Una tormenta solar se dirige hacia la Tierra. Se espera que llegue a nuestro planeta este mismo jueves, arrastrando oleadas de plasma y partículas cargadas magnéticamente que podrían afectar a los sistemas de navegación vía satélite, al tráfico aéreo y hasta al tendido eléctrico.
Lo ha confirmado la Nasa, que desde hace días estudia este fenómeno cíclico. La última vez que se pudo ver algo así fue en 2005.
“Los satélites podrían sufrir fallos técnicos”, explica la científica Lika Guhathakurta. “Problemas electrónicos. Y habrá lugares donde la radio no funcione. Creo que ya ha comenzado a ocurrir en algunos puntos del planeta. Y hoy debería producirse algo parecido en muchos más”.
En principio las consecuencias serán incómodas, pero no peligrosas, ni siquiera para la Estación Espacial Internacional. Y ello, a pesar de que durante horas se abatirán sobre la tierra toneladas de partículas que impactarán sobre la superficie a más de ocho millones de kilómetros por hora.
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