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viernes, 11 de mayo de 2012

La esponja marina que vivió durante once mil años guarda datos cruciales sobre la evolución del clima

Los árboles albergan en sus anillos de crecimiento anual una especie de Caja Negra donde queda registrada una cronología esencial con datos importantes sobre los factores del entorno que más afectaron al árbol en cuestión. En el caso de los árboles milenarios, ese registro es muy útil, al permitir a los científicos obtener datos de épocas muy antiguas y a menudo escasamente documentadas.

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Un reciente estudio, en el que se ha calculado la edad de una exótica esponja marina, la convierte en un análogo de esos árboles. Aunque las esponjas son animales tan primitivos y raros en muchos aspectos que se hace difícil considerarlos individuos en vez de estirpes, sí está claro que pueden servir como registros climáticos de su entorno.

El fondo marino está lleno de criaturas desconocidas, pero es novedoso encontrar una que permita estudiar miles de años de cambios climáticos. El singular ser, cuyo esqueleto en forma de lanza mide 270 centímetros de longitud y 11 milímetros de diámetro máximo, ofrece un registro climático de unos 11.000 años, la edad que se le ha calculado en los últimos análisis. La criatura se encuentra entre las especies animales más longevas.

El esqueleto de esponja analizado, compuesto principalmente de dióxido de silicio, corresponde a un espécimen de la especie Monorhaphis chuni. El esqueleto fue encontrado en 1986 a una profundidad de aproximadamente 1.100 metros en el mar de China Oriental, donde la criatura residió durante toda su vida.

Con la ayuda del esqueleto, un equipo formado por expertos del Instituto Max Planck para la Química, en Alemania, así como por científicos de instituciones en China y Suiza, ha logrado comprobar que la temperatura del océano profundo ha cambiado muchas veces durante los últimos milenios.

Los análisis realizados por el equipo de Klaus Peter Jochum muestran que la capa exterior de sílice de la esponja tenía una temperatura de 1,9 grados centígrados en la época de su nacimiento. Como saben los científicos marinos a partir de otras fuentes, ésta era la temperatura de ese sector del fondo marino hace 11.000 años.

Los análisis químicos indican que la temperatura del agua en el primer millar de años de vida de la esponja se mantuvo casi constante. Después, súbitamente aumentó desde unos dos grados centígrados hasta seis y luego diez grados. 


Después de los picos de temperatura descendió nuevamente hasta la temperatura actual del agua en esa zona oceánica, cuatro grados centígrados. Estas fluctuaciones locales de temperatura en el Mar de la China Oriental no eran conocidas anteriormente, y se ha determinado que se debieron a las erupciones de volcanes submarinos.


FUENTE: noticiasdelaciencia.com

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