En este 2024 que acaba de arrancar, la industria del reciclaje al igual que hacemos cada ciudadano, tiene una lista de buenos propósitos que llevar a cabo, consciente de que, para alcanzar los ambiciosos objetivos de neutralidad climática y circularidad de Europa, su contribución es vital.
Para ello, es fundamental detectar cuáles serán los principales retos y desafíos para el sector reciclador a lo largo de los próximos 12 meses. Desde FER, dentro de nuestro plan estratégico 2024, consideramos que estamos ante una coyuntura en la que detectamos una serie de oportunidades que no deberían dejar pasar las empresas recicladoras y unas amenazas a las que deberán hacer frente.
Oportunidades
En primer lugar, en esa transición hacia la economía circular y la neutralidad climática, surge la oportunidad de vincular ambas a través del reciclaje. Hasta la fecha, las políticas llevadas a cabo no han tenido en cuenta el factor del reciclaje, por lo que una solución climáticamente neutra puede no ser ni circular ni tecnológicamente madura, perpetuando así las cadenas de valor lineales y aumentando los riesgos de la cadena de suministro.
Si tenemos en cuenta que el reciclaje es intrínsecamente circular y neutro desde el punto de vista climático, su impulso es fundamental para que las industrias que consumen mucha energía se descarbonicen y sean más circulares al mismo tiempo. Por tanto, en la práctica, la Unión Europea (UE) debería considerar recompensar dentro del Régimen de comercio de derechos de emisión (RCCDE UE) el ahorro de CO2 derivado del uso de materiales reciclados, incentivando así las cadenas de valor circulares y eficientes desde el punto de vista climático.
En este sentido, surge otra gran oportunidad para la industria del reciclaje: la compra pública verde. En los últimos cinco años, la Unión Europea (UE) ha hecho algún progreso, al añadir objetivos de contenido reciclado puntuales a su marco legislativo para impulsar la demanda de materiales circulares. Sin embargo, el alcance y la magnitud de estos instrumentos siguen siendo demasiado limitados para aumentar drásticamente la tasa de uso de materiales circulares. A día de hoy, de media, solo el 11,5% de los materiales utilizados por la industria europea procede del reciclado (Eurostat), por lo que la compra pública verde es uno de los factores clave para hacer frente a los desequilibrios del mercado e igualar las condiciones con las materias primas vírgenes, que siguen siendo la norma en la mayoría de las cadenas de valor.
Otro aspecto que puede desbloquear la tasa de reciclaje de diversos flujos de residuos es avanzar decididamente en la aplicación del fin de la condición de residuo. De este modo, diversos materiales como, por ejemplo, los residuos plásticos y los textiles multiplicarían sus cifras de recuperación y reciclado.
Amenazas
Frente a las grandes oportunidades para las empresas recicladoras en 2024, aparecen una serie de amenazas que, como común denominador a esta industria, además suelen estar interconectadas.
La primera de ellas es que el sector deberá hacer frente a las continuas adaptaciones a la numerosa normativa ambiental que se está publicando en la Eurozona, así como a la presencia de ciertas sustancias químicas en los productos que pasan a ser consideradas como peligrosas en la UE. Ante ello, es urgente llevar a cabo una simplificación normativa, en el primer caso, y establecer una normativa sobre sustancias químicas respaldada por evaluaciones de riesgos científicas, basada en pruebas, en el segundo.
Por otro lado, está la creciente competencia del sector público en la gestión de los residuos frente a una gestión privada. Además, esta competencia –en situaciones claramente desleal como sucede con las menores cargas administrativas que tienen que cumplir– se verá acrecentada, por la aparición de nuevas figuras, como son los sistemas de responsabilidad ampliada del productor, en flujos de residuos donde hasta ahora no existían, como son los envases comerciales e industriales o, en un futuro próximo, en los textiles.
Una de las mayores amenazas para la industria del reciclaje en 2024 viene dada por un creciente proteccionismo europeo en relación al mercado de las materias primas recicladas.
Sin embargo, una de las mayores amenazas para la industria del reciclaje en 2024 viene dada por un creciente proteccionismo europeo en relación al mercado de las materias primas recicladas. Ejemplo de ello es el Reglamento de traslado de residuos que, no ha tenido en cuenta las demandas de los recicladores y, tras su publicación, puede dar al traste con la propia economía circular.
Los recicladores nos oponemos frontalmente a la dicotomía que establece Bruselas de que la exportación de residuos fuera de la UE supone una pérdida de materiales y perjudica al medio ambiente. La causa de este grave error, de consecuencias que pueden ser nefastas para la competitividad de la industria europea del reciclaje, reside en la amplia definición de residuo de la legislación comunitaria, que confunde la basura sin procesar y el reciclado de materiales de alta calidad (materias primas recicladas que son facilitadores clave de una economía circular y baja en carbono).
Además, debe impulsarse la reindustrialización de Europa de forma contundente por parte de las autoridades europeas, ya que no tiene sentido limitar la salida de materiales, si luego Europa es excedente de dichos materiales, porque no los utiliza para su manufactura.
Como cualquier industria, el acceso a los mercados internacionales es vital para la competitividad de la industria europea del reciclaje, por lo que restringir las exportaciones de materias primas procedentes del reciclado sin una demanda suficiente de materiales reciclados en Europa obstaculizará críticamente la competitividad de esta industria y su capacidad para reciclar más y mejor para los mercados nacionales y mundiales.
Fuente: RETEMA
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