Las partículas de carbono negro (hollín) absorben mucha menos luz solar de lo que los científicos predijeron, lo cual plantea nuevos interrogantes sobre el impacto del carbono sobre el calentamiento atmosférico, según un estudio de un equipo internacional de investigadores.
Los resultados de este estudio han sido publicados en la revista 'Science'. Los modelos matemáticos y experimentos de laboratorio usados para estudiar partículas de hollín en el aire indican que los químicos en el carbono negro podrían producir un aumento en la absorción de calor.
Sin embargo, los estudios de campo realizados en las ciudades de California demostraron que el 'smog' negro mejora la absorción de carbono sólo un 6 por ciento, lo que sugiere que los modelos climáticos pueden estar sobreestimando el calentamiento debido al hollín.
Los sorprendentes resultados podrían tener implicaciones para los esfuerzos regulatorios dedicados a reducir la producción de hollín, al reducir la quema de combustibles fósiles. Sin embargo, los científicos coinciden en que el carbono negro en la atmósfera tiene un efecto significativo sobre el clima global y regional.
"Las mediciones del equipo de campo en California mostraron que el aumento de la absorción era muy pequeño", señala el profesor de Química del Boston College, Paul Davidovits, una autoridad en las partículas en suspensión, conocidas como aerosoles.
El papel histórico del hollín negro en el cambio climático ha sido bien documentado por los científicos, sobre todo en estudios de muestras de hielo extraídas de las profundidades de los glaciares.
PARTÍCULAS CON 'VIDA ÚTIL' CORTA
A diferencia del dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, que pueden sobrevivir en el ambiente durante décadas y siglos, las partículas de hollín tienen una vida útil relativamente corta, de una a dos semanas. El hollín es parte de un grupo de fuentes de contaminación conocidas como forzadores del clima de corta duración (SLCF, por sus siglas en inglés), que incluye el gas metano y el ozono.
Durante su vida, las partículas de hollín están revestidas con los productos químicos transportados por el aire, que pueden actuar como lentes capaces de aumentar la capacidad de las partículas para absorber la luz solar y calentar la atmósfera.
Los investigadores, de la Universidad de California, en Davis, Aerodyne y la Universidad de Boston, analizaron muestras de aire usando una combinación de técnicas en tiempo real, incluyendo la espectrometría de masas y la espectroscopia fotoacústica. Estas técnicas son capaces de hacer mediciones para determinar la química, física y propiedades ópticas de las partículas de hollín.
Según los investigadores, las partículas de hollín en el aire están en constante cambio. Recogen materiales inorgánicos y orgánicos, crecen, cambian de forma, y de composición. Estos cambios afectan a la capacidad de absorción del hollín.
"Los nuevos resultados nos obligan a reducir nuestras proyecciones sobre la cantidad de calor que produce el hollín, por lo menos en ciertas condiciones experimentales. Sin embargo, los resultados no indican que el hollín sea un forzador del clima inofensivo", concluye Davidovits, "estas partículas siguen siendo un agente climático importante del calentamiento, así como un problema de salud bien documentado".
FUENTE: ecoticias.com
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