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domingo, 15 de octubre de 2017

LA MISTERIOSA REAPARICIÓN DE UN AGUJERO GIGANTE LA ANTÁRTIDA


Foto: Situación geográfica del agujero. (NASA)


Es la primera vez desde los años setenta que los científicos ven este espacio abierto de agua rodeado de hielo marino que abarca casi 80.000 kilómetros cuadrados

El pasado mes de septiembre, un satélite de la NASA detectó algo inusual en la Antártida. Un orificio de unos 257 kilómetros de ancho ha aparecido en medio del corazón del continente. Su superficie es del tamaño casi como Castilla-La Mancha (unos 77.700 km2) y es conocida como polinia, la más grande observada en el mar de Weddel desde los años 70.

Según indica el físico Kent Moore, este agujero no solo es inmenso, sino también inusual en su ubicación. Normalmente aparecería en las zonas más cálidas de la Antártida costera, donde es más probable que se produzca el deshielo. En esta ocasión lo ha hecho en su interior y por eso no hay una explicación exacta sobre su origen.

Polinias

Así se llaman a los espacios abiertos que contienen agua y están rodeados por gruesas capas de hielo. Este término se utiliza para designar a las zonas marítimas de los polos que no llegan a helarse a lo largo de todo el año. Se suelen formar porque simplemente hace demasiado calor parar crearse una capa de hielo o bien porque el viento catabático (el que cae en el seno de una atmósfera estable, sea cual sea la causa que lo hace partir de un nivel más elevado y sopla a más de 100 km/h) o porque las corrientes oceánicas alejan el hielo de la costa afinando la capa de hielo y creando un agujero. Es un proceso natural al que los científicos están acostumbrados.


Se trata del segundo año consecutivo en que se forma ese agujero en el invierno antártico, pero el del año pasado no fue tan grande. No se tenían indicios de que se estuviese formando de nuevo. Apareció por primera ven en 1974, pero dos años más tarde, aquella apertura se cerró, aparentemente, para siempre. El año pasado el satélite de la NASA hizo un primer avistamiento en más de 40 años y desde entonces ha crecido considerablemente.

Todavía es cinco veces más pequeña que cuando surgió por primera vez hace 42 años, pero su reaparición es un misterio para los científicos. Moore señaló a 'National Geographic' que se ha detectado esa área de aguas abiertas durante más de un mes: "Es simplemente notable que esta polinia desapareciera durante más de 40 años y haya vuelto de nuevo".

¿Cambio climático?

Si preguntáramos a Trump sobre el tema, se echaría a reír y afirmaría que el cambio climático no existe. Lo más lógico sería echarle la culpa al aumento de la temperatura del planeta, pero no hay que apresurarse. Estos boquetes aparecen por causas naturales y puede haber surgido simplemente por la erosión del viento sobre una zona de la capa de hielo más débil.

Independientemente de eso, tiene implicaciones para los cuerpos naturales circundantes. Una vez el hielo marino se derrite se genera un enorme contraste de temperatura entre el océano y la atmósfera. El agua más densa y fría se hunde en el fondo del océano, mientras que el agua más caliente sale a la superficie.

Según informa 'Europa Press', como parte del proyecto SOCCOM, flotadores de perfiles robotizados capaces de operar bajo el hielo marino han sido desplegados en la región durante los últimos años. El mes pasado, uno de estos emergió dentro de la polinia de este mar, y ha logrado establecer contacto con los investigadores y proporcionando datos únicos sobre su existencia.
Con estas nuevas mediciones oceánicas, junto a las observaciones desde el espacio y los modelos climáticos, surge la posibilidad de que la incertidumbre de estos fenómenos y sus impactos sobre el clima puedan ser revelados.

FUENTE: El Confidencial , 15 / 10 / 2017






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