El transcurrir del siglo XXI traerá varios desafíos. Uno será generar energía. Pero dicha generación porta, a su vez, otro gran reto, quizás aún mayor: producir energías limpias o “amigables” con el ambiente. Con ambos preceptos cumple la energía geotérmica. Los especialistas aseguran que “es la más limpia de todas” y que, además, es sustentable en el tiempo. “Puede ser eterna”, garantizan, y éste también es otro atributo clave.
La fuente de energía geotérmica es aquella que se puede obtener mediante el calor de los vapores que emergen del interior de la Tierra. De la temperatura del agua depende su capacidad de generación energética.
Mendoza está situada en el cinturón de fuego del
Pacífico, sobre la cordillera de los Andes, en zonas con
alta actividad volcánica y sísmica. En nuestra provincia existen, según se conoce a la fecha, más de 20 puntos geográficos con evidentes “manifestaciones externas”, esto es el constante salir de vapores desde la tierra que dan indicios del potencial que podría tener la provincia.
Sin embargo, Mendoza aún no dispone de la información geológica sobre lo que sucede en sus supuestos reservorios subterráneos. Para obtener unas primeras “marcas” del mapa geotérmico se necesitan alrededor de unos U$S 300 millones e iniciar las tareas de exploración.
Según un estudio, geólogos mendocinos llegaron a la conclusión que en zonas de Malargüe, por ejemplo, los vapores emergen a unos 200° C. Esto significa que están sobre zonas de “alta temperatura” a gran profundidad y que con ellos se puede generar energía eléctrica.
Además del uso energético para generar electricidad, la geotérmica se utiliza para aprovechar directamente su calor, balneoterapia y spa, calefacción y agua caliente urbana, invernaderos y refrigeración por absorción.
En Mendoza, a la energía geotérmica “hay que darle un uso industrial o exportarla”, explica el presidente de la Asociación Geológica provincial, Víctor Bonfils. En su relato señala que las zonas potenciales con reservorios geotérmicos estás muy alejadas de los centros urbanos.
Pero -asegura- están cerca de algunos emprendimientos mineros -caso de Vale, en Malargüe- y las centrales podrían brindar electricidad en estos casos. Otra opción será aprovechar la futura inversión que se realizará en Portezuelo del Viento y el tendido eléctrico que de allí surgirá.
La generación de electricidad geotérmica podría complementar a la hidroeléctrica.
“Al inicio -dice Bonfils- se realiza una inversión grande pero después el costo de mantenimiento y de explotación es menor al que se realiza con los hidrocarburos e hidroeléctrico”.
Las centrales y los pozos geotérmicos son relativamente pequeñas -en comparación con otros generadores y explotaciones- y “tienen un impacto pequeño en el ambiente”, declara Marcos Zandomeni, secretario de Ambiente.
“El desarrollo se construye con energía”, señala este funcionario, quien además redobla la apuesta al decir que “más aún si son energías limpias”, las cuales “suman trabajo, bajan emisiones contaminantes, mejoran el ambiente y aportan a la débil matriz energética del país que se sustenta en un 88% en las fósiles”.
Un paso concreto: empieza la exploración local
El presidente de la Asociación de Geólogos de Mendoza explica que la provincia está iniciándose en este campo energético. “Estamos en la etapa de estudio y reconocimiento”, previo a todo tipo de explotación.
Pone como ejemplo a la provincia vecina de Neuquén, la cual ya tiene dos emprendimientos importantes: Copahue y Domuyo. Uno está en la etapa de factibilidad y el otro ya está en la generación.
Sin embargo, una buena noticia revolucionó la esfera pública y privada: una empresa multinacional con mucho know-how invertirá en exploración en dos potenciales reservorios de Malargüe.
Con muy buena expectativa, la empresa mendocina Geoenergía Argentina SA firmó un acuerdo de cooperación con la mega firma binacional (canadiense-australiana) Earth Heat.
Este convenio representa un importante primer paso para la exploración de fuentes alternativas de energía que todos ya celebran.
Con esta rúbrica, se investigará la formación de aguas subterráneas que existen en dos de estas zonas de Malargüe: Los Molles y el volcán Peteroa.
En esta etapa, la compañía extranjera, junto con la mendocina, pondrán todos sus recursos -tecnológicos y técnicos- para la exploración minera de dichos reservorios de esta fuente de energía utilizada, principalmente, para generar electricidad.
Los especialistas aseguran que es un buen complemento de la hidroeléctrica, “son como hermanas”, y en este caso puntual de Malargüe están ubicadas en zonas cercanas a la futura represa Portezuelo del Viento. De ella se utilizaría la infraestructura eléctrica para alternar con una u otra fuente de generación eléctrica.
Como toda exploración minera, poco se sabe de la inversión “real” que se desembolsará en el terreno. Aunque se prevé que para elaborar un mapa geotérmico de estos depósitos de aguas termales subterráneos se necesitan inicialmente unos U$S 150 mil (para alcanzar una primera investigación) y entre exploración y explotación la inversión ascendería a U$S 1,5 millón.
Estos reservorios serán explorados a lo largo de 2012 y son dos áreas, de un total de 14, que se dieron en concesión a la firma mendocina bajo el gobierno de Celso Jaque, con los derechos de minería para exploración y futuros estudios de esas zonas. La multinacional Earth Heat aportaría una importante trayectoria que tiene en su haber a nivel mundial y nacional (en la actualidad está a cargo de una central geotérmica en Neuquén) y capital.
En ambos reservorios mendocinos ya se han presentado los informes de impacto ambiental pero aún falta completar el mapa geotérmico y la real prospección para una futura explotación de estas áreas.
Mendoza, en el mapa geotérmico
“La provincia está ubicada en el ‘Cinturón de fuego del Pacífico’. Es una zona volcánica y sísmica con varias reservas geotermales”, explica el geólogo mendocino Gustavo Racioppi, de Geoenergía Argentina.
En su detalle, puntualiza que este tipo de energía es la más “verde y sustentable” de todas. No depende del clima, como otras también limpias, y la compara con la eólica y la solar.
Asimismo, los reservorios geotérmicos pueden “ser eternos”, y en esto dependen de la gestión y administración que se realice. Hay que “reinyectar” constante y rutinariamente todo el agua que se extrae.
A su vez, es un tipo de energía “modular”, esto es, que la planta generadora puede ir creciendo o escalando según las necesidades operativas y demandadas.
Desde Neuquén, el especialista Juan Carlos Grosso, en representación de la multinacional, dijo que Mendoza está ubicada en una zona muy importante y “es la continuación de las vetas neuquinas”.
En la provincia vecina se creó hace dos años la primera central geotérmica en la zona de Copahue. Tiene una generación de energía eléctrica de 30 MW, y fue la primera en su tipo en el país y en Suramérica.
Por el momento, los geólogos son cautos y afirman que “Mendoza tiene un potencial teórico” geotermal y que sólo un mapa, producto de la exploración, podrá cuantificar y especificar la viabilidad de futuras explotaciones
FUENTE: Gabriela Balls (losandes.com.ar)
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