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jueves, 26 de julio de 2012

Subsidios, energía y ecología


La política energética enfrenta el desafío de mantener o eliminar apoyos a combustibles
Es un hecho que hay una relación intrínseca entre el consumo de energéticos derivados del petróleo y las emisiones de gases de efecto invernadero, en ese sentido, en México un grupo de organizaciones ha hecho énfasis en la necesidad de reducir los apoyos gubernamentales para reducir el carbono en la atmósfera.
Sin embargo, en el caso mexicano, el puro concepto de subsidio está en tela de juicio, al menos desde la perspectiva de los participantes.
Francisco Hernández, Presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP, señala que los subsidios son dinero que el gobierno pone directamente en los consumidores o en el precio final y eso no ocurre aquí.
En el caso del Gas LP, dice, lo que ellos hacen es tomar las referencias internacionales y luego confrontarlas con el precio interno y la diferencia que resulta es, supuestamente , un subsidio, lo cual es absolutamente irreal.
Octavio Pérez, de Amexgas, dice que al precio actual del Gas LP sólo habría que incrementarse un peso para que el precio interno estuviera en línea con el de referencia en Mont Belvieau, Texas.
¿Cuál subsidio?
De acuerdo con organizaciones como el Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) e Inteligencia Pública, la eliminación de los subsidios en México no implica que se inicie un desorden en las finanzas públicas del país o en el equilibrio macroeconómico.
Específicamente lo que se debe de dejar claro es que la eliminación del subsidio a los combustibles y a la electricidad hace más responsables a los usuarios y los hace evitar el desperdicio de energía, dice Antonio de la Cuesta, director del CIDAC.
Las cuentas que hacen las organizaciones es que los subsidios al sector energético suman unos 200 mil millones de pesos anuales, sin embargo, no es recurso que salga directamente del erario público sino que es asumido por las paraestatal Pemex y la CFE, en el primero caso para los combustibles y en el segundo para las tarifas domésticas del sector eléctrico.
Luis Gutierrez, consultor del sector energético, señala que a nuvel mundial es una tendencia la eliminación de los subsidios por razones económicas, pero poco a poco lo hacen también por razones ambientales.
 La eliminación de los subsidios reduciría a la mitad las emisiones de los gases invernaderos y hay más recursos para financiar medidas de bienestar. 
Hoy lo que piden las organizaciones que estudian los casos de subsidios lo que demandan es desvincular los subsidios a los combustibles y a la electricidad de la CFE y de Pemex. Los subsidios al consumo de electricidad, gas LP y gasolinas rebasarán este año los 200 mil millones de pesos, que al cubrirse con recursos de los propios organismos, ocasionan problemas severos a sus proyectos.
Los subsidios debieran ser aprobados en sus montos y destinos y cubiertos por el gobierno y dee esta manera liberar a las empresas, señala Marco Cancino, director de Inteligencia Pública.
La visión que se tiene desde la izquierda de la energía es que debe convertirse en un instrumento de una nueva política industrial.
En el documento que dio a conocer Cuauhtémoc Cárdenas es que los precios de insumos y tarifas deben ser competitivas ya que actualmente los precios de los insumos y combustibles que produce Pemex son definidos por la Secretaría de Hacienda con criterios recaudatorios.
“Estos precios debieran fijarse en función de los costos de producción, tal como lo hacen empresas productivas de los sectores industriales, con la visión, además, de estimular la inversión en la expansión de la industria en general”, indican.
Es decir, no es la eliminación del subsidio sino conocer, primero, el precio interno de producción.
Un modelo similar al que se utiliza en China.

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