Vistas a la página totales

domingo, 31 de julio de 2016

EVALÚAN IMPLICANCIAS DEL AUMENTO DEL HIELO MARINO EN LA ANTÁRTIDA Y SUS EFECTOS EN LA PATAGONIA.




La pregunta no es ¿por qué nos interesa estudiar el hielo marino? Sino ¿conocemos lo suficiente sobre sus impactos y tendencias futuras? La respuesta más inmediata es que todavía no”. Esta es una de las reflexiones que la científica Angela de Santis hace en el marco de una investigación sobre el hielo marino antártico y sus efectos en el cambio climático.

La italiana se desempeña en el Centro Regional Fundación Cequa y es doctora en teledetección por la Universidad de Alcalá de Henares, España. Gracias a su postgrado se especializa en el uso de imágenes de satélites para realizar estudios ambientales. Y, en ese contexto, desarrolla su estudio sobre el hielo marino antártico, aprovechando la abundante información satelital existente.
 
Angela se encontraba trabajando en Suiza cuando se dio la posibilidad de emigrar a Magallanes. Llegó a la zona en octubre de 2015 y en diciembre se incorporó al Centro Regional Fundación Cequa, específicamente en la línea de Cambio Climático y Variaciones Recientes.
 
Desde un principio comenzó a trabajar en un estudio centrado en el hielo marino que se aprecia en los fiordos de la Patagonia y también en la Antártica. Su proyecto se centró en lo que ocurre en el continente antártico, aprovechando los datos que existen desde noviembre de 1978 – enero de 1979 hasta la actualidad. Esto, gracias a imágenes satelitales disponibles para la investigación que se centra en hielo marino, agua salada que se congela con una temperatura de -1,8 grados a -2 grados.
 
Los antecedentes obtenidos permitirán establecer una tendencia general acerca de lo que ocurre en la Antártica para que, en una segunda etapa, se pueda comparar qué es lo que ocurre en la Patagonia. La idea de establecer si el hielo marino en la Patagonia sigue las mismas tendencias del hielo marino en la Antártica. Sobre el nuevo análisis, señala que Patagonia será un estudio aparte que considerará fiordos de cordillera Darwin y Gran Campo Nevado.
 
La investigación en curso considera la participación del ingeniero e investigador de Fundación Cequa, Rodrigo Gómez, en el manejo estadístico de los datos, y del académico de la Universidad de Río Grande Do Sul, el climatólogo Eder Maier, que comparará datos de extensión de hielo marino con datos meteorológicos para encontrar cuáles son los factores que están influenciando la tendencia.
 
Aumenta la tasa de hielo marino
 
A partir de la revisión bibliográfica, Angela ha podido apreciar que  los datos publicados desde 1979 hasta el año 2010 muestran que se ha ido acelerando la tasa de hielo marino. Y ha crecido aún más si se añaden los datos correspondientes hasta el año 2015.
 
“Quisimos investigar qué estaba pasando porque se trata de un evidente contraste con lo que está ocurriendo en el Artico, donde el hielo marino está desapareciendo completamente”, advierte.
 
“Recopilamos todos los datos, analizamos los datos de satélite para cuantificar en cada mes la extensión del hielo marino. Vimos que en los últimos cinco años ha habido un aumento importante en todo el territorio antártico, pero con variaciones regionales importantes.
 
Hemos comparado estos datos de hielo marino con temperatura, presión atmosférica y los vientos y hemos intentado buscar correlaciones entre ellos. Vimos que hay una correlación muy fuerte con los vientos. Los vientos han cambiado de tendencia. Por ejemplo, los vientos del oeste y los vientos catabáticos (que soplan desde tierra hacia el mar) son mucho más fuertes debido a cambios globales en la circulación atmosférica”, refuerza.
 
Al momento de esta circulación de viento se ha registrado un doble efecto sobre el hielo. Por un lado, se enfría el aire con la consecuente baja de temperatura de superficie y, por otro, ejerce presión sobre el hielo marino. Entonces empujan el hielo marino, éste se fractura y en la fractura se forman nuevos hielos, lo que ayuda a que crezca más rápidamente. Es un efecto termodinámico de empuje sobre el hielo.
 
Cuando el agua se congela expulsa parte de esta sal de la estructura del hielo y esta sal se mezcla con el agua del mar y el agua se hace más densa y cae hacia el fondo. Y empieza una corriente de agua fría muy densa que va desde el Polo Sur hasta el Ecuador. Y ahí se produce el recambio porque empuja el agua caliente hacia abajo y eso crea una circulación de agua que permite la distribución del calor en más zonas que no sean sólo el Ecuador y el trópico. Las diferencias de temperatura entre las distintas zonas de la Tierra generan los vientos.
 
Por otro lado, hace un efecto de aislante, ya que aísla la temperatura del mar. Reduciendo el intercambio de calor con la atmósfera.  Como también es muy blanco refleja la energía solar y la devuelve al espacio, reduciendo el calentamiento de la Tierra. “Entonces parece algo inerte pero influye muchísimo en todo el equilibrio del clima. Si pensamos en las extensiones  de hielo marino en la Antártica, el máximo que se ha registrado en el año 2014 es de más de 20 millones de kms2. Son dimensiones tan grandes que influyen mucho en el equilibrio climático”, recalca.
 
Antártica y  cambio climático
 
La directora ejecutiva del Centro Regional Fundación Cequa, Paola Acuña, resalta que la orientación de la investigación de la línea de Cambio Climático y Variaciones Recientes es un ejemplo de estudios de ciencia local de impacto global. “Esta investigación de relevancia mundial ha propiciado el vínculo internacional pero siendo siempre la actividad científica que se realiza en Magallanes y en la Antártica lo relevante y de interés de científicos de todo el mundo.
 
Por otra parte, Cequa contribuye con investigación de pertinencia regional y de innovación para el país,  como ha sido el instalar el estudio de los hielos marinos en fiordos y canales de nuestra región, aplicando tecnología de punta, series de datos históricos, modelamiento e  interpretaciones interdisciplinarias”, advierte.
 
En ese sentido, Angela de Santis pone énfasis en el hecho de que todas las variaciones que se aprecian en la Antártica permiten analizar los cambios climáticos en el resto del planeta. En los últimos años ha disminuido el calentamiento en la Península Antártica.
 
De hecho, un estudio reciente muestra un ligero enfriamiento desde el año 2000. Desde el año 2010 hubo una expansión de hielo en la parte oeste de la Península Antártica. Eso está conectado a que el agujero de ozono antártico se ha cerrado poco a poco y a cambios en la circulación atmosférica en ese sector.
 
“Muchos factores climáticos están conectados con el hielo y por eso es tan complicado dar una respuesta definitiva sobre cuál es la variable que más influyó en el aumento de la extensión de hielo marino, porque todo es una combinación de factores, pero los estudios apuntan a que esto se está produciendo por un efecto termodinámico, que es una combinación de una baja de la temperatura y de empuje de los vientos”, agrega.
 
De acuerdo al análisis realizado, la científica de Fundación Cequa señala que hay varias teorías que proponen que puede ser una anomalía puntual o parte de un ciclo la tendencia a la expansión del hielo marino que se ha registrado en los últimos cinco años.
 
Varios estudios complementarios apuntan a que se trata de una variabilidad natural, a la que se han sumado distintos factores. Por ejemplo en los años 2013 y 2014 se produjo el Fenómeno del Niño de manera continuada. Lo más probable es que se hayan combinado variaciones naturales de varios factores climatológicos que han actuado en sincronía sumando sus efectos.
 
Lo concreto es que “mientras que la disminución de hielo en el Artico muestra una tendencia muy clara, los últimos tres años han presentado máximos históricos de extensión de hielo marino en la Antártica, pero no se tienen suficientes observaciones para inferir si se trata de una anomalía o de un aumento que se mantendrá en el futuro, también debido a la gran variabilidad interanual del clima antártico.
 
Por lo tanto, es fundamental identificar correctamente todos los factores que están llevando al aumento de hielo marino en la Antártica y estudiar sus tendencias futuras, para prever si llegará o no a compensar las pérdidas globales y mitigar algunos de los impactos del calentamiento global”.
 
FUENTE: La Prensa Austral, 31 / julio / 2016

sábado, 30 de julio de 2016

DEBATE SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO EN LA RURAL ¿UNA NUEVA BARRERA AL COMERCIO AGRÍCOLA?




Los objetivos trazados en París por la comunidad internacional para moderar y reducir las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero podrían esconder una serie de amenazas para países productores de alimentos como la Argentina, según advirtieron diversos especialistas reunidos en una jornada sobre Cambio Climático que se realiza en la Exposición Rural de Palermo. 
El propio dueño de casa, el titular de la Sociedad Rural Luis Miguel Etchevehere, advirtió al abrir las deliberaciones que en medio de este debate "existe el riesgo de un nuevo proteccionismo verde", que podría imponer barreras paraarancelarias al comercio de productos agropecuarios a los países que no cumplan con las expectativas de reducción de CO2, Metano y otros gases que afectan el clima. Por eso pidió prestar especial atención a este proceso internacional destinado a fijar niveles de reducción en las emisiones, de las cuales una parte de las culpas corresponden al sector agrícola y ganadero.

Mirá también: Advierten que se elevó la altura de la napa en la región pampeana

Etchevehere, que participó como representante del sector privado en las deliberaciones de la COP21, señaló que el cambio climático implica "serias modificaciones para la producción de alimentos, pues va a ser más difícil producir en un contexto climático tan cambiante". Pero a la vez sostuvo que los sistemas productivos como el argentino, con una amplia preponderancia de la Siembra Directa, "pueden ser parte de la solución" para la mitigación del calentamiento del planeta.
Nora Capello, secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, elogió el resultado de la cumbre de París, pues allí se puso un límite a la pretensión de los países más desarrollados de imponer restricciones a los sistemas productivos de los países en vías de desarrollo. "Hasta ahora se trató de evitar que este tema afecte a la producción de alimentos", explicó. Pero de inmediato recomendó no bajar la guardia ante el avance del trabajo técnico, especialmente para la medición de las emisiones. En ese sentido, dijo que será clave la nueva ronda multilateral, prevista para noviembre de este año en Marruecos.

 
La Argentina, según el especialista de la FAO Henning Steinfeld, está a mitad de camino en materia de emisión de gases, especialmente por la alta preponderancia de su ganadería bovina, principal emisora de Metano, que representa un 6% de las emisiones totales. La estimación de las Naciones Unidas para el país afirman que un 42% de las emisiones totales producidas por el país tienen origen en la actividad agrícola, aunque la principal fuente de emisión sigue siendo el sector de la energía.

Mirá también: Advierten que en el país hay 40 millones de hectáreas inundables

Steinfeld recomendó a la Argentina comenzar aplicar una serie de políticas de largo plazo, sobre todo en el terreno ganadero, para comenzar a mitigar sus emisiones. Los caminos son múltiples y pasan por mejoras las dietas de los rumiantes, realizar mejoras en la genética del rodeo, aumentar el peso de faena de los bovinos, y estimular la siembra de pasturas que faciliten la captura de dióxido de Carbono (CO2). "Deben adoptar una estrategia de crecimiento verde para su sector ganadero", recomendó el experto.

Mirá también: Líderes del todo el mundo firman un acuerdo para intentar salvar al planeta

Hasta el momento, según lo establecido en la COP 21, unos 180 países han quedado con la tarea de definir sus metas de reducción de gases del efecto invernadero, Según la FAO, la ganadería es responsable del 14,5% del total de las emisiones a escala global, y dentro de ese porcentaje un 41% de los gases provienen de la ganadería bovina. La deforestación de grandes superficies para producir alimentos es otra de las grandes causas del calentamiento.

Mirá también: Los manejos sustentables reducen la emisión de gases invernadero

En la Exposición Palermo hubo lugar para una dura polémica, ya que el especialista Albrecht Glatzle, puso en dudas todo el sistema de medición de este tipo de emisiones. "Hay valores muy inflados que son asignados a la carne sudamericana", lanzó, insinuando que los países más desarrollados se guardan un As bajo la manga para administrar a su favor el comercio de alimentos bajo el presupuesto de esta pelea contra el cambio climático.

FUENTE: Clarín ieco,  25 / julio / 2016

CUANDO LA EMPRESA PARTICIPA EN LA MITIGACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO.





La responsabilidad de actuar ante el cambio climático es de todos y el sector privado tendrá que aportar su grano de arena en la mitigación.  Un nuevo informe presentado en la Cumbre de Negocios y Tiempo en el Guildhall (Ciudad de Londres, R. Unido) denominado "El aspecto de negocios del cambio climático". Se cifra y evalúa por vez primera la posible contribución de las empresas de todo el planeta a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Según presenta el informe, las empresas podrían reducir mundialmente sus emisiones de gases de efecto invernadero en un equivalente anual de tres mil setecientos millones de toneladas métricas de CO2 en 2030, que en realidad representa el 60% de las contribuciones determinadas a nivel nacional del COP21 (Acuerdo de París,  que representa la lucha contra los efectos del cambio climático y en beneficio del medio ambiente a nivel mundial)

Según los datos ofrecidos, la reducción de emisiones podría lograr un equivalente anual de diez millones de toneladas métricas de CO2. Más de la mitad de lo necesario para limitar el calentamiento global a menos de 2°C (Una prioridad del COP21), si se opera con un entorno normativo adecuado y en conjunto por una acción en beneficio de reducir los efectos del cambio climático.

Las investigaciones del NCI  (New Climate Institute) y el CDP  (Carbon Disclosure Project) han estudiado 5 iniciativas clave de la acción climática mundial que ponen de manifiesto que las empresas son determinantes para la acción climática. El informe examina lo que se conseguirá con cinco ideas de negocio clave sobre la acción climática (EP100; RE100; Science Based Targets; LCTPi & Zero De-forestation), para después examinar un escenario en el que todas las empresas se unen a estas iniciativas.

El informe determina tres puntos clave que deben de ser considerados:
  • La cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que las empresas reducirán para 2030, si siguen en la línea actual,  equivaldrían anualmente a 3.700 millones de toneladas métricas de CO2.
  • El potencial de esta contribución podría llegar a ser el equivalente anual de 10.000 Millones de toneladas métricas de CO2 para 2030 en caso de tener un entorno normativo que incentive la participación de todas las empresas relevantes;
  • El número de empresas – a nivel mundial - que suscriben estas iniciativas podría aumentar de 300,  a más de 3500 en 2030 con un apoyo adecuado.
Para lograr este ambicioso objetivo, gobiernos y empresas deben continuar trabajando juntos para crear un  marco regulatorio que  permitir que la acción climática mejore desde un ecosistema de innovación y educación ambiental. El informe exhorta a gobiernos de todo el mundo a:

Crear incentivos y ayudas para los compradores y vendedores de productos sustentables a todos los niveles.

Ofrecer ayudas y amortización de capital para hacer inversiones más atractivas en el sector de la eficiencia energética y la eficacia de los recursos.
Reducir la carga administrativa y costos de certificación para los productores de bienes y servicios sostenibles o basados en el respeto con el medio ambiente.

Soporte para tecnologías de baja emisión de carbono. La innovación y renovación tecnológica es necesaria para promover no sólo una competitividad sana, sino también para adquirir herramientas y entornos más eficientes  contra el cambio climático.

Fomentar herramientas para ofrecer contratos de energía renovable con el objetivo de que sea más fácil el acceso a las mismas por las empresas.
Ayudar a las empresas a construir sus propias instalaciones de electricidad renovable o de alternativa energéticas sostenibles, una cuestión que no se puede eludir en ninguna de sus formas ante el gasto energético que presenta el sector empresarial.

Y posiblemente uno de los puntos más importantes, informar a todos los niveles y estratos de la empresa, así como un control constante de los posibles avances.
Las empresas deben de empezar a reconocer que la transición hacia una economía baja en carbono es la única manera de garantizar una estabilidad y crecimiento económico sostenible con un carácter prospero para todos.

FUENTE:  diario_responsable ,  30 / julio / 2016

lunes, 25 de julio de 2016

CAMBIO CLIMÁTICO Y GESTIÓN SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS.






 Este es el título de un curso de verano de la Universidad de Alicante desarrollado entre el 18 y el 19 de julio en la Sede de Villena, magníficamente dirigida por Antonio Martínez Puche. Son muchos los indicadores que nos llevan a pensar en un cambio climático, relacionado en mayor o menos medida con el aumento de las emisiones de CO2 de origen humano en los últimos tiempos.

Sean o no ciertas todas las cuestiones que se citan en este contexto, lo que resulta evidente es que es exigible un cambio en la gestión de los recursos territoriales que nos acerque a la sostenibilidad. De esta forma conseguiríamos no sólo frenar ese cambio, sino, sobre todo, adaptarnos a sus posibles consecuencias. En este proceso la buena gestión del agua es fundamental.

Al margen de que todo lo apuntado por las previsiones del IPCC no tiene por qué cumplirse en toda su extensión, resulta muy necesario tomar conciencia de la necesidad de cambiar nuestro modelo energético, es más, nuestro propio modelo de vida y consumo.

El 18 de julio Jorge Olcina nos habló de las principales repercusiones de ese cambio climático en el entorno mediterráneo. José Miguel Viñas, Robert Monjo, Juan José Villena, Rubén Torregrosa y yo mismo insistimos en la necesidad de mejorar las herramientas de comunicación en lo referido a estas cuestiones para evitar los sensacionalismos, las demagogias, los errores o, directamente, las invenciones, que vemos todos los días en los medios de comunicación de masas y en las redes sociales.

El 19 de julio fue un día más dedicado a una correcta gestión de los recursos, necesaria, se cumplan o no los escenarios del IPCC. María Vallés, Fabián Reynolds, Sergio Sánchez y Álvaro Morote nos enseñaron diversas herramientas de mejora en la gestión del agua pero no desde la oferta sino desde la demanda, haciendo especial incidencia en el uso de recursos no convencionales como los caudales de los pluviales urbanos o las aguas grises.

Por último, María Hernández, codirectora del curso junto a quien escribe, insistió en recordar la necesidad de recuperar o mantener tareas vinculadas a los paisajes agrarios, no ya en su función productiva o estética, sino como auténticos sistemas de defensa ante determinados riesgos naturales.

Casi 20 alumnos estuvieron a la altura e interactuaron magníficamente de modo que todos esperamos que estos cursos se reproduzcan, porque son realmente necesarios.

FUENTE: Levante , El Mercantil Valenciano ,  22 / julio / 2016

EL CAMBIO CLIMÁTICO REDUCE LA PRODUCTIVIDAD LABORAL.




El cambio climático, improductivo
Un trabajador de un campo de petróleo en Minhla, Myanmar (Birmania)
 (Taylor Weidman / Bloomberg)

Las temperaturas extremas fruto del cambio climático ya han reducido entre un 15% y un 20% la capacidad productiva laboral de algunos países, y se estima que este porcentaje se duplicará para el 2050. Esta pérdida de productividad podrá costarle a la economía global más de 1.800 millones de euros de aquí al 2030, según un informe del Instituto Internacional de Salud Global, de la Universidad de las Naciones Unidas en Kuala Lumpur (Malasia).
 
Al menos 43 países, especialmente los del Sudeste Asiático, con climas tropicales y en su mayoría en vía de desarrollo, registrarán pérdidas en sus economías por el descenso de capacidad laboral por el calor extremo. Se calcula que el PIB de China podrá reducirse un 1% en los próximos quince años. Las pérdidas del PIB que sufrirán India y China juntas podrían sumar en el 2030 un total de 410.000 millones de euros, señala el estudio.
 
Pero las principales víctimas de los efectos del cambio climático son los países menos adelantados y los que, paradójicamente, menos han contribuido a él. Países africanos, como Ghana y Nigeria; asiáticos, como Indonesia, Malasia, Tailandia y Filipinas; o latinoamericanos, como México. Todos experimentarán una mayor recesión en sus economías al bajar la productividad.
 
La publicación advierte de que se diferenciarán aún más las clases sociales de cada país, pues los sectores más perjudicados serán aquellos peor remunerados y de baja cualificación, como la construcción, o vinculados a las tareas rurales, que implican un duro trabajo físico y una mayor exposición al sol.También la producción industrial se verá afectada por las temperaturas extremas, ya que “muchas fábricas y oficinas de los países tropicales carecen de sistemas de climatización eficientes”, reza el informe.
 
“El incremento desmesurado de las temperaturas imposibilitará el trabajo en determinados entornos. Esto hará que se pierdan empleos y, evidentemente, repercutirá en la economía”, explica a La Vanguardia Joaquín Nieto, director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en España, quien afirma que uno de los derechos laborales más consolidados es el de trabajar a temperaturas adecuadas y que esa normativa no cambiará. “El derecho que está en juego es el derecho al trabajo”, sentencia.
 
El calentamiento de la superficie del planeta intensificará la brecha entre los países ricos y los países menos adelantados, que no disponen de recursos para asumir las consecuencias que éste supone. Entre el 1980 y el 2012 sucedieron un total de 21.000 desastres naturales, que costaron más de 3,6 billones de euros, cantidad equivalente al PIB de Alemania.
 
La conferencia de París celebrada el pasado diciembre fijó el compromiso de financiar la adaptación en los países en vías de desarrollo al cambio climático y acordó las contribuciones para reducir las emisiones de gases invernadero. Isabel Kreisler, responsable de políticas climáticas de Oxfam Internacional, ha calificado de “claramente insuficientes” las promesas acordadas. Kreisler asegura que “si se incrementara la ambición de los objetivos de mitigación, habría menos necesidad de financiar los planes de adaptación”. Pero los avances han sido tímidos, opina Kreisler. “Sabemos lo que hay que hacer. Es un problema de voluntad política. Se está apostando por la solución equivocada”, lamenta.
 
La inversión que los países del G-20 están destinando a subsidiar las energías fósiles es cuatro veces mayor que la inversión a nivel mundial en energías renovables, según informa la citada organización.
 
“No es un problema de desconocimiento científico, ni de tecnología, ni de inversión disponible. Si hay este volumen de financiación para apoyar a los combustibles fósiles, esa misma cifra se podría destinar a soluciones limpias ”, dice Kreisler.
 
“La gran incógnita es en qué medida los gobiernos van a priorizar lo establecido en París o van a seguir anteponiendo otras agendas”, concluye.
 
FUENTE: La Vanguardia ,  25 / julio / 2016
 
 

jueves, 21 de julio de 2016

EL GOBIERNO ESPAñOL SELECCIONA 130 PROPUESTAS PARA HACER FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO.


El Gobierno selecciona 130 propuestas para combatir el cambio climático



El Consejo Rector del Fondo de Carbono ha seleccionado un total de 130 propuestas dentro del proyecto "Clima 2016" que servirán para reducir de una forma efectiva las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero responsables del cambio climático.


El Fondo de Carbono (FES-CO2) es un instrumento de financiación climática, que pretende reorientar la actividad económica hacia modelos bajos en carbono al mismo tiempo que se contribuye al cumplimiento de los objetivos internacionales en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

 El ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha informado hoy de la selección de las propuestas correspondientes a la convocatoria de 2016, que tienen un presupuesto asignado de 20 millones de euros.

Las propuestas que se han seleccionado abarcan la totalidad de los sectores difusos (el transporte, el residencial, comercial, residuos, agricultura o fluorados) y los proyectos deberán presentar cálculos estimativos de reducción de emisiones.

La reunión del Consejo Rector del Fondo ha sido presidida por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, y a la misma ha asistido también la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui.

En la reunión se han aprobado nuevas metodologías de cálculo de reducción de emisiones para proyectos de fomento de vehículo compartido, y proyectos de compostaje colectivo o comunitario.

Según el Ministerio, con la puesta en marcha del Fondo se manda una señal “clara” hacia un cambio de estrategia en la lucha contra el cambio climático, donde el esfuerzo se centra en alcanzar reducciones de emisiones en España. EFE.

FUENTE: EFE VERDE,  21 / julio / 2016

CIENTÍFICOS CLONAN SECUOYAS PARA COMBATIR EL CAMBIO CLIMÁTICO.








Al pie de una secuoya gigante en la Sierra Nevada de California, dos arbolistas se colocaron los arneses y treparon por cuerdas a una altura de más de 20 pisos, hasta la copa de un árbol que ha sobrevivido miles de años, soportando sequías, incendios forestales y enfermedades.

Allí, los expertos cortaron brotes de ramas jóvenes para llevarlas a mano a través de medio país para clonarlos en un laboratorio y, con el tiempo, sembrarlos en un bosque en otro lugar del mundo.

Los dos forman parte de un equipo que creen que las secuoyas y otros árboles de su familia cuentan con algunas de las genéticas más robustas de los árboles del planeta, y que propagarlos ayudará a revertir el cambio climático, al menos un poco.

"Es un milagro biológico, dijo Jim Clark, uno de los escaladores, ya de vuelta sobre tierra firme y con un brote verde en la mano. "Este fragmento de tejido... puede arraigar, y tenemos un árbol de 3.000 años en miniatura".

La expedición a Camp Nelson, una comunidad de montaña que se encuentra unas 100 millas (160 kilómetros) al sureste de Fresno, estaba dirigida por David Milarch, cofundador del Archivo Arcángel de Árboles Antiguos.

El experto, afincado en Michigan, defiende la urgencia de restaurar los diezmados bosques del planeta. En dos décadas, señaló, su grupo sin fines de lucro ha clonado 170 tipos de árboles y plantado más de 300.000 en siete países gracias a propietarios de terrenos dispuestos a participar.

"Es una carrera contra el tiempo", dijo Milarch. "Si esperamos ahora mismo, podemos perseguir al cambio climático y revocarlo antes de que sea demasiado tarde".

Las secuoyas que crecen en la Sierra están entre los árboles más grandes y ancianos del mundo, y en algunos casos alcanzan los 300 pies de altura (91 metros) y hasta 3.000 años de edad.

Milarch, de 66 años, cree que el tamaño y la robustez de estas especies las hacen ideales para absorber gases de efecto invernadero que impulsan el cambio climático en el planeta.

Un escéptico es Todd Dawson, profesor de biología integrada en la Universidad de California, Berkeley.

Él admite los esfuerzos creativos del Archivo Arcángel, pero señaló que no está claro si los enormes árboles tienen genes superiores o simplemente tuvieron suerte de no acabar en un aserradero.

Hay pocas posibilidades, señaló, de que clonar y plantar un número limitado de árboles ayude a enfriar un planeta que se está calentando. El profesor está a favor de estrategias más amplias como los límites al consumo de combustibles fósiles y proteger los grandes bosques húmedos del mundo.

"Ése es uno de los aspectos sobre el calentamiento global-- es un problema global", dijo Dawson. "Va a tener que plantar muchos árboles para combatir el calentamiento global".

En el laboratorio de Arcángel en Copemish, un pueblo en el noroeste de Michigan, Clark y otro especialista cortaron los extremos de 2.000 brotes y los colocaron en pequeños semilleros. Allí crecen bajo lámparas especiales, en condiciones diseñadas para fomentar que echen raíces.

Clonar árboles antiguos es complicado, señala el personal del laboratorio, y muchas muestras no sobreviven.

El equipo viajará este año al oeste para plantar hasta 1.000 ejemplares de secuoyas en una región fría y húmeda de Oregon donde los árboles tienen buenas posibilidades de crecer.

Bill Verner, un consultor de horticultura con sede en Monterey, California, y que ha trabajado con el grupo, dijo que ante el calentamiento global resulta fácil restar importancia a los esfuerzos de un grupo "renegado" que depende mucho de las donaciones y de arbolitas y botánicos voluntarios.

"Eso no es justo", dijo Werner. "Puede ser un granito de arena pero al menos alguien está haciendo algo".

FUENTE: Noticieros Televisa, 20 / julio / 2016

miércoles, 20 de julio de 2016

UN MICROBIO MUY IMPORTANTE PARA ENTENDER COMO AFECTA EL CAMBIO CLIMÁTICO EN LOS OCÉANOS.



Una célula individual de una bacteria de una zona baja en oxígeno nacida en el laboratorio de la Universidad de Washington, vista al microscopio


Un equipo de la Universidad de Washington (UW), en Estados Unidos, ha arrojado nueva información sobre una bacteria común pero poco conocida que se sabe que vive en aguas profundas. Mediante el cultivo y la secuenciación del genoma completo de estos microbios, los oceanógrafos descubrieron que contribuyen significativamente a la eliminación del nitrógeno que sustenta la vida del agua de maneras nuevas y sorprendentes, informa Europa Press.

«Si queremos entender cómo están funcionando los océanos y ser capaces de modelarlos cualquier tipo de forma predictiva, tenemos que entender con mayor precisión cuáles son las entradas y salidas», dice el autor principal, Robert Morris, profesor asociado de Oceanografía en la Universidad de Washington. «Este es un organismo importante que fija carbono, que está involucrado en la pérdida de nitrógeno y se encuentra en partes del océano que están cambiando debido al cambio climático. Ahora tenemos el primer cultivo en el laboratorio y podemos estudiar su fisiología», añade.

Las tortugas marinas y ballenas pueden ser las criaturas carismáticas del mar, pero los verdaderos capos del océano constituyen el 98 por ciento de la biomasa del océano y, sin embargo, individualmente son demasiado pequeños para verse a simple vista. Los microbios marinos, un grupo diverso de organismos que incluye microalgas, virus, bacterias y arqueas, son la base de la cadena alimentaria marina y son responsables de controlar gran parte del flujo de nutrientes del océano y de la salud.

Sin embargo, dada su prevalencia, se sabe muy poco acerca de cómo interactúan y llevan a cabo los procesos fundamentales en el océano, particularmente en aguas profundas, de bajo oxígeno, donde los efectos del cambio climático son cada vez significativos. En estas zonas, hasta la mitad de todo el nitrógeno disponible --un nutriente que es esencial para toda la vida del océano-- se pierde debido a la velocidad de los procesos microbianos por la mayor temperatura del agua del océano y menor circulación.

El organismo investigado por estos científicos, que ha recibido el nombre de ‘Candidatus Thioglobus autotrophicus’, está presente en aguas pobres en oxígeno en todo el mundo y es uno de los organismos dominantes en estas áreas, entre el 40 y el 60 por ciento de todas las células en algunas regiones, según detallan los autores en un artículo que se publica este martes en ‘Multidisciplinary
Journal of Microbial Ecology’.

Los seres vivos utilizan el oxígeno para sus actividades metabólicas, pero en zonas con poco oxígeno, las bacterias y las arqueas han evolucionado para «respirar» otros elementos disponibles en el agua de mar. Uno de ellos es una sustancia química llamada nitrato que, respirado, produce nitrógeno gaseoso. Este gas escapa a la atmósfera, dejando el océano y eliminando el valioso nitrógeno del agua.

Las bacterias cultivadas y secuenciadas por los oceanógrafos de la UW se han catalogado como importantes en la eliminación de nitrógeno del océano, pero hasta ahora los científicos no tenían una imagen completa de cómo sucedía. «Estamos llenando los vacíos, proporcionando un genoma completo --dice la autora Vega Shah, estudiante de doctorado en Oceanografía de la Universidad de Washington--. Ahora podemos hablar tanto de lo que estos organismos pueden como de lo que no pueden hacer».

El equipo de investigación confirmó que las bacterias están contribuyendo a la pérdida de nitrógeno, pero de una manera diferente de lo esperado. Más específicamente, son responsables de un paso clave --la conversión de nitrato a una sustancia química similar llamada nitrito-- que luego pasa a alimentar otros procesos de eliminación de nitrógeno.

La investigación anterior había planteado la hipótesis de que estos microbios también producen amoniaco, otro producto químico que contiene nitrógeno. En lugar de ello, el equipo de la UW encontró que los microbios consumen amoniaco, esencialmente compitiendo con otros organismos por este compuesto de nitrógeno que también es importante para el crecimiento y el desarrollo.

A escala mundial, las áreas del océano donde viven estas bacterias son cada vez más grandes a medida que el cambio climático crea condiciones que producen zonas de bajo oxígeno, como temperaturas más calientes del océano y menor circulación de agua. «Lo más importante es que sabemos que diferentes tipos de zonas de mínimo oxígeno que albergan estos organismos son cada vez más grandes y más persistentes --detalla Shah--. Por lo tanto, toda la influencia que estos microorganismos tienen en la química del agua y la atmósfera se volverá más y más importante, básicamente, porque su hábitat se está expandiendo».

El cultivo de este organismo en el laboratorio no fue una tarea fácil. Los oceanógrafos de la UW combinaron varias técnicas para cultivar las bacterias lo más cerca posible a su ambiente nativo del océano y les costó casi un año para estabilizarlos hasta el punto que los investigadores pudieran empezar a hacer experimentos fisiológicos. Incluso los experimentos les llevaron más tiempo de lo normal, debido a que estos organismos crecen mucho más lentos que la mayoría de los cultivos desarrollados en el laboratorio.

«La mayoría de los experimentos duraron de 10 a 15 días, ya que estaban creciendo tan lentamente. Pero la ventaja es que en realidad se están comportando de manera muy similar a como lo hacen en el medio ambiente marino», resalta Morris. Shah recogió el organismo de un fiordo con bajo contenido de oxígeno de la costa de Columbia Británica desde el ‘R/V Thomas G. Thompson’ durante un crucero de investigación de estudiantes y luego empleó estos organismos para cultivar descendientes idénticos en el laboratorio.

Los investigadores continuarán su investigación para desenterrar el papel que esta bacteria desempeña en los ciclos de carbono y azufre de los océanos. También recibieron recientemente fondos de la Fundación Nacional de Ciencias para estudiar este organismo y sus familiares en otras áreas de bajo oxígeno en todo el mundo, incluyendo en las costas de México.

FUENTE: La razón.es, 20 / julio /2016



LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO SUPERAN LOS ESPACIOS TERRITORIALES


Los efectos del cambio climático no entienden de espacio Schengen, dice el secretario general de la UpM


“No existe un reto que un país pueda resolver unilateralmente, ni dos países”, afirmó Sijilmassi en un encuentro con los medios de comunicación en el segundo foro mediterráneo contra el cambio climático (MedCOP Clima) que hoy se clausura en Tánger (Marruecos).
Para este marroquí, que el Mediterráneo tenga una agenda común contra el cambio climático supone una “contribución esencial” para los países de la región pero también para la agenda internacional.
Sijilmassi apostó por acelerar la “agenda positiva”, incidir en lo que une a la región: “en el tiempo que vivimos es una obligación”.
Estas son algunas de las ideas que se debatieron además en este foro, que se celebra a medio camino entre la cumbre del clima de París (COP21) y la de Marraquech (COP22), en noviembre de 2016.
Los participantes coincidieron en que el Mediterráneo será una de las regiones que mayor impacto sufrirá del calentamiento global, de ahí la necesidad de pasar a la acción y conseguir una hoja de ruta común con la que cumplir los compromisos internacionales del clima.
En el acuerdo de París los países se comprometieron a mantener el incremento de la temperatura global por debajo de los 2 grados, aunque también a dedicar sus esfuerzos para no rebasar los 1,5.
Para el secretario general de la UpM (con sede en Barcelona), la COP21 de París supuso el acuerdo y la COP22 será la de las “acciones”.

En cuanto a la relación entre cambio climático y emigración, Sijilmassi aseguró que existe “obviamente un vínculo” y si no se reacciona, también conjuntamente, habrá más: “hay que anticiparse”.

Desplazados climáticos

Precisamente la necesidad de integrar cambio climático y emigración es uno de los temas que se debatieron en este foro.

François Germenne, de Sciences Po París, apostó por despolitizar la migración y opinó que los refugiados climáticos en nada difieren de los que huyen por una guerra o por la pobreza.
En este sentido, pidió que la próxima cumbre del clima de Marraquech centre la atención en este problema.

Ana Fonseca, de la Organización Internacional por las Migraciones de Marruecos, coincidió con Germenne en la necesidad de abordar este asunto, pero no solo desde el punto de vista de los ministros del Interior, sino con otros ángulos, entre ellos el cambio climático.

Si bien es difícil aún dar cifras sobre desplazados por el clima, sí hay informes que unen fenómenos naturales y migraciones.
Según datos del Observatorio sobre Situaciones de Desplazamiento (IDMC) del Consejo Noruego para los Refugiados, desde 2008 más de 180 millones de personas se han visto obligados a dejar su vivienda a causa de desastres naturales como terremotos, tsunamis o inundaciones.

El cambio climático agravará la frecuencia de alguno de estos fenómenos, según los asistentes al foro, así que de no actuar habrá también un agravamiento de los movimientos migratorios forzados.

Financiación del clima

En el foro MedCoP Clima también se celebró la reunión del Comité Regional de Cooperación sobre la Financiación del Clima.

Este comité, creado a partir de una iniciativa de la UpM, reúne a los principales organismos internacionales de acción en materia del clima en el Mediterráneo (Green Climate Fund, Global Environmental Facility, Banco Europeo de Inversiones, Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, Agencia Francesa de Desarrollo, Comisión Europea o la asociación UNEP-DTU).


Vista de una planta de paneles fotovoltaicos.
Vista de una planta de paneles fotovoltaicos. EFE/Alexandra Wey


Tiene como objetivo promover la cooperación y hacer más eficaz la financiación de los proyectos e iniciativas sobre el clima en el Mediterráneo para las ciudades compartiendo experiencias e intercambiando información entre los organismos.

La tercera reunión constituyó “una magnífica ocasión” para congregar a los promotores, a los donantes y a las diferentes agencias especializadas de la ONU con las redes mediterráneas que trabajan en el ámbito de la ciudad sostenible para tratar la cuestión de la financiación de las ciudades en el marco de la lucha contra las alteraciones climáticas, según una nota de la UpM.

Por último, la MedCOP Clima 2016 ha sido la ocasión para lanzar el proyecto Energy University by Schneider Electric de la UpM.

El objetivo de este proyecto, es el de proporcionar cursos en línea gratuitos sobre las energías renovables y la eficacia energética.

Los cursos gratuitos y en línea están dirigidos a todos los profesionales de la energía de los Estados miembro de la Unión por el Mediterráneo.

Los cursos los imparten 23 asociaciones profesionales internacionales, encargadas también de expedir los certificados correspondientes.

FUENTE:  EFE Verde ,  19 / julio /2016

lunes, 18 de julio de 2016

IMPULSAN EL USO DE TECNOLOGÍAS AGRÍCOLAS PARA MITIGAR EL CAMBIO CLIMÁTICO.



Intensas lluvias, largas sequías o fuertes nevadas, son algunos de los efectos meteorológicos que se vienen dando desde hace un tiempo y que continuarán en los próximos años si no se hace algo al respecto. Esto no es más ni menos que la consecuencia del cambio climático. El aumento de la temperatura traerá graves problemas no sólo para las cosechas de la región, que verán mermada su producción, sino también a nivel global. Las soluciones dependerán de un cambio tecnológico, económico, institucional y de conducta de todos los países para formar un medio ambiente sin que esto implique desacelerar el ritmo cotidiano de la sociedad en su conjunto.

Un trabajo elaborado tiempo atrás por el Banco Mundial sostuvo que en el caso de América del Sur, se verá afectada por una disminución en el rendimiento agrícola si no se aplican medidas de adaptación y una fertilización constante que permita una reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Desde ahí el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), a través de la Junta Interamericana de Agricultura, representado por los 34 ministros del área, resolvieron dar como prioridad manejar el recurso agua como una forma de luchar contra la desertificación y mitigar los efectos de la sequía. Para esto se darán a conocer distintas tecnologías al alcance de los productores.

En diálogo con este diario, el representante del IICA en Brasil, Hernán Chiriboga, explicó que “se trata de tecnologías conocidas con el nombre de cosecha de agua, que no es más saber administrar el recurso. Consideramos que las mismas son factibles, económicas y funcionan bien, y por eso creemos que de se deben compartir con la mayor cantidad de agricultores”.

Se trata de herramientas que buscan adaptarse a los períodos cortos de lluvias de forma tal que se puedan almacenar para el resto del año disminuyendo su impacto en el suelo.
Para el director del Centro para la Promoción de la Conservación del Suelo y del Agua (Prosa), Roberto Casas, “las distintas tecnologías se pueden aplicar en agriculturas de variada escala. Es el caso de los escurrimientos, que se trabaja a nivel de cuencas aplicado a una superficie de miles de hectáreas. El concepto es retener el agua donde cae”. Dependerá entonces de cada gobierno impulsar políticas públicas que permitan devolverle al suelo su papel como recurso estratégico para un país.


Hasta 2030

Un ciclo de lluvias y sequías en el continente americano

El continente americano atraviesa un por un fenómeno conocido como oscilación multivariada del Atlántico (OMA), que no es más que el calentamiento oceánico provocando por ejemplo la concentración de lluvias en el mar y el litoral, generando sequía en los campos.
Esto se pudo ver por ejemplo en el 2013 en EE.UU., que sufrió la peor sequía de los últimos 50 años.

En Sudamérica a través del ingreso de humedad atmosférica y lluvias en la Cuenca del Plata, pero pocas hacia el interior de la región. Hoy, el norte de la Argentina sufre no sólo de sequías sino también de fuertes heladas. Se trata de un ciclo que dura 60 años y que arrancó en los años 70 en su etapa más buena y que termina con la mala en 2030.

La OMA ya produjo consecuencias en el país. En las campañas 2007-2008 y 2008-2009 se cultivó trigo-soja en plena sequía, lo que marcó la receta para el desastre.

Sin embargo, hoy estamos superando la capacidad del sustento del suelo. Ése es el problema más serio. La no rotación de los cultivos hace que el suelo se torne vulnerable a la falta de agua.

FUENTE: BAE Negocios, 7 / julio / 2016

EL CAMBIO CLIMÁTICO PODRÍA PONER EN JAQUE AL REINO UNIDO.




A pesar de que el verano se resiste a llegar a Londres de manera definitiva, lo cierto es que las altas temperaturas y el cambio climático son algunas de las grandes amenazas que podrían transformar el futuro tanto de Reino Unido como de buena parte del globo terráqueo en los próximos años.

El Committee on Climate Change Adaptation ha emitido, bajo el nombre de UK Climate Change Risk Assessment 2017un informe donde alerta de los peligros y las transformaciones que podrían sufrir las islas británicas debido a los repentinos cambios climáticos al que está sometido el planeta.
Uno de los fenómenos que afectaría de forma determinante a Reino Unido serían las inundaciones. Ya a día de hoy, se estima en 340 millones de libras los daños provocados cada año como consecuencia de las fuertes lluvias. Una subida general de la temperatura de 2ºC  incrementaría en un 40% tanto los daños como el número de hogares afectados para el año 2050.


riesgo inundaciones


Según este estudio, Inglaterra sería la nación más afectada del Reino Unido debido a las inundaciones (76%) seguido por Escocia (14%), Gales (7%) e Irlanda del Norte (2%). La subida del nivel del mar es otro factor que, debido a este calentamiento global del planeta, podría repercutir en un número considerable de hogares, sobre todo en zonas como Cleethorpes, FleetwoodEastbourne.

Reino Unido rondaría los 40 ºC en verano

El informe publicado por el Committee on Climate Change Adaptation habla de las altas temperaturas como otro de los factores determinantes que afectarán a Reino Unido en los próximos años. Para el año 2040 se estima que las temperaturas podrían alcanzar los 38,5ºC como normal general. Estos sofocantes veranos serían una amenaza importante sobre todo para las personas mayores.


Victoria estation inundada


Otro de los problemas con los que se podría encontrar Reino Unido en torno al año 2050 sería la escasez de agua, cuya demanda sería superior a la oferta en algunas zonas del país. Las altas temperaturas, las frecuentes inundaciones y la escasez de agua afectaría también a la agricultura. El deterioro de la tierra supondría la reducción significativa del porcentaje de suelo cultivable. Este problema traería consigo la necesidad de importar más productos y por lo cuál, el incremento de los precios.

FUENTE: El Ibérico, 18/ julio / 2016

domingo, 17 de julio de 2016

TRUMP ELIGE COMO SU VICE PRESIDENTE A MIKE PENCE, QUIEN NO CREE EN EL CAMBIO CLIMÁTICO.

Pence es un cristiano evangélico y descalifica la ciencia sobre el cambio climático asegurando que es "muy confusa".

Trump elige como su vicepresidente a creacionista que niega el cambio cl...


El candidato republicano Donald Trump ha dicho en múltiples ocasiones que no es un creyente en el cambio climático y que eso es “una broma de China para afectar la economía de Estados Unidos”.

Y aunque el consenso mundial le recrimina que no se trata de fe sino de la evidencia científica, en sus discursos y acciones, el republicano continúa minimizando el tema y la magnitud de la amenaza que representa.

Este viernes, además, sumó otro como él a su papeleta y anunció al magnate Mike Pence como su candidato a la vicepresidencia de Estados Unidos.

Pence es un cristiano evangélico y se califica así mismo como defensor del creacionismo, doctrina filosófica que defiende que los seres vivos han surgido de un acto creador y que no son resultado de un proceso evolutivo.

En diversas ocasiones Pence ha expresado que la ciencia sobre el cambio climático es "muy confusa", buscando descalificarla. Además, el año anterior, se esforzó por bloquear el paso de Plan de Energía Limpia propulsado por el presidente Barack Obama y rechazó la ayuda ofrecida por 22 científicos que le escribieron para ponerse a las órdenes y apoyarlo para luchar con él y cotra los retos que representa el cambio climático para Indiana, donde es gobernador.

En 2008, 82 de los 92 condados de Indiana fueron declarados como zonas de desastre debido al clima de invierno, las fuertes tormentas e inundaciones. Unas 17.000 familias sufrieron daños en su residencia. Las pérdidas superaron los $ 1.9 millones, incluidos las pérdidas de cosechas que excedieron los $300 millones y más de $325 millones en daños a la infraestructura pública.

"Yo no sé si esto (el cambio climático) es un problema resuelto por la ciencia hoy en día ... sólo desde hace unos años que estamos hablando sobre el calentamiento global, pero nosotros no hemos visto una gran cantidad de calentamiento de los últimos tiempos. Recuerdo que en la década de los 70 que de lo que hablábamos era acerca de la venida de la era de hielo ", ha dicho Pence, quien también apoyó un proyecto de ley que debilitó el programa de eficiencia energética de su estado.

FUENTE: Univisión Noticias, 15 / julio / 2017

EL CAMBIO CLIMÁTICO POTENCIARÁ LOS HURACANES.



Hasta ahora, la costa de Estados Unidos ha permanecido calmada durante esta temporada de huracanes, como lo ha sido a lo largo de esta última década. Desde el 2005, el año de los huracanes Katrina, Rita y Wilma, el país ha estado en una ‘sequía’ de huracanes sin mayor ocurrencia. Las regiones más propensas a huracanes en el país, el sureste y las costas del golfo, han permanecido extrañamente calladas.

En todo caso, científicos del clima creemos que el cambio climático inducido por humanos fortalecerá los huracanes y resultará en mayores desastres. Sabemos que el calentamiento global significativo, más de un grado y medio Fahrenheit, ya ha ocurrido desde los días preindustriales. Así que ¿dónde, se preguntará, están los huracanes poderosos?

Vienen en camino si no tomamos acción más agresiva para retrasar el cambio climático.
También hay gran variabilidad natural, en el Atlántico y otros lugares. Algunas temporadas de huracanes son activas y otras no lo son. Las fluctuaciones ocurren no solo de un año a otro sino hasta de una década a otra y más. La actual sequía de huracanes es una de tales fluctuaciones. ¿Por qué el número promedio de ciclones tropicales es 90 por año, y no más o menos?
Realmente no sabemos.

Pero cuando se trata de la fuerza de los huracanes, tenemos buena comprensión de la ciencia física sobre cómo es controlada la intensidad de huracanes por el clima a gran escala.
A medida que el clima se calienta, los físicos dicen que los huracanes se deben hacer más fuertes, porque la superficie del océano tropical se calienta más que la atmósfera encima de ella, aumentando la temperatura diferencial de la cual las tormentas se alimentan.

También resulta que la influencia humana sobre la intensidad de las tormentas es más complicada de lo que hemos pensado. Las actividades humanas no solo han aumentado las concentraciones atmosféricas de gases de invernadero, pero también concentraciones de aerosoles, partículas diminutas líquidas o sólidas de carros, ahumadoras industriales e incendios. Estas partículas tienden a enfriar el clima absorbiendo y reflejando la luz del sol, aunque no han sido suficiente para prevenir calentamiento global significativo a través del último siglo.

Pero el enfriamiento por aerosoles parece ser desproporcionadamente efectivo en reducir la intensidad de huracanes, y los modelos climáticos sugieren que, por causa de los aerosoles, la intensidad global de huracanes no debería haber aumentado mucho todavía, a pesar del calentamiento causado por gases de invernadero.
Pero no es probable que permanezca así.

Concentraciones globales de aerosoles parecen haber llegado a algún tipo de estancamiento, gracias a regulaciones de la calidad del aire en los Estados Unidos y Europa.
Además, los aerosoles tienden a desaparecer después de unas semanas, mientras que el dióxido de carbono permanece en la atmósfera por mucho tiempo.

Salvo reducciones en emisiones globales mucho más grandes que aquellas acordadas en el acuerdo climático de París, las concentraciones de gases de invernadero seguirán aumentando. Y sin el efecto compensador de crecientes emisiones de aerosoles, el calentamiento del futuro, más que el calentamiento del pasado reciente, fortalecerá a las tormentas más poderosas y destructivas que el planeta puede producir.

FUENTE:  Adam Sobel , redaccion@elcolombiano.com.co ,  17 / julio / 2016

MEDICIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO



El cambio climático es un asunto complejo y de enorme dificultad; por ello, los responsables de políticas ambientales necesitan una fuente de información objetiva acerca de las causas, posibles repercusiones medioambientales y socioeconómicas y tener así respuestas.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) constituyeron en 1988 el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Su misión es evaluar en términos objetivos, abiertos y transparentes la mejor información científica, técnica y socioeconómica disponible sobre el cambio climático en todo el mundo.

El IPCC elabora Informes de Evaluación, Informes Especiales, Guías Metodológicas y Documentos Técnicos. Para la elaboración de estos documentos dispone de tres grupos de trabajo y un equipo especial sobre inventarios nacionales de gases de efecto invernadero. El Grupo I se encarga de la valoración de los aspectos científicos del sistema climático y sus procesos, del cambio climático natural y el inducido por la actividad humana. El Grupo II orienta su actividad hacia el análisis de los impactos, la vulnerabilidad y la adaptación al cambio climático de los sistemas naturales y socioeconómicos. El Grupo III es el responsable de evaluar los aspectos científicos, tecnológicos, medioambientales, económicos y sociales de la mitigación del cambio climático.

Con los resultados del trabajo de estos tres grupos se elabora un Informe de Síntesis que recoge información sobre las bases científicas, la vulnerabilidad, los impactos y adaptación y la mitigación.  Los Informes de Evaluación proporcionan todo tipo de información científica, técnica y socioeconómica sobre el cambio climático, sus causas, sus posibles efectos, y las medidas de respuesta correspondientes.

El Informe de Evaluación y su Informe de Síntesis constituyen uno de los elementos clave para los gobiernos a la hora de fijar los compromisos de las partes para el segundo período de compromiso del Protocolo de Kioto. Se prevé que las temperaturas para fin de siglo (2090-2099), respecto a 1980-1999, aumentarán entre 1.8 y 4 grados Celsius, según los escenarios (0.1 grados por década, al menos). El nivel del mar al final del siglo XXI habrá aumentado entre 18 y 59 centímetros, tanto por la expansión del agua por el calor como por la fusión de los glaciares.

FUENTE: sipse.com , 17 / julio / 2016

miércoles, 13 de julio de 2016

LOS PINGUINOS DE LA ANTÁRTIDA PODRÍAN DESAPARECER DEBIDO AL CAMBIO CLIMÁTICO.


El calentamiento climático estaría afectando a los pingüínos que viven en la Antártida

El pingüino adelaida (Pygoscelis adeliae) es, junto al célebre pingüino emperador (Aptenodytes forsteri), una de las dos especies del ave no voladora nativas de la Antártida. También es uno de los tantos representantes del reino animal cuya supervivencia se ve amenazada por las consecuencias del cambio climático.
Según reveló un estudio reciente de la Universidad de Delaware, esa variedad podría llegar a perder el 60% del hábitat de su población de las alteraciones medioambientales producidas durante el siglo XXI.

El pingüino adelaida permanece en la región antártica desde hace casi 45 mil años. Su hábitat pasó por varias transformaciones, como las expansiones glaciares y las fluctuaciones del hielo marino. Sin embargo, los datos recopilados por el equipo liderado por la oceanógrafa Megan Cimino y publicados en la prestigiosa revista Scientific Reports -de Nature Publishing Groups-, muestra cómo esa gran resistencia podría llegar a su fin debido a los efectos del calentamiento global que azotan al continente antártico.


De acuerdo al informe, el 60% del hábitat de los pingüinos adelaida será, a finales de este siglo, inadecuado para la supervivencia de las colonias de esa especie. Las aves anidan sobre la superficie durante el verano austral -en el hemisferio sur-, y luego migran durante el invierno hasta el límite del hielo marino, donde pueden alimentarse.

Gracias a la utilización de información de estudios de campo e imágenes satelitales de alta resolución, los investigadores obtuvieron casi 30 años de datos de las colonias de esos pingüinos: desde 1981 hasta el 2010. Los científicos analizaron posteriormente año por año y descubrieron tendencias muy diversas en cada una de las colonias durante ese período.

En algunas colonias como la presente en la Estación Palmer, un centro de investigación muy monitoreado en el norte de la Antártida y perteneciente a Estados Unidos, los científicos observaron una disminución de la población de un 80%. Algunos sitios conservaron la estabilidad a través de los años, y en otros incluso hubo crecimiento en el nivel de pingüinos. Sin embargo, las colonias que sufrieron pérdidas de población fueron las que se ubicaron en sitios donde se produjo la mayor cantidad de cambios climáticos, y en los que se dan condiciones por fuera del rango de observaciones históricas.

Los investigadores utilizaron modelos estadísticos para llegar a sus conclusiones y para identificar una relación entre tendencias de población y clima. Esa relación fue luego incorporada a proyecciones de clima a futuro para estimar la calidad del hábitat de estos pingüinos a finales de siglo. El resultado fue el esperable.

Los científicos concuerdan en cuáles serán las consecuencias del cambio climático en la zona: habrá un gran impacto tanto en la calidad y cantidad de comida como en los hábitats en los que anidan. Encima los mares, cada vez más cálidos, podrían llegar a reducir la abundancia de los alimentos consumidos por estos animales. Cimino explicó que "los cambios en el hielo marino y en la temperatura pueden producir cambios en su alimento: el krill y el pescado".

Los cambios "precipitantes" en el clima local también representan una amenaza. La Antártida es fría y seca, pero el calentamiento podría traer lluvias inesperadas o un derretimiento temprano de la nieve, lo que provocaría charcos en la superficie. "Para los pingüinos que ponen huevos y los ubican en el suelo, la lluvia y los charcos son nocivos. Las futuras crías, que todavía no tienen en el huevo plumas a prueba de agua, se pueden mojar y esto podría provocar la muerte por hipotermia", aseguró la investigadora.

Así y todo, Cimino y sus colegas creen que hay varios refugios y zonas en la Antártida en donde podrían sobrevivir, incluso cuando el resto sea completamente inhabitable. En el continente antártico hay 30 países que operan centros y bases de investigación, y siete naciones con disputas territoriales. La oceanógrafa está convencida de que es necesario que se trabaje en conjunto para salvaguardar a una de las dos especies de pingüinos nativas de este paraíso natural.

FUENTE:  El Comercio,  13 / julio / 2016

EL CAMBIO CLIMÁTICO ESTÁ MOVIENDO LAS NUBES.




El cambio climático sigue afectando a nuestro planeta.
El cambio climático sigue afectando a nuestro planeta.
                 
El cambio climático está modificando las estructuras y las características primordiales de la Tierra. Un estudio que analizó datos satelitales descubrió que desde principios de la década de los ochentas las nubes se han estado moviendo hacia los polos, y las nubes más altas se han trasladado a partes más altas de la atmósfera, según informó Scientific American.

Estos cambios corresponden a las predicciones del cambio climático y pueden dar pistas sobre cómo se comportarán las nubes en nuestro planeta cada vez más caliente, lo cual aún es incierto.
“Es realmente la primera evidencia creíble que tenemos sobre el cambio climático y las nubes en nuestros récords de observaciones”, dijo Joel Norris, científico atmosférico del Scripps Institution of Oceanography en La Jolla, California. Norris y su equipo publicaron sus resultados ayer lunes en la revista Nature.

Este estudio es de gran importancia, ya que las nubes son difíciles de observar y de simular en modelos climáticos, según explicó Katherine Marvel, investigadora del clima de la Nasa. Esto se debe a que los investigadores tienen que organizar y relacionar la información de patrones de las nubes a partir de observaciones de satélites. Los satélites están diseñados para recolectar información sobre patrones del clima a corto plazo, no para estudiar el comportamiento a largo plazo que se necesita para los modelos climáticos.

Norris y su equipo trataron de solucionar este problema, al estudiar los datos satelitales de lecturas ‘erradas’, como aquellas arrojadas por sensores degradados con el uso. Los científicos usaron dos bases de datos a largo plazo del cubrimiento de las nubes, y también medidas del contenido de agua sobre los océanos y la reflectividad de la Tierra.

En 2009, el equipo descubrió que había menos nubes en las latitudes medias, comparado con 1938. Este descubrimiento concuerda con las predicciones que indican que las zonas secas se esparcirán por fuera de los subtrópicos y empujarán las tormentas hacia los polos. El equipo también encontró que las nubes más altas subieron más arriba a finales del siglo pasado, hecho que también hace parte de las predicciones de una atmósfera cada vez más caliente.

Ryan Eastman, científico atmosférico de la Universidad de Washington en Seattle, dijo que Norris y sus colegas están haciendo un gran trabajo al usar los datos satelitales de la mejor forma posible. En 2013, Eastman y un colega usaron observaciones de las nubes hechas desde la Tierra y lograron descubrir tendencias parecidas. Su estudio también notó que las nubes estaban disminuyendo en las latitudes medias, al tiempo que las tormentas se iban a los polos.

¿Por qué es preocupante que estas observaciones corresponden a los modelos de las predicciones de cambio climático? Que las nubes están comenzando a comportarse de acuerdo a las predicciones, significa que el planeta se calentará más y más rápido de lo estimado en el siguiente siglo.

FUENTE: enter.co ,  12 / julio / 2016

martes, 12 de julio de 2016

EL CAMBIO CLIMÁTICO ES EL PRINCIPAL MOTIVO DE PREOCUPACIÓN MUNDIAL.






El cambio climático global es actualmente la principal preocupación mundial, según un estudio estadounidense. Es un fenómeno que está ocurriendo ahora y que afecta a los países y las personas, pero sobre todo a los más pobres.

Según un informe realizado por el Centro de Investigaciones Pew, con sede en Washington, EE.UU., el cambio climático global ya es el primer motivo de preocupación a nivel planetario dentro de los desafíos globales, especialmente en África y América Latina.

Según la encuesta efectuada a nivel mundial por Pew, sobre 45.340 entrevistas personales realizadas en 40 países diferentes, revela que la amenaza del cambio climático y sus efectos es percibida como la más directa en América Latina, con una media regional del 61%; y en África, con una media regional del 59%. La encuesta cuenta con un margen de error de +/- 5%.
El trabajo de campo del estudio fue elaborado entre los meses de marzo y mayo de 2015. A los encuestados se les solicitaba que manifestaran su grado de preocupación sobre siete problemas (el cambio climático, la inestabilidad económica, el ISIS, los ciberataques a gobiernos o empresas, las tensiones entre Rusia y sus vecinos, y las disputas territoriales entre China y los países de su entorno).
Los entrevistados situaron al cambio climático como su preocupación primordial, con un 46%; seguida por la inestabilidad económica, con un 42%.

Latinoamérica

Los datos más elevados se encuentran en Latinoamérica, donde un 61% de los habitantes asegura estar muy preocupado por dicho fenómeno. En Perú y Brasil, donde la deforestación es cada vez mayor, el porcentaje alcanza el 75%, eso es tres de cada cuatro personas.

África y Asia

En 19 de los 40 países, el cambio climático aparecía en la primera posición. En siete de los nueve países del África Subsahariana el cambio climático es el asunto que más preocupa a los encuestados, con una media total del 59%. Las cifras más altas se dan en Burkina Faso (79%), Uganda (74%), y Ghana (71%).

Asia, otra de las regiones más vulnerables, es la tercera zona donde el cambio climático es la principal preocupación. Aunque el porcentaje medio es del 41%, existen grandes desequilibrios entre países como India (73%) y Filipinas (72%) respecto a China (19%) o Pakistán (25%).

Europa

Pese a que un 42% de los europeos aseguran estar preocupados por el cambio climático, en ningún país ocupa la primera o la segunda posición en la lista de inquietudes de los ciudadanos. Esto se debe a los porcentajes aún más elevados que obtienen problemas como el ISIS o la inestabilidad económica. También aquí destacan las grandes diferencias entre países, España (59%) y Polonia (14%) como los casos más extremos.

Según enfatizan los autores del estudio, las diferencias ideológicas son especialmente pronunciadas. En el caso del Reino Unido, por ejemplo, el 49% de las personas con ideología de izquierda aseguran estar preocupadas, frente a sólo un 30% de los de derecha. Aunque con porcentajes no tan elevados, algo similar sucede en Italia, Francia y España.

EE.UU. y Canadá

En Canadá y Estados Unidos, el número de personas que aseguran estar muy preocupadas por el cambio climático es proporcionalmente igual al de Europa, un 42%.
En Estados Unidos, la ideología es un factor incluso más decisivo que en Europa. Mientras que el 62% de los votantes del Partido Demócrata manifiesta su intranquilidad, sólo el 20% de los republicanos asegura sentirse afectado.
Conclusión

A los latinoamericanos nos ocupa y nos preocupa el cambio climático global porque nosotros dependemos de la naturaleza para nuestra propia subsistencia y sabemos que este fenómeno perjudicará muy de cerca, todos los ecosistemas de los cuales dependemos y extraemos agua, alimentos, medicinas, etc., imprescindibles para la vida.
¿Y a usted, le preocupa el cambio climático?

FUENTE: El Cordillerano,  por el profesor Norberto Ovando,   11 / julio / 2016

LA CORRIENTE DEL GOLFO, SALVACIÓN DE EUROPA FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO.





Corriente Golfo, salvación Europa frente al cambio climático


Europa se salvará de los peores impactos económicos del cambio climático gracias a una ralentización prevista de la corriente del Golfo, según predice una nueva investigación.

Los científicos han sugerido hace mucho tiempo que el calentamiento global podría ralentizar, e incluso detener el vasto sistema de corrientes océanicas, incluyendo la Corriente del Golfo, que mantiene cálida a Europa.

Conocido como la Circulación Termohalina, este sistema funciona como una cinta transportadora, llevando agua caliente desde los trópicos a Europa, donde la evaporación disminuye la salinidad y la densidad hasta que ese agua se hunde.

A medida que el mundo se calienta, se predice que el derretimiento de los casquetes polares y un aumento de precipitaciones ralentizará el proceso inundando los océanos de agua dulce fría.
El calentamiento lento para Europa significa un calentamiento más acelerado en otro lugar
Algunos expertos temen que el proceso podría ser completo y detener esa 'cinta transportadora', hundiendo a Europa en una nueva edad de hielo.

Sin embargo, un nuevo estudio realizado por la Universidad de Sussex, Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de California, Berkeley considera que, más que refrigerar a Europa, una desaceleración de la Circulación Termohalina significaría que el continente seguiría calentándose, pero más lentamente que las demás partes del mundo.

Esto podría llevar a un aumento de los niveles de bienestar en Europa, según concluye la investigación, publicada en la revista líder en investigación económica The American Economic Review.

El profesor Tol, de la Escuela de Negocios, Administración y Economía de la Universidad de Sussex, dijo: "El enfriamiento es probablemente un poco más perjudicial que el calentamiento, en particular en Europa. Las personas temen con razón que el cambio climático provoca una nueva edad de hielo".

"Afortunadamente, nuestro estudio no encuentra refrigeración en absoluto y, en su lugar, nos encontramos con un calentamiento lento. Una gran ayuda para los europeos."
Por supuesto, como las corrientes oceánicas redistribuyen el calor, el calentamiento lento para Europa significa un calentamiento más acelerado en otro lugar.

El estudio, por lo tanto, se suma a un creciente cuerpo de evidencia que predice una división entre pobres y ricos en las apuestas de cambio climático. Los países en desarrollo serán menos confiables para hacer frente a la subida del nivel del mar, por ejemplo, y se calentarán más rápido que otras partes más desarrolladas del mundo.

FUENTE: iagua ,  11 / JULIO / 2016

lunes, 11 de julio de 2016

EL CHOCOLATE Y OTROS ALIMENTOS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN.



A pesar de todo el ruido en torno al cambio climático en las últimas décadas, sus consecuencias todavía nos siguen pareciendo algo lejano, que no alcanzará a afectarnos al menos por algunas generaciones. Sin embargo, algunas cosas a las cuales estamos acostumbrados podrían desaparecer de nuestras vidas antes de que tengamos tiempo de extrañarlas.

Más de la mitad del chocolate que se consume en todo el mundo se produce en Ghana y en la Costa de Marfil. Los científicos predicen que las temperaturas mundiales en constante ascenso afectarán a las regiones productoras de cacao, lo que significa que la producción mundial de chocolate experimentará una caída drástica entre 2020 y 2030.
 
Esto no significa que el chocolate dejará de existir, pero sí que su precio comenzará a subir aceleradamente -por la ley de oferta y demanda- y que podría volverse un artículo de lujo, en vez de algo a lo que estamos acostumbrados.


El problema, lamentablemente, no afecta sólo al cacao: otros alimentos comunes enfrentarán una caída de alrededor de 40% en su producción, incluyendo el aguacate, el maní y las papas. Nuestra favorita, el café, se encuentra en las mismas circunstancias, agravándose por la diseminación de un hongo mortal que ha afectado la producción en América Central, y cuya proliferación se ha visto facilitada, según los expertos, por las altas temperaturas.




Además de los cambios en temperatura, otro efecto del cambio climático es la acidificación de los océanos: un incremento en la concentración de iones de hidrógeno en el agua que vuelve ésta más ácida, dificultando la vida para ciertos organismos como los corales, las langostas, cangrejos y camarones, las ostras y otras muchas formas de vida marina.



Se cree que una de las principales víctimas del cambio climático será el salmón rosado, que no puede sobrevivir en aguas con un pH demasiado ácido. Otras especies de agua dulce, como la trucha y la carpa, se verían afectadas por las altas temperaturas ya mencionadas, que están incrementando la toxicidad de los químicos contaminantes (como pesticidas) que se encuentran en el agua.




La gran mayoría de las bananas del mundo provienen de las semillas de una planta sembrada en Inglaterra hace dos siglos. Esta variedad, la Cavendish, que se diseminó a través de todo el mundo y es la banana más común hoy en día, era inmune a la enfermedad conocida como “mal de Panamá”, y ésta fue la razón de su rápida popularidad, reemplazando a una variedad que se extinguió
rápidamente por ser vulnerable a ella -la Gros Michel. Sin embargo, al mismo tiempo, el Mal de
Panamá estaba desarrollando una nueva variedad, capaz de afectar a esta planta. Alrededor de 10 mil hectáreas de Cavendish han sido destruidas por el mal de Panamá, y aparentemente la única solución sería encontrar o crear una nueva variedad de banana que pueda resistir al hongo mortal.




Si la situación parece grave, hay al menos otro factor con el potencial de agravarla más aún, y es que el cambio climático está afectando también a una amplia gama de insectos polinizadores. La muerte masiva de las abejas (denominada Desorden de Colapso de Colonias), por ejemplo, está ocurriendo en todo el mundo y ha producido pérdidas financieras enormes. Las abejas son responsables de la polinización de al menos un tercio de los cultivos estadounidenses de manzanas, duraznos, peras, melones, pepinos y bayas.



Sin embargo, otros insectos pueden polinizar la mayoría de estos cultivos, si bien no a escala agricultural, al menos sí a un nivel que los situaría fuera del peligro de extinción. Lamentablemente, otras especies polinizadoras, como las mariposas, los escarabajos y ciertas aves, también están en peligro de extinción, lo que pone en riesgo a tres cuartas partes de los cultivos de alimentos del mundo.

Aunque los huracanes y las inundaciones sean mucho más visibles y tengan consecuencias más inmediatas, el cambio climático nos afecta, también, de formas más sutiles, que al nivel actual sólo pueden percibir los expertos, pero que en las próximas décadas podrían dejarnos un planeta muy distinto a esta Tierra en la cual estamos acostumbrados a vivir.

FUENTE: La Gran Epoca , 10 / julio / 2016

CIUDADES RESILIENTES, CLAVES EN LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO.



Alcaldes, líderes urbanos e investigadores se reunieron durante, en un foro mundial, organizado por Gobiernos Locales para la Sostenibilidad (ICLEI) en Bonn, para trabajar juntos sobre este desafío global.


Mexiko Skyline von Mexiko Stadt



El número 11 de los Objetivos para el Desarrollo Sostenibles (ODS) de las Naciones Unidas está dedicado a las ciudades y comunidades sostenibles. Aprobado el pasado mes de septiembre, promueve que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. Asimismo, desde el pasado mes de diciembre, el Acuerdo de París también reconoce el rol de las ciudades como indispensable en la lucha contra el cambio climático.

Precisamente, el papel de las ciudades como contestadores al cambio climático y de los Hubs regionales de la Red de Investigación en Cambio Climático Urbano fue uno de los temas del séptimo foro mundial sobre Resiliencia Urbana y adaptación Resilient Cities 2016, organizado anualmente ICLEI, que se llevó a cabo esta semana en Bonn (Alemania).

Expertos de todo el mundo compartieron sus experiencias sobre la revitalización de los ríos y un mejor uso mejor de las áreas verdes, herramientas para medir la resiliencia en las ciudades o cómo incrementar la financiación para la resiliencia urbana y la adaptación, entre otros temas. Igualmente, se presentaron algunas prácticas que se están llevando a cabo en los pequeños estados insulares en desarrollo y ciudades en Tailanda, Vietnam y África.

Innovación y enfoque social

Otras sesiones se dedicaron a mostrar maneras innovadoras de proporcionar información a los tomadores de decisiones en la construcción de edificios, la restauración ecológica en la ciudad, la mejora de la gestión del riesgo de desastres o las amenazas de la salud pública, entre otros aspectos.
Para Daniel Ryan, Director de Investigación de Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) de Argentina, “las políticas que avanzan son las que tienen una preocupación con la agenda local, que generan beneficios económicos y sociales”. Así, puso el ejemplo del desarrollo del metro-bus en la Ciudad de México. “En el sector de los transportes es dónde se ve rápidamente el tema de los cobeneficios ya que se mejora la movilidad a la vez que se reducen las emisiones”, explicó.

Se trata de uno de los resultados de una investigación que llevó a cabo en Buenos Aires, Sao Paulo y Ciudad de México con la que pretendía aclarar los motivos por los cuáles las políticas de implementación variaban, a pesar de que las tres ciudades cuentan con leyes sobre cambio climático.

“La capacidad técnica y de financiación del municipio es una condición necesaria, pero no la única”, consideró.

Daniel Ryan, junto a otros participantes del foro mundial organizado por ICLEI. Daniel Ryan, junto a otros participantes del foro
mundial organizado por ICLEI.

Por este motivo, apuntó al establecimiento de coaliciones para conseguir integrar el cambio climático en las agendas políticas locales. Igualmente, subrayó el papel de algunos alcaldes como “Climate Champions” aunque recordó que estos no garantizan la implementación de las políticas que vayan más allá del ciclo electoral.

“En América Latina, el sector privado tiene que tener claro un marco y compromisos a largo plazo para invertir”, añadió. Asimismo, debido al “alto nivel de exposición a los efectos climáticos, hay que incluir a los pobres urbanos en las políticas”, apuntó.

En este sentido, la Ciudad de México ya está trabajando en ello. El proyecto de investigación MEGADAPT, que lleva a cabo la Universidad Estatal de Arizona con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y los actores locales, pretende reducir la vulnerabilidad ante el aumento de inundaciones, la escasez crónica de agua y los riesgos asociados a la salud en la capital mexicana.

A partir de la experiencia de cuatro casos de estudio en regiones vulnerables dentro de la Ciudad de México, se tomarán en cuenta las respuestas de los habitantes ante este tipo de situaciones, así como la reacción del gobierno municipal. De esta manera, se integra un componente social según Amy Lerner, profesora asistente de investigación de la UNAM. “Se basa en un entendimiento del sistema: tener una visión de cuenca en vez de límites.

El objetivo final es poder cambiar la forma que se toman las decisiones: un mayor o menor número de pozos, mayor o menor crecimiento, creación de áreas y reforestación que se hacen visibles en los impactos de riesgo hidrológico. Con el crecimiento de la población México está en un punto crítico y el gobierno lo sabe”, lamentó.

FUENTE: DW , 10 / julio / 2016