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domingo, 21 de abril de 2013

“PASTOS MARINOS" PARA DISMINUIR EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO.



Pasto Marino”, la nueva investigación que realiza la Secretaría de Cultura, a través del Museo de Historia Natural de El Salvador (MUHNES) con la Iniciativa Carey del Pacífico Oriental (ICAPO) y Vivazul El Salvador. Informan Eunice Echeverría, Mike Liles, de ICAPO y Enriqueta Ramírez, de Vivazul El Salvador.


A doce kilómetros  del Caserío La Pirraya, en la Isla de San Sebastian, Bahía de Jiquilisco, Usulután, se divisa un golfo,  que los lugareños le llaman “La Perra”, y es en ese lugar cuando la marea baja,  que emerge el tesoro biológico llamado “Pasto Marino”, que podría convertirse en un pulmón natural contra el cambio climático.
Este lecho marino no obstante, guarda muchas incógnitas de su origen, reproducción e interacción con otras especies que le visitan como la tortuga prieta que se alimenta de este pasto o la carey, que la busca para anidar además,  de caracolas, moluscos  y algunas algas, que cada doce horas se sumerge en el oleaje  de la marea alta.
La iniciativa de esta investigación es compartida entre la Secretaría de Cultura, a través, del Museo de Historia Natural de El Salvador (MUHNES), y la Iniciativa Carey del Pacífico Oriental (ICAPO) y Vivazul El Salvador, que dedicaran un año a clasificar este hábitat costero, que ha llamado la atención científica a partir, que el pasto marino, solo se reproduce en esta área en el país.
Neftaly Sánchez, pescador de la zona, ha vivido por más de 30 años en La Pirraya  y junto a Obed Rodríguez, que conforman parte del equipo investigador, fueron los que informaron a miembros de ICAPO, sobre la existencia del pasto marino, que permitió la consolidación del proyecto.
“Siempre han estado ahí, crecen un poco más cuando llueve y ahí viene la tortuga prieta a comer, esto es bien bonito ver cuando viene a anidar la carey, lo hace en mayo, junio  y agosto, y la prieta viene a comer también, encontramos una vez, una carey con una identificación de Ecuador, o sea, viajó bastante para venir acá”, narró.
Mike Liles , biólogo marino de ICAPO, comentó sobre el pasto marino, que reportan un similar tipo de gramínea que se reproducen al Norte del pacífico en Guatemala, pero la cantidad más significativa es en el Golfo La Perra, en la Bahía de Jiquilisco, Usulután.
“Sabemos que este pasto marino tiene una extensa capacidad  para adsorber  mucho carbono (CO2),  hasta un 150%   más que los bosques terrestres, lo que podría mitigar los efectos del cambio climático”, afirmó.
El estudio tendrá un año de duración para documentar el comportamiento del Pasto Marino en la etapa seca y  lluviosa, el intercambio entre agua dulce y salada y como este ecosistema asocia a las otras especies, con el fin de reglamentar su conservación.
“Este ecosistema ha proporcionado refugios a especies de tortugas como la de carey, que realiza muchas de sus actividades de las distintas etapas de su vida, como su nacimiento, alimentación, anidación, es un epicentro de su actividad marina”, explicó.
La explotación de la fauna marina ha diezmando  la población de estos quelonios  en el Pacífico Sur, de ahí la importancia por designar la Bahía de Jiquilisco como un ecosistema de relevancia internacional en la conservación de especies en peligro de extinción.
La Directora de MUHNES Eunice Echeverría reiteró el apoyo a este tipo de iniciativas que les permitirán como entidad estatal, obtener mayor información para documentar sobre las diferentes especies que hay en la Bahía de Jiquilisco, Usulután.
“Esto toca el tema de la conservación como la tortugas Carey y la Prieta, así como toda la salud del ecosistema, apoyándolos  a través del Herbario Nacional, que nos llevará a la investigación y mapeo de los pastos  marinos, que están contiguos a los manglares.
Asimismo, señaló que la investigación contribuirá a generar conocimiento sobre la especie de pasto marino en el suelo de la Bahía Jiquilisco, ya que en la actualidad es nula la documentación sobre el tema.
“Esto es muy importante identificar y clasificar estas especies de plantas de origen marino, porque originalmente los botánicos se centran en especies terrestres y es mucho más difícil estar trabajando en medios marinos”, añadió.
La directora de Vivazul, Enriqueta Ramírez afirmó permitirá establecer  la función que ejercen estos pastos marinos, ya que es único lugar del que tienen referencia, y que parte de su relevancia es porque dan vida a otras especies.
Los especialistas marcaron el terreno en diez cuadrantes de un metro cada uno, para  iniciar la toma de muestras de pasto y especies marinas para la investigación en época de verano, luego realizarán el mismo proceso entre junio y agosto para estudiar su evolución.
“Se hará un registro de cuántas plantas existen, determinar las especies se hará una recolecta de flora y frutos, muestras estériles  y si bien  es un pasto, no pertenece a la familia de gramíneas que crecen en zona terrestres”, indicó.
La investigación afirmó la Directora de MUHNES, Eunice Echeverría, se enmarca en vísperas de celebrar a nivel internacional el “Día de la Tierra”, que se celebrará este 22 de abril , bajo el lema “Los Rostros del Cambio Climático”, como un llamado a la humanidad a cuidar los recursos naturales.
El sol cae perpendicular a las dos treinta de la tarde, sobre esa sabana semi-lodosa, donde emergen como pintorescos escombros de naufragios caracolas de muchos colores, estrellas de mar, algas como motas de algodón castaño y unas pequeñas anguilas que abren rápido huecos en el lecho para esconderse, pero todos ellos, anclados al Pasto Marino.

FUENTE: Diario colatino.com, 20/ 04/ 2013

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