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jueves, 24 de mayo de 2018

CAMBIO CLIMÁTICO: "ISLANDIA PROPONE TRANSFORMAR EL DIÓXIDO DE CARBONO EN ROCAS"




A partir del proyecto CarbFix, la planta geotérmica Hellisheidi se convirtió en la sede del primer sistema de "emisiones negativas" del mundo.
Para combatir el cambio climático Islandia está poniendo a prueba una solución de alta tecnología. El experimento CarbFix consiste en una planta energética que tiene la capacidad de abosrver CO2 de la atmósfera para inyectarlo a 1 km bajo la tierra, donde se transforma en roca.

Hellisheidi

Es la principal central geotérmica de Islandia, una de las plantas geotérmicas más grandes del mundo. En el país, el 100% de la electricidad proviene de fuentes renovables.
La planta está ubicada a unos 25 kilómetros de la capital, Reikiavik y es también el corazón del revolucionario proyecto: convertir para siempre en roca, el dióxido de carbono (CO2) que ensucia la atmósfera, según publicó la BBC.

Hellisheidi. Una de las plantas geotérmicas más grandes del mundo. (BBC)
Hellisheidi. Una de las plantas geotérmicas más grandes del mundo. (BBC)

CarbFix
 
El proyecto es llevado a cabo por un consorcio internacional de investigadores, la empresa de energía de Reikiavik, el Centro Nacional de Investigación Científica francés, la Universidad de Islandia y la de Columbia, Nueva York.

"Los humanos venimos quemando combustibles fósiles desde la revolución industrial y ya hemos pasado del punto de inflexión del nivel de carbono en la atmósfera que nos habíamos propuesto como tope", alerta Aradóttir, la administradora del proyecto en diálogo con la BBC.
Una solución permanente

Las pruebas piloto comenzaron en 2014. Actualmente, el programa se desarrolla como una solución permanente, capaz de limpiar un tercio de las emisiones que genera la planta anualmente.
Hellisheidi se convirtió, en noviembre de 2017, en la sede del primer sistema de "emisiones negativas" del mundo, capaz de aspirar CO2 directamente del aire y almacenarlo bajo tierra de manera permanente.

Tan sólo en el primer año, CarbFix procesó 250 toneladas de gases dañinos. Desde entonces, fue aumentando la cantidad de CO2 que es capaz de digerir. En 2017, alcanzaron las 10.000 toneladas en 2017, una cantidad ínfima comparada, por ejemplo, a lo que generan al año unos 280 habitantes de Qatar, el país con mayores niveles de emisión per cápita.
 
Paso a paso
  • Se captura del CO2, que viaja en el vapor liberado a la atmósfera, para disolverlo en grandes volúmenes de agua.
  • En la estación de separación de gases, "utilizamos el mismo método que para hacer soda", explica Aradóttir.
  • Meidante una red de tuberías envían el líquido efervescente hasta el sitio de inyección.
  • Allí, se bombea a alta presión hasta unos 1.000 metros bajo tierra.
  • Una serie de reacciones químicas, en cuestión de meses, harán que el CO2 se convierta en roca sólida. "Descubrimos que el CO2 se convirtió en rocaen menos de 400 días", explica uno de los científicos del proyecto. La solidificación impide, al menos por un par de millones de años, que vuelva a fugarse hacia la atmósfera.
ROCA. Antes y después: el basalto poroso (izquierda) y el basalto con el CO2 mineralizado en los poros. (BBC)
ROCA. Antes y después: el basalto poroso (izquierda) y el basalto con el CO2 mineralizado en los poros. (BBC)

El basalto, clave
 
Una de las claves en el proceso, es la geología del país ya que sus paisajes están compuestos fundamentalmente de basalto, una piedra porosa y gris que se forma a partir del enfriamiento de la lava. A 1.000 metros bajo tierra se convierte en un aliado para la solidificación del CO2.

"Estos puntos blancos son carbonatos, como se llama al CO2 mineralizado", explica. "El basalto joven es como una esponja, lleno de cavidades que luego se llenan con el carbono solidificado", detalla a la BBC Sandra Snaebjörnsdóttir, una geóloga que trabaja en CarbFix.

Los expertos aseguran que CarbFix es un proyecto escalable y replicable. "Es el tipo de roca más común del planeta, cubre gran parte del suelo oceánico y alrededor de 10% de los continentes. Y donde haya basalto y agua, se podría aplicar este modelo", afirma Snaebjörnsdóttir.
No todo es color de rosa

El programa hace un uso intensivo del agua, "se necesitan más de 25 toneladas de agua por tonelada de CO2. ¿Y de dónde vamos a sacar tanta agua?", cuestiona Gíslason, geoquímico de formación.
"En Islandia tenemos suerte porque tenemos mucha lluvia y nieve, pero si intentas aplicar este modelo en las planicies basálticas de India… allí el agua es un bien muy preciado", reflexiona.
De todas formas, según publica la BBc, el proyecto aún debe pasar varias pruebas para confirmar su viabilidad comercial.

"No hay una solución única que vaya a salvarnos", asiente Aradóttir. "Tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance y CarbFix es una sola herramienta en nuestro 'kit de emergencia' contra el cambio climático", enfatiza.

FUENTE: La Voz, 22 / 05 / 2018

¿CÓMO PUEDEN LOS PRODUCTORES PESQUEROS HACER FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO?



El consumo mundial de pescado y marisco ha aumentado más del doble en los últimos cincuenta años y se espera un incremento mayor según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Europa figura entre los cinco principales productores de pescado del mundo, con una producción que representa aproximadamente el 3,2 % de la producción pesquera y acuícola mundial, según datos de la Comisión Europea. En la Unión Europea, el 80 % de la producción proviene de la pesca y un 20 % de la acuicultura o cría en piscifactorías.

El cambio climático no solo está provocando el rápido calentamiento de la Tierra, sino que además está alterando la composición y la productividad de este sector y afectando a los recursos pesqueros y sus hábitats. ¿Cómo pueden los científicos y la industria acuícola comprender el impacto de tales vicisitudes y anticiparse a ellas? Un equipo de investigadores está buscando respuestas en el marco del proyecto financiado con fondos europeos CERES. CERES, denominado así en honor a la diosa romana de la agricultura, está estudiando cómo el cambio climático afectará a los recursos pesqueros y marisqueros más importantes de Europa y a las actividades económicas que dependen de ellos.

«Crecimiento azul» de la acuicultura y la pesca

Resumiendo los objetivos de CERES en CORDIS, el equipo de investigación, coordinado por la Universidad de Hamburgo, comenta que creará herramientas de proyección a corto, medio y largo plazo para la industria pesquera y los responsables políticos a fin de «promover de forma más eficaz el crecimiento azul de la acuicultura y la pesca en diferentes regiones». CERES también abordará las respuestas del mercado a los cambios, tanto positivos como negativos, en la disponibilidad de productos básicos como resultado del cambio climático. El crecimiento azul es la iniciativa a largo plazo de la Comisión Europea para respaldar el crecimiento sostenible en los sectores marino y marítimo en su conjunto.

Como se explica en la página web de CERES, el proyecto extrapolará las respuestas fisiológicas y ecológicas de especies de interés a fin de estimar futuros cambios en la productividad de recursos pesqueros y marisqueros empleando modelos biológicos. Según el sitio web, CERES recientemente reveló las proyecciones sobre cómo serán las temperaturas y las características biogeoquímicas oceánicas dentro de cincuenta años en el Atlántico nororiental y el Mediterráneo. El coordinador puntualiza: «Estas y otras proyecciones "físicas" (para el mar Báltico, el mar de Barents y el mar de Noruega, así como para los hábitats de agua dulce) se emplearán en modelos biológicos dirigidos a predecir cambios futuros determinados por las condiciones climáticas en la productividad de la pesca y el marisqueo en toda Europa».

Los investigadores comentan que, basándose en supuestos sociales y económicos futuros, CERES estimará las consecuencias para los sectores de la pesca, tanto marina como continental, y la acuicultura. El equipo espera proporcionar soluciones orientadas a la industria para minimizar los riesgos y maximizar los beneficios potenciales del cambio climático. También identificará los retos en los que las estructuras de gobierno actuales pueden obstaculizar la adaptación futura de tales soluciones. Las regiones consideradas por el trabajo en curso de CERES (Climate change and European aquatic RESources) incluyen desde océanos en latitudes norteñas hasta el mar Mediterráneo y aguas continentales europeas.

FUENTE: CORDIS , 24 / 05 / 2018

LA SOCIEDAD NO PUEDE IGNORAR EL CAMBIO CLIMÁTICO ( DEBATE EN LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA)

Las VII Jornadas Ambientales reunen a una decena de expertos para abordar “el abismo entre ciencia y conciencia” respecto al calentamiento global.

La sociedad no puede ignorar el cambio climático, tema de debate en la Universidad de Barcelona


El cambio climático es la principal amenaza ambiental con la que se enfrenta nuestro planeta y afecta a la práctica totalidad de las actividades humanas. Además, las evidencias científicas muestran la relación entre determinadas actividades humanas -como la combustión de hidrocarburos- y el proceso de calentamiento global.

Pese a todo ello, una parte importante de la sociedad -incluidas algunas administraciones públicas- siguen ignorando o minimizando la gravedad del problema climático.
 
La existencia de este “abismo entre ciencia y conciencia” a la hora de reconocer y enfrentarse al problema del cambio climático es el tema que aborda la séptima edición de las Jornadas Ambientales organizadas por la Universidad de Barcelona (UB), Familia Torres y el meteorólogo y profesor de la UB Tomàs Molina. El encuentro tiene lugar el miércoles 30 de mayo en el marco de la Aula Magna de la UB, con la participación de expertos nacionales e internacionales.
La jornada será inaugurado por Marta Subirà, secretaria de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya y se vertebrará en torno a cinco ponencias y una mesa de debate.
Joanna Drake, directora general adjunta encargada de la coordinación de las políticas y los instrumentos sobre la eficiencia de los recursos de la Comisión Europea, hablará sobre los retos y oportunidades en la comunicación de políticas medioambientales, y dará paso a Joan Subirats, doctor en Ciencias económicas, catedrático de ciencia política e investigador del Instituto de Gobierno y Políticas Públicas de la UAB.

Enric Pol, catedrático de psicología social y psicología ambiental de la UB; Ana Labelle, Training Account Manager en Neurologyca y Jean-Pascal van Ypersele, profesor de ciencias ambientales en la Universidad Católica de Lovaina y vicepresidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático hasta el último informe IPCC (5º), analizarán los factores psicosociales en la construcción de certezas, distorsiones y creencias erróneas socialmente aceptadas.
La mesa de debate la formarán Aida Vila, asesora legal y política en Greenpeace Internacional; Joaquim Elcacho, periodista de medioambiente, naturaleza y ciencia y coordinador de La Vanguardia Natural y Ferran Puig, ingeniero superior de telecomunicaciones, periodista científico y autor del blog ‘Usted no se lo Cree’.

Las conclusiones y la clausura de las VII Jornadas Ambientales irán a cargo de Ferran Tarradellas, director de la representación de la Comisión Europea en Barcelona y responsable de política energética europea para el conjunto del estado.

En el marco de esta jornada se entregará el V Premio Torres Earth a la Innovación Medioambiental que tiene como objetivo de conocer y premiar los estudios, proyectos, experiencias e iniciativas enfocados a la preservación del medio ambiente. JEC

FUENTE: La Vanguardia, 24 / 05 / 2018
            
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lunes, 21 de mayo de 2018

EL CAMBIO CLIMÁTICO PODRÍA DEJAR A LOS INSECTOS SIN DOS TERCIOS DE SUS HÁBITAS


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Los insectos serán el grupo de animales más afectado por el calentamiento global si el planeta se calienta dos grados más en comparación con los niveles preindustriales porque perderían dos tercios de sus áreas de distribución.
Así lo asegura un equipo de cinco científicos de las universidades de Anglia del Este (Reino Unido) y James Cook (Australia) en un estudio publicado en la revista 'Science', donde señalan que la cantidad de plantas y especies de animales vertebrados que perderán más de la mitad de sus áreas de distribución geográfica se duplicará si el calentamiento global llega a 2ºC en lugar a 1,5ºC en 2100.
El Acuerdo de París, adoptado por 195 países y la UE en 2015, apunta a mantener el calentamiento global "muy por debajo" de los 2ºC respecto de los valores preindustriales y a "procurar" que este límite no supere los 1,5ºC.
Sin embargo, se cree que los compromisos actuales suscritos por los países participantes en el Acuerdo de París superarán este límite y a finales de este siglo el planeta podría haberse calentado 3,2ºC más en comparación con la era preindustrial.
El nuevo estudio, dirigido por Rachel Warren, de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Anglia del Este, busca comprender la manera en que estas diferentes situaciones posibles de calentamiento global afectarían a las áreas geográficas en las que se puede encontrar una especie determinada (llamadas áreas biogeográficas).
Para ello, los investigadores analizaron más de 115.000 especies terrestres, entre ellos 71.000 de plantas, 31.000 de insectos, 8.000 de aves, 1.800 de reptiles, 1.700 de mamíferos y 1.000 de anfibios, lo que supone la escala más grande nunca estudiada antes, ya que los insectos no se habítan tenido en cuenta en análisis anteriores sobre la biodiversidad global.
Los científicos concluyeron que un 49% de los insectos, un 44% de las plantas y un 26% de los vertebrados incluidos en el estudio sufrirán una dramática reducción en sus áreas biogeográficas si el calentamiento global se limita a 3,2ºC, frente a un 6% de los insectos, un 8% de las plantas y un 4% de los vertebrados si se acerca al objetivo ideal de 1,5ºC.
Además, apuntan que alcanzar la meta de 1,5ºC en lugar de 2ºC supondría reducir a la mitad la cantidad de especies que sufrirían graves reducciones en sus área biogeográificas.
Los autores mencionan que algunas especies tienen más probabilidades de verse afectadas que otras, incluidas algunos polinizadores. Las especies que se verían menos afectadas viven sobre todo en el sur de África, el Amazonas, Europa y Australia.
"Descubrimos que alcanzar el objetivo final del Acuerdo de París, limitando el calentamiento a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales, obtendría enormes beneficios para la biodiversidad, mucho más que limitar el calentamiento a 2°C", apunta Warren, quien añade que "los insectos son particularmente vulnerables al cambio climático", algo trascendental porque "son vitales para los ecosistemas y para los humanos".
No en vano, los insectos son vitales para los 'servicios del ecosistema' porque polinizan cultivos y flores, forman parte de la cadena alimenticia de otras aves y animales, descomponen los desechos, mantienen un equilibrio ecosistémico al comer las hojas de las plantas y ayudan a reciclar los nutrientes en el suelo.
Jeff Price, también de la Universidad de Anglia del Este, indica que entre los animales que se beneficiarían de que el calentamiento se limite a 1,5ºC está el rinoceronte negro, altamente amenzado por la caza furtiva y la pérdida de hábitat, así como los pinzones de Darwin en las islas Galápagos.
FUENTE: EcoDiario.es , 20/05/2018

LOS RIESGOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO Y POR QUÉ ARGENTINA DEBE ADAPTARSE CUANTO ANTES



La Argentina parece haber encontrado en el cambio climático uno de los trampolines desde donde impulsar su presidencia del grupo del G20. Porque más allá de la importancia lógica de la agenda de relaciones exteriores, finanzas y desarrollo, la impronta verde que venía gestando Alemania se tradujo finalmente en el primer grupo de trabajo específico de Sustentabilidad Climática, una atractiva carta de presentación ante los países más industrializados.

En ese marco, investigadores y funcionarios locales e internacionales dejaron sus conclusiones sobre lo que está pasando y lo que vendrá en la lucha contra el calentamiento global, dentro de una presentación del grupo Think 20, constituido por organizaciones no gubernamentales que ofician como incubadoras de políticas públicas.

Sonó fuerte la palabra del subsecretario ejecutivo de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, Ovais Sarmad, quien reclamó "liderazgo político" para traducir en hechos el acuerdo de París, que firmaron 195 países en 2015 pero que aún es una promesa a concretar.

"Es un muy buen acuerdo, pero hasta ahora está cajoneado y no se pudo implementar. Definir esas reglas es una tarea importantísima, no hay ninguna cuestión más importante", aseguró el funcionario, quien dijo además que "no hay otro planeta ni plan B", por lo que las medidas para frenar los efectos del calentamiento global deben ser "urgentes". Entre ellas, "modificar la matriz energética de cada país", porque los fenómenos extremos como sequías, inundaciones y tormentas "van a empeorar y sus efectos serán cada vez más importantes".

En la misma línea, la directora nacional de Cambio Climático, Soledad Aguilar, afirmó que "el futuro económico deberá ser bajo en emisiones si queremos seguir existiendo" y destacó como el mejor logro de la presidencia argentina "proponer y lograr que los otros países dieran luz verde al grupo de trabajo especializado. Aceptaron la agenda climática y Japón, próximo presidente del G20, ya dijo que la continuará". Para la funcionaria será "determinante" lo que hagan los países más desarrollados, responsables del 80% de las emisiones y del 85% del PBI mundial.

• Actualidad preocupante

El encuentro "Planeamiento, riesgos y respuestas frente a la emergencia", llevado a cabo en la Universidad de la Defensa Nacional, ofreció una imagen preocupante de la mano del especialista en Climatología, Vicente Barros, uno de los pioneros sobre la problemática del cambio climático en el país. "Estamos en presencia de un efecto importante en la Argentina. No solo debemos adaptarnos al futuro, sino también al presente", alertó.

Barros puso atención especial en las olas de calor ocurridas en diciembre de 2013 y enero de 2014. "Ese fenómeno, que afectó una zona comprendida desde Mendoza a Buenos Ares y de Córdoba a Bahía Blanca, fue el más largo e intenso del que se tenga memoria, con temperaturas por arriba de 40° y mínimas superando los 24°", detalló.

Las ola de calor de fines de 2013 y principios de 2014 fue una de las más intensas.

En ese período, "en la ciudad de Buenos Aires hubo 544 muertes por encima del promedio, cuando la fluctuación habitual de un año a otro es, como mucho, de 30 o 40 fallecimientos. Las patologías halladas en el estudio posterior mostraron que estaban claramente asociadas con el exceso de calor. En total habremos tenido entre 3.000 y 4.000 decesos en ese evento".

Otro de los inconvenientes más lamentables son las inundaciones, provocadas por lluvias de una intensidad creciente. "Entre principios de siglo y 1959 había dos o tres tormentas por década que superaban los 100 mm. Desde entonces se produjo un salto importante, con 6 o 7 por década", reseñó. El experto no excluye otros factores, pero apunta al calentamiento global como el principal responsable de estos episodios que "producen daños económicos muy importantes y originan decenas de víctimas fatales. Entre 2007 y 2017 las inundaciones causaron, al menos, 217 muertes", señaló.

Pese al diagnóstico, Barros sostuvo que "en comparación, otras regiones del mundo están mucho peor, las consecuencias en nuestro país no serán tan graves si manejamos una buena adaptación, pero debemos tener un programa adecuado. No vale más planificar el clima futuro como se hacía en el pasado, la meteorología actual está basada en escenarios climáticos y tenemos un vacío importante en esa materia".

Una vez más, la ciencia es el elemento para transformar las cosas: "Somos un país de escala intermedia y podemos hacer nuestros propios estudios, que darán a las autoridades suficiente respaldo para encarar las inversiones enormes que necesita la adaptación. Pero es cierto que los gobiernos a la hora de decidir no pueden tener en cuenta solo el cambio climático, porque tienen que considerar además otros problemas económicos y sociales".

La sugerencia de Patricia Romero Lankao, integrante de la Corporación Universitaria de Investigación Atmosférica de EEUU, fue que los reportes "involucren a los tomadores de decisiones y sean claros para el hombre común, porque los académicos somos expertos en usar un lenguaje rebuscado. Y deben tener en cuenta quién pagará la adaptación, quién se beneficia, quién se perjudica y de dónde se sacará el dinero... todo esto se tiene que considerar".

Los expositores coincidieron en que las energías renovables serán una de las claves para frenar las previsibles consecuencias del cambio climático. Sarmad, de la ONU, resaltó los "precios estables" del sector y destacó que las empresas están girando sus políticas "desde los combustibles fósiles hacia las 'verdes'". A su turno, Aguilar explicó que a esta altura "las renovables ya no necesitan que las promuevan, sino que no las frenen"

El parque solar de Cauchari, en la Puna jujeña.

La funcionaria de Medio Ambiente no pasó por alto la deuda que existe en materia de infraestructura y recordó que los parques solares jujeños Cauchari I, II y III, una de las apuestas fotovoltaicas más grandes de la región (con una inversión de unos u$s 400 millones y generación eléctrica de 300 MW) debieron demorar su puesta en funcionamiento por un detalle decisivo: la Puna no posee líneas de transmisión en alta tensión vinculadas al Sistema Argentino de Interconexión. Como volcar la electricidad a las líneas más cercanas podría causar una saturación, se decidió sobre la marcha construir una estación transformadora, lo que demandará más tiempo y dinero. Una instantánea de las dificultades básicas que deberemos superar para desarrollar las energías limpias.

En esa dirección, el Gobierno confirmó que prepara licitaciones vía PPP (Participación Público Privada) de nuevas líneas de alta tensión, para apuntalar el crecente aporte de las renovables (para 2025 representarían el 20% de la generación eléctrica). Además de nuevas centrales en el Noroeste y Cuyo, contemplaría la entrada en funciones de complejos eólicos e hidroeléctricos en la Patagonia.

FUENTE : Ambito.com, 21 / 05 / 2018

EL G20 Y EL DILEMA DE CÓMO AYUDAR A PAÍSES POBRES CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO




Buenos Aires, 20 may (EFE).- Los efectos del cambio climático cada vez son más visibles a través de inundaciones, sequías o deshielos. Para Argentina -presidenta este año del G20- y la ONU, esta lucha contra reloj concluirá con un balance positivo solo si trabajan los que más pueden por los que más lo necesitan.
Tanto el país austral como la ONU y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) -especializado en realizar informes científicos- coincidieron esta semana en Buenos Aires en defender la importancia de una lucha compartida contra el cambio climático, ya que su campo de actuación "no tiene fronteras".
Las medidas que se deben aplicar son de "mitigación" de los efectos y de "adaptación" para aquellos afectados por los cambios que puedan ocurrir por el calentamiento.
Tener la capacidad de reaccionar, sin embargo, no es posible para todos y, por ello, las regiones que tengan más recursos económicos deberían ayudar a aquellos en dificultades, defendieron la ONU y el IPCC junto a Argentina, que guiará este año en sus negociaciones a los 20 países desarrollados o en desarrollo más influyentes del mundo.
Entre las dificultades que pueden enfrentar los países afectados por el cambio climático está la llegada de nuevas enfermedades, sequías, inundaciones o la subida del nivel del mar, lo que puede generar un aumento de los "refugiados climáticos", un término que aunque todavía no ha sido reconocido en los acuerdos internacionales sí que es un fenómeno registrado.
"Entre 300 y 400 millones de personas viven a nivel del mar", recordó el secretario ejecutivo adjunto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), Ovais Sarmad, lo que puede generar situaciones como la que vive la República de Kiribati, en el océano Pacífico, que cada año ve cómo se hunden sus tierras.
Sarmad; el vicepresidente del IPCC, Youba Sokona; y el ministro de Ambiente argentino, Sergio Bergman; se reunieron esta semana en un encuentro del T20 -los laboratorios de ideas del G20- para analizar el cambio climático desde el punto de vista de la defensa nacional de cada país y recordaron lo que le pasa a Argentina, que sufre inundaciones y críticos deshielos en sus glaciares.
En declaraciones a los medios, Sokona hizo hincapié en que el desarrollo sustentable de los países es posible pero hace falta energía respetuosa con el medio ambiente con la que alimentar ese cambio y para ello hace falta una potente financiación previa para cambiar el sistema de producción energética.
"Tenemos que encontrar un mecanismo para que esos países tengan acceso a ese equipamiento", insistió.
El cambio en la matriz energética de los países debe ir acompañado de un cambio de mentalidad de los ciudadanos y de una mayor transparencia de los gobiernos a la hora de hablar de sus emisiones.
Hay que "mostrar de manera transparente lo que se está haciendo y la cantidad de emisiones para generar confianza. Se deberían presentar informes sinceros para generar un nuevo estándar", alegó Sarmad.
Para mostrar su apoyo a este cambio de paradigma, cerca de 200 países firmaron en 2015 el Acuerdo de París, un pacto de gran acogida incluso después de que Estados Unidos anunciara que quiere retirarse.
Sin embargo, para Sarmad esta iniciativa no ve sus frutos ya que el acuerdo se quedó en palabras y no llegaron a pautar de qué manera deben los países reducir sus emisiones.
Por ello, muchos ven en la próxima cumbre de Jefes de Gobierno del G20, que será del 30 de noviembre al 1 de diciembre, el lugar para que los países declaren de manera conjunta las medidas que volverán operativo este pacto histórico.
Argentina tendrá un papel protagonista en esta ocasión, ya que es el primer país sudamericano que tiene tal cargo en el G20.
Su objetivo, como ya han transmitido en más de una ocasión, es precisamente lograr que estas potencias internacionales tengan en cuenta los intereses de los países de la región, en su mayoría más desfavorecidos.
El ministro de Ambiente argentino, Sergio Bergman, no dudó el pasado martes al afirmar que "todavía está por verse si el G20 es un club de privilegiados o líderes" que puedan guiar a los que no están entre ellos. 
FUENTE: La Vanguardia , 20 / 05 / 2018

miércoles, 16 de mayo de 2018

SCHWARZENEGGER INVITA A TRUMP A LUCHAR CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO


Schwarzenegger habla en la inauguración de la R20 Austrian World Summit. (horizontal-x3)
Schwarzenegger habla en la inauguración de la R20 Austrian World Summit. (AP)

El actor Arnold Schwarzenegger, exgobernador de California, pidió hoy "lloriquear menos y actuar más" en la lucha contra el cambio climático e invitó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a unirse a esos esfuerzos.

"Estamos en un punto de inflexión en la historia de la humanidad. Elegimos el futuro, elegimos ganar, elegimos hacer el planeta grande y saludable de nuevo", dijo el conocido actor, quien invitó a la gente a elegir entre "un camino contaminador y perdedor y el futuro limpio ganador".
Schwarzenegger lanzó este mensaje en la inauguración de la R20 Austrian World Summit, una cumbre que reúne a dirigentes políticos, empresariales y de la sociedad civil para discutir sobre los objetivos de desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con especial atención al clima y el medioambiente.

"A aquellos de ustedes que están mirando desde casa, nerviosos sobre el futuro (...) les pedimos que se unan a nosotros. Todos. También tú, presidente Trump. Únete a nosotros", invitó.
Trump ha puesto en cuestión la existencia del cambio climático y ha anunciado políticas de subvenciones a los combustibles fósiles.

Schwarzenegger es una excepción dentro del Partido Republicano por su defensa de políticas de protección del medioambiente.

De hecho, respecto a la reciente operación a la que se sometió por problemas cardiácos, bromeó con que los cirujanos le dijeron que harían todo lo posible por mantenerlo con vida.
"Eres el único republicano con corazón, eres una especie en peligro", contó el político que le dijeron los médicos.

El político republicano pidió que en la lucha contra el cambio climático se abandone una actitud de víctima y haya más confianza.
"Es hora de menos lloriqueos y más acción", reclamó el actor, quien insistió en que en todo el mundo hay ejemplos de Gobiernos, lideres, empresas y proyectos que luchan contra el cambio climático.
Schwarzenegger insistió en la capacidad de las entidades regionales y locales de lograr victorias en esa lucha y puso como ejemplo las leyes medioambientales en California, que el Estado tuvo que defender en los tribunales ante la oposición del Gobierno central estadounidense.

Él mismo es el impulsor de la iniciativa R20, una coalición de regiones y municipios unidos para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
También pidió cambiar la política de comunicación y no centrarse en "tragedias que van a venir en 20 o 50 años", como la subida del nivel del mar.

"El cerebro humano está programado para centrarse en amenazas inmediatas. Tenemos que empezar a hablar de lo que esta pasando ahora; que nueve de cada diez personas respiran aire contaminado, que la polución mata a nueve millones de personas cada día", alertó.

FUENTE: el nuevo dia.com, 16 / 05 / 2018

¿SON LOS INVERSORES LOS NUEVOS ACTIVISTAS MEDIOAMBIENTALES?




Un campo de energía eólica en el estado de Oaxaca (México).
Un campo de energía eólica en el estado de Oaxaca (México).
  EFE


¿Fondos soberanos con origen en petróleo que evalúan la posibilidad de no seguir invirtiendo en ese sector? ¿Tiburones de las inversiones que hablan de propósito social? ¿Un mundo de inversiones donde la expresión activismo ya no se usa solo para describir instancias donde inversores presionan a empresas para perseguir a toda costa la maximización de ganancias a corto plazo, sino también para hablar de activismo medioambiental en pos de privilegiar la sustentabilidad de las inversiones a largo plazo?

Este es, en parte, el conjunto de acciones (y reacciones) de los últimos meses de actores influyentes de la comunidad de inversores como fondos de pensiones, gestores de activos, firmas de private equity y, crecientemente, family offices a través del cual han decidido tomar cartas en el asunto —especialmente a partir de la salida de EE UU del Acuerdo de París— y tomar la delantera en la promoción y cumplimiento de la agenda de inversiones responsables, con especial hincapié en temas medioambientales, sociales y de gobernanza (llamados ASG).

Una de las acciones que más impacto causó fue la carta anual que Larry Fink, número uno de BlackRock, el gestor de activos estadounidense más grande del mundo, dirigió a los consejeros delegados de las empresas donde su firma tiene participación accionaria. Llamó a las empresas a preguntarse qué papel desempeñan en la comunidad y de qué manera están impactando en el medio ambiente, entre otros aspectos. Sugirió también de manera decisiva abrir canales de diálogo continuo durante el año con los directivos y administradores de las empresas que giren en torno a la creación de valor a largo plazo para ellas mismas y la sociedad donde operan (y no solo con ocasión de la celebración de las asambleas anuales de accionistas), incentivar a que las empresas articulen un marco y plan estratégico donde evalúen tanto los riesgos que representan los aspectos sociales y medioambientales como las crecientes oportunidades en términos de potencial de innovación que estos aspectos tienen, y que el plan cuente con el apoyo indispensable de los Consejos de Administración.
 
Los inversores institucionales deben tomar un papel proactivo a la hora de tener que incentivar y convencer a las empresas donde invierten para que sus planes futuros sean sostenibles
Este enfoque también se está materializando a través de diversas iniciativas de carácter colectivo. Climate Action 100+ es uno de los ejemplos más interesantes y apunta específicamente al impacto climático: 256 inversores con más de 28 billones de dólares de activos bajo gestión acompañan esta iniciativa, cuyo objetivo principal en un plazo de cinco años es incentivar y evaluar que las más grandes empresas emisoras de gases de efecto invernadero mejoren sus esquemas de gobierno corporativo con respecto a riesgos de cambio climático, introduzcan planes basándose en escenarios futuros posibles, reduzcan sus emisiones y refuercen sus sistemas de reporte con respecto a estos riesgos en línea con los estándares más ampliamente aceptados como los del Grupo de trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés). Esta iniciativa está coordinada, entre otras, por la organización Ceres y los Principios para la Inversión Responsable la ONU. Algunas de las empresas de América Latina y España a las que los inversores les dirigirán sus inquietudes: Ecopetrol de Colombia; Petrobras y Vale de Brasil; y Gas Natural Fenosa y Repsol de España.

También vale traer a colación el caso de la innovadora organización pro-medioambiental holandesa Follow This. Esta organización es accionista de Shell, promueve la compra por parte de los ciudadanos de acciones de esta última (o que, los que ya los tienen, se sumen a su iniciativa) con el fin de influir a que el gigante anglo-holandés acelere su transición hacia las energías renovables y acaba de presentar por tercer año consecutivo una resolución de accionista pidiéndole a Shell que establezca metas para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero en línea con el Acuerdo de París para limitar el calentamiento global por debajo de los dos grados Celsius. Esta resolución será considerada en la próxima asamblea de accionistas de Shell que se celebrará el próximo 22 de mayo y, aunque la compañía ya ha llamado a los otros accionistas a oponerse a esta resolución, se espera que consiga más apoyo que en años anteriores.

Y, por último, en uno de los casos recientes más emblemáticos, el Fondo de Pensiones noruego, el fondo soberano en su tipo más grande del mundo y que tuvo precisamente su origen en las regalías hidrocarburíferas de dicho país nórdico, evaluó a finales del año pasado de acuerdo con recomendaciones realizadas por su Banco Central —la institución que lo gestiona— nada más ni nada menos que desinvertir sus activos actuales (de unos 30.000 millones de dólares) en el sector del petróleo y del gas. Aunque las recomendaciones emitidas fueron justificadas solo sobre la base de argumentos financieros (precios decrecientes en esta industria) y luego los responsables del fondo aligeraron su posición afirmando que podrían seguir invirtiendo en aquellas empresas del sector que mostraran una evolución estratégica hacia energías renovables, este simbólico cambio de rumbo no puede dejar de analizarse dentro del contexto general de los debates actuales en el mundo de las inversiones.

¿Qué nos están diciendo todos estos casos? ¿Representan ellos una tendencia o son casos aislados de algunos actores específicos comprometidos con estos temas? Si tomamos en cuenta el peso de los actores involucrados y cómo ellos son tenidos en cuenta como referentes dentro del mundo de las inversiones, no quedan dudas de que estamos ante un cambio de paradigma: todos ellos están transmitiendo el importante mensaje de que el deber fiduciario de los inversores institucionales debe dejar de enfocarse solo en la maximización de retornos para los beneficiarios finales (los dueños del dinero), teniendo en cuenta variables únicamente financieras, y debe ir más allá para integrar las dimensiones medioambientales y sociales.

En otras palabras, en un mundo que se enfrenta a decisivos desafíos de sostenibilidad, especialmente en lo que respecta al más importante de todos, el del cambio climático, el no tener en cuenta estas variables no financieras puede ir en detrimento de los intereses mismos del accionista final, destruyendo valor para este último. Y, como lógica consecuencia, para poder cumplir con este nuevo deber fiduciario —redefinido en función de una integración de aspectos ASG— , los inversores institucionales deben, a su turno, poner manos a la obra y tomar un papel proactivo (y no solo pasivo o reactivo, como en el pasado) a la hora de tener que incentivar y convencer a las empresas donde invierten para que pongan en marcha —si no lo han hecho ya— los cambios necesarios para que sus planes futuros sean sostenibles en cuanto a creación de valor, y esto les permita a los primeros cumplir con sus propias obligaciones para con los dueños del dinero que gestionan.
 
FUENTE: El País,   15/05/2018

lunes, 14 de mayo de 2018

TRAS LAS INTENSAS LLUVIAS Y ALTAS TEMPERATURAS DE ABRIL, PREOCUPA EL IMPACTO EN BUENOS AIRES




Mientras 196 países discuten las reglas que regirán el cumplimiento del Acuerdo de París,el cambio climático se hace sentir en Buenos Aires.

Las abundantes lluvias de la semana pasada marcaron un nuevo récord: en los primeros 10 días de mayo llovió más que el promedio histórico del mes. Desde 1960 la cantidad de agua caída se triplicó y es a causa del cambio climático, pero la amenaza más importante son las tormentas severas, que también se hicieron presentes los últimos días.

"Un evento de lluvia de 50 mm en 60 minutos cambió su recurrencia de una vez en 10 años a una vez en dos años; mientras que los mismos cambios en la probabilidad de ocurrencia corresponden a eventos de 40 mm en 30 minutos", explicó Inés Camilloni, licenciada en Meteorología y doctora por la Universidad de Buenos Aires en el área de Ciencias de la Atmósfera durante su última presentación sobre ciudades y cambio climático.
"La mayor parte de los eventos extremos de precipitación en los que se acumulan 30 mm en cortos períodos de tiempo ocurren en el semestre cálido (octubre a marzo) en coincidencia con la época del año en la que se registra la mayor frecuencia de tormentas en la ciudad de Buenos Aires. Esto se debe a que las tormentas que dan lugar a las precipitaciones intensas analizadas son mayormente de origen convectivo", indica la experta.
La convección se origina con los movimientos de ascenso de aire principalmente en dirección vertical. A medida que una superficie es calentada por el sol, absorbe energía y puede tener lugar la este fenómeno. Precisamente, aunque la cantidad de agua caída no nos permita recordar las temperaturas del mes anterior, abril marcó un punto histórico de temperatura en Buenos Aires y fue el segundo más lluvioso de la historia. Las olas de calor, que son los otros episodios extremos que afectarán a la Ciudad, recrudecen con el efecto de isla urbana que produce mayor uniformidad de temperatura entre el día y la noche.
Según los estudios de Camilloni, que es una de las investigadoras que trabaja en los informes del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés), los escenarios para Buenos Aires son preocupantes.
"Para fin de siglo, en función de los diferentes escenarios (según el grado de reducción de los gases de efecto invernadero), la temperatura media estaría entre 0.6°C y 3.5°C por encima del promedio, mientras que el rango de calentamiento para las temperaturas mínima y máxima varía entre 0.6°C y 3.7°C y 0.6°C y 3.3°C, respectivamente. Los escenarios de precipitación muestran una fuerte variabilidad interanual inmersa en una tendencia positiva que indica un incremento medio de la lluvia de entre 3 y 10% hacia fin de siglo", indica la científica en un informe elaborado para el gobierno porteño.
Camino al Acuerdo de París
El grado de reducción de emisiones es lo que se discute en el ámbito internacional en el marco del Acuerdo de París. Precisamente el viernes terminó una cumbre en las que los países empiezan a definir cuáles serán las reglas para poder cumplir los compromisos que asumieron. Cabe recordar que esos objetivos de reducción, según los científicos, no alcanzan para detener el termómetro en un aumento de 2ºC, en promedio, de calentamiento.
"En Bonn hubo ciertos avances pero no se consiguieron todos los resultados que se esperaban. Dos de los temas más complicados volvieron a ser financiamiento y cómo se va a operar el camino hacia el fondo de 100.000 millones de dólares. Y, el otro tema importante fue el de las contribuciones nacionales, que está muy trabado", explicó Enrique Maurtua Konstantinidis, experto en cambio climático de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (Farn) que estuvo presente durante las negociaciones en la ciudad alemana.
El grado de reducción de emisiones es lo que se discute en el ámbito internacional en el marco del Acuerdo de París
Por esa razón, la capital tailandesa, Bangkok, acogerá a principios de septiembre una cita "adicional" que dará "algo más de espacio para concentrarse en los temas del programa de trabajo del Acuerdo de París", anunció en la rueda de prensa final de Bonn la secretaria ejecutiva de la Convención Marco sobre Cambio Climático de la ONU (CMNUCC), la mexicana Patricia Espinosa.
El objetivo es lograr con ello la adopción del programa de trabajo del Acuerdo de París en la COP24 en Katowice este año, la "fecha tope" que se han fijado las partes y que el mundo espera se cumpla, agregó. "Sencillamente no tenemos tiempo que perder en este trabajo de desarrollo de las directrices de aplicación del Acuerdo de París", cuyo objetivo es frenar el calentamiento global, indicó la funcionaria.
En Buenos Aires se anunció un sistema de monitoreo satelital para lluvias y tormentas que estará en marcha a fines del año que viene. El mismo día se supo que el nivel de concentración de dióxido de carbono en la atmósfera planetaria volvió a marcar un récord y alcanzó las 410 partes por millón. La máxima marca en 800.000 años.
FUENTE: Infobae, 13 / 05 / 2018

SIN AGUA NO HAY COMIDA: LA SEQUÍA TAMBIÉN IMPULSA A LOS CENTROAMERICANOS A MIGRAR A ESTADOS UNIDOS.


Aunque la inseguridad y las pandillas indudablemente siguen motivando a un gran número de migrantes centroamericanos a huir de sus países de origen, el cambio climático es otro factor determinante que a menudo se pasa por alto, especialmente en el llamado 'Corredor Seco' de América Central.
El corredor seco centroamericano es una de las áreas más vulnerables al...
El corredor seco centroamericano es una de las áreas más
 vulnerables al clima extremo en la región. 

Cuatro años consecutivos de sequía casi aniquilaron el maíz y los frijoles que Mario Díaz Hernández, un agricultor guatemalteco de 25 años, cultivaba para sustentar a su familia: su esposa y sus dos hijos Sergio y Dayro, de 6 y 4 años. Cansado de esperar la lluvia, en enero de 2017, emigró a Nueva Jersey con la esperanza de que algún día sus hijos pudieran ir a la escuela en lugar de trabajar en el campo. Siete meses después, fue deportado a Guatemala.
Después de estar casi un año intentando mantener a su familia mediante el cultivo de alimentos, quiere volver a intentarlo. Recibe ayuda de los programas locales de asistencia para damnificados, pero no es suficiente. "Allí (en Estados Unidos) se puede tener una vida mejor y ayudar a la familia, pero aquí no hay forma", afirma Díaz Hernández, sentado en una hamaca afuera de su casa mientras sus hijos se divierten con camiones de juguete. Sus manos están llenas de callos por los años de trabajo en el campo y sus botas cubiertas de tierra por el trabajo en el campo.
Aunque la violencia indudablemente está motivando a un gran número de migrantes centroamericanos a huir de sus países de origen, el cambio climático es otro factor determinante que a menudo se pasa por alto, especialmente en el llamado 'Corredor Seco' de América Central — una región propensa a la sequía donde viven más de 10.5 millones de personas y que abarca partes de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. Se estima que el 12% de los residentes en el Corredor Seco de Guatemala tiene algún familiar que migró recientemente, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA). En Honduras la cifra es de 16%.
La región siempre ha sufrido de sequías esporádicas, pero las condiciones han empeorado desde 2014, el primero de cuatro años de sequía extrema, cuando los agricultores perdieron cosechas enteras. La pérdida de cultivos también provocó que los agricultores agotaron las existencias de semillas para los siguientes años. Al mismo tiempo, la industria del café en América Central sufrió una devastadora plaga de roya, lo que significa que hubo menos trabajo estacional en las cercanías para garantizar la supervivencia de estas familias.

"Nuevas estrategias" para las familias

Mario Touchette, un representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Guatemala, dijo que esta situación ha agravado los problemas del desempleo, la pobreza y la inseguridad alimentaria. Las medidas que alguna vez las familias tomaron para sobrevivir ya no están disponibles.
Mario Diaz Hernandez en una hamaca en el exterior de su casa en Chiquimu...
Mario Diaz Hernandez en una hamaca en el exterior de su casa en Chiquimula, Guatemala. 

"La eficiencia de las estrategias tradicionales de supervivencia disminuyó y las familias tuvieron que adoptar nuevas estrategias", dijo Touchette, "lo que a menudo significaba vender sus pertenencias y migrar".
Es notablemente difícil calcular el número exacto de migrantes que salen del Corredor Seco, el cual se extiende por los segmentos de varias provincias. Según los datos del PMA, decenas — o quizás cientos — de miles de migrantes abandonan la región. Las estadísticas de deportación son el dato más cercano que los investigadores pueden utilizar para medir cuántos de estos migrantes están de camino hacia Estados Unidos. Aproximadamente la mitad de los migrantes deportados hacia la región se dirigían al norte, hacia Estados Unidos y fueron deportados desde ese país o desde México.
Casi el 60% de los migrantes del Corredor Seco de Guatemala alegaron que la seguridad alimentaria había sido el motivo para abandonar su país. Otro 37% dijo que la pérdida de cultivos fue el factor determinante. En El Salvador y Honduras, la violencia y la falta de empleo fueron otros factores determinantes en la región además de la inseguridad alimentaria.
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Los científicos dicen que el cambio climático es la causa del empeoramiento de las condiciones de cultivo en el Corredor Seco porque agrava El Niño, un patrón climático que provoca cambios en la atmósfera cuando la superficie del océano se calienta, lo cual causa sequías más largas, períodos más cortos e intensos de lluvia y ciclones tropicales. Durante los años de El Niño, la lluvia en el Corredor Seco disminuye del 30% al 40%. El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero implica que esos años suceden cada vez con mayor frecuencia.
"El cambio climático ha aumentado la amenaza de sequías y otros fenómenos meteorológicos extremos que afectan la producción agrícola y la inseguridad alimentaria de la población", dice un estudio sobre el Corredor Seco Centroamericano realizado por la organización Acción Contra el Hambre. "Adaptarse al cambio climático es el mayor reto que enfrenta esta región centroamericana", decía el estudio.

"No hay comida para la familia"

Los agricultores de subsistencia como Díaz Hernández, quienes alguna vez tenían la capacidad para recuperarse de los años de sequía ocasionales, descubren que su forma de vida es ahora insostenible. Díaz Hernández dice que en 15 días de trabajo, en Honduras podría ganar el equivalente a una cantidad entre 40 y 55 dólares para llevar a Guatemala. Eso solo cubriría la comida de la familia por una semana.
"No hay mucha comida para la familia", dice. "Es triste porque sé que no están comiendo como les gustaría".
The farmer's sons Sergio (in red) and Dayro (in purple) play outside...
Sergio y Dayro juegan en el exterior de su casa. 
José Manuel Rodas, jefe de la oficina de seguridad alimentaria del municipio de Camotán, en el departamento de Chiquimula, recuerda cuando la migración hacia Estados Unidos se consideraba algo raro. Él llegó aquí desde otra parte de Guatemala hace unos 40 años.
En los últimos cinco años, Rodas ha visto aumentar la migración procedente de la región. Aunque solo las personas de áreas más urbanas solían migrar, ahora los agricultores de las áreas rurales, muchos de los cuales se identifican como parte del grupo indígena maya Chortí, están abandonando la región en gran número. "Ahora son muchos", dijo.
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Desde 2014, Estados Unidos también ha experimentado un gran aumento de los inmigrantes, especialmente menores no acompañados y mujeres y niños, del Triángulo Norte de América Central — Guatemala, El Salvador y Honduras. De 2015 a 2017, más de 158,000 menores no acompañados y más de 175,000 mujeres y niños de estos tres países cruzaron la frontera.
Conforme empeoraron las condiciones desde el año 2014, los organismos gubernamentales y las organizaciones internacionales intensificaron sus esfuerzos para combatir la inseguridad alimentaria en el Corredor Seco. Organizaciones como el PMA y Oxfam desarrollaron programas de respuesta a desastres para ofrecer empleos a corto plazo, proporcionar subsidios para el maíz y los frijoles y distribuir donaciones en efectivo para que las familias compren los productos que solían cultivar.
Otros esfuerzos de estas organizaciones se enfocan en los cambios a largo plazo en las prácticas de cultivo que harán que las familias en el Corredor Seco sean más resilientes, como la mejora de los sistemas de riego, la conservación del suelo y la sustitución de cultivos.
FUENTE: Univisión , 13 / 05 / 2018