La cueva estudiada como modelo, a 37 metros de profundidad, muestra los efectos del calentamiento global pero con un retraso de entre 20 y 25 años respecto a la superficie
Cueva de Postojna, en Eslovenia Michael Perry
El cambio climático también está provocando un incremento de la temperatura en el interior de las cuevas, según un estudio llevado a cabo por un equipo internacional de investigadores liderado por expertos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH). La investigación se basa en los datos recogidos en la cueva eslovena de Postojna, la más visitada de Europa, y los resultados se publican en el número especial de verano de la revista especializada Climate Dynamics. Los resultados del estudio deberían tenerse en cuenta en la conservación del arte rupestre, según destaca la información elaborada por la agencia SINC.
David Domínguez Villar, investigador
CENIEH y coautor del estudio detalla que la investigación ha sido realizada en
la cueva de Postojna (Eslovenia), Patrimonio de la Humanidad, en el que se
demuestra por primera vez que el calentamiento global está afectando a la
temperatura de las cuevas, a pesar de ser entornos de gran estabilidad frente a
los cambios climatológicos.
Este artículo, que se centra en las
investigaciones llevadas a cabo en una de las galerías de esta cueva eslovena,
monitorizada entre 2009 y 2013, describe por primera vez con precisión los
múltiples procesos que afectan a la temperatura de las cuevas, como el proceso
de advección, esto es, corrientes de aires que se producen por diferencias de densidad
o de presión, “aunque el mecanismo de transmisión de calor más determinante es
la conducción” afirma David Domínguez Villar.
Conservar el arte de
las cuevas
La variabilidad térmica de la galería
que se encuentra aislada del resto de esta cueva está dominada por la
conducción de calor desde la superficie a través de la roca. “A pesar de que
las cuevas suelen tener una temperatura muy estable con independencia de las
condiciones climáticas cambiantes del exterior, hemos desarrollado un modelo de
conducción térmica que reproduce los gradientes térmicos de baja frecuencia,
esto es, a largo plazo, que confirma que el calentamiento que registra la cueva
tiene relación directa con el cambio del clima en la superficie”, declara
Domínguez Villar.
La profundidad es un factor decisivo
para saber si una cueva ya ha registrado el inicio del calentamiento global, y
a 37 metros de esta galería, conocida como sala Blanca y Roja, el modelo
confirma que ya se está registrando el calentamiento global exterior, pero con
un retraso de 20-25 años, y predice un calentamiento de la cueva durante las
próximas décadas.
Como ha explicado este geólogo del
CENIEH, es importante conocer los cambios en la temperatura ya que pueden
afectar a la ventilación, lo que a su vez puede provocar procesos de corrosión
por condensación de la humedad de la atmósfera. “Y estos procesos podrían ser
críticos para la gestión de cuevas turísticas, como la de Postojna, la más
visitada de Europa, así como para la conservación del patrimonio, especialmente
del arte rupestre”, concluye.
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