El día mundial del sobregiro ecológico en el
2018 se cumplió el 1 de agosto. Esto significa que, en ocho meses, la humanidad
se gastó todos los recursos que la Tierra tiene capacidad de generar para un
año.
A este
saldo negativo con el que se empieza el 2019, se suman otros problemas
ambientales que dejó el 2018 como el incremento de la temperatura global, el
aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y las pérdidas
económicas ocasionadas por
los fenómenos naturales.
Para Diego Cisneros-Heredia, profesor e
investigador de la Universidad San Francisco de Quito, algunos de los aspectos
negativos de este año son que los países no pudieron lograr establecer
objetivos significativos en relación al cambio climático y aún siguen siendo
“muy tibios” con el tema.
A esto
se suman las condiciones políticas de naciones como Estados Unidos, donde el
discurso oficial es que este fenómeno no existe y las acciones de China no han
sido lo suficientemente radicales en el control de la emisión de gases. Los
huracanes Florence y Michael fueron los más caros del año pasado.
Según
un estudio de la organización Christian Aid, ambos fenómenos de categoría 4 en
una escala de 5 causaron daños estimados de USD 17 000 millones y USD 15 000
millones respectivamente. La lista de esta organización incluye otros desastres
ambientales como la sequía de Argentina, que afectó con USD 6 millones al país
y las inundaciones en Japón que ocasionaron la muerte de alrededor de 230
personas.
El país asiático también tuvo que enfrentar
al tifón de Jebu que es considerada como la tormenta más intensa que ha
enfrentado Japón en los últimos 25 años. El reporte de la ONG demuestra que, en
total, los 10 fenómenos ambientales más extremos del año pasado dejaron
pérdidas de más de USD 1 000 millones. Otro saldo que deja el 2018 son las
hectáreas que se perdieron en el incendio forestal de California, ocurrido en
noviembre de ese año, y considerado como uno de los más destructivos en la
historia de esta zona.
Este evento causó la muerte de 85 personas,
destruyó casi 62 000 hectáreas y afectó a 14 000 viviendas. Según la
organización Christian Aid, estos fenómenos son evidencias de que las
consecuencias del cambio climático ya están ocurriendo.
Este año fue el cuarto año consecutivo más
caluroso de la historia y las concentraciones de Dióxido de Carbono (CO2) en el
ambiente alcanzaron un récord histórico. A pesar de estas evidencias, en la
última conferencia de las Naciones Unidas sobre cambio climático de 2018
(COP24), no se lograron tomar medidas más estrictas para lograr que los países,
sobre todo los desarrollados, disminuyan sus emisiones y se comprometan a
ayudar a las naciones en vías de desarrollo a cumplir las metas del Acuerdo de
París.
Heredia explica que el 2018 también dejó aspectos positivos, como la lucha contra el plástico. En ese año, las personas se dieron cuenta del impacto que ha tenido por décadas el uso de este material y en lugares como Galápagos incluso se logró prohibirlo. Para el investigador, el principal reto de este 2019 es que la sociedad, no solo el ámbito de la ciencia, empiece a reaccionar frente al cambio climático, como lo hicieron con el plástico.
FUENTE: El Comercio , 6 / enero / 2019
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