La ciudad rusa de Salejard ha acogido un encuentro internacional de altos representantes de los estados miembros del Consejo Ártico. Entre los principales temas tratados destaca la prevención de situaciones de emergencia, la gestión de la seguridad en la navegación marítima y de la seguridad ecológica en la ruta marítima del Norte, así como el desarrollo de los recursos del Ártico y la protección de los ecosistemas de la zona.
La víspera de la reunión, los representantes del Consejo Ártico visitaron el punto fronterizo más septentrional del territorio ruso, Negúrskoe, en la denominada Tierra de Francisco José. Posteriormente se desplazaron hacia la base Barneo, que la Sociedad Geográfica Rusa posee sobre un casquete de hielo, desde donde se dirigieron al Polo Norte.
“Nadie por sí mismo es capaz de resolver las cuestiones que se han ido planteando en torno al Ártico, ni desde el punto de vista de la seguridad, ni del de la gestión de sus recursos”, declaró el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev.
Durante el transcurso de la conferencia muchos de los participantes pudieron comprobar la dureza de ese territorio. No obstante, se trata de un lugar donde se puede y se debe vivir y trabajar, aunque para ello es necesario mejorar y reforzar las condiciones de confianza.
El Consejo Ártico es un foro intergubernamental que reúne a los gobiernos de los países árticos y a los representantes. Se estableció formalmente tras la Declaración de Ottawa de 1996 para fomentar la cooperación, coordinación y interacción. Cuenta con ocho miembros: Canadá, Rusia, Noruega, Dinamarca, Islandia, los Estados Unidos, Suecia y Finlandia. Entre los países observadores están España, Francia, Alemania y China.
Como señaló Pátrushev, en Rusia y otros estados próximos a la zona ártica, se trabaja activamente para la detección de posibles amenazas y desafíos relacionados con la seguridad internacional, regional y nacional. Aunque, de acuerdo con sus palabras, es el cambio climático el que desempeña un papel primordial entre las amenazas.
Denís Jrámov, viceministro de Recursos Naturales y Ecología, puso de manifiesto los principales indicadores de la zona ártica, en concreto, destacó que supone el 18% del territorio de Rusia y el 28% de los dominios árticos mundiales.
Hasta el día de hoy se han descubierto en la región 594 yacimientos petrolíferos, 159 yacimientos de gas, 2 de níquel y más de 350 explotaciones de oro.
Los principales países participantes en la gestión de estos recursos naturales son Rusia, Estados Unidos, Noruega y Canadá. Además, en la lista de estados observadores del Consejo Ártico están China y Corea del Sur, que ya han mostrado activamente su deseo de convertirse en miembros permanentes.
Por otro lado, en el verano de 2012 el rompehielos chino Xuelong navegó por primera vez por la ruta marítima del Norte y se espera que para 2014 se le una otro buque. Estos pasos demuestran los ambiciosos planes de China en el Ártico.
Sin embargo, en su etapa actual el programa del gigante asiático para el Ártico no resulta tan imponente como el ruso.
Actualmente Moscú cuenta con 12 rompehielos, de los cuales siete son nucleares. Canadá cuenta con un número incluso mayor, 21 buques. Estados Unidos solo tiene tres, uno de los cuales se encuentra en Seattle para su reparación, un segundo ya está fuera de servicio y el tercero no es apto para hielos de gran espesor.
En relación a esto, en mayo de 2011 el periódico The New York Times ya señaló la insuficiencia de recursos estadounidenses destinados el Ártico, a pesar de que Alaska pertenezca a esta región septentrional, destacando que “China pronto poseerá rompehielos más modernos y potentes que los de Estados Unidos y Canadá”.
FUENTE: Rusia Hoy, 15/ 04/ 2013
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