Se trata del krill, crustáceo similar al camarón, que alcanzaría hasta un 80% menos en un plazo de 75 años, causando un efecto en toda la cadena alimenticia marina que depende de éste como su principal fuente de comida.
El Krill, un pequeño crustáceo clave para la cadena alimenticia de ballenas, pingüinos, calamares y peces en la Antártica, podría perder drásticamente su hábitat hacia el año 2100, debido a los efectos del cambio climático, concluyó un estudio científico.
La preocupante conclusión del informe de la Universidad de Yale y de dos centros científicos chilenos se determinó al combinar simulaciones climáticas, con aumentos en la temperatura del agua y de los deshielos marinos.
La disminución del hábitat del Krill, un crustáceo de un centímetro de largo similar al camarón, alcanzaría hasta un 80 por ciento en un plazo de 75 años.
Esto causaría a su vez un descenso de esta especie que tendría un efecto cascada en toda la cadena alimenticia marina de mamíferos y aves oceánicas, que dependen de éste como su principal fuente de comida.
"La población de krill adulto se ha reducido entre un 80 a 90 por ciento desde la década del setenta. Y hoy existe un debate científico acerca de qué está causando esta disminución", dijo Andrea Piñones, investigadora del centro CEAZA y del centro IDEAL de la Universidad Austral de Chile.
Los modelos climáticos predicen que en la medida que los océanos tomen más calor del efecto invernadero, la corriente de Aguas Profundas Circumpolares se calentará de 1 a 1,5 grados celsius al final del siglo.
De acuerdo al nuevo estudio, un agua un poco más caliente significa que los huevos del krill se desarrollarán más rápido, no se sumergirán tan profundo bajo la superficie y eclosionarán antes.
FUENTE: La Tercera, 23 / agosto / 2016
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