Este organismo de Naciones Unidas ha publicado este miércoles un informe de recomendaciones para mantener la calidad del aire de interiores y regular el uso de combustibles, en el que piden impulsar fuentes de energía menos contaminantes como el gas de petróleo licuado, el biogás, el gas natural, el etanol o la electricidad.
"Velar por que en los hogares y en su entorno el aire esté menos contaminado es fundamental para reducir la carga de morbilidad debido a la contaminación del aire, especialmente en países de medianos y bajos ingresos", ha señalado María Neira, directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la OMS.
Actualmente se estima que casi 3.000 millones de personas en todo el mundo siguen sin acceso a combustibles y tecnologías menos contaminantes para cocinar, calefacción e iluminación, lo que genera millones de muertes.
Uno de cada tres fallecimientos por esta causa, un 34 por ciento, están ocasionados por accidentes cerebrovasculares, y uno de cada cuatro (26%) por cardiopatías isquémicas. Tras estos se sitúan las neumopatías obstructivas crónicas (22%), la neumonía infantil (12%) y el cáncer de pulmón (6%).
Estas enfermedades se deben principalmente a los elevados niveles de partículas finas en suspensión y de monóxido de carbono emitidos al quemar combustibles sólidos como madera, carbón, excrementos de animales, residuos agrícolas y carbón en fogones, estufas o lámparas de mecha poco eficientes.
NUEVAS METAS DE REDUCCIÓN DE LAS EMISIONES
Frente a esta situación, las directrices incluyen metas de reducción de las emisiones en diferentes tipos de aparatos domésticos, tanto para el monóxido de carbono (un máximo de 0,59 miligramos por minuto para aparatos con chimenea o campanas, y 0,16 miligramos gramos por minuto para fogones, estufas y lámparas de mecha sin ventilación) como para partículas finas en suspensión (0,80 y 0,23 miligramos por minuto, respectivamente).
Dichas metas son el resultado de años de examen de las consecuencias para la salud de las emisiones contaminantes del aire en los hogares y del análisis de los niveles en los que tendrían que reducirse las emisiones para cumplir lo dispuesto en las directrices de la OMS sobre la calidad del aire.
De hecho, argumenta la OMS, si logran dichas metas aproximadamente un 90 por ciento de los hogares de todo el mundo se ajustarán a las normas de calidad del aire establecidas por este organismo, ha reconocido Neira.
Por otro lado, en las nuevas directrices también se recomienda dejar de utilizar el carbón no tratado como combustible doméstico, ya que contiene elementos tóxicos como arsénico, plomo y mercurio y la combustión incompleta en fogones y estufas puede provocar enfermedades graves y muertes prematuras.
También se desaconseja el uso del queroseno como combustible doméstico por la preocupación que suscitan sus efectos negativos en la calidad del aire y la seguridad. Además, recuerda este organismo, el queroseno está relacionado con quemaduras, incendios e intoxicaciones.
Según la OMS, en los hogares con fogones de carbón o biomasa que queman a fuego abierto y no disponen de ventilación, las emisiones de partículas en suspensión y otros contaminantes pueden ser 100 veces superiores a los niveles que recomienda la OMS.
Tales contaminantes son carcinógenos y provocan enfermedades cardiacas y pulmonares, dado que debilitan la respuesta inmune, reducen la capacidad de transporte de oxígeno en la sangre y provocan inflamación generalizada e isquemia, entre otros trastornos fisiológicos.
"Las mujeres y los niños pequeños, que son quienes pasan más tiempo en el hogar, son especialmente vulnerables", ha añadido Flavia Bustreo, subdirectora general del grupo para la Salud de la Familia, la Mujer y el Niño de la OMS. De hecho, se estima que más del 50 por ciento de las muertes por neumonía en menores de 5 años están relacionadas con la contaminación del aire en los hogares.
FUENTE: ECOticias.com / Red / Agencias, 13/11/2014
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