Los pobres y los ancianos son los grupos etarios que corren los mayores
riesgos, debido a los problemas que surgen de las olas de calor cada
vez más frecuentes, las crecientes enfermedades transmitidas por
insectos y la contaminación del aire.
"Aunque los desastres han sido costosos, las
muertes no han aumentado, porque la sociedad hace un esfuerzo mayor, pero más
caro, para adaptarse a las condiciones cambiantes", dijeron los
autores. Pero un esfuerzo mayor no es algo que se pueda considerar entre
los recursos constantes.
"Hay algunas señales de advertencia graves, pero también hay
indicadores esperanzadores", dijo a la AP uno de los
autores, Howard Frumkin, profesor de Salud Ambiental en la Universidad
de Washington. "Con el tratamiento correcto y con esfuerzos
activos para prevenir que las cosas empeoren, creo que hay esperanza".
Entre los "atisbos de progreso", como se llaman en el estudio,
se cuenta el Acuerdo de París de 2015 para limitar las
emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo, considerando la
actual política global, los expertos dijeron que si tuvieran que
comparar el estudio con los resultados de un chequeo médico, calificarían el
estado de la Tierra como "con pronóstico reservado".
El estudio —que otro coautor, Hugh Montgomery, especialista
en terapia intensiva de la University College of London, lo comparó
con "poner un dedo sobre el pulso" de la Tierra— analizó 40
indicadores y concluyó: "Los síntomas del cambio climático en los humanos
son inequívocos y potencialmente irreversibles".
Uno de los factores es el dengue, una enfermedad que transmiten
los mosquitos. Desde 1990, la cantidad de casos se ha multiplicado
una vez cada 10 años, hasta llegar a 58,4 millones y 10.000 muertes en
2013. Frumkin explicó que las nuevas condiciones de temperatura permiten
que los mosquitos vivan en más lugares y se mantengan más activos durante más
tiempo.
Lo mismo pasa con la enfermedad de Lyme en los Estados Unidos,
dijo el especialista: "Las garrapatas (que la transmiten) se sienten mejor
en el clima más cálido". Entre 2000 y 2016, la cantidad de personas
vulnerables (aquellas con más de 65 años o con enfermedades crónicas) que quedó
expuesta a olas de calor aumentó unos 125 millones.
Dado que la civilización tal como se conoce hoy es producto de
un clima favorable, los riesgos que presenta el calentamiento global
amenazan, en definitiva, la existencia estable de las personas. "Va
a ser más difícil generar alimentos, habrá más morbilidad y más mortalidad
debido al calor", advirtió a Stat Jeffrey Shaman, director del
Programa de Clima y Salud de la Universidad de Columbia, quien no participó
del estudio pero comparte las conclusiones.
"La agricultura y la urbanización comenzaron porque se beneficiaron
de que tuviéramos un período notablemente largo, entre 10.000 y 12.000 años del
período postglacial, durante el cual las temperaturas globales
no cambiaron mucho", dijo Shaman. Y advirtió que "nuestra
alteración del clima" podría causar "algunas transformaciones
desagradables al clima que hemos dado por sentado hasta este punto de nuestra
historia".
FUENTE: Infobae, 7 / 11 / 2017
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