"La mejor manera de proteger nuestros sectores productivos, para que crezcan y generen empleo, es sentarnos a negociar. Argentina tiene ahora una estrategia de mitigación (de gases con efecto invernadero) mucho más ambiciosa y proactiva, y un mayor compromiso frente al cambio climático", dijo a Télam Carlos Gentile, subsecretario de Cambio Climático y jefe de la delegación argentina en Bonn.
"En París se firmó un acuerdo marco, ahora se discute la letra chica, las metodologías, las técnicas y la financiación necesarias, por eso decimos que París fue la cumbre de la negociación y Marruecos será la cumbre de la implementación", añadió el funcionario.
La reunión, que finalizará mañana en Alemania, es la más importante después de París y la que antecede a la que tendrá lugar en Marruecos en noviembre próximo.
En el documento firmado luego de la COP21, los países participantes se comprometieron a que el aumento de la temperatura media global se mantenga por debajo de los 2 grados a fines del presente siglo, en relación a la época preindustrial, y a esforzarse para lograr que ese incremento no supere los 1,5 grados.
El acuerdo fue caracterizado como "histórico" por funcionarios y especialistas, ya que por primera vez se logró consenso internacional respecto del impacto negativo del cambio climático y por las metas marcadas.
En su presentación, Argentina fijó un "objetivo incondicional" de reducir la emisión de gases con efecto invernadero un 15 por ciento en 2030, esta meta incluía acciones relacionadas con el manejo forestal sustentable, la promoción de la eficiencia energética y la energía renovable y un cambio en el modelo de transporte.
Además, Argentina propuso un "objetivo condicional" consistente en aumentar la reducción en otro 15 por ciento para el mismo año siempre y cuando se le otorgara financiamiento internacional para la innovación, transferencia y desarrollo tecnológicos.
Gentile adelantó que Argentina planea "elevar" el objetivo incondicional del 15 por ciento y que en eso está trabajando el gabinete nacional de cambio climático, integrado por 12 ministros.
"Estamos revisando las contribuciones prometidas con miras a hacerlas más ambiciosas y elevar la meta incondicional, sin victimizarnos ni transmitir un doble discurso, crecer tiene un costo, genera emisiones, pero se puede crecer responsablemente", afirmó.
El subsecretario también aclaró que el país no está dispuesto a que le pidan que no crezca, pero sí a "desacoplar las emisiones", es decir desvincularlas del crecimiento industrial y productivo, y esto se logra, por ejemplo, aumentando el uso de energías renovables e implementando el sistema del pastoreo del ganado en zonas forestales, llamado silvopastoril, entre otras estrategias.
"En el ámbito internacional nos vamos a sentar en todas la mesas de negociación de las que antes nos ausentábamos, la mejor forma de proteger el crecimiento productivo es sentándonos para que nuestra opinión sea escuchada. Argentina necesita producir más y generar más empleo y en eso vamos a acompañar desde (el ministerio de) Ambiente", afirmó.
El grupo de negociación Like Minded que abandonó Argentina fue definido por el funcionario como "un bloque grande y heterogéneo" que incluye países como Venezuela, Bolivia, Nicaragua, China e India y "tiene una estrategia defensiva".
"Por el momento nos mantendremos independientes, después de París todos revisan sus posiciones y la decisión del presidente (Macri) es liderar las estrategias contra el cambio climático y ser más flexibles en ciertos aspectos", afirmó.
FUENTE: La Nación, 25-mayo-2016
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