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miércoles, 20 de noviembre de 2013

CUMBRE CLIMÁTICA EN VARSOVIA CON BAJAS EXPECTATIVAS



Las malas noticias –tanto puntuales como referentes a largos procesos— se agolpan a las puertas de la décimo novena en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Varsovia.
Las emisiones de gases efecto invernadero suben inexorablemente, mientras los gobiernos del mundo continúan gastando nuestro dinero en uno de los sectores que más contribuye al cambio climático: los combustibles fósiles.

Un informe del Overseas Development Institute publicado esta semana revela que los países más ricos –incluida España— están subsidiando combustibles fósiles a una media de cien dólares por persona y año (un total de medio trillón de dólares anuales). El informe también revela que estos subsidios en los países ricos superan en una proporción de uno a siete los llamados Fondos para el Clima transferidos a los países en desarrollo –históricamente los menos responsables del cambio climático— para ayudarlos a que se adapten a y mitiguen el cambio climático.

El apoyo financiero a los combustibles fósiles en forma de subsidios supera ampliamente lo dedicado a energías renovables, y en algunos países, como Paquistán y Bangladesh, duplica lo destinado a la salud pública.
Otro dato revelado por el informe indica que los once mayores emisores entre los países ricos (incluida España) dedicaron una media de siete dólares a subsidios por cada tonelada de gas de efecto invernadero que generan.
En junio nos enteramos de que las emisiones globales de CO2 –dióxido de carbono, el principal causante del efecto invernadero— habían aumentado 1,4%, en 2012 para llegar a los 31,6 billones de toneladas, según un informe de la IEA.

El quinto informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (conocido por sus siglas en inglés IPCC) confirmaba en octubre que, sin lugar a dudas, este cambio climático tiene un origen humano y que sus impactos sobre las temperaturas, el nivel del mar y los ecosistemas son cada vez más preocupantes.

El IPCC también decía que las emisiones de gases de efecto invernadero no deberían superar el trillón de toneladas – un tope al que nos estamos acercando peligrosamente— si queremos permanecer por debajo de un aumento de temperaturas de dos grados centígrados. Ya hemos ´gastado´ 53% de nuestro ´presupuesto´ en carbono y, al ritmo que vamos, podríamos terminar con el resto en cuestión de tres décadas.

Superar estos dos grados sería suicida para muchas partes del mundo. Y la pregunta ahora es cómo se debería distribuir lo que queda.
La comunidad internacional se reúne en Varsovia a partir del lunes, durante dos semanas, un hito en el camino hacia un posible acuerdo internacional para enfrentar el cambio climático y tomar decisiones sobre las emisiones en 2015.
El último informe anual del Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente Gap report indica que, aunque los países cumplieran con sus compromisos de reducción, las emisiones en 2020 van a estar por muy encima de lo que se necesita para tener mantenernos por debajo de un incremento de temperatura del dos grados centígrados. Así que el reto no es desdeñable.

Otro de los puntos más espinosos para Varsovia, cómo no, es el dinero. Actualmente hay un acuerdo para, a partir de 2020, dotar los llamados Fondos para el Clima con cien billones de dólares anuales transferibles a los países en desarrollo para ayudarlos a lidiar con el cambio climático. Varios informes de ODI indican que los países en desarrollo, y los más pobres en estos países, serán en el futuro los más afectados por los efectos del cambio climático en el acceso a recursos vitales como agua, comida y energía, y hasta en su salud, educación y seguridad.

En medio de la profunda crisis económica que asola muchos países ricos –entre ellos España—, cien billones de dólares pueden parecer mucho dinero. Pero el nivel de inversión que se calcula que en realidad se necesita en los países en desarrollo para encarar el cambio climático se eleva a entre 0,65 7y 1,5 trillones de dólares anuales, según otro informe de ODI. El nivel de compromiso actual ni se acerca.

Según la autora del informe de ODI sobre subsidios, Shelagh Whitley, muchos gobiernos calculan que podrán canalizar una cantidad importante de fondos del sector privado hacia proyectos que encaren el cambio climático a través de políticas de incentivación y subsidios. Pero lo que ocurre en los hechos es que, en vez de utilizar estas intervenciones en apoyo de las energías renovables, se incentiva activamente la energía ´sucia´, como se puede ver por el masivo nivel de subsidios a los combustibles fósiles. Ello implica también una pérdida de oportunidad para apoyar otro tipo de energía.

El nivel de ambición y las expectativas para Varsovia son bajos. Pero no tiene por qué ser así. Esta cumbre podría significar un punto de inflexión si se adoptan compromisos concretos para eliminar los subsidios a los combustibles fósiles y para incrementar el nivel de empeño con los Fondos para el Clima.

FUENTE: EFE verde, lainformacion.com, 10/ 11/ 2013, por Miren Gutiérrez

*Miren Gutiérrez es Directora de Comunicación del Programa para el Clima y el Medioambiente del Overseas Development Institute en Londres, Gran Bretaña.



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