Impresionante. Automóviles sepultados por la nieve en Beacon Hill, en el centro de
Boston. Allí hubo una media de 50 centímetros.
Ayer, aún seguía nevando en varias zonas del este./REUTERS
La costa nordeste de Estados Unidos amaneció ayer sepultada por más de un metro de nieve como consecuencia de la gigantesca tormenta invernal que azotó el territorio desde la tarde del viernes con un saldo preliminar de seis muertos y más de 700 mil personas sin electricidad.
Fuertes vientos con ráfagas superiores a los 150 kilómetros por hora, abundantes nevadas y enormes olas que anegaron zonas bajas, sembraron el terror entre los más de 40 millones de habitantes de la región y obligó a las autoridades a tomar medidas excepcionales para evitar una nueva catástrofe como la del ciclón Sandy, tres meses atrás.
Cinco estados de la Nueva Inglaterra se declararon en emergencia y tensaron hasta el límite sus dispositivos de respuesta. Las autoridades exhortaron a las personas a acopiar provisiones y a permanecer en casa y fuera de las carreteras.
Todas estas medidas, no evitaron, sin embargo, que Nemo –como fue bautizado el temporal– se cobrara al menos seis vidas. Una mujer de 80 años murió en la ciudad canadiense de Ontario mientras limpiaba de nieve la entrada de su casa. Y dos hombres fallecieron en un accidente de tráfico. En Nueva York perdieron la vida un individuo de 74 años y un joven de 23 en incidentes en las intransitables vías. Mientras que en Prospect, Connecticut, un transeúnte recibió el impacto fatal de un automóvil.
En la mañana del sábado, cuando ya el peligro había pasado para la mayoría de las personas en el camino de Nemo, surgió una nueva emergencia para los residentes del poblado costero de Salisbury Beach, en Massachusetts. Estos fueron evacuados a toda prisa como consecuencia de olas de más de dos metros de altura que inundaron parte de litoral del estado.
El temporal también dejó sin servicio eléctrico a más de 700 mil personas. Los más afectados fueron los residentes de Massachusetts, donde con más de 400 mil cortes reportados algunos pueblos permanecen completamente sin servicio. En Long Island la cifra de consumidores sin electricidad sobrepasó los 10 mil, mientras en Nueva York y New Jersey los cortes fueron mínimos.
La tormenta también provocó la salida de operación de la central nuclear Pilgrim en Plymouth, Massachusetts. La Comisión Reguladora de la Energía Nuclear dijo que no hay peligro para el público. Las reparaciones para reestablecer el servicio eléctrico podrían demorar días debido a que muchas líneas permanecen enterradas bajo montañas de nieve.
La cantidad de nieve que se precipitó sobre la región en menos de 24 horas fue impresionante. Muchos autos quedaron sepultados y muchas personas no podían abrir la puerta de su casa. Según datos del Weather Service, la ciudad de Portland (Maine) rompió su récord de nieve de 1971 al registrar 74, 4 centímetros. Por su parte, Boston quedó sumergida en 50 centímetros de nieve; en Long Island llegaron a registrarse más de 40 y el Central Park mostraba una capa de hasta 20 centímetros. “No tenemos aún todas las estadísticas, pero para ciertas localidades ésta es una tormenta para los libros de récord”, consideró David Stark, meteorólogo del National Weather Service.
En la mañana del sábado, aún con nieve cayendo, varias ciudades comenzaron las labores de limpieza y recuperación. Por suerte, Nemo golpeó el último día laborable y las autoridades cuentan con el fin de semana para dejar todo lo más listo posible para el lunes.
A diferencia de Sandy, esta última tormenta fue más benévola con los habitantes de Nueva York, quienes aún se resarcen de las secuelas del ciclón del pasado octubre.
“Sin duda hemos pasado lo peor de la tormenta en Nueva York”, declaró aliviado el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg. Los tres aeropuertos neoyorquinos reanudaron sus operaciones durante la jornada, después de cancelar más de 5 mil vuelos.
FUENTE: clarin.com , mundo , 10/ 02/ 2013 , POR ARMANDO PÉREZ
No hay comentarios.:
Publicar un comentario