La práctica de aclarar las nubes marinas (marine cloud brightening, o MCB) ha atraído mucha atención en los últimos años como una posible forma de compensar los efectos del calentamiento global causado por el hombre y ganar algo de tiempo mientras la economía global se descarboniza.
MCB funciona mediante la pulverización controlada de diminutas partículas (aerosoles) a la atmósfera, con el objetivo de aumentar la cantidad de luz solar reflejada por las nubes. Aunque ya se están realizando experimentos con MCB en algunas regiones del mundo –como en Australia, para proteger los arrecifes de coral del blanqueamiento– aún queda mucho por entender sobre sus efectos a largo plazo y sus posibles consecuencias no deseadas.
Cómo los científicos utilizaron un volcán para obtener respuestas sobre el MCB
Utilizando un método innovador, los investigadores emplearon un "experimento natural" aprovechando la erupción del volcán Kilauea en Hawái para estudiar las complejas interacciones entre los aerosoles naturales, las nubes y el clima. La erupción del volcán expulsa aerosoles a la atmósfera del mismo modo que las turbinas MCB.
Mediante inteligencia artificial y análisis de datos históricos de satélites y estaciones meteorológicas, el equipo desarrolló un modelo predictivo que les permitió identificar los impactos directos de los aerosoles volcánicos sobre la cobertura y las propiedades de las nubes.
Los resultados fueron sorprendentes y revelaron un aumento de hasta un 50 % en la nubosidad durante los períodos de actividad volcánica, lo que resultó en un efecto de enfriamiento regional de hasta -10 Wm-2 .
El calentamiento y el enfriamiento global se miden en vatios por metro cuadrado, y un valor negativo indica enfriamiento. Como parámetro de comparación, duplicar el dióxido de carbono en la atmósfera provocaría un efecto de calentamiento de aproximadamente +3,7 Wm-2 en promedio global.
Si bien estudios anteriores se centraron en la influencia de los aerosoles, esta nueva investigación reveló que el aumento de la nubosidad es el principal responsable del efecto, provocando entre el 60 y el 90 % del enfriamiento.
El autor principal del estudio, el Dr. Ying Chen, enfatiza que si bien el MCB puede ser útil como intervención temporal, el método no aborda las causas fundamentales del calentamiento global, que son las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por ello, Chen describe el MCB como un "analgésico" temporal para los síntomas del calentamiento global, destacando que sólo reduciendo las emisiones de carbono e invirtiendo en soluciones energéticas limpias y sostenibles podremos curar esta enfermedad de una vez por todas.
La investigación de la Universidad de Birmingham es parte de un creciente interés global en la ingeniería de nubes como posible herramienta para combatir el cambio climático. En el Reino Unido, el gobierno lanzó recientemente un programa de investigación de £10,5 millones para explorar enfoques de gestión de la radiación solar, incluido el MCB.
La investigación también está aumentando en otras partes del mundo. En Estados Unidos, un equipo de la Universidad de Washington llevó a cabo recientemente su primer experimento con aerosoles al aire libre en un portaaviones fuera de servicio en Alameda, California.
En última instancia, estas iniciativas resaltan la importancia de continuar investigando y desarrollando soluciones innovadoras para abordar los desafíos climáticos globales.
Fuente: Meteored
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