Para combatir el cambio climático Islandia está poniendo a prueba una solución de alta tecnología. El experimento CarbFix consiste en una planta energética que tiene la capacidad de abosrver CO2 de la atmósfera para inyectarlo a 1 km bajo la tierra, donde se transforma en roca.
Es la principal central geotérmica de Islandia, una de las plantas geotérmicas más grandes del mundo. En el país, el 100% de la electricidad proviene de fuentes renovables.
La planta está ubicada a unos 25 kilómetros de la capital, Reikiavik y es también el corazón del revolucionario proyecto: convertir para siempre en roca, el dióxido de carbono (CO2) que ensucia la atmósfera, según publicó la BBC.
Hellisheidi. Una de las plantas geotérmicas más grandes del mundo. (BBC)
El proyecto es llevado a cabo por un consorcio internacional de investigadores, la empresa de energía de Reikiavik, el Centro Nacional de Investigación Científica francés, la Universidad de Islandia y la de Columbia, Nueva York.
"Los humanos venimos quemando combustibles fósiles desde la revolución industrial y ya hemos pasado del punto de inflexión del nivel de carbono en la atmósfera que nos habíamos propuesto como tope", alerta Aradóttir, la administradora del proyecto en diálogo con la BBC.
Las pruebas piloto comenzaron en 2014. Actualmente, el programa se desarrolla como una solución permanente, capaz de limpiar un tercio de las emisiones que genera la planta anualmente.
Hellisheidi se convirtió, en noviembre de 2017, en la sede del primer sistema de "emisiones negativas" del mundo, capaz de aspirar CO2 directamente del aire y almacenarlo bajo tierra de manera permanente.
Tan sólo en el primer año, CarbFix procesó 250 toneladas de gases dañinos. Desde entonces, fue aumentando la cantidad de CO2 que es capaz de digerir. En 2017, alcanzaron las 10.000 toneladas en 2017, una cantidad ínfima comparada, por ejemplo, a lo que generan al año unos 280 habitantes de Qatar, el país con mayores niveles de emisión per cápita.
ROCA. Antes y después: el basalto poroso (izquierda) y el basalto con el CO2 mineralizado en los poros. (BBC)
Una de las claves en el proceso, es la geología del país ya que sus paisajes están compuestos fundamentalmente de basalto, una piedra porosa y gris que se forma a partir del enfriamiento de la lava. A 1.000 metros bajo tierra se convierte en un aliado para la solidificación del CO2.
"Estos puntos blancos son carbonatos, como se llama al CO2 mineralizado", explica. "El basalto joven es como una esponja, lleno de cavidades que luego se llenan con el carbono solidificado", detalla a la BBC Sandra Snaebjörnsdóttir, una geóloga que trabaja en CarbFix.
Los expertos aseguran que CarbFix es un proyecto escalable y replicable. "Es el tipo de roca más común del planeta, cubre gran parte del suelo oceánico y alrededor de 10% de los continentes. Y donde haya basalto y agua, se podría aplicar este modelo", afirma Snaebjörnsdóttir.
El programa hace un uso intensivo del agua, "se necesitan más de 25 toneladas de agua por tonelada de CO2. ¿Y de dónde vamos a sacar tanta agua?", cuestiona Gíslason, geoquímico de formación.
"En Islandia tenemos suerte porque tenemos mucha lluvia y nieve, pero si intentas aplicar este modelo en las planicies basálticas de India… allí el agua es un bien muy preciado", reflexiona.
De todas formas, según publica la BBc, el proyecto aún debe pasar varias pruebas para confirmar su viabilidad comercial.
"No hay una solución única que vaya a salvarnos", asiente Aradóttir. "Tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance y CarbFix es una sola herramienta en nuestro 'kit de emergencia' contra el cambio climático", enfatiza.
FUENTE: La Voz, 22 / 05 / 2018
Hellisheidi
Es la principal central geotérmica de Islandia, una de las plantas geotérmicas más grandes del mundo. En el país, el 100% de la electricidad proviene de fuentes renovables.
La planta está ubicada a unos 25 kilómetros de la capital, Reikiavik y es también el corazón del revolucionario proyecto: convertir para siempre en roca, el dióxido de carbono (CO2) que ensucia la atmósfera, según publicó la BBC.
CarbFix
"Los humanos venimos quemando combustibles fósiles desde la revolución industrial y ya hemos pasado del punto de inflexión del nivel de carbono en la atmósfera que nos habíamos propuesto como tope", alerta Aradóttir, la administradora del proyecto en diálogo con la BBC.
Una solución permanente
Las pruebas piloto comenzaron en 2014. Actualmente, el programa se desarrolla como una solución permanente, capaz de limpiar un tercio de las emisiones que genera la planta anualmente.
Hellisheidi se convirtió, en noviembre de 2017, en la sede del primer sistema de "emisiones negativas" del mundo, capaz de aspirar CO2 directamente del aire y almacenarlo bajo tierra de manera permanente.
Tan sólo en el primer año, CarbFix procesó 250 toneladas de gases dañinos. Desde entonces, fue aumentando la cantidad de CO2 que es capaz de digerir. En 2017, alcanzaron las 10.000 toneladas en 2017, una cantidad ínfima comparada, por ejemplo, a lo que generan al año unos 280 habitantes de Qatar, el país con mayores niveles de emisión per cápita.
Paso a paso
- Se captura del CO2, que viaja en el vapor liberado a la atmósfera, para disolverlo en grandes volúmenes de agua.
- En la estación de separación de gases, "utilizamos el mismo método que para hacer soda", explica Aradóttir.
- Meidante una red de tuberías envían el líquido efervescente hasta el sitio de inyección.
- Allí, se bombea a alta presión hasta unos 1.000 metros bajo tierra.
- Una serie de reacciones químicas, en cuestión de meses, harán que el CO2 se convierta en roca sólida. "Descubrimos que el CO2 se convirtió en rocaen menos de 400 días", explica uno de los científicos del proyecto. La solidificación impide, al menos por un par de millones de años, que vuelva a fugarse hacia la atmósfera.
El basalto, clave
"Estos puntos blancos son carbonatos, como se llama al CO2 mineralizado", explica. "El basalto joven es como una esponja, lleno de cavidades que luego se llenan con el carbono solidificado", detalla a la BBC Sandra Snaebjörnsdóttir, una geóloga que trabaja en CarbFix.
Los expertos aseguran que CarbFix es un proyecto escalable y replicable. "Es el tipo de roca más común del planeta, cubre gran parte del suelo oceánico y alrededor de 10% de los continentes. Y donde haya basalto y agua, se podría aplicar este modelo", afirma Snaebjörnsdóttir.
No todo es color de rosa
El programa hace un uso intensivo del agua, "se necesitan más de 25 toneladas de agua por tonelada de CO2. ¿Y de dónde vamos a sacar tanta agua?", cuestiona Gíslason, geoquímico de formación.
"En Islandia tenemos suerte porque tenemos mucha lluvia y nieve, pero si intentas aplicar este modelo en las planicies basálticas de India… allí el agua es un bien muy preciado", reflexiona.
De todas formas, según publica la BBc, el proyecto aún debe pasar varias pruebas para confirmar su viabilidad comercial.
"No hay una solución única que vaya a salvarnos", asiente Aradóttir. "Tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance y CarbFix es una sola herramienta en nuestro 'kit de emergencia' contra el cambio climático", enfatiza.
FUENTE: La Voz, 22 / 05 / 2018