio del mar han estado aumentando y algunas regiones del Atlántico Norte y el Golfo de México están más calientes ahora que el promedio”, explicó a la BBC Mundo Bob Ward, director de políticas y comunicación del Grantham Research Institute on Climate Change and the Environment. Y los huracanes se fortalecen en aguas más cálidas.

Seguir negando el calentamiento global y sus consecuencias es un acto insensato. Pero trabajar en mitigar sus consecuencias requiere compromisos desde lo local. Y es allí donde hay una mayor falta de compromiso y de conciencia ambiental.

Vivimos en una sociedad que no ha adquirido los compromisos mínimos con el medio ambiente. El reciclaje, por ejemplo, sigue siendo una práctica que aunque todos saben cómo se realiza, un número mínimo de ciudadanos lo lleva a cabo, y esto por cuanto no hay sanciones por ello.

Así mismo, las normas de protección ambiental son un saludo a la bandera, las prohibiciones de construcción en las rondas de los ríos, la protección de humedales y zonas de reserva, el control de emisión de gases contaminantes, y uno de los más evidentes en Bucaramanga y su área metropolitana: la obligatoriedad de compensación de las especies que han sido taladas para dar paso a construcciones y a las llamadas megaobras, por citar solo algunos.

Y todo esto ocurre porque las entidades encargadas de proteger el medio ambiente como las Corporaciones Autónomas Regionales, se han convertido en fortines políticos que desde hace mucho se alejaron de su carácter técnico y se convirtieron en entidades donde se pagan favores políticos; es así como muchas veces están a merced de los intereses de los poderosos de turno, pero no del medio ambiente.

En este tema, tal vez como en ningún otro, todos los ciudadanos tenemos responsabilidad. Solo hasta que cada persona haga conciencia de sus actuaciones frente al medio ambiente se podrá por fin hacerle frente al cambio climático.

FUENTE: vanguardia.com, 20 / 09 / 2017

DEBIDO A LAS SEQUÍAS DESAPARECE IMPORTANTE LAGUNA EN GUATEMALA



Los habitantes de Guatemala se encuentran indignados por la desaparición de una de sus lagunas más representativas por su gran tradición ancestral, cultural y ambiental. Según los expertos, la laguna de  Atescatempa desapareció por completo a causa del cambio climático.


En el lugar en el que era común encontrar miles de turistas, especies naturales y gran cantidad de biodiversidad, hoy solo queda arena, residuos de plásticos y los cuerpos de varios caracoles que perdieron la vida por la desaparición del agua y las fuentes hídricas que alimentaban la zona del país centroamericano.


Algunos de los factores que produjeron la dramática desaparición de la importante laguna fueron: el calor, los canales clandestinos, las malas prácticas agrícolas y la sobreexplotación de los ríos que la nutrían lograron desaparecer esta maravilla natural que era considerada por los guatemaltecos como patrimonio histórico.

Las sequías se caracterizan por  un prolongado período de tiempo anormalmente árido. Se presume que en la actualidad hay mayores sequías que antaño, muestra de los efectos del cambio climático. y los llamados fenómenos del niño.

Son producidas principalmente por la escasez crónica de lluvias en una región, lo que conduce a un desequilibrio hidrológico. El hundimiento del aire lo conduce a las zonas de alta presión, por lo que la humedad disminuye, se forman menos nubes y por ende, disminuyen las precipitaciones.

La gravedad de este fenómeno natural está relacionada con su duración, la ubicación y el tamaño de la zona perturbada y el grado de deficiencia de humedad. Si la población en una región aumenta, el suministro de agua puede ser problemático y aumentan las probabilidades de sequías.



UNA VERDAD INCÓMODA: "EL CAMBIO CLIMÁTICO"





Irma, el gran huracán que azotó el Caribe y la Florida, trae a la memoria -de nuevo- una verdad incómoda: el cambio climático, inocultable más allá de los discursos elaborados desde el poder y la ignorancia. Fenómenos naturales cada vez mayores y más destructivos sacuden al mundo

Inundaciones y sequias, fríos y calores extremos, tanto como los recientes huracanes, son noticia cotidiana en todas las esquinas del planeta. Según afirma una gran mayoría de científicos, esos fenómenos naturales -cual jinetes climáticos del apocalipsis- son la consecuencia global del aumento de las temperaturas y de las variaciones climáticas extremas. Y esto recién empieza… La razón nos dice que esta cadena de catástrofes causadas por desórdenes climáticos severos debería demoler las posiciones negacionistas. Pero el tema no es fácil. El poder no suele regirse a la razón, peor a aquella de quienes imaginamos un mundo en paz y fraternidad. Más común es que la razón se atrofie a gusto y placer del poder.

Solo pensemos en posiciones como las de Donald Trump, para quien el cambio climático es un “cuento inventado por los chinos”. Semejantes lecturas, a ratos rayando en ridículas, en el fondo esconden los compromisos adquiridos con poderosos intereses .

 Y en este perverso mundo donde la postverdad es hija de la modernidad capitalista pura y dura, no faltan los “científicos” que encuentran otras explicaciones a estos fenómenos naturales. Tampoco faltan quienes están convencidos que los problemas se resuelven desde la tecnología y la técnica, ni quienes hacen ya números de las utilidades a obtener remediando lo destruido o construyendo obras para afrontar los próximos e inevitables y cada vez más dantescos fenómenos climáticos. Sin minimizar para nada la búsqueda de respuestas científicas al problema, es hora de politizarlo globalmente.

No basta con que unos días los grandes medios prioricen la cobertura periodística de lo que está sucediendo. Para colmo su fugaz interés suele combinarse con reportajes sesgados. Además, repetir una y otra vez que “ya sabemos lo que se nos viene” es fútil.

Urge ir más allá y revisar todos esos hechos para establecer las correspondientes interrelaciones, sus causas y sus responsables, que sí los hay. No hay duda de que vamos a enfrentar nuevas tragedias. Debemos prepararnos, pero eso no basta.

Cabe conocer los orígenes y alcances de estos complejos fenómenos, al tiempo que debatimos las políticas de la crisis que acabábamos de presenciar y también aquellas políticas radicales que necesitamos para prevenir -o al menos para minimizar- los impactos de nuevas crisis. Y, sobre todo, hay que nombrar a los orígenes y a los causantes de estos problemas con transparencia y conectando sus principales nodos: extractivismos voraces, consumismo desbordado, contaminación imparable, desperdicios hasta programados, subsidios a combustibles fósiles, racismo ambiental, inequidades socioeconómicas…

Notemos, por igual, que los recursos presupuestarios disponibles para enfrentar esta avalancha en ciernes son exiguos al compararse, por ejemplo, con los enormes, dañinos e insultantes gastos en armas y seguridad represiva, causantes -a su vez- de graves problemas sociales, políticos e inclusive ambientales.

En un línea similar estarían los multimillonarios recursos destinados a los salvatajes bancarios. Aprovechemos el momento para proponer soluciones globales profundas. Hay que impulsar medidas que reduzcan dramáticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, algo factible si disminuye el consumo y la extracción de cada vez más petróleo, carbón y gas; apoyando iniciativas como la propuesta -desde el Ecuador- para dejar en el subsuelo el crudo en el Yasuní. Requerimos repensar íntegramente nuestras ciudades y sus sistemas de transporte.

Igualmente necesitamos repensar el campo como proveedor crucial del alimento con el cual las sociedades sobreviven. Los patrones de consumo deben cambiar profundamente. En suma, la organización de las sociedades no puede seguir como hasta ahora: con grupos relativamente reducidos de población que consumen sobre sus capacidades -e incluso sobre sus necesidades- mientras el resto -casi la totalidad de habitantes del planeta- vive tratando de emular a los privilegiados, en un trajinar condenado a la frustración permanente.

Llamar las cosas por su nombre nos obliga a superar conceptos flacos de contenido, como aquello de antropoceno, una trampa nada casual. Hablemos sin rodeo de capitaloceno. No negamos que la Humanidad provoca los tremendos desajustes que hoy vive la Tierra, pero la responsable no es cualquier Humanidad, es la Humanidad del capitalismo.

Una civilización que sofoca la vida tanto de los seres humanos como de la Naturaleza a fin de alimentar al poder que conocemos con el nombre de capital. Y en ese empeño de llamar las cosas como son, cabría renombrar a los monstruosos huracanes y fenómenos extremos por sus verdaderos nombres: Chevron-Texaco en vez de Irma, British Petroleum en vez de Harvey, Exxon en vez de María…

FUENTE:  Alberto Acosta, Rebelión, Ecuador,  21 / 09 /2017