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jueves, 21 de abril de 2016

CUANDO EL CAMBIO CLIMÁTICO TRAE LA GUERRA.



Una época de frío que redujo la agricultura del Imperio Romano. Un volcán que desequilibró a la cultura Maya. Sequías que causaron revueltas en la Irlanda medieval. Varios estudios científicos presentados en Viena recuerdan el impacto y la amenaza que supone el cambio climático para la sociedad, informa Efe.

Las investigaciones, expuestas durante la asamblea anual de la Unión Europea de Geociencias que se celebra esta semana, se refieren a causas y épocas distintas, pero coinciden en el brutal impacto que el cambio climático ha tenido en la civilización humana desde la Antigüedad hasta el presente.

«Entender claramente cómo la sequía impactó en las sociedades humanas en el pasado nunca ha sido de más importancia, particularmente a la luz de la actual interferencia humana en el sistema climático global», advirtió en su presentación Francis Ludlow, del Trinity College de Dublín.
Aunque el cambio climático del pasado se debió a causas naturales y el actual, según todos los estudios, apunta a la acción humana, los desafíos para la Humanidad son los mismos.

Este historiador ha liderado un equipo que ha combinado el análisis de los anillos de árboles, donde se pueden leer cambios en la temperatura y las precipitaciones, con textos históricos, para comprobar la relación entre periodos de sequía y explosiones de violencia y tensión en la sociedad irlandesa del medievo.

En su estudio, Ludlow asegura haber encontrado vínculos recurrentes entre registros históricos de episodios de violencia, como la batalla de Clontarf en 1014, y momentos de intensa sequía que provocaron epidemias, hambrunas y movimientos de población en busca de comida.

Para Ludlow, es difícil saber cómo un evento natural extremo afectaría hoy día a la sociedad, porque el mundo actualmente está muy globalizado y conectado a través de la tecnología.
«Deberíamos estar preparados para eventos inesperados. Hemos tenido experiencias en erupciones de volcanes en los últimos doscientos años, pero no sabemos cómo la actual sociedad podría manejarlo», declaró Ludlow a Efe.

Ludlow cree que hay mecanismos para enfrentarse a impactos repentinos, aunque indica que es más difícil entender el impacto en la sociedad cuando se trata de cambios a largo plazo.
Además, opina que la capacidad de adaptación tiene mucho que ver si en la sociedad existe ya una inestabilidad previa o conflictos o del tipo de Gobierno.

Aún más atrás en el tiempo, entre los años 536 y 540, dos erupciones volcánicas de gran magnitud en muy poco espacio de tiempo, provocaron la que probablemente fue la época más fría de los últimos 2.000 años.

Esa es la teoría del doctor Matthew Toohey y varios colegas en Alemania y Noruega, que han cruzado textos de la época sobre una «misteriosa nube» que cubrió Europa durante meses con el análisis de depósitos de aerosoles en muestras de hielo y otros parámetros.

Con el uso de modelos climáticos, los científicos calcularon la extensión y el impacto de esta actividad volcánica para concluir que la radiación solar quedó reducida durante varios años en el hemisferio norte, provocando una caída media de temperatura de dos grados centígrados.

Una de esas erupciones habría sido la del volcán El Chichón, en el actual México, que habría causado el declive temporal de la civilización Maya, según otro estudio presentado este martes.
También el Imperio Romano tuvo que afrontar crisis relacionadas con una época de enfriamiento del clima a partir del año 250.

Para Brian Dermody, coordinador de este estudio, trasladar a nuestra época la capacidad de adaptación de una sociedad al cambio climático depende de la rapidez y la magnitud del proceso.
«Si la magnitud es bastante grande y sucede muy rápidamente, la sociedad probablemente no tenga la oportunidad de adaptarse» opinó a preguntas de Efe.

Por ello, aunque el actual escenario de cambio climático avanza de una forma relativamente gradual, este investigador del Instituto Copérnico de Utrecht, advierte del riesgo de llegar a un punto de no retorno.

«Hay algunos puntos de inflexión dentro del sistema climático y si superamos esos puntos quizás no seamos capaz de adaptarnos», indicó.

FUENTE: La razón.es , 20 / abril / 2016


domingo, 17 de abril de 2016

SE COMPROMETEN ALEMANIA Y MÉXICO A TRABAJAR JUNTOS CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO



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CIUDAD DE MÉXICO., 16 de abril de 2016.- En el marco de la visita de Estado que el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, realiza a Alemania entre el 11 y 12 de abril, ambos gobiernos emitieron una declaración conjunta sobre acción climática, transición energética y biodiversidad. Allí se enumeran un listado de compromisos bilaterales entre los que destacan la voluntad de impulsar visiones compartidas, en especial la implementación del Acuerdo de París, adoptado en la 21a Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).

Se señala también el impulso de ambos gobiernos para que en sus respectivas naciones se aumente el porcentaje de generación de energías limpias. En apego los objetivos de la XIII Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que se celebrará en Cancún, México, en diciembre de 2016, se destacó la incorporación de criterios de conservación y uso sustentable de la biodiversidad en los sectores productivos como la agricultura, bosques, pesca y turismo.

Según un comunicado, el presidente Peña Nieto reconoció el apoyo de Alemania a México mediante la Iniciativa Internacional del Clima (IKI, por sus siglas en alemán), que desde 2008 ha permitido ejecutar proyectos climáticos por un total aproximado de 700 millones de euros. Por su parte, la canciller federal, Angela Merkel, reconoció el liderazgo del Gobierno de la República al haber logrado que México fuera el primer país en desarrollo en presentar su Contribución Prevista y

Determinada a Nivel Nacional (INDC) con metas ambiciosas, integrando al mismo tiempo criterios de adaptación, género y forzadores climáticos de vida corta. Adicionalmente, Alemania compartirá su experiencia con México para el desarrollo del mercado mexicano de carbono, incluyendo un sistema de comercio de emisiones.

Los dos jefes de gobierno se comprometen a buscar el apoyo de otras economías emergentes para contribuir al Fondo Verde para el Clima (FVC), siguiendo el ejemplo de México que, en opinión de la canciller Merkel, tuvo una ejemplar contribución al mismo.

Asimismo, ambos países continuarán trabajando en el seguimiento a los compromisos expresados en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluyendo el apoyo alemán a México para lograr el objetivo de alcanzar en 2018 la Meta 11 de Aichi, particularmente a través de asignaciones financieras destinadas al fortalecimiento de las áreas naturales protegidas de la región de la Sierra Madre Oriental y el Golfo de México.

Finalmente, las dos naciones continuarán realizando acciones conjuntas de cooperación hacia América Latina y el Caribe, como un elemento esencial para garantizar que el desarrollo sostenible reconozca el papel de la biodiversidad como un componente transversal en la implementación de la Agenda 2030 y los ODS.

Para México, Alemania es el primer socio cooperante en materia de medio ambiente y recursos naturales, en tanto que para el país europeo México es un socio estratégico y su puerta de entrada en América Latina y el Caribe.

FUENTE:  www.lagrupera931.com ,  16 / abril / 2016

LA MIGRACIÓN DE LAS AVES TIENDE A ADELANTARSE POR EL CAMBIO CLIMÁTICO.


La migración de las aves tiende a adelantarse por el cambio climático Archivo EFEverde
Guzmán Robador.- Alicante (EFEverde).- La migración primaveral de los millones de pájaros que se desplazan desde África, donde han pasado el invierno, hacia diferentes puntos de Europa para reproducirse, atravesando el Mediterráneo, tiende gradualmente a adelantarse debido al cambio climático, según varios estudios.
Este proceso no ocurre igual en todas las especies migratorias, pero es un comportamiento paulatino en otras, ha indicado, en una entrevista con Efe, el profesor del Departamento de Ecología de la Universidad de Alicante (UA) y miembro del Instituto Ramón Margalef de esta institución académica, Germán López.

Las campañas de anillamiento de las aves migratorias procedentes de África que descienden a descansar en las islas mediterráneas occidentales, entre otras la de Tabarca (Alicante), para reanudar luego su vuelo hacia Europa han detectado esa tendencia.

Poco a poco se va anticipando el paso migratorio por el calentamiento del clima, que influye en el adelanto de la primavera en Europa y en la disponibilidad de alimento para los pájaros, lo que supone una respuesta de éstos a un cambio ambiental, según López, uno de los responsables de la campaña de anillamiento que se hace, por octavo año, del 16 de marzo al 15 de mayo en Tabarca.

Un aspecto que se está analizando es “si se produce un desajuste entre la migración de las aves y las condiciones que van a encontrar en las áreas de reproducción en Europa”, ha dicho este científico.
“Imagínate que, a causa del aumento de la temperatura, la aparición de las nuevas hojas de los árboles y, por tanto, de los insectos que van a servir de alimento a los pájaros en sus zonas de reproducción se anticipara tanto que no les diera tiempo a las aves a adelantar su viaje de regreso al viejo continente en la misma proporción”, ha apuntado López.

La consecuencia de ello es que “no habría suficiente comida para los pollitos, habría mayor mortalidad de éstos en los nidos y las poblaciones comenzarían a declinar”, ha expuesto.
De confirmarse esa tendencia, las aves capaces de volver más temprano a sus hábitats europeos irán predominando en la población y la migración seguiría adelantándose.
Para un porcentaje de los millones de pájaros migratorios, las islas del Mediterráneo son su tabla de salvación en su dificultosa travesía por este mar, sobre todo para aquellos que están al límite de sus fuerzas.

Incluso, se han dado casos de aves agotadas que se posan en las cubiertas de los barcos.
Para estudiar el proceso migratorio primaveral de las aves desde África se realiza, entre mediados de marzo y el 15 de mayo, la campaña de anillamiento en Tabarca, periodo en el que se llegan a anillar unos mil ejemplares, algunos de los cuales se recuperan luego en Europa (Suecia, Noruega, Finlandia, Alemania, Holanda y Francia, entre otros países).

Tabarca está integrada dentro del proyecto internacional Piccole Isole, del que forman parte también más de cuarenta estaciones de anillamiento en islas y áreas costeras del Mediterráneo occidental, como las islas Columbretes (Castellón) y la isla de Grosa (Murcia).

La UA, a través del Departamento de Ecología y el Instituto Ramón Margalef, y el grupo local de la Sociedad Española de Ornitología (SEO)/BirdLife en Alicante participan en los anillamientos en Tabarca, con el apoyo del Ayuntamiento de Alicante y la Autoridad Portuaria.

Esta isla está situada a menos de 250 kilómetros de distancia de la costa de Argelia en línea recta, un trecho que un pequeño pajarillo insectívoro, en buenas condiciones físicas, puede cruzar en una noche.

Muchas especies migran de noche, sobre todo las insectívoras, mientras que otras, como las golondrinas, lo hacen de día.
“Son decenas las aves que hacen una parada migratoria en Tabarca y cada año se detecta alguna especie distinta. En lo que llevamos de temporada este año han sido anilladas dos especies nuevas: el reyezuelo sencillo y el mirlo capiblanco”, ha especificado López.

Las aves se quedan un tiempo corto en la isla porque “tienen prisas” por alcanzar las áreas de cría, ya que llegar antes a esas zonas es una ventaja competitiva importante en su intento de reproducirse con éxito, ha afirmado.

En la migración primaveral se observa una ordenación por sexos y edades: primero pasan los machos adultos y después las hembras, los machos jóvenes y las hembras jóvenes.

FUENTE:  EFE VERDE , 17 /  abril / 2016

CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO, UNA ECONOMÍA SIN CARBONO.




Muchos aspectos fueron centrales en el Acuerdo Climático que convocó a los líderes del mundo en París el año pasado.
 
Quizá uno de los mayores es el claro reconocimiento a lo que advierte la ciencia: mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 ºC con respecto a los niveles preindustriales, y aumentar los esfuerzos para limitar ese aumento a 1,5 ºC, es esencial para que los innumerables impactos del cambio climático sean “tolerables” y no impliquen fenómenos disruptivos de manera generalizada en los ecosistemas del planeta.

Esto indica que debemos comenzar ya mismo con la reducción de emisiones para llegar al pico máximo no mucho más allá de 2020 y caer a cero finalmente en 2050.
Para eso muchas cosas deben ocurrir desde ahora mismo en diversos sectores de la economía.

Por ejemplo, para el año 2050, toda la electricidad que consumamos debe ser cero emisiones y sólo sería posible un uso marginal de fósiles en el transporte. Así, todo nuevo proyecto de centrales térmicas o desarrollo de nuevos yacimientos deberá tener en cuenta este límite.
En estos días el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicó “Carbono Cero América Latina”, una vía para la descarbonización neta de la economía de la región para mediados de este siglo.

Allí el PNUMA señala tres pilares fundamentales con respecto al sistema eléctrico: a partir del 2020 toda nueva demanda es satisfecha por renovables y capacidad hidroeléctrica; la redes eléctricas se regionalizan y la generación distribuida se masifica.

Tales transformaciones se logran con cambios regulatorios, redirigiendo subsidios, sin tener que pagar mayores costos y con una rápida implementación.

Los países de la región que iniciaron este camino muestran resultados y hacen totalmente creíble un escenario de cero emisiones a mediados de este siglo. Lo esperable es que Argentina despierte y comience a recorrer ese camino. Es parte de la tarea que debemos asumir para transitar de manera responsable las próximas décadas en un contexto de rápidos y profundos cambios a escala global.

FUENTE:  Clarín,  16 / 04 / 2016

EL CAMBIO CLIMÁTICO PODRÍA SER LA CAUSA DEL DESPLAZAMIENTO DE LOS POLOS.



La posición del eje de la Tierra ha cambiado de forma drástica, probablemente debido al derretimiento de los casquetes polares (impulsado por el cambio climático) y a los cambios naturales en el almacenamiento de agua en la tierra, según un nuevo estudio publicado en la revista Science Advances.

Erik Ivins, investigador del Jet Propulsion Laboratory de la NASA y coautor del estudio que se publicó hace unos días, explica a la edición estadounidense de The Huffington Post que el movimiento del agua sobre la superficie de la Tierra afecta a la distribución de la masa del planeta —y al eje—; es como ponerle peso a una peonza.

"Imaginemos una peonza; si le pegamos un chicle en la parte de arriba, empezará a girar sobre un nuevo eje", aclara Ivins por correo electrónico. "En la Tierra, el agua, al ser transportada hacia dentro o hacia fuera de los océanos —con consecuencias en la media global del nivel del mar—, cambia los momentos de inercia produciendo el mismo efecto que el chicle pegado en la peonza".

Es posible que los cambios en el eje terrestre se deban al cambio climático que está sufriendo nuestro estresado planeta: las temperaturas globales aumentan. Los fenómenos meteorológicos son cada vez más extremos. El nivel del mar está subiendo.
eje tierra
La Tierra no siempre gira sobre un eje que pasa por los polos. En vez de eso, con el tiempo, el eje se tambalea de forma irregular y desde el siglo XX ha ido desviándose hacia Norteamérica (como indica la flecha verde). Esa dirección ha cambiado drásticamente debido a los cambios que se han producido en las masas de agua de la tierra.


El eje sobre el que gira la Tierra es una línea imaginaria que va del Polo Norte al Polo Sur pasando por el centro del planeta, con una inclinación de unos 23,5 grados con respecto al plano orbital en el que se encuentran el Sol y la Tierra.

Hace mucho tiempo que los científicos saben que la Tierra tiende a tambalearse al girar, provocando que los polos se vayan desviando poco a poco. Sin embargo, alrededor del año 2000 tuvo lugar un cambio drástico cuando el Polo Norte se desplazó hacia el este.

Con la intención de comprender el porqué, Ivins y su compañero Surendra Adhikari analizaron datos geodésicos espaciales y datos gravimétricos satelitales desde 2003 a 2015. Estos datos permitieron que los investigadores identificaran el mecanismo que causaba el desplazamiento de los polos terrestres a partir de 2003.

Según se indica en el estudio, el eje de la Tierra se ha desplazado 75 grados hacia el este con respecto a la dirección hacia la que llevaba desviándose desde principios de siglo. Han descubierto que este cambio no solo es consecuencia del derretimiento de los casquetes polares, sino también de la pérdida de agua en Eurasia debida a la disminución de los acuíferos y a la sequía, de acuerdo con un comunicado de la NASA.

"Esta es la primera vez que tenemos pruebas sólidas de que los cambios en la distribución del agua en tierra a escala global tienen consecuencias en la dirección hacia la que se desplaza el eje terrestre", explica Adhikari, autor principal del estudio, a la revista New Scientist.

Jonathan Overpeck, un profesor de geociencia de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) que no ha participado en el estudio, aclara al periódico The Guardian que "esto pone de manifiesto el impacto tan real y significativo que están causando los seres humanos en el planeta".

Aunque las conclusiones son sorprendentes, Ivins asegura que no hay por qué alarmarse. Según afirma, el desplazamiento es relativamente pequeño, y no existe una posibilidad real de que aumente la cantidad de radiación solar que llega a las partes sensibles de la Tierra.

"Pero lo que este desplazamiento confirma a los científicos", apunta Ivins, "es que tenemos una nueva herramienta para investigar los cambios que se produjeron en el clima en el pasado de una forma cuantitativa y precisa. Y, para nosotros, eso es muy importante".

FUENTE:  EL HUFFIGNTON  POST,  17 / abril / 2016

viernes, 15 de abril de 2016

INSTAN A CUIDAR EL AMBIENTE COMO MEDIDA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO.





El ministro del Ambiente, Rolando de Barros Barreto, afirmó que las políticas ambientales no pueden ser llevadas a cabo sin la responsabilidad ciudadana. Ahorrando energía eléctrica, cuidando el agua, evitando el uso de vehículos motorizados para reemplazarlos por la bicicletas o caminatas y generando menos residuos se puede colaborar en la lucha contra el cambio climático.

“Paraguay tiene un potencial forestal de 20 millones de hectáreas y un curso hídrico que puede ser aprovechado y transformado para la energía limpia y renovable”, explicó el ministro de la Secretaría del Ambiente, durante el seminario sobre “El cambio climático y la inserción de Paraguay en el mundo, post COP 21 París”.

Ethel Estigarribia, de la Oficina Nacional de Cambio Climático aseguró que los cambios del clima pueden tener consecuencias muy dañinas para el Paraguay porque es un país vulnerable debido a la economía agrícola y pecuaria.

La mayor parte de la población afectada se encontrará en países en desarrollo, como el Paraguay con menor capacidad de adaptación a las nuevas condiciones ambientales. Para mitigar esos impactos la población debe estar informada. Entre esas acciones están la protección de bosques y evitar la deforestación.

Cuidar la flora y la fauna como también los recursos hídricos puede colaborar para que los cambios climáticos y sus graves efectos lleguen con menor fuerza.
La pérdida de cultivos, las inundaciones y las enfermedades epidemiológicas son los principales efectos del cambio climático.

Experto internacional

El experto chileno en tema ambiental, José Eduardo Sanhueza afirmó que en el mundo nunca se tuvo una política respecto al cambio climático y destacó que por primera vez varios países se sientan a analizar el tema. “No solamente lo hicieron entre ministros encargados de velar por el ambiente sino que por primera vez se invitó al Ministro de Hacienda, porque alguien tenía que pagar la cuenta al final”, dijo el experto en su disertación.

El seminario sobre “El cambio climático y la inserción de Paraguay en el mundo, post COP 21 París” fue organizado por la Fundación Moisés Bertoni y la Embajada de los Estados Unidos.

Otoño caluroso es efecto de El Niño

El fenómeno conocido como El Niño modifica los patrones atmosféricos a nivel mundial y nuestro país no es la excepción.

Carlos Santacruz, de la Dirección de Meteorología e Hidrología, aseguró que las elevadas temperaturas por encima de los 35 grados en esta época del año son efecto del fenómeno climático.
Para este fin de semana la temperatura irá en ascenso, llegando a climas de hasta 37 ºC con cielo parcialmente nublado y vientos moderados del norte.
Las probabilidades de lluvias son escasas, principalmente para la capital del país. Para las zonas Este y Oeste se pronostican chaparrones dispersos.

Santacruz enfatizó que se realizan permanentes monitoreos de los pronósticos y de la ocurrencia de eventos extremos, como las lluvias intensas, granizos, golpes de calor, y de vientos fuertes entre otros.

El máximo impacto del fenómeno El Niño en Paraguay se daría en invierno, entre los meses de junio y julio. Varias instituciones del Gobierno están trabajando para tener un plan de atención cuando se de el impacto más fuerte.

FUENTE: ABC color, Paraguay, 15 / abril / 2016

LA IMPORTANCIA DE LAS NUBES EN EL CAMBIO CLIMÁTICO.


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Un reciente estudio realizado por expertos que estudian el cambio climático, señala el papel realmente importante que juegan las nubes en dicho proceso y que afecta negativamente a todo el planeta.
A día de hoy las nubes actúan como una gran capa en la atmósfera que retienen parte del calor solar provocando un mayor aumento de las temperaturas, lo que incide negativamente en el buen transcurrir del planeta.

Antes de este interesante estudio, se pensaba que el aumento de temperatura provocado por una alta concentración de dióxido de carbono en la atmósfera sería de entre dos y cuatro grados. Ahora que se conoce la importancia que tienen las nubes en todo el proceso de cambio climático, la temperatura podría llegar hasta los 5 grados. Se trata de una diferencia de temperatura realmente importante y que podría provocar graves problemas en todo el planeta a medio y largo plazo.

Según los expertos, este hecho podría provocar efectos devastadores en el planeta ya que el nivel del mar podría aumentar de manera desproporcionada o que se llegasen a producir inundaciones de una manera habitual en numerosas zonas de la Tierra. El papel fundamental de las nubes en el cambio climático no es algo nuevo que ya se había tocado en el año 2012 por parte de un conjunto de especialistas en clima.

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En el año 2014,  también se llegaba a  asegurar que las temperaturas medias en todo el planeta podrían aumentar hasta unos 5 grados debido a la acción de las propias nubes. Es por ello que a partir de ahora habrá que mirar mucho más al cielo y tener en cuentas las nubes para frenar el cambio climático y el calentamiento global. Una situación realmente dramática y preocupante que debe hacer pensar seriamente a toda la población mundial antes de que pueda ser demasiado tarde.

FUENTE:  Meteorología en Red, 15 / abril / 2016




ASTRONÓMICA CIFRA LE ESTÁ COSTANDO AL MUNDO EL "CAMBIO CLIMÁTICO".


Corregir el rumbo y evitar un aumento de 2° C en la temperatura costaría US$ 5,3 billones anuales.

Sequías que matan los cultivos y el ganado, inundaciones que arrasan el campo, temperaturas que obligan a usar la calefacción o el aire acondicionado... Entonces, el precio de los alimentos sube, se hacen obras para mitigar los daños, y las enfermedades aumentan. El cambio climático le sale caro al mundo.
 “Con el incremento en la temperatura, mucha del área ecuatorial será inhabitable y habrá desplazamientos masivos de personas, con los conflictos que eso suele traer”. Ese es el vaticinio de Nicholas Stern, miembro de la junta del Instituto del Cambio Climático de la London School of Economics (LSE), ex vicepresidente de desarrollo económico y execonomista en jefe del Banco Mundial.
 

La transformación debe ser rápida, pues la meta es evitar que la temperatura global se incremente dos grados antes de que finalice este siglo. De lo contrario, las consecuencias serán catastróficas no solo para el medioambiente, sino para la economía mundial.
Stern asegura que para reducir en 25 % las emisiones de aquí al 2050, se requieren tres acciones: controlar las emanaciones de carbono mediante impuestos, regulaciones o cargas, para que las empresas se autorregulen; invertir en el uso e innovación de energías bajas en carbono y, como tercera medida, educar y eliminar las barreras de la eficiencia energética.

¿Cuánto vale tomar las medidas necesarias? Según Climate Action y el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Unep), se requiere una inversión de 5,7 billones de dólares –unos 17.100 billones de pesos– solo en infraestructura verde. Esto superaría al producto interno bruto que Alemania tendría en el 2030. Pero los esfuerzos de hoy son insuficientes: actualmente, la inversión anual global es apenas de 360.000 millones de dólares anuales, unos 1.084 billones de pesos.

Si se corrige el rumbo –lo que será difícil por el monto que se requiere–, el beneficio económico será evidente. Según el análisis de Naciones Unidas para la reunión COP21 en París el año pasado, se calcula que con la promesa de Europa a reducir el 40 % de sus emisiones para el 2030, ese continente generaría 70.000 empleos de tiempo completo, evitaría la muerte de 6.000 personas y se ahorrarían 33.000 millones de dólares en combustibles fósiles.
Y el solo acuerdo entre Estados Unidos y China para reducir emisiones generaría medio millón de empleos y salvaría 100.000 vidas en el país asiático. En EE. UU. se generarían 650.000 empleos y se impedirían 27.000 muertes por contaminación.
 
Costo de no hacer nada

Nicholas Stern advirtió en su ensayo Economía del cambio climático, publicado por LSE, que “los niveles de los gases de efecto invernadero alcanzaron el equivalente a 430 partes por millón de dióxido de carbono, comparado con las 280 que había antes de la Revolución Industrial. Las actividades humanas han propulsado la acumulación de gases entre 2 y 3 partes por millón, cada año”.

Norteamérica y Europa han generado el 70 % de los gases de efecto invernadero, desde 1850. Pero China e India los sobrepasarán si no se hace nada antes.

Hay por qué preocuparse: de acuerdo con cifras de LSE, cada año muere en India un millón de personas por la contaminación ambiental. Y según la revista Latin America Green Inves-tment de la organización del COP21, en Sur y Centroamérica hubo 16.000 muertes en 630 eventos climáticos (deslizamientos, inundaciones, etc.) provocados por el cambio climático.

Y si la temperatura global aumenta 2 grados centígrados, dentro de 70 años los glaciares montañosos a alturas superiores a los 5.500 metros sobre el nivel del mar desaparecerán.

Así, en Colombia desaparecerán todos los nevados, por ejemplo. La consecuencia directa es que los páramos podrían descomponerse por exceso de humedad y se desregularía el clima.
Las consecuencias económicas para América Latina serán nefastas, pues las pérdidas en exportaciones agrícolas equivaldrán a entre 30 y 52 millones de dólares –entre 90.300 millones y 156.600 millones de pesos–, por la baja productividad del campo y las pérdidas que generen las catástrofes ambientales.

¿Cómo mejorar? Lo primero es tener información y datos de los países y ciudades, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió que son pocas las mediciones estandarizadas de la calidad del aire, si es que existen.

“Las ciudades que recolectan y publican información sobre polución en espacios abiertos y cerrados deben ser felicitadas por ello. Es un paso crucial para identificar los problemas y emprender acciones para corregirlos”, dice la ONG en su portal.

FUENTE: El Tiempo, Bogotá, 14 / abril / 2016

jueves, 7 de abril de 2016

LA FACTURA DEL "CAMBIO CLIMÁTICO" ENTRE 2,2 Y 2,1 BILLONES DE EUROS.




Las peores consecuencias del cambio climático, como los eventos climáticos extremos, podrían amenazar a más de 21 billones (europeos, es decir, millones de millones) de euros en activos financieros globales (el 17 % del total) poniendo en un brete la economía mundial, según un estudio publicado en la revista científica Nature Climate Change.

El estudio, realizado por investigadores de la London School of Economics y del Centro Grantham de Investigación del Cambio Climático, ambos en el Reino Unido, alerta de que el impacto del calentamiento "destruirá directamente parte de los bienes de capital". Investigaciones anteriores habían advertido del riesgo de los activos financieros relacionados con las actividades que provocan el cambio climático, como es el caso de las inversiones en reservas de petróleo, carbón y gas, ya que las políticas para combatir este fenómeno podrían hacer que estos activos no puedan utilizarse y pierdan su valor.

Sin embargo, hasta hoy apenas había estudios sobre los activos en riesgo a causa de los daños que se prevé que cause el calentamiento global.
Los investigadores Simon Dietz, Alex Bowen, Charlie Dixon y Philip Gradwell han realizado este novedoso análisis y detectado que si los países mantienen la trayectoria de emisiones de CO2 actual el 1,8 % del valor de mercado actual de los activos financieros está en riesgo, lo que equivale a 2,2 billones de euros.

Si además de no actuar contra el calentamiento se tienen en cuenta las predicciones científicas (de los informes del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático, IPCC, por sus siglas en inglés) sobre cuáles serán sus efectos, más de 21 billones de dólares en activos financieros están en riesgo (el 17 % del valor de mercado total), según este estudio.

Las pérdidas se deberían a la destrucción directa de los activos por el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos (olas de calor, incendios, o sequías), y a la reducción de ganancias por el impacto que tendría en las actividades económicas el aumento de temperatura. El estudio concluye que la aplicación de políticas para evitar que las temperaturas suban más de 2 grados centígrados a finales de siglo respecto a niveles preindustriales reduciría significativamente este riesgo.

"Los inversores a largo plazo saldrían ganando claramente en un mundo bajo en carbono", subraya el director del estudio y profesor de la London School of Economics, Simon Dietz, quien cree que los poseedores de planes de pensiones deben "reflexionar seriamente sobre esta cuestión".

El pasado enero el Foro Económico Mundial de Davos ya alertó de que una catástrofe causada por el cambio climático es la mayor amenaza potencial para la economía mundial en el año 2016.

FUENTE: El Mundo, EFE,  4 / abril / 2016

LOS SUELOS PUEDEN FRENAR EL CAMBIO CLIMÁTICO CAPTURANDO HASTA EL 80% DE LOS GASES CONTAMINANTES




Tienen capacidad para almacenar 8.000 millones de toneladas de gases de efecto invernadero. Los suelos de la Tierra podrían almacenar un extra de 8.000 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, lo que equivale al 80% de las emisiones que se liberan cada año a la atmósfera por la quema de combustibles fósiles, con lo que ayudarían a limitar los efectos del cambio climático.
Así se desprende de un estudio elaborado por investigadores de las universidades de Edimburgo y Aberdeen (Reino Unido), en colaboración con colegas de las universidades del Estado de Colorado, Cornell y el Estado de Michigan (Estados Unidos).
El estudio, publicado en la revista ‘Nature’, señala que la adopción de las últimas tecnologías y prácticas sostenibles de uso del suelo a escala global podrían permitir que se almacenen más emisiones en campos de cultivo y espacios naturales silvestres.
Así, la producción de cultivos con sistemas de raíces profundas, usando abono orgánico con carbón vegetal y la aplicación de prácticas de agricultura sostenible, podría ayudar a los suelos a retener el equivalente a cuatro quintas partes de los gases que se emiten anualmente por la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón).
Hasta ahora se había obviado en gran medida el papel que podrían desempeñar los suelos en los esfuerzos para combatir el cambio climático, debido a la falta de instrumentos de supervisión eficaces, pero los recientes avances en la tecnología han permitido a los investigadores de Edimburgo y Aberdeen a llevar a cabo este estudio.
Los esfuerzos coordinados de científicos, políticos y usuarios de la tierra son la clave para lograr un aumento significativo en el almacenamiento de gases de efecto invernadero en el suelo, según los investigadores, que añaden que se deben proporcionar recursos para contribuir a reducir el impacto ambiental de las explotaciones agrícolas, como la herramienta ‘Cool Farm Tool’, una calculadora gratuita y ‘online’ de gases de efecto invernadero para los productores de cultivos que puede ayudar a los agricultores a medir, gestionar y reducir las emisiones de sus tierras.
UN “PESO PESADO” EN EL RING
Una investigación anterior muestra que los suelos actualmente encierran a alrededor de 2,4 billones de toneladas de gases de efecto invernadero, que se almacenan bajo tierra como materia orgánica estable.
"En la lucha para evitar un cambio climático peligroso en el siglo XXI, necesitamos aliados de peso pesado. Uno de los más poderosos está justo debajo de nuestros pies. Los suelos son ya enormes almacenes de carbono y una mejor gestión puede hacerlos aún más grandes”, explicó el profesor Dave Reay, de la Ecuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo.
Reay apuntó que ha transcurrido “demasiado tiempo” para no tener en cuenta el suelo como un medio para luchar contra el cambio climático, pero los avances tecnológicos permiten que “este gran peso pesado entre en el ring”.
Por su parte, el profesor Pete Smith, de la Universidad de Aberdeen, dijo que “los suelos probablemente han pasado por alto porque no se pueden ver las grandes cantidades de carbono que contienen, mientras que se pueden ver árboles que crecen y cada vez más grandes”, además de que “también es difícil medir fácilmente los cambios en el carbono del suelo, ya que son lentos”.
"Después del Año Internacional de los Suelos en 2015 y la iniciativa del Gobierno francés para aumentar las reservas de carbono del suelo para combatir el cambio climático acordada en la cumbre del clima de París el pasado mes de diciembre, los suelos están ahora firmemente en la agenda del cambio climático".

FUENTE:  teinteresa.es, 7 / abril / 2016

ALERTA POR ENFERMEDADES DEBIDO AL CAMBIO CLIMÁTICO


Hoy, 7 de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud, y un tema que durante los últimos años ha preocupado a los científicos es el aumento de muertes y enfermedades por el calentamiento mundial.
 
El cambio climático está afectando a todos los niveles de la sociedad, desde la salud de la economía mundial a la salud de los niños. Afecta al agua de los pozos y a la que sale de los grifos; afecta a los alimentos en nuestra mesa y es uno de los aspectos centrales de casi todos los problemas a los que nos enfrentamos hoy en día. Estas fueron las palabras del secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a las que hizo referencia un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre cambio climático, salud y género, publicado el pasado mes de marzo.

La OMS prevé que, entre el 2030 y 2050, la alteración en el clima causará unas 250 000 muertes adicionales cada año, por malnutrición, paludismo, diarrea y estrés calórico.

En los últimos 130 años el mundo se ha calentado aproximadamente 0,85 °C y las predicciones estiman que si el ser humano continúa apostando por una economía dependiente del petróleo, la temperatura se incrementará 4 grados con respecto a la era pre-industrial. La respuesta a este cambio son lluvias más intensas, sequías prolongadas, olas de calor más frecuentes, desastres naturales en aumento y un aumento del nivel del mar que salinizan las fuentes de agua dulce.

El 2010 marcó un hito histórico de uno de los años más calientes. En Ecuador las temperaturas y las precipitaciones alcanzaron un pico. En el mismo año, hubo un aumento en casos de dengue, malaria y chikungunya, afectando a la salud de más de 18 000 personas. “Cuando las temperaturas aumentan el metabolismo de los vectores, como mosquitos, se acelera y empiezan a picar más. Por eso existe una mayor posibilidad de que el virus se trasmita”, explica Mercy Borbor, doctora en ciencias ambientales que estudia el impacto del cambio climático en la epidemias.

Eventos como El Niño, que se agrava con la variabilidad del clima; las altas temperaturas; y las sequías, que obligan a mantener reservorios de agua, son claves para desencadenar epidemias.

Susan Poat
, presidenta de la corporación del grupo Randi Randi que llevan trabajando en temas de cambio climático en comunidades rurales del ecuador, asegura que cuando hay un ‘boom’ de plagas las personas están más expuestos a niveles altos de pesticidas. Además -añade- con las sequías las dietas de las comunidades se ven afectadas.

A escala global, casi el 90% de las enfermedades diarreicas pueden atribuirse a la falta de acceso a agua potable ocasionada por las sequías prolongadas, según la OMS.

Por otro lado, existen consecuencias indirectas del cambio climático en la salud, como enfermedades mentales después de un desastre natural, violencia debido a la pérdida de recursos, contaminación de las aguas después de una inundación, enfermedades respiratorias por contaminación atmosférica, entre otras.

“El cambio climático y la salud son uno de los temas en los que se deben hacer más énfasis porque es algo que perjudica a todos. Deben desarrollarse más estudios al respecto”, dice Borbor.

 
FUENTE:  elcomercio.com,  7 / abril / 2016

CRITICAN ESCASA ATENCIÓN DE LA PRENSA AL CAMBIO CLIMÁTICO.



Pese a que el cambio climático es la mayor amenaza que acecha hoy al mundo, los principales medios de prensa europeos y estadunidenses no lo tratan como noticia importante, señaló hoy el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

“Es increíble que, en un año en el que hemos registrado temperaturas sin precedentes, 32 grandes sequías y pérdidas históricas de cosechas, los medios de comunicación no estén incluyendo el cambio climático” en sus primeras planas, afirmó el presidente del FIDA, Kanayo F. Nwanze.
Al divulgar un estudio financiado por el FIDA, Nwanze advirtió que el cambio climático es la mayor amenaza de nuestro mundo y el modo en que los medios de prensa presentan los sucesos sigue revistiendo una importancia crucial para anticiparse a las crisis futuras.
El informe “The Untold Story: Climate change sinks below the headlines” analiza la profundidad con la que se han tratado en los medios de comunicación las cuestiones relacionadas con el cambio climático en dos momentos distintos.
El primero fue dos meses, antes del 21 periodo de sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) en París y, el segundo, dos meses más tarde.
En concreto, se analizó si las cuestiones sobre el cambio climático, la seguridad alimentaria, la agricultura y la migración ocuparon los titulares de la prensa y, en tal caso, qué importancia se les dio.
Según las conclusiones del estudio, no hubo noticias en absoluto sobre el cambio climático, o su número disminuyó en los principales medios de comunicación de Europa y de Estados Unidos antes y después de la COP21.
Además, las noticias sobre las consecuencias del cambio climático, como la migración, se redujeron a la mitad en los meses posteriores a la COP21 y casi nunca se incluyó en ellas la opinión de las personas directamente afectadas por el cambio climático.
Según las conclusiones del estudio, los lectores de noticias quieren que las cuestiones sobre el cambio climático y sus soluciones ocupen un lugar más destacado en los medios de comunicación.
En concreto, el público quiere más información sobre los vínculos entre el cambio climático, la inseguridad alimentaria, los conflictos y la migración, indicó el reporte.
 
“El estudio de investigación muestra que el público en general que consume productos informativos quiere noticias constructivas que pongan de relieve soluciones al problema del cambio climático, pero eso es precisamente lo que falta en los principales medios”, dijo Sam Dubberley, director de Kishnish Media Ltd y autor del informe.
Las conclusiones de la investigación se basan en un análisis del contenido de las nuevas noticias de medios de comunicación considerados influyentes y populares.
 
Fueron elegidos TF1 y France 2, en Francia; RAI y LA7, en Italia; BBC y Channel 4, en Reino Unido, y CBS y NBC en Estados Unidos.
Además de las portadas de las ediciones impresas de Le Monde y Libération, en Francia; Corriere della Sera y La Repubblica, en Italia; The Guardian y Daily Mail, en Reino Unido, y the New York Times y USA Today, en Estados Unidos.
En 2014, el FIDA financió una investigación sobre la manera en que 19 grandes agencias de noticias mundiales y regionales trataron cuestiones sobre migración, en particular, la seguridad alimentaria y la agricultura, y cómo ello había repercutido en la migración.
Dicho estudio se centró en dos noticias que ocuparon las portadas de los medios de comunicación durante el verano de 2014: la crisis fronteriza entre Estados Unidos y México y el conflicto en Sudán del Sur, que provocó un gran movimiento migratorio.
En el estudio también se concluyó que esos temas no se trataron a fondo y, en particular, que a menudo no se incluyeron las opiniones de los migrantes en las noticias.
El FIDA es una agencia especializada de Naciones Unidas, con sede en Roma, que invierte para promover el desarrollo de poblaciones rurales, a fin de reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fortalecer su resiliencia.
 
FUENTE:  terra,  6 / abril / 2016
 
 
 
 
 

lunes, 4 de abril de 2016

¿EL CAMBIO CLIMÁTICO OBLIGARÁ A CULTIVAR TRANSGÉNICOS?

¿El cambio climático obligará a cultivar transgénicos?
Si se busca la producción intensiva de alimentos, quizá no quede otra salida, habida cuenta, además, de la virulencia de las plagas en un mundo en el que el desequilibrio de la biodiversidad es la nota dominante.




La seguridad alimentaria mundial podría estar el peligro antes del 2050 y, de no tomarse medidas eficaces cuanto antes, la situación simplemente acabará yéndosenos de las manos. Es decir, se sucederán las hambrunas y, cómo no, sobre todo las sufrirán los sectores más vulnerables.

¿Una exageración, un pronóstico muy probable? Opiniones las hay de mil colores, y estudios científicos con muy diferentes conclusiones, es más que obvio. Pero hoy ponemos el foco en un reciente estudio que no duda lo más mínimo al respecto: si las cosas siguen igual, en breve el hambre será el próximo invitado que sentaremos en nuestra mesa.

Así de apocalípticas son las conclusiones de un reciente estudio realizado por la Universidad de Illinois. Liderado por el científico Stephen P. Long, el trabajo apunta a varias causas, a cual más difícil de solucionar. Sobre todo, al galopante desarrollo urbano, a un desbocado cambio climático y al imparable aumento de la población.

¿El cambio climático obligará a cultivar transgénicos?

 O, lo que es lo mismo, tendremos un mundo cada vez más poblado, con menos espacio para el cultivo, una agricultura que seguirá arrinconando a la naturaleza y, para rematar, plagado eventos extremos aparejados al calentamiento global.

No es precisamente el edén, qué duda cabe, pero sí tenemos todas las papeletas de caer en la tentación de recurrir a controvertidas soluciones que nos hagan morder la manzana.

Eso sí, una manzana con pesticidas y, afinando aún más, también transgénica. Diseñada en el laboratorio para ganar más y alimentar también más. Es decir, para conseguir un alto rendimiento y también una buena rentabilidad gracias a su resistencia no a solo a las plagas, sino también a los plaguicidas,

Un mundo de plástico

Los investigadores proponen como posible solución la ingeniería genética de cultivos para poder resistir los efectos del calentamiento global. Pero no solo eso, porque además la transgenia de semillas ayuda a combatir los pesticidas. ¿Acaso el futuro de la agricultura será una modificación genética de los alimentos que combine ambas características?

Tampoco es necesario ir muy allá, imaginar paisajes inundados de cultivos transgénicos, en los que la biodiversidad sea tan pobre que ni siquiera pueda llamársele así. Bastará con centrarse en la crisis de los polinizadores, un futuro que en realidad ya es presente. Y en una sola pregunta: ¿los polinizadores, qué harán, …y nosotros sin ellos?

Ejemplos de ambos objetivos los encontramos fácilmente. Sin ir más lejos, la estrategia de desarrollo de transgénicos se orienta a buscar que los cultivos toleren el glifosato (el herbicida más utilizado en el mundo) para que éste pueda hacer su labor sin que se resienta la planta.
De hecho, alrededor de tres cuartas partes de los cultivos genéticamente modificados obedecen esta necesidad. Y, por otra parte, tal y como apunta el estudio, en la actualidad se están estudiando los efectos de la modificiación de la enzima en las plantas para conseguir que atrape el CO2 en la fotosíntesos de forma más eficiente.

¿Pero, solo la transgenia nos brinda soluciones? Ni por asomo. Afortunadamente, son muchos y muy prometedores los avances logrados en investigaciones que buscan combatir el cambio climático aprovechando el mismo potencial de la misma naturaleza.
Un ejemplo muy interesante nos lo brindan científicos de la Universidad de Wahsington en Seattle y de La New Mexico Stte University, cuya propuesta es copiar el microbioma, -una mezcla de hongos, bacterias y virus que se encuentran en las raíces de las plantas.

¿El cambio climático obligará a cultivar transgénicos?

En concreto, los científicos copian el microbioma de platas más resistentes, capaces de sobrevivir en ambientes extremos, como los desiertos. De este modo, se consigue una protección extra frente al calor y las sequías intensas y de larga duración, propias del cambio climático.

A su vez, se consigue un fortalecimiento de las plantas apostando por una rica biodiversidad. En concreto, el estudio comprobó que estos microorganismos les ayudaba a tomar e nitrógeno del suelo y también a fortalecer su sistema inmunitario.

“A la vista de los extraordinarios retos por delante, simplemente no tenemos el lujo de descartar el uso de cualquier tecnología que prometa servir para mejorar el rendimiento de los cultivos”, concluye el estudio. Preferentemente, y esto es cosecha propia, recurriendo a tecnologías verdes.

¿Seguridad alimentaria vs seguridad sanitaria?

En efecto, otras soluciones, como la propuesta en el estudio, conllevan enormes riesgos aparejados a la seguridad sanitaria y, por supuesto, también ambiental. Desde una biodiversidad hecha añicos hasta el peligro de la comida diseñada en un laboratorio…

¿El cambio climático obligará a cultivar transgénicos?

A largo plazo, una escalada de la que difícilmente podríamos escapar. Un mundo polucionado cada vez más poblado, una alimentación diseñada más para satisfacer las necesidades de llenar estómagos que de hacerlo cuidando la salud y el medio ambiente.

Un mundo, en suma, en el que protegerse del cambio climático sea una prioridad mayor que combatirlo. O, por ejemplo, que la agricultura siga siendo el culpable de que desaparezcan áreas naturales.

No en vano, la agricultura es la responsable de que sabanas, bosques y pastizales hayan mermado de forma importante. Y sigue ocurriendo, pues la principal causa de deforestación y una de las mayores fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero.

Un futuro sostenible y saludable

Alternativas que apuesten por la salud del planeta y de sus moradores humanos son posibles. Entre ellas, si buscamos sostenibilidad, priorizar los alimentos menos perjudiciales para el entorno y para el organismo, la agricultura ecológica brilla con luz propia.
¿Pero, realmente es posible? ¿La agricultura ecológica puede alimentar a todo el mundo? Puesto que la agricultura convencional hace uso y abuso de fertilizantes y pesticidas sintéticos, con el latigazo ambiental que ello supone, si queremos sostenibilidad, salud ambiental y una alimentación saludable, los cultivos ecológicos son la opción.

¿El cambio climático obligará a cultivar transgénicos?

Sin embargo, en la actualidad difícilmente podríamos alimentar a toda la población mundial sólo con alimentos ecológicos. Pero también es muy posible que las innovaciones la impulsen y, en definitiva, acaben convirtiéndola en una agricultura de mayor rendimiento.

El futuro es un interrogante abierto, lo que significa que apostar por la agricultura industrial, haciendo especial hincapié en la transgenia y en el aumento de superficie de cultivo a costa de robarle espacio a la Naturaleza, el futuro que nos espera es un mundo de plástico.

El objetivo de alimentar a todas las personas sin jugarnos nuestra salud a la lotería de la transgenia ni dañar el medio ambiente es una opción difícil pero, qué duda cabe, la más respetuosa con el planeta y con nosotros mismos.

FUENTE:  Ecología  Verde,  2 / 04 / 2016

COMIENZA EL PROYECTO EUROPEO DE INVESTIGACIÓN "CLIME FISH" SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO.




El Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC y el Centro Tecnológico del Mar participan en el proyecto europeo ClimeFish, sobre efectos del cambio climático en la poblaciones pesqueras de interés comercial, marinas y continentales, que incluye el impacto que se produce en el cultivo de mejillón.

En concreto, participan por parte del IIM-CSIC el grupo de Geoquímica Orgánica (LGO), que realizará una aproximación multidisciplinar al estudio de los ecosistemas marinos y el grupo de Ecofisiología de Bivalvos (EsMaBa), dedicado al studio de la ecofisiologia y cultivo de moluscos bivalvo. También participa el Centro Tecnológico del Mar (CETMAR).

ClimeFish evaluará los efectos del cambio climático en 25 especies pesqueras de interés comercial en los próximos 50 años. Este proyecto incluye tanto especies de acuicultura marina como continental. El mejillón, por ser una especie altamente sensible a los cambios climáticos y su gran importancia como especie comercial está dentro de este estudio.

En este sentido X. Antón A. Salgado, investigador principal del proyecto en el CSIC, señala que “el cambio climático es una realidad que está afectando actualmente y continuará afectando en el futuro próximo al desarrollo sostenible de la acuicultura y la pesca en todo el mundo. La población mundial está creciendo y la demanda de alimentos va en aumento, por lo que es necesario hacer un esfuerzo por predecir cómo el cambio climático afectará a la extracción y producción de estos recursos y elaborar planes de adaptación a la nueva situación que permitan adoptar decisiones para mitigar sus efectos o aprovecharse de ellos”.

En este contexto, el objetivo general del proyecto es, en primer lugar, pronosticar cómo va a afectar en los próximos 50 años el cambio climático a la producción de alimentos procedentes de la pesca y la acuicultura, tanto de especies de aguas continentales como marinas, centrándose en 25 especies relevantes para la pesca y acuicultura europea, entre las que destaca el mejillón, de especial importancia para la acuicultura en Galicia.

En segundo lugar, y en base a esa información, se elaborarán planes estratégicos de utilidad para las empresas en la toma de decisiones ante los escenarios predecibles. El trabajo de los investigadores del CSIC se enfocará fundamentalmente  al estudio de las evidencias e impactos del cambio climático en la explotación del mejillón.

En total, en ClimeFish participan 21 socios de 13 países y cuenta con la participación de universidades, organismos públicos de investigación y pequeñas y medianas empresas de Europa, Canadá, Chile y Vietnam. Está coordinado por la Universidad de Tromso, en Noruega; y cuenta con una financiación de 5 millones de euros por la Comisión Europea hasta 2020.

FUENTE:  mispeces.com, 4 / 04 / 2016

IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN AVES.





  • En el trabajo se han usado registros de entre 1980 y 2010 y estudiado 145 especies en Europa y 380 en Estados Unidos  
  • Entre las especies afectadas están la curruca rabilarga (Sylvia undata) o el mirlo primavera (Turdus migratorius) 

Un estudio internacional en el que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha hallado un impacto similar del cambio climático en comunidades de pájaros comunes de Europa y Estados Unidos. El trabajo, que se publica en la revista Science, es según los científicos la primera demostración de que el clima influye a gran escala y de forma parecida en lugares separados del planeta.

Los expertos han caracterizado los climas que favorecen a las diferentes especies en función de las preferencias de las aves. El objetivo era descubrir si los cambios recientes en el clima han afectado positiva o negativamente en la reproducción de los pájaros. Para la investigación se han empleado registros de entre 1980 y 2010, estudiando un total de 145 especies en Europa y 380 en Estados Unidos. Entre las especies que están sufriendo los efectos del cambio climático hay pájaros comunes como la curruca rabilarga (Sylvia undata), en la península ibérica y en Europa, o el mirlo primavera (Turdus migratorius), en Estados Unidos.

Los investigadores han detectado además diferentes tendencias en las poblaciones debidas al cambio climático, también dentro de una misma especie en diversas áreas geográficas. Las poblaciones de cetia ruiseñor (Cettia cetti) y de abejarucos (Merops apiaster), que se distribuyen por el sur de Europa, han incrementado su población en los últimos años, mientras que las poblaciones de especies del norte como el carbonero montano (Poecile montanus) o el pinzón real (Fringilla montifringilla) han disminuido durante el mismo periodo.

“La novedad del trabajo es que primero se han elaborado unas hipótesis sobre qué especies podían verse afectadas positiva o negativamente en su reproducción con el cambio climático, y después se han comparado esas hipótesis con registros reales”, explica Lluís Brotons, investigador del CSIC en el Consorcio Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF).

El estudio está dirigido por la universidad de Durham (Reino Unido) y ha contado con la participación de 36 entidades, instituciones y centros de investigación, entre las que también se encuentran el Museu de Historia Natural de Barcelona y la Sociedad Española de Ornitología-BirdLife.

FUENTE:  ambientum, 4/ 04 / 2016

EL CAMBIO CLIMÁTICO AUMENTA LOS CASOS DE ALERGIA AL POLEN EN NIñOS CADA VEZ MÁS PEQUENOS


El cambio climático ha provocado el aumento de los casos de alergia al polen en niños cada vez más pequeños, debido a que el ascenso de las temperaturas medias alarga las épocas de polinización y las intensifica, según ha asegurado la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP).
El coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria de la SEICAP, el doctor Javier Torres, ha explicado que "el calentamiento de la superficie terrestre es responsable del aumento de la densidad de especies vegetales en algunas zonas, de la cantidad de polen producido por cada una y del alargamiento de la temporada de polinización". Además, ha añadido que "así, durante la primavera, polinizan la mayoría de plantas que producen alergia. Sin embargo, debido al cambio climático muchas lo adelantan o incluso lo extienden durante el verano".
Estas afirmaciones se apoyan en una investigación australiana reciente publicada en 'Current Opinion in Allergy and Clinical Inmmunology' que confirma que el ascenso de las temperaturas, las precipitaciones y el clima más extremo permiten estaciones de polinización más largas, lo que da lugar a una mayor exposición de estos alérgenos.
Un estudio español, publicado en marzo en la revista 'Environmental Monitoring and Assessment', concluye que las mayores concentraciones de polen se registran entre febrero y junio, por lo que son los meses más críticos para las personas alérgicas. "De hecho, es en esta época cuando más aumentan las visitas a urgencias infantiles por crisis de asma", ha destacado el doctor Torres.
Una revisión de estudios, publicada en diciembre en la revista 'Multidisciplinary Respiratory Medicine', destaca que la urbanización, los altos niveles de emisiones de los vehículos y el estilo de vida occidentalizado se relacionan con una mayor frecuencia de alergia respiratoria. "Hay una serie de causas multifactoriales, como el cambio climático, los nuevos estilos de vida o la excesiva higiene, que están provocando, no sólo un aumento de las alergias infantiles al polen, sino en general", añaden.
Otro factor a tener en cuenta según la SEICAP es la contaminación procedente de la combustión del gasoil, que empeora los síntomas de los niños con rinitis alérgica o asma. "Multiplica la irritación de las vías aéreas y favorece su inflamación, potencian la acción alergénica de los pólenes y facilitan la acumulación de mucosidad", ha indicado el doctor Torres.
SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO
Uno de cada cinco niños de entre 13 y 14 años en todos el mundo sufre alergia al polen, según el Estudio Internacional de Asma y Alergia en la Infancia (ISAAC). "Sin embargo, cada vez hay más casos de pruebas positivas con tan solo tres años", ha subrayado Torres.
La polinosis o alergia al polen se manifiesta en forma de rinitis, conjuntivitis y asma "a causa de la reacción exagerada de la mucosa de las vías respiratorias al contacto o inhalación de pólenes", ha afirmado el doctor. "Los síntomas más frecuentes son prurito nasal, ocular o faringeo en el paladar, lagrimeo, estornudos, secreción y obstrucción nasal, y tos u obstrucción bronquial", ha añadido.
El tratamiento, según ha informado el experto, puede ser sintomático con antihistamínicos o broncodilatadores inhalados o antiinflamatorio cuando existe inflamación de la mucosa nasal o bronquial. "Por eso es conveniente el uso de corticoides de forma preventiva desde el inicio de la primavera hasta el final", ha destacado.
"Estos tratamientos tratan solo los síntomas, por lo que deben combinarse con inmunoterapia específica mediante vacunas que contienen proteínas procedentes del polen y cuya función es inmunizar al menor para que precise menos medicación. Es lo único que cura", ha explicado el doctor que, además, ha añadido que "es fundamental que los niños que tengan síntomas de alergia primaveral sean atendidos por pediatras alergólogos".
CONSEJOS PARA NIÑOS ALÉRGICOS AL POLEN
El Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica ha elaborado un Decálogo de Consejos para niños alérgicos al polen para que puedan hacerle frente de la mejor manera posible.

No acudir al campo, parques o jardines y evitar zonas de césped; proteger las ventanas y balcones con un enrejado muy tupido de material de material plástico (mosquitera), que se debe limpiar a diario con un paño húmedo; mantener cerradas las ventanas o balcones del dormitorio el mayor tiempo posible; y pulverizar agua hacia el techo, dos horas antes de acostarse, dejando luego cerrada la habitación hasta acostarse; son los primeros consejos que ha emitido la SEICAP.
El decálogo se completa con consejos como proteger los ojos en la medida de lo posible con gafas de sol en caso de conjuntivitis estacional y mascarillas antipolen homologadas; mantener las ventanillas cerradas durante los viajes en coche; eliminar los elementos que puedan acumular polvo o polen como peluches o alfombras y hacer la limpieza de la casa sin sacudir, con aspiradora o bayeta húmeda.
Por último, la SEICAP recomienda consultar los datos sobre polinización y tomar precauciones cuando existan más de 50 gramos de polen por milímetro cúbico (es cuando se pueden producir síntomas); que el niño lleve siempre en su mochila durante la época de más riesgo los broncodilatadores o antihistamínicos por si presenta síntomas; y acudir al pediatra alergólogo en caso de persistencia de los síntomas para que pueda realizar un correcto diagnóstico y valorar la necesidad realizar un tratamiento personalizado con inmunoterapia.
FUENTE:  Europa Press,  lainformacion.com,  4 / abril / 2016

EL CAMBIO CLIMÁTICO AMENAZARÍA UNOS 24 BILLONES DE ACTIVOS FINANCIEROS GLOBALES.



El cambio climático amenazaría hasta 24,2 billones de activos financieros globales


El estudio, realizado por investigadores de la London School of Economics y del Centro Grantham de Investigación del Cambio Climático, ambos en el Reino Unido, alerta de que el impacto del calentamiento “destruirá directamente parte de los bienes de capital”.

Investigaciones anteriores habían advertido del riesgo de los activos financieros relacionados con las actividades que provocan el cambio climático, como es el caso de las inversiones en reservas de petróleo, carbón y gas, ya que las políticas para combatir este fenómeno podrían hacer que estos activos no puedan utilizarse y pierdan su valor.
 
Sin embargo, hasta hoy apenas había estudios sobre los activos en riesgo a causa de los daños que se prevé que cause el calentamiento global.
Los investigadores Simon Dietz, Alex Bowen, Charlie Dixon y Philip Gradwell han realizado este novedoso análisis y detectado que si los países mantienen la trayectoria de emisiones de CO2 actual el 1,8 % del valor de mercado actual de los activos financieros está en riesgo, lo que equivale a 2,5 billones de dólares.
 
Si además de no actuar contra el calentamiento se tienen en cuenta las predicciones científicas (de los informes del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático, IPCC) sobre cuáles serán sus efectos, cerca de 24,2 billones de dólares en activos financieros están en riesgo (el 17 % del valor de mercado total), según este estudio.
 
Las pérdidas se deberían a la destrucción directa de los activos por el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos (olas de calor, incendios, o sequías), y a la reducción de ganancias por el impacto que tendría en las actividades económicas el aumento de temperatura.
El estudio concluye que la aplicación de políticas para evitar que las temperaturas suban más de 2 grados centígrados a finales de siglo respecto a niveles preindustriales reduciría significativamente este riesgo.
 
“Los inversores a largo plazo saldrían ganando claramente en un mundo bajo en carbono”, subraya el director del estudio y profesor de la London School of Economics, Simon Dietz, quien cree que los poseedores de planes de pensiones deben “reflexionar seriamente sobre esta cuestión”.
 
El pasado enero el Foro Económico Mundial de Davos ya alertó de que una catástrofe causada por el cambio climático es la mayor amenaza potencial para la economía mundial en el año 2016.
 
FUENTE: EFE VERDE,  4 / ABRIL / 2016