El siglo XX ha sido prodigioso en avances para la humanidad sobre todo económicos, sociales y tecnológicos. Por citar algunos la electricidad y todas sus aplicaciones, la energía nuclear, la computación, la biotecnología y otras. Sin embargo y a toro pasado, también nos ha dejado una estela de conflictos, enfermedades y desastres.
La industrialización que se inicia con la era de la máquina de vapor y la quema de carbón fue seguida de los motores de combustión interna y sus aplicaciones en el transporte y la industria. El petróleo y sus derivados sobre todo plásticos han tenido consecuencias hasta un límite que afectan la supervivencia de la humanidad a través de la contaminación y su efecto de invernadero que genera cambio climático.
Para muchos científicos el cambio climático es el fenómeno más dramático al que ya nos enfrentamos. El clima está cambiando y sus efectos son variados, crecen los desiertos, las lluvias son erráticas e intensas, más violentos los huracanes y los tornados y el descongelamiento de los polos y los glaciares por el aumento de la temperatura de los mares hace que el nivel de estos aumente. Un pequeño país de Oceanía (Maldivas) compuesto de islas está en peligro de desaparecer y pronto, por la invasión de las aguas del mar en su territorio. Se irán a vivir a Nueva Zelandia.
No en todos los países del mundo el cambio climático tendrá los mismos efectos, pero si se verán afectados en menor o mayor medida. Para México algunos de los cambios son como se dice a continuación.
“Debido al cambio climático que se experimenta en todo el planeta, las lluvias en México habrán de disminuir hasta 30% durante este siglo y, según las previsiones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) planteadas en el Plan Nacional Hídrico 2014-2018, los primeros efectos de esta transición climática comenzarán a sentirse en los próximos 16 años”.
“Entre el 2013 y el 2030, las variaciones de temperatura y precipitación en el territorio mexicano se intensificarán, generando como consecuencia que, para finales de este siglo, en los estados del noroeste la precipitación (pluvial) tenderá a disminuir hasta en 30% en temporada invernal, mientras que los estados del sureste tendrán un decremento similar en el verano. En los próximos 16 años, además, la disponibilidad de agua en los ríos del país se verá disminuida hasta en 7%, situación que, para 2030, se sentirá principalmente en los estados de Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco, Chiapas, el sur de Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Nayarit y Sinaloa. Asimismo, el volumen de agua de los ríos disminuirá entre 4% y 5% en Oaxaca, Puebla, Morelos, Tlaxcala, Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, San Luis Potosí y el norte de Veracruz, mientras que en el resto del país el descenso en el caudal de los ríos será de 1% a 3.9% ”.
Bueno, habrá que irse preparando porque los países no se ponen de acuerdo en las acciones drásticas que se necesitan. Incluso hay quienes niegan el cambio climático. Si como se dice para finales del siglo XXI el aumento del nivel del mar será superior a un metro, regiones del mundo y de México desaparecerán. Por ser bajo y con lagunas, el istmo oaxaqueño se verá disminuido en territorio y habrá que reacomodar a parte de su población. Tendremos que hacer nuevos mapas. Espero estar equivocado.
FUENTE: El Oriente, Todo Oaxaca , por: Oswaldo García Criollo, 27/ julio/ 2014
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