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viernes, 27 de octubre de 2023

Las 5 tendencias clave en clima y sostenibilidad para el 2023


Stuart Lemmon, director general de EcoAct y director general de la Net Zero Transformation Practice en Atos, analiza las tendencias climáticas y de sostenibilidad que se vislumbran este año y explica la razón de su optimismo ante el panorama actual.

1. Mayor responsabilidad empresarial en el camino hacia el cero neto

Este año es fundamental que las organizaciones conviertan sus compromisos de reducción de emisiones en estrategias reales y creíbles para alcanzar sus objetivos. Gracias al Estándar de Cero Neto de la iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi, por sus siglas en inglés) y las Directrices para el Cero Neto (Net-Zero Guidelines) de la Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés), las empresas disponen ahora de marcos con los que alinearse. Aunque los criterios de estos estándares son exigentes, garantizan que las organizaciones estén en línea con la ciencia climática más reciente y les ayudan a evitar hacer afirmaciones sin fundamento que puedan percibirse como greenwashing.

Espero que cada vez más empresas establezcan objetivos de reducción de emisiones a corto y a largo plazo basados en la ciencia, que mejoren sus análisis de los riesgos climáticos y que avancen en el cálculo y reporte del Alcance 3.

Nuestros clientes experimentan una presión cada vez mayor por parte de inversores o clientes B2B para el reporte y divulgación de su información relacionada con el clima. Por esta razón, han comenzado a analizar en detalle su huella de carbono, sobre todo su Alcance 3, para poder así comprender mejor dónde pueden llevarse a cabo las reducciones.

     2. La biodiversidad ya es parte de la agenda

Ante la magnitud de la pérdida de biodiversidad en nuestro planeta, el resultado de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP15) fue sumamente esperanzador. El nuevo Marco Global de Biodiversidad fue firmado por casi 200 países e incluyó la adopción de un objetivo «30×30» para proteger el 30% de las zonas terrestres, de aguas continentales, costeras y marinas para 2030. La COP15 demostró una creciente comprensión y concienciación mundial sobre cómo la naturaleza, el clima y nuestras economías están intrínsecamente vinculadas.

Para este 2023, espero que más países se unan al Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera Relacionada con la Naturaleza (TNFD, por sus siglas en inglés). Este Grupo está desarrollando y ofreciendo un marco de gestión y divulgación de riesgos para que las organizaciones informen y actúen sobre los riesgos climáticos relacionados con la naturaleza. Es necesario que las organizaciones sean transparentes y comuniquen sobre el impacto que la pérdida de biodiversidad puede tener sobre su actividad y estados financieros.

Las peticiones de información relativas a biodiversidad continuarán en aumento, por lo que las empresas deben estar preparadas. Desde EcoAct, ya estamos ayudando a algunos de nuestros clientes en el reporte de estos riesgos e impactos.

     3. Nueva legislación y directrices

Aunque el reporte corporativo en materia climática continuará siendo una tarea compleja, las nuevas normativas y directrices ayudarán a mejorar la transparencia y fomentar la acción positiva sobre el cambio climático. En EcoAct, nos centraremos en ayudar a nuestros clientes a interpretar las novedades y garantizar la correcta elaboración de los reportes.

Desde una perspectiva global, en 2023 se prevé la aparición de importantes marcos normativos para la transición hacia el cero neto. El Grupo de Expertos de Alto Nivel (HLEG, por sus siglas en inglés) sobre los compromisos de Cero Emisiones Netas de las Entidades No Estatales, designado por la ONU, ha publicado una nueva hoja de ruta para evitar que el cero neto se vea perjudicado por el greenwashing. Por otro lado, la ISO también ha publicado recientemente sus directrices sobre el cero neto.

A nivel regional, cabe destacar la entrada en vigor de la Directiva de la UE sobre informes de sostenibilidad corporativa (CSRD) o el Grupo de Trabajo sobre Planes de Transición (TPT) del Reino Unido, que diseña directrices para la divulgación de planes de transición. Por otro lado, el sector privado de Canadá tendrá que prepararse para el reporte obligatorio de los riesgos financieros relacionados con el clima a partir de 2024; mientras que las empresas públicas de EE.UU. se verán afectadas por una propuesta de marco de reporte basado en las recomendaciones del TCFD y del Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Finalmente, un nuevo decreto en Francia establece un marco jurídico más estricto en torno a la compensación de carbono y a las declaraciones de neutralidad de carbono en las campañas publicitarias o de marketing.

     4. Evolución del Mercado Voluntario de Carbono

Actualmente, las empresas reconocen el valor de la compensación responsable de carbono junto con una sólida estrategia de reducción de emisiones. Aunque algunas siguen mostrándose cautelosas, aludiendo a la preocupación por el temido greenwashing, el trabajo realizado por el Consejo de Integridad del Mercado Voluntario de Carbono, la Iniciativa del Mercado Voluntario de Carbono (VCMI), y otros marcos normativos, deberían generar más confianza en el mercado actual.

Los créditos de carbono de alta calidad impulsan a las empresas en su ambición hacia la consecución del objetivo cero neto. Además, ayudan a movilizar financiación hacia Soluciones Basadas en la Naturaleza y en la Tecnología para mitigar el cambio climático en todo el planeta. Por esta razón, el mercado del carbono se presenta como una herramienta vital para alcanzar nuestros urgentes objetivos climáticos.

En EcoAct, estamos observando una tendencia creciente de empresas que invierten en desarrollar sus propios proyectos para asegurar el cumplimiento de sus objetivos de cero emisiones netas a largo plazo.

Este 2023, desde EcoAct seguiremos centrándonos en ayudar a las empresas a navegar por el cambiante mercado voluntario de carbono y a diseñar estrategias sólidas de compensación de emisiones, así como en desarrollar nuevos proyectos y metodologías.

     5. El papel de la tecnología digital en la transición hacia el cero neto

Para alcanzar el cero neto, las empresas deben eliminar prácticamente todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de sus cadenas de valor y esto requerirá una transformación generalizada en todos los aspectos del negocio. Esperamos que en los próximos años se haga realidad el potencial de las tecnologías digitales para permitir una mayor eficiencia y aportar nuevas soluciones en la transición hacia un bajo nivel de emisiones de carbono. Creemos que ciertas tendencias tecnológicas como la migración a la nube, los gemelos digitales, la inteligencia artificial, los centros de datos bajos en carbono, o las fábricas inteligentes son un importante facilitador de la transformación empresarial, y la digitalización ofrece a las empresas la oportunidad de acelerar el camino hacia la neutralidad.

Para ello, la clave radica en el acceso a datos de calidad, que permitan cumplir con los requisitos de la nueva legislación y orientaciones mencionadas anteriormente. Cada vez será más necesario que los datos de los informes sean más rastreables y auditables. Las plataformas informáticas y las bases de datos desempeñarán un papel clave en la centralización y el seguimiento de los datos relacionados con las emisiones, así como en la mejora de su calidad.

La identificación y recopilación de datos precisos será un elemento clave de nuestras estrategias climáticas para informar y reportar sobre la transición hacia el cero neto.

¿Objetivo de 1.5 °C en 2023?

Sabemos que el cambio climático es un tema que puede resultar abrumador. Los compromisos nacionales de cero neto continúan siendo incompatibles con la limitación del calentamiento global a 1,5 °C, los avances en la legislación han sido lentos hasta la fecha y los fenómenos meteorológicos extremos siguen batiendo récords. Sin embargo, me resultan alentadoras las tendencias emergentes y el creciente impulso dentro del sector público, por lo que opto por mantenerme optimista. Más que nunca, creo que el sector privado juega un papel fundamental a la hora de liderar estrategias climáticas basadas en la ciencia. La huella de carbono del sector empresarial internacional es enorme, pero quizás sea aún mayor el poder que tiene el sector privado para influir, innovar y llevar a cabo el cambio transformador necesario para descarbonizar nuestras economías. Espero, de verdad, que 2023 sea el año en que empecemos a hacer realidad este potencial.

Fuente: Eco-Act

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