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domingo, 20 de octubre de 2013

CAMBIO CLIMÁTICO DEJARÍA AL PUERTO DE LETICIA (AMAZONAS) SIN SALIDA AL MAR EN 20 AñOS



El cambio climático es una de las causas por las que el río Amazonas se ha corrido dos millas, desde la playa colombiana hacia Perú.
El rancho de tablas de Matilde Pinto es un medidor infalible del nivel del río Amazonas. Ubicado a pocos metros del puerto de Leticia, y elevado de la tierra por varios troncos, conserva en su fachada la sombra de humedad que dejó la creciente hace un año.
La huella alcanza los 1,75 metros desde el suelo. “Esa vez el agua tapó el piso de mi casa, pero ya no, vea como está de seco”, dice la señora de falda larga, sentada en el umbral de la puerta, y señala la maleza que rodea su predio, nacida donde antes dormía el cauce.
“Hace 10 años no era así, ya se formaron unas playas en todo el río, hay unas islas de más allá que se están ‘desbarrancando’ y esa arena viene para acá”, agrega Matilde, explicando con su simple lógica un problema que tiene a los expertos rascándose la cabeza: el cambio climático.
En otro punto de la capital amazonense, donde el aire acondicionado de su oficina repele los 32°c que calientan la calle, el capitán de fragata Juan Carlos Cifuentes cruza los brazos detrás del escritorio y exclama con preocupación: “Leticia se está secando”.
El comandante de Guardacostas del Amazonas lo dice basado en estudios de la Universidad Nacional y fotos satelitales, que evidencian una reducción paulatina del margen de la “Gran Anaconda”, como también se le dice a este río.
En los últimos seis años, el caudal se alejó dos millas del casco urbano de Leticia, hacia la franja peruana del Trapecio Amazónico. La tendencia muestra que, mientras que en Colombia la sedimentación genera nuevas playas y junta islas, en Perú la erosión degrada el área continental.
De mantenerse esta dinámica, asegura el oficial, en 2030 la ciudad perderá su salida al río, con graves consecuencias para el ambiente, el comercio, la navegabilidad y transporte. También obligaría a una redefinición de la frontera. “Si mañana, Dios no lo quiera, eso llega a pasar, ya hay gente peruana viviendo ahí, y no se les puede sacar. Tocaría tirar una línea de división imaginaria”.
Ese panorama se observa por estos días de verano, pues las islas Ronda (colombiana), Chinería (peruana) y San Rosa (en litigio), antes separadas por sendos brazos del río, se están juntando por un terraplén recién aparecido.
El calentamiento global y el cambio climático, definido como la alteración del clima por causa humana, son los factores asociados a esta amenaza del “Río Madre”.
Así lo reconoció en diciembre el entonces ministro del Medio Ambiente, Juan Gabriel Uribe, durante una visita de delegados del gobierno noruego. “Somos el segundo país más afectado por este fenómeno en el mundo”, les dijo a los diplomáticos.

FUENTE: Especiales el Colombiano, 18/ 10/ 2013

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