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miércoles, 12 de junio de 2019

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA MIGRACIÓN DE LAS AVES DESDE LOS POLOS A LOS TRÓPICOS




Millones de años de cambio climático afectaron al rango y al hábitat de los pájaros modernos, lo que sugiere que muchos grupos de aves tropicales hicieron una migración relativamente reciente desde el hemisferio norte hasta sus actuales hogares ecuatoriales.
Así lo aseguran investigadores de las universidades de Cambridge y Oxford (Reino Unido) en un estudio publicado este lunes en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. Los autores aplicaron modelos climáticos y ecológicos para ilustrar cómo la distribución de los principales grupos de aves está relacionada con el cambio climático durante millones de años.
Sin embargo, mientras que el cambio climático pasado a menudo fue lo suficientemente lento para permitir que las especies se adapten o cambien de hábitat, las tasas climáticas actuales pueden ser demasiado rápidas para muchas especies, lo que las pone en riesgo de extinción.
"Los paleontólogos han documentado vínculos a largo plazo entre el clima y las distribuciones geográficas de los principales grupos de aves, pero los modelos informáticos necesarios para cuantificar esto no se han aplicado hasta ahora", apunta Daniel Field, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Cambridge y coautor principal del artículo.
10 GRUPOS DE AVES
Para realizar el estudio, los investigadores analizaron 10 grupos de aves actualmente limitados a los trópicos, predominantemente en áreas que alguna vez fueron parte del antiguo supercontinente de Gondwana (África, América del Sur y Australasia). Sin embargo, los primeros representantes fósiles de cada uno de estos grupos se han encontrado en los continentes del norte, muy por encima de sus rangos actuales.
Por ejemplo, uno de estos grupos, los turacos ('comedores de bananos') son aves que se alimentan de frutas y sólo se encuentran en los bosques y sabanas del África subsahariana, pero se han encontrado fósiles de un pariente turaco primitivo en el actual Wyoming (norte de Estados Unidos).
Hoy en día, Wyoming es demasiado frío para los turacos durante la mayor parte del año, pero en el inicio del Paleógeno, que comenzó con la extinción de los dinosaurios no avianos hace 66 millones de años, la Tierra era mucho más cálida. Con el tiempo, los climas globales se han enfriado considerablemente y los ancestros de los turacos modernos cambiaron gradualmente su rango a áreas más adecuadas.
"Modelamos el área habitable para cada grupo de aves y encontramos que sus rangos habitables estimados en el pasado eran muy diferentes de sus distribuciones geográficas de hoy, en todos los casos hacia el ecuador a lo largo del tiempo geológico", apunta Erin Saupe, de la Universidad de Oxford, el otro autor principal del estudio.
Saupe, Field y sus colaboradores trazaron datos de temperaturas promedio y lluvias, y los vincularon con el lugar donde se encuentra cada uno de los grupos de aves en la actualidad. Utilizaron esta información climática para construir un "modelo de nicho ecológico" para mapear las regiones adecuadas e inadecuadas para cada grupo de aves. Luego proyectaron estos modelos de nichos ecológicos en reconstrucciones paleoclimáticas para mapear hábitats potencialmente adecuados durante millones de años.
FÓSILES
Los investigadores pudieron predecir los casos geográficos de representantes fósiles de estos grupos en diferentes puntos de la historia de la Tierra. Estos fósiles proporcionan evidencia directa de que estos grupos se distribuyeron anteriormente en partes muy diferentes del mundo hasta donde se encuentran actualmente.
"Hemos ilustrado hasta qué punto el clima adecuado ha dictado dónde estaban estos grupos de animales en el pasado y dónde están ahora", recalca Field, quien añade: "Dependiendo de las predicciones de los pronósticos del cambio climático, este enfoque también puede permitirnos estimar dónde podrían terminar en el futuro".
Saupe apunta que "muchos de estos grupos no contienen una gran cantidad de especies vivas, pero cada linaje representa millones de años de historia evolutiva única". "En el pasado, el cambio climático se producía con la lentitud suficiente para que los grupos pudieran rastrear hábitats adecuados a medida que estos se movían alrededor del mundo, pero ahora que el cambio climático se está produciendo a un ritmo mucho más rápido podría llevarse ramas enteras del árbol de la vida hacia la extinción en un futuro próximo", concluye.
FUENTE: EcoDiario.es , 11/06/2019

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