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sábado, 7 de enero de 2017

CON EL CAMBIO CLIMÁTICO HAY QUE ADOPTAR TECNOLOGÍAS INTELIGENTES



Reside en Washington, pero por el cargo que ocupa tiene que tener una mirada global. Juergen Voegele, director principal del Banco Mundial para la Agricultura, estuvo de visita en la Argentina recientemente y en su agenda de trabajo trata de unir temas como el cambio climático, la pobreza, la tecnología y la producción agrícola. En el país se reunió con funcionarios del Ministerio de Agroindustria y representantes del sector privado. En una entrevista con La Nación, Voegele se refirió al cambio climático como una "oportunidad" que tiene la Argentina por la tecnología agrícola que utiliza y a las tendencias globales en el consumo de alimentos.

-¿Por qué le interesa al Banco Mundial la agricultura y el cambio climático?

-El Banco Mundial tiene dos objetivos como institución. La reducción de la pobreza y que mejoren el ingreso de la población que vive en los países en desarrollo. Esto último que se haga en condiciones de igualdad, equidad y sustentabilidad. Sabemos que el 70 % de los pobres vive en áreas rurales y la mayoría de ellos depende de la agricultura. Y si queremos llegar a los pobres tenemos que trabajar con la agricultura.
Juergen Voegele, el directivo del Banco Mundial para la agricultura
Juergen Voegele, el directivo del Banco Mundial para la agricultura. Foto: LA NACION / Santiago Cichero
-Cuando hablan de sustentable, ¿a qué se refieren?

-Hablamos de la sustentabilidad de la tierra, el suelo y de la biodiversidad. Es muy importante para la humanidad que se reduzca la huella de carbono. La agricultura tiene una gran contribución al cambio climático. Globalmente es la responsable del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero así como es parte del problema, también lo es de la solución porque permite reabsorber el dióxido de carbono

-¿Qué papel le asigna a la tecnología en este proceso?
-Tiene un rol muy importante porque hay ciertas tecnologías que son inteligentes desde lo climático y otras que no lo son. Creemos que los agricultores deben adoptar tecnologías inteligentes. Hay tres dimensiones en esto. Primero, se necesitan rindes elevados para aumentar la producción. Hay que alimentar 9000 millones de personas para 2050, pero hacerlo de manera sustentable. En segundo lugar, debe haber mayor resciliencia y adaptación al cambio climático. Y en tercer lugar, usar tecnología que ayude a reducir la huella de carbono. La labranza cero, en la cual la Argentina tiene una larga tradición, es un buena tecnología. Plantar árboles o producir biogás también son otros ejemplos.

-¿Tienen una posición tomada con los transgénicos?

-Como institución, no. Es una decisión de cada país. Algunos países los apoyan y otros han decidido no hacerlo. No somos una agencia técnica o científica, pero apoyamos a los países para que tengan la información correcta.

-Hoy hay una corriente de pensamiento que rechaza la tecnología en la producción de alimentos ¿Está de acuerdo?

-Hay una tendencia global interesante: la gente quiere conectarse con los alimentos. Quiere saber cómo se producen, si son seguros, saludables y sustentables. En el pasado los productores y los consumidores estaban muy desconectados. No creemos que esto sea contra la tecnología. Algunos tienen problemas con la tecnología porque no la entienden, pero hay muchos que la abrazan cuando la ven como algo seguro y productivo. Los resultados nutricionales del sistema alimentario van en la dirección equivocada. Hay deficiencias vitamínicas, malnutrición, hambre oculta y obesidad. Hay 2000 millones de personas en el mundo que tienen obesidad. Lo que me retrotrae al hecho de que productores y consumidores perdieron la conexión, por ello es bueno que se recononecten.

-A propósito de los acuerdos del cambio climático ¿hay riesgo de que usen para el proteccionismo comercial?

-Siempre hay riesgos. Vemos como tendencia que el comercio va a tener que duplicarse en los próximos años. Dentro de 25 años habrá 3000 millones de personas más en el planeta. Casi todas nacerán en lugares de inseguridad alimentaria. Literalmente el comercio tiene que duplicarse. No podemos predecir si habrá más proteccionismo, pero en el Banco Mundial estamos haciendo lo posible para bajarlo y facilitar el comercio. Estas tendencias globales representan una oportunidad. Y para la Argentina los acuerdos sobre cambio climático representan una gran oportunidad porque puede producir alimentos con menor huella de carbono que otros países. Nosotros no vemos que sea un riesgo.

FUENTE:  La Nación, 7 / ene / 2017

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