Tras una semana en la que la temperatura media global ha alcanzando su máximo histórico registrado, con 17ºC, meteorólogos y expertos en cambio climático han advertido de las consecuencias.
Por su parte, Guterres ha declarado que "es una muestra de que el cambio climático está fuera de control. Si persistimos en retrasar las medidas clave que son necesarias, creo que estamos entrando en una situación catastrófica", según ha informado la cuenta @NoticiasONU en Twitter.
Además, la ONU también ha advertido de que el fenómeno El Niño se mantendrá durante el segundo semestre de 2023 con intensidad moderada.
Este es un patrón climático natural que se repite cada siete años y que se produce en un clima alterado por la actividad humana. Entre sus efectos se encuentra el aumento de las temperaturas superficiales del océano Pacífico tropical central y oriental, el incremento de fuertes precipitaciones, y la llegada de graves sequías, dependiendo de la zona geográfica.
"La declaración de El Niño por parte de la Organización es la señal para que los gobiernos de todo el mundo tomen medidas para limitar las repercusiones en nuestra salud, nuestros ecosistemas y nuestras economías", explica Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial.
El cambio climático sigue avanzando imparable. No hay rincón del planeta que se libre: ni las cumbres más elevadas, ni las profundidades abisales. El último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), correspondiente a 2022, revela los cambios observados a escala planetaria en las zonas continentales, en los océanos y en la atmósfera provocados por unos niveles récord de gases de efecto invernadero que retienen el calor. La buena noticia es que aún hay esperanza: "La situación todavía puede revertirse, pero hay que actuar ya, porque el tiempo se agota", alertan los científicos.
La Tierra acaba de vivir los ocho años más cálidos de los que se tiene constancia, a pesar del efecto de enfriamiento ejercido por La Niña durante tres años seguidos. El año 2022 fue el sexto más cálido en el planeta desde los comienzos de los registros, en 1880. En Europa, el segundo.
La temperatura media mundial supera ya en cerca de 1,15ºC los niveles preindustriales (1850-1900). Tomando en cuenta la superficie terrestre y oceánica se sitúa en 14,76ºC. Y subiendo. Los niveles récord de gases de efecto invernadero exacerban el calor.
El informe de la OMM resalta algunas consecuencias de la crisis climática global. Desde 1993 se ha duplicado la velocidad a la que aumenta el nivel del mar, un aumento que seguirá ocurriendo durante miles de años, según auguran los científicos.
Más efectos del cambio climático: los océanos son más cálidos y ácidos que nunca; el año pasado la extensión del hielo marino de la Antártida retrocedió a mínimos históricos, y los glaciares europeos se derritieron a un ritmo sin precedentes. Asimismo, las olas de calor, las sequías y las inundaciones extremas afectaron a millones de personas y causaron miles de millones en pérdidas.
Campos de Orihuela afectados por la sequía. /EFE / MORELL
PROTEGER EL PLANETA
Sequía persistente en África, lluvias torrenciales sin precedentes en Asia y olas de calor que batieron récords en Europa fueron algunas de las consecuencias del calentamiento global en 2022. Consecuencias que están provocando inseguridad alimentaria, migraciones masivas y pérdidas económicas multimillonarias.
¿Qué se puede hacer para reconducir esta situación? La OMM tiene claro que la única salida es "proteger y preservar el planeta", adoptando "urgentemente medidas relacionadas con el clima". Aboga por incidir en el proyecto ‘Alertas Tempranas para Todos’ y así "proteger a los más vulnerables" de posibles eventos extremos. Reclama también "pasar a las energías limpias".
"Las emisiones de gases de efecto invernadero no dejan de aumentar y el clima sigue cambiando, mientras que las poblaciones de todo el mundo continúan viéndose gravemente afectadas por fenómenos meteorológicos y climáticos extremos", alerta el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
Según se desprende del informe, en cuya elaboración han participado decenas de expertos, a lo largo del año pasado los fenómenos climáticos y meteorológicos peligrosos provocaron nuevos desplazamientos masivos de población y empeoraron las condiciones de gran parte de los 95 millones de personas que ya vivían desplazadas a principios del ejercicio.
En el informe también se hace hincapié en el efecto del cambio climático en los ecosistemas y el medio ambiente, y se describe el modo en que está afectando a fenómenos recurrentes en la naturaleza, como el momento en que se produce la floración de los árboles y las plantas o la migración de las aves.
Inundaciones en la ciudad de Khairpur Nathan Shah, en Pakistán. /EFE / WAQAR HUSSEIN
INDICADORES CLIMÁTICOS
-Gases de efecto invernadero. La concentración de los tres principales –dióxido de carbono, metano y óxido nitroso– alcanzó los niveles más altos jamás observados en 2021, último año del que se dispone de valores mundiales consolidados. Los datos indican que los niveles de los tres gases siguieron aumentando en 2022.
-Glaciares. Su espesor medio disminuyó más de 1,3 metros entre octubre de 2021 y octubre de 2022. La pérdida de espesor acumulada desde 1970 es de casi 30 metros. En los Alpes, el deshielo glaciar alcanzó máximos históricos, y en Suiza, por primera vez en la historia, no sobrevivió nieve al deshielo estival.
-Hielo marino de la Antártida. Disminuyó hasta situarse en 1,92 millones de kilómetros cuadrados el 25 de febrero de 2022, el nivel más bajo del que se tiene constancia. Durante el resto del año, estuvo continuamente por debajo de la media, con mínimos históricos en junio y julio.
-Contenido de calor oceánico. Alcanzó un nuevo máximo histórico en 2022. Alrededor del 90% de la energía atrapada por los gases de efecto invernadero acaba en los océanos, lo que atenúa el aumento de las temperaturas, pero entraña riesgos para los ecosistemas marinos.
-Nivel medio del mar. Alcanzó en 2022 un nuevo máximo sin precedentes desde que se dispone de registros por altímetros satelitales (1993). La tasa de aumento del nivel medio del mar a escala mundial se duplicó, al pasar de 2,27 mm/año en el periodo 1993-2002 a 4,62 mm/año en 2013-2022.
-Acidificación de los océanos. El CO2 reacciona con el agua de mar, provocando la ‘acidificación de los océanos’, que amenaza a los organismos y a los servicios ecosistémicos. El pH de la superficie de mar abierto se encuentra en su nivel más bajo desde hace como mínimo 26.000 años.
Integrantes del grupo ecologista 'Extinction Rebellion' en una protesta en Madrid. /EFE / RODRIGO JIMÉNEZ Fuente: El Periodico, 11 mayo 2023
Los gobiernos de las islas del Pacífico criticaron a los países ricos por no hacer suficiente para controlar el cambio climático a pesar de ser responsables de buena parte del problema, y por beneficiarse de los préstamos otorgados a las naciones vulnerables para mitigar los efectos.
Durante una conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático realizada el lunes en Bangkok, dignatarios y representantes de las naciones de las islas del Pacífico exigieron que el mundo ponga más de su parte para dejar de lado sus diferencias en el combate al impacto ambiental, en especial cuando sus países emergen de la devastación económica causada por la pandemia de COVID-19.
El primer ministro de las Islas Cook, Mark Brown, dijo que el modelo de finanzas para combatir el cambio climático — otorgar préstamos para reducir los impactos — “no es lo adecuado” para los países de su región, los cuales tienen poblaciones tan bajas que producen “emisiones de carbono intrascendentes”, pero sufren gran parte de los efectos.
Hizo un llamado a que se implemente un cambio que otorgue subvenciones o préstamos libres de intereses para aliviar la carga financiera sobre los países más pobres.
“Lo único que estamos haciendo es sumar deuda a los países que han salido del COVID con una mayor deuda, y en lo personal creo que eso es sumamente ofensivo, que tengamos que pedir dinero para hacernos más fuertes, y pedirles a los mismos países que están causando el cambio climático”, declaró a The Associated Press.
Brown aseguró que su país perdió alrededor del 41% de su PIB a causa de la pandemia, “una pérdida de una década de prosperidad”.
Añadió que transmitirá este mensaje a los gobiernos cuando acuda en representación de su pequeña nación del sur del Pacífico — la cual tiene alrededor de 17.000 habitantes — a una cumbre del G7 que se realizará esta semana en Japón, donde espera que pueda dirigirse desde una plataforma de mayor igualdad hacia los jefes de Estado en lugar de como “un simple beneficiario agradecido” de los “benevolentes donantes”.
El presidente de Palaos, Surangel S. Whipps Jr. coincidió en que las oportunidades de financiamiento son “pocas y difíciles de conseguir”, y criticó a los países más ricos por no comprometerse a brindar la ayuda financiera que prometieron, un monto que —dijo— representa tan sólo una pequeña porción de los gastos a los que sí dan prioridad, como el gasto en defensa.
“Nosotros no causamos el problema, pero ahora van a ganar dinero a costa nuestra dándonos un préstamo para que lo devolvamos con intereses”, declaró a The Associated Press.
FUENTE: The San Diego Union - Tribune , 15 mayo 2023
El cambio climático hizo que las olas de calor extremas, como las que afectaron a Bangladés, India, Laos y Tailandia en abril, sean al menos 30 veces más probables, según un análisis científico internacional publicado el miércoles.
El estudio, realizado por veintidós climatólogos internacionales de la iniciativa "World Weather Attribution"(WWA), se basa en la media de las temperaturas máximas y en la del índice de calor máximo durante cuatro días consecutivos del mes de abril en dos regiones: una que abarca el sur y el este de India y Bangladés, y otra que incluye todo Tailandia y Laos.
"Los investigadores descubrieron que el cambio climático hizo que tales olas de calor húmedo sean al menos 30 veces más probables, con temperaturas de al menos 2 ºC más altas de lo que habrían sido sin el cambio climático", destacó WWA en un comunicado.
El 18 de abril, algunas regiones de India experimentaron temperaturas superiores a 44 ºC, que causaron la muerte de al menos 11 personas cerca de Bombay.
El 15 del mismo mes, Tailandia registró en la ciudad de Tak su récord histórico de calor, con el mercurio marcando 45,4 ºC. Allí se reportaron dos muertes.
"Mientras no cesen las emisiones globales de gases de efecto invernadero, las temperaturas globales seguirán aumentando y estos fenómenos serán más frecuentes y graves", advirtió WWA.
Según la misma fuente, la reciente ola de calor húmedo en Laos y Tailandia habría sido prácticamente imposible sin la influencia del cambio climático, aunque sigue siendo un acontecimiento muy inusual que ocurre una vez cada 200 años aproximadamente.
El Fenómeno de El Niño golpeará varias zonas del mundo en los próximos meses. Su llegada preocupa a los expertos y hace recordar la situación que se vivió en 2016, cuando se registró el aumento de
Está haciendo calor, pero en los próximos meses podría hacer más. No solo en Colombia, sino en varias zonas del mundo se está viviendo esta situación. Y es que las temperaturas se elevarían porque está cerca de empezar el Fenómeno de El Niño, el cual, de acuerdo con información del diario El Pais de España, se genera en algunas zonas del Océano Pacífico, pero hace que se aumente la temperatura a nivel global.
Las alarmas por la llegada de este fenómeno meteorológico, que acabaría con la ola de bajas temperaturas que se sintieron en el planeta en los últimos tres años, se encendieron este miércoles, luego de que la Organización Meteorológica Mundial –organismo que hace parte de la ONU– diera a conocer el Boletín sobre el clima mundial anual a decenal, que realizó en trabajo conjunto con el Servicio Meteorológico del Reino Unido (Met Office), y en el que participan también las agencias de otros países como España, Estados Unidos, Canadá, Noruega, Italia, China y Alemania.
“Se espera que en los próximos meses se instaure un episodio de El Niño, que ejerce un efecto de calentamiento. Esto, sumado al cambio climático causado por las actividades humanas, elevará las temperaturas mundiales hasta límites desconocidos”, dijo Petteri Taalas, director de la (OMM).
Este tema preocupa porque ya está cerca el verano en algunos sectores del hemisferio norte como Estados Unidos, Canadá y Europa, donde en los últimos días se han sentido temperaturas de hasta 40 grados centígrados, que no son normales para la época.
También ha generado inquietud porque la cercanía de un nuevo fenómeno del niño lleva a los científicos a recordar lo que pasó en 2016, que fue el año más cálido de la historia del planetas desde que se empezaron a hacer registros en el Siglo XIX. Para ese momento la temperatura global terminó 1,1° por encima de las que se habían registrado antes de que la industrialización tomara fuerza.
La llegada del Fenómeno de El Niño y el fortalecimiento del cambio climático que se han generado por actividades de trabajo humano como la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas), podrían llevar a que en los próximos cinco años se registre un aumento en la temperatura mundial que supere los 1,5° en comparación con la era preindustrial.
Si eso sucede, se rompería con la meta mínima de aumento de temperatura que se había trazado en el acuerdo de París –que firmaron las potencias del mundo en 2015 y del que Estados Unidos se salió durante el gobierno de Donald Trump y volvió a entrar en 2021, cuando asumió Joe Biden– de mantener el calentamiento por debajo de los 1,5° hasta finales de este siglo. El aumento máximo que se estipuló en el documento fue de 2 grados.
“Estos datos no significan que vayamos a superar de forma permanente el nivel de 1,5 grados previsto en el Acuerdo de París, que se refiere al calentamiento a largo plazo durante muchos años. Aun así, la OMM da la voz de alarma sobre el hecho de que superaremos el nivel de 1,5 grados de forma transitoria y cada vez con más frecuencia”, agregó Taalas este miércoles.
El calentamiento global y el cambio climático son realidades que ya no se pueden negar. Ahora lo que resta es tratar de bajar las emisiones de gases de efecto invernadero y esperar que el fenómeno del niño no golpee con mucha fuerza, para evitar que la temperatura mundial llegue a cifras nunca antes vistas.
BRATISLAVA – Si bien no existe una relación causal establecida entre el cambio climático y la tuberculosis (TB), los estudios han comenzado a resaltar el impacto potencial que sus efectos podrían tener en la propagación de la enfermedad.
La desnutrición, el VIH/sida, el hacinamiento, la pobreza y la diabetes han sido identificados como factores de riesgo de TB que empeoran con el cambio climático. Es preocupante que muchos países con altas cargas de TB, incluidos, por ejemplo, Etiopía, Indonesia, Kenia y Perú, afectados por la sequía, hayan sufrido el tipo de clima extremo asociado con un planeta que se calienta.
Pero a pesar de competir con la covid-19 por la sombría distinción de la enfermedad infecciosa más mortal del mundo, que se cobró 1,6 millones de vidas en 2021, no se habla a menudo de la TB en relación con el cambio climático, y los formuladores de políticas a menudo pasan por alto el vínculo.
Los expertos en tuberculosis dicen que esto debe cambiar a medida que se acelera la crisis climática.
“Los efectos del cambio climático, como su impacto en la migración, por ejemplo, están recibiendo atención. Lo que queremos ver es que esa atención también se centre en sus efectos sobre la tuberculosis”, dijo a IPS Maria Beumont, directora médica de TB Alliance, una organización mundial sin fines de lucro que desarrolla medicamentos contra la tuberculosis.
En los últimos años, los expertos en enfermedades y los climatólogos han lanzado advertencias cada vez más terribles sobre el impacto potencial de la crisis climática en la propagación de enfermedades letales.
El último informe del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) advirtió sobre los impactos del calentamiento global en la salud, incluido un aumento en la incidencia de enfermedades infecciosas. Mientras tanto, otra investigación ha demostrado cómo los cambios en el clima han agravado los riesgos de cientos de enfermedades infecciosas en todo el mundo.
Pero gran parte del debate en torno a eso se ha centrado en cómo las temperaturas más altas y la mayor incidencia de inundaciones y sequías podrían generar más enfermedades transmitidas por vectores, alimentos y agua con enfermedades.
Lo que a menudo se ha pasado por alto en estos debates, dicen Beumont y otros, es cómo los efectos de la crisis climática podrían empeorar lo que de hecho es una pandemia mundial de tuberculosis.
Parte de esto se debe a la naturaleza de esos efectos en relación con la TB.
“El impacto potencial del cambio climático [sobre la tuberculosis] es más indirecto que con otras enfermedades infecciosas”, dijo a IPS el médico Mohammed Yassin, asesor principal de enfermedades del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.
Los expertos en TB señalan cómo los desastres naturales más frecuentes y devastadores relacionados con el cambio climático, o simplemente lugares del planeta que se vuelven demasiado calientes para ser habitables, están provocando desplazamientos masivos, lo que puede crear las condiciones ideales para que la TB se propague.
“El desplazamiento masivo puede generar hacinamiento y malas condiciones de vida para los desplazados. Si algunas de esas personas ya tienen síntomas de TB, existe una mayor probabilidad de que se propague. También habría personas que viven bajo estrés y se enfrentan a la desnutrición, que son factores que se suman al potencial de propagación de la TB”, dijo Yassin.
El desplazamiento también plantea problemas con el acceso a la atención médica para los desplazados, lo que puede afectar negativamente el manejo del tratamiento para las personas con TB porque los pacientes necesitan tratarse diariamente.
La interrupción del tratamiento puede dejarlos infectados por más tiempo y con el riesgo de desarrollar TB resistente a los medicamentos, que a su vez es mucho más difícil y costosa de tratar.
Pero el desplazamiento también afectaría el tratamiento de las personas con otras afecciones, como el VIH, el sida y la diabetes, que debilitan el sistema inmunitario y hacen que las personas sean más susceptibles a la tuberculosis.
Mientras tanto, es probable que las personas desplazadas se encuentren viviendo en áreas abarrotadas donde, en ausencia de procedimientos adecuados de detección y diagnóstico, la TB podría propagarse.
De todas formas, el desplazamiento está lejos de ser el único problema. Tanto las sequías extremas como las inundaciones pueden afectar la seguridad alimentaria, devastando cultivos y matando ganado, provocando una alimentación deficiente y desnutrición, factores de riesgo conocidos para la TB.
El impacto de los fenómenos meteorológicos extremos en la salud, en particular la tuberculosis, ya se está viendo en algunas partes del mundo.
Somalia está al borde de una sequía severa luego de cinco temporadas de lluvias fallidas consecutivas, algo que la ONU ha dicho que no se ha visto en cuatro décadas, con cinco millones de personas enfrentando una aguda escasez de alimentos y casi dos millones de niños en riesgo de desnutrición, según las Naciones Unidas.
La tuberculosis es una de las principales causas de muerte en Somalia y, a finales del año pasado, dado que los servicios de tuberculosis prácticamente no existían en los asentamientos para personas desplazadas, el Fondo Mundial comprometió 1,9 millones de dólares para apoyo alimentario para miles de pacientes con tuberculosis y actividades de difusión en los asentamientos.
Los funcionarios en ese momento enfatizaron la importancia de dicha acción para ayudar a llegar a los más vulnerables y detener la propagación de la TB.
Mientras tanto, las devastadoras inundaciones en Pakistán el año pasado, que afectaron a unos 33 millones de personas, no solo generaron una amenaza inmediata de enfermedades como la malaria y el dengue, sino que también interrumpieron programas vitales de vacunación, incluida la tuberculosis.
“El impacto de las inundaciones en la TB generalmente se ve un tiempo después, pero, por supuesto, tiene un impacto inmediato en la interrupción del tratamiento que puede provocar problemas como la TB resistente a los medicamentos”, dijo Yassin.
Los especialistas en TB hacen un llamado a los gobiernos y líderes dentro de la comunidad de TB para que comiencen a prestar más atención al problema y comiencen a pensar en los programas actuales de TB y dónde se deben realizar cambios para lidiar con estos impactos potenciales.
Algunos grupos, como TB Alliance, buscan mitigar algunos de estos impactos a través del desarrollo de tratamientos. El grupo desarrolló recientemente un nuevo régimen de tratamiento de la TB, llamado BPaL, con una duración mucho más corta y menos efectos secundarios, a veces muy tóxicos, en comparación con los regímenes anteriores.
Un régimen solo oral que involucra solo unas pocas píldoras al día, ha sido ampliamente elogiado por pacientes y expertos por la relativa facilidad con la que se puede tomar, especialmente en Ucrania, donde recientemente se implementó programáticamente y se usó entre muchos millones desplazados allí debido a la invasión rusa.
“En lo que nos estamos enfocando es en tratar de encontrar soluciones para hacer que el tratamiento sea más seguro y más corto, lo que superaría algunos de los efectos negativos del cambio climático relacionados con la TB, por ejemplo, el desplazamiento, ya que habría menos posibilidades de interrupción del tratamiento si este fuera más corto”, dijo Beumont.
Un médico estudia las radiografías de un sobreviviente de tuberculosis en una clínica en Kiev, en Ucrania. Imagen: Getty Images para TB Alliance
Yassin dijo que la inversión en los sistemas de salud, especialmente en los países de bajos ingresos que tienen algunas de las cargas de TB más altas del mundo y donde la atención médica ya no cuenta con recursos suficientes, también es crucial.
“Aprendimos de la covid que los sistemas de salud no pueden hacer frente a una pandemia, y la TB es en realidad una pandemia. Es muy importante que los países piensen en fortalecer estos sistemas y hacerlos más resilientes. Es necesario invertir ahora para prepararlos para una pandemia, incluida la TB provocada por el cambio climático”, dijo Yassin.
“Hubo un colapso de algunos sistemas de salud durante la covid, y debido a eso, todos los recursos en algunos países se destinaron a lidiar con eso, y la TB se dejó a un lado, y la carga de TB de esos países aumentó. Necesitamos invertir ahora, no esperar otra pandemia. Necesitamos más recursos”, agregó.
Mientras tanto, otros dicen que junto con estas medidas, las intervenciones individuales no específicas del clima podrían ayudar.
Krishnan Rajendran, del indio Instituto Nacional para la Investigación de la Tuberculosis (NIRT, en inglés), que tiene la mayor carga de TB en el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo a IPS que las lecciones aprendidas de la pandemia de covid podrían usarse para reducir la propagación de la tuberculosis.
“Las autoridades nacionales y locales podrían tomar medidas preventivas, como al menos alentar a las personas a usar mascarillas en temporadas donde la incidencia de tuberculosis es alta”, señaló.
Cualesquiera que sean los esfuerzos que se hagan para lidiar con el impacto del cambio climático en la enfermedad, deben hacerse pronto, dijo Yassin.
“No debemos esperar a los impactos del cambio climático para actuar; debemos hacer algo ahora y ocuparnos de la TB para evitar más muertes y discapacidades”, agregó.