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domingo, 26 de mayo de 2013

SEGÚN LA ONU, LA TEMPERATURA PROMEDIO DEL PLANETA SUBIRÁ UN GRADO CADA TREINTA ANOS.



En Carlos Casares se instaló una planta de medición de gases de efecto invernadero. Los datos permitirán conocer la contribución del sector agropecuario a esas emisiones e implementar prácticas sustentables de producción y oportunidades de mercado en biocombustibles.
Según estimaciones del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero derivará en un aumento de 0,3º C por decenio durante este siglo.
Este grupo de expertos sobre cambio climático se encarga de analizar información que permita comprender las causas y las posibles consecuencias del cambio climático, y en base a ello se generan determinadas líneas de acción.
La planta recientemente presentada conjuntamente entre INTA, Solidaridad (RTRS), Argos, el gobierno de Holanda y el grupo Los Grobo, permitirá comprender cómo funciona el sistema argentino de producción, cómo le afectan variables locales, cómo afecta el manejo y el tipo de suelo, al balance de emisiones. Ello derivará en un mayor conocimiento que posibilitará tener estimaciones mucho más precisas que las conocidas actualmente.
 
Estrategias
 
“Con ello contribuiremos al conocimiento de nuestro país de las emisiones y poder a partir de ello proponer estrategias adecuadas para Argentina” comentó la Lic. Gabriela Posse del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar.
El efecto invernadero es el fenómeno por el cual determinados gases, retienen parte de la energía que la superficie planetaria emite por haber sido calentada por la radiación estelar. En nuestro planeta, este efecto se ve incrementado por la emisión de dióxido de carbono y metano, como así también por la actividad humana.
Cómo certificar que la producción argentina es sustentable, es una preocupación que desde hace un tiempo ha generado el inicio de nuevos y mejores estudios.
La presentación se inició con palabras de bienvenida a cargo de Alex Erenhaus de Los Grobo; seguidamente Miguel Hernández de Solidaridad, estuvo a cargo de una introducción al tema; y tras ellos, Jorge Hilbert, coordinador del programa nacional de Bioenergía del INTA, se refirió a la importancia del balance de gases para la sustentabilidad y oportunidades de mercado de los biocombustibles.
Antes de partir hacia el campo para conocer el equipamiento y su funcionamiento, Gabriela Posse explicó la metodología para la medición y también brindó datos de mediciones de gases de efecto invernadero.
 
Conocer…más
 
Las instituciones antes mencionadas aportaron fondos para contar con el primer equipo de medición en Argentina el cual se encuentra ubicado en lotes del grupo Los Grobo sobre la ruta 5, en Carlos Casares. Este delicado instrumental demandó una inversión aproximada de 140.000 dólares y su mantenimiento anual conlleva un costo relativamente elevado.
Esto permitirá conocer y determinar la emisión real de gases de efecto invernadero que producen los cultivos bajo nuestro particular sistema de producción en siembra directa, dado que a nivel mundial se proponen fórmulas de cálculos que tienen valores en determinación de variación de más, menos 300%.
“Es decir hay un gran desconocimiento de este tema, pero al mismo tiempo de forma muy acelerada se están imponiendo restricciones al comercio internacional respecto al % de reducción de emisiones que tienen determinados productos”, aseveró Jorge Hilbert.
 
Biocombustibles
 
La medición de gases de efecto invernadero ha tenido un peso importante a partir de los biocombustibles. Argentina es el primer exportador de biodiesel y Europa el principal mercado, y es justamente desde allí donde se están imponiendo restricciones a la hora de la comercialización, “por ello es necesario tener datos locales para conocer nuestros sistemas y con valores reales de emisión. Todo lo que contribuya a emitir gases que producen efecto invernadero y por ende cambio climático o calentamiento global es fundamental”, reafirmó Hilbert.
Además el especialista recalcó que a partir de la puesta en marcha de esta nueva tecnología se podrá contar con datos precisos, pero además se puede pensar en eventualmente “modelizar y predecir con mayor certeza el nivel real de emisiones que tenemos y por ende la contribución del sector agropecuario a estas emisiones de gases de efecto invernadero. Una vez que tenemos el conocimiento básico de cómo funciona el agroecosistema se podrían implementar diferentes tecnologías. La siembra directa contribuye en forma fundamental a la reducción de gases de efecto invernadero, a la huella de carbono e hídrica, pero podremos seguramente avanzar mucho más”. 

FUENTE: La Opinión, Trenque Lauquen, Argentina, 26/ 05/ 2013

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