La idea
transversal que recorre la propuesta general de la Secretaría de Ambiente
porteña descansa en que Buenos Aires se convierta en una ciudad carbono
neutral, resiliente e inclusiva en treinta años.
Los efectos
se sienten de manera inequívoca: temperaturas en ascenso, más olas de calor, y
precipitaciones más frecuentes e intensas.
Lejos de ser
parte del argumento de una película de Hollywood que plantea fenómenos
grandilocuentes con la ayuda de efectos especiales de última generación, la
urgencia que dispara el cambio climático en las ciudades, responsables del 70% de las
emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEIs), resulta inmediata. Y Buenos Aires, como tal, no es ajena a su impacto.
Para liderar
la batalla contra esta problemática global, la Ciudad redefinió su Plan de Acción Climática (el tercero en lo que
va de la gestión de Pro) como “una hoja de ruta clara con metas a corto,
mediano y largo plazo, que le permitirán alcanzar los objetivos ambiciosos a
los que se comprometió” en esta extensa batalla.
Así lo
expresa el documento al que accedió LA
NACION, en el que se reitera la idea transversal de la propuesta: convertir a Buenos Aires en una ciudad carbono neutral, resiliente e inclusiva en
2050.
Cómo lo logrará
La
estrategia de mitigar los Gases de Efecto Invernadero no es trivial, ni acotada
en el tiempo. A partir de 2013 la Ciudad logró quebrar la
tendencia creciente de las emisiones y proyectar una disminución constante. Por
eso, para 2030, proyecta reducir el 53% y, para 2050, un 84%, respectivamente,
y asumir con esta misión un lugar
destacado en la región.
En ese marco,
para conseguirlo, según detallaron fuentes de la Secretaría de Ambiente
porteña, trazaron 24 acciones, o “políticas, programas o proyectos lo suficientemente específicos
para ser evaluados cualitativamente”, divididas en
cuatro ejes de trabajo:
A. Ciudad innovadora y baja en carbono
Desde el
gobierno lo definen como una urbe que “aprende y mira al futuro, adoptando
tecnología y hábitos cada vez más sostenibles”.
Las nuevas construcciones que se desarrollen en la ciudad deberán cumplir estándares que permitan reducir el consumo de energíaHernan Zenteno - La Nacion/Hernan Zenteno
1. Edificios
nuevos más eficientes: el nuevo Código de Edificación,
que rige desde 2019 y contempla nuevas tecnologías sostenibles, busca que las construcciones incorporen
estándares para reducir el consumo de energía durante su vida útil e, incluso,
logren la autosustentabilidad.
2. Mejoras
en las viviendas: es necesario aplicar medidas de uso racional
y eficiente de la energía. En base a eso, se incentivará un programa para
reacondicionar las viviendas existentes con el fin de disminuir el consumo
energético. Además, se migrará del uso de gas natural para calefacción y agua
caliente hacia sistemas eléctricos.
3.
Eficiencia puertas adentro: implica mejorar y ampliar
el sistema de seguimiento para lograr la medición en tiempo real de los
consumos de los edificios. Entran en juego: recambio de luminarias, mejoras en
la climatización y aprovechamiento de la energía solar térmica.
4. Hacia una
energía limpia: habla de una transición hacia fuentes de
energía renovables como uno de los caminos centrales para alcanzar una
reducción significativa de emisiones.
5.
Transporte público bajo en emisiones: por
Buenos Aires circulan 9700 colectivos que transportan, en promedio, 4.500.000
de pasajeros por día, y utilizan combustible diésel, que afecta la calidad del
aire y aporta ruidos molestos. En ese contexto, se hará una prueba piloto en
algunas unidades para migrarlas al uso del biodiesel y a largo plazo poder
contar con flotas 100% eléctricas.
6. Logística
urbana eficiente: se avanzará en la regulación de espacios y
horarios de carga y descarga de los envíos del sector privado de comercio
electrónico. Además, se sumarán flotas que utilicen combustibles limpios para
reducir las emisiones que afectan la calidad del aire y el ruido ambiental, y
se fomentará el uso de bicicletas, motos y triciclos eléctricos.
7. Hacia una
economía circular: el plan se centra en fomentar
hábitos de consumo sostenible y responsable a partir de recuperar y valorizar
una mayor cantidad de materiales reciclables, que promuevan su reinserción en
el mercado y formalicen el empleo de las cooperativas de recuperadores urbanos.
8. Más y
mejor separación en origen: es indispensable para
lograr un buen sistema integral de residuos sólidos urbanos. El objetivo es
aumentar la recuperación de los residuos potencialmente reciclables,
reutilizables y compostables en los hogares y, como contrapartida, disminuir la
cantidad de basura cuyo destino final son los rellenos sanitarios.
9.
Tratamiento de residuos: apunta a
incorporar e implementar nuevas tecnologías que permitan valorizar las
distintas fracciones de residuos y evitar que sean dispuestos en rellenos
sanitarios. Para esta gestión inteligente, se incorporarán nuevas plantas de
tratamiento de residuos sólidos urbanos.
B. Ciudad cercana
Se busca
generar un espacio “policéntrico”, que ponga en primer lugar la calidad de vida
y fomente la proximidad. Retoma el concepto de “ciudades de 15 minutos”, que
se afianzó con la pandemia de coronavirus, como
una forma de reordenar el espacio para que los vecinos no necesiten trasladarse
más allá de eso para resolver cuestiones ligadas a su vida cotidiana.
La pandemia afianzó una propuesta que ya se gestaba desde la administración porteña: reordenar el espacio y fomentar la proximidad en el día a día para quienes viven en la ciudadGentileza Carlos Moreno
10.
Prioridad peatón: se crearán nuevas áreas peatonales
en distintos barrios para favorecer la movilidad sostenible, la recreación y la
salud, y reducir así la huella de carbono, además de revalorizar el patrimonio
cultural y el paisaje urbano de la zona.
11. Calles
de encuentro: consiste en transformar una calle de cada uno de
los 48 barrios de la ciudad en espacios peatonales y recreativos bajo la
premisa de que los vecinos puedan realizar sus tareas diarias y de
esparcimiento en sus propios distritos sin tener que recorrer grandes
distancias.
12. Más
bicis, menos emisiones: constituye
uno de los ejes de gestión del gobierno porteño por los beneficios que trae, en
especial, en materia ambiental. La atención se concentrará en extender la red
de ciclovías; en integrar distintos puntos estratégicos de la ciudad como
centros de trasbordo, entre los que se destacan hospitales, universidades y
escuelas; y desarrollar circuitos más protegidos y correctamente señalizados
para garantizar la seguridad vial y fomentar su uso.
13.
Transporte público eficiente: plantean
que es cada vez más necesario disminuir los viajes en autos particulares y
priorizar el uso del transporte público, junto con la promoción de medios
saludables, como caminar y andar en bicicleta, ambos pilares de la movilidad
sostenible. Por eso, uno de los proyectos centrales es el rediseño de los
recorridos de los colectivos urbanos en vistas a mejorar el ordenamiento y la
circulación del tránsito y, a la vez, reducir los tiempos de viaje.
C. Ciudad preparada
Se centra en
que esté adaptada a los cambios, mejore constantemente su capacidad de
respuesta y salga fortalecida para enfrentar los nuevos desafíos.
Como protagonista de esta problemática y también de su solución, la naturaleza resurge como una prioridad dentro de la gestión del plan contra el cambio climático, con más espacios verdes, más árboles y más obras para reducir el riesgo de las inundacionesInés Clusellas
14. Grandes
obras para menor riesgo: se relaciona con la
construcción y el mantenimiento de obras de infraestructura, que contribuyan
con una notable reducción del riesgo de inundaciones, sumado al Sistema de
Alerta de Tormentas, para anticipar aquellas zonas de la ciudad que presentarán
precipitaciones intensas y preparar las respuestas operativas necesarias.
15. La
naturaleza como solución: los impactos del cambio
climático exigen adoptar herramientas efectivas e innovadoras, como la puesta
en valor e incorporación de nuevas áreas de retención temporal de excedentes
hídricos, la readecuación de calles con espacios verdes, y la incorporación de
jardines de lluvia con canteros de retención en boulevares.
16.
Preparados para las tormentas: se
fortalecerá el sistema de monitoreo y alerta hidrometeorológica para poder
contar con una evaluación precisa y en tiempo real del estado del sistema
pluvial. Además, se reforzará la limpieza en los sumideros, de manera de
asegurar la correcta evacuación de agua durante las tormentas.
17. Más y
mejores árboles: a nivel climático colaboran con la regulación
de la temperatura y aportan superficies absorbentes ante lluvias intensas. En
ese sentido, se incrementará en más de 20% la cantidad de árboles en la ciudad
(actualmente hay 430.000 ejemplares).
18. Más y
mejores espacios verdes: se conciben como una pieza
clave para contrarrestar los efectos del cambio climático y fomentar la
biodiversidad, favorecer el esparcimiento y la salud de los vecinos.
D. Ciudad inclusiva
Se orienta
en garantizar la distribución justa de los beneficios de la acción climática
para todos, incluidos los grupos más vulnerables.
El objetivo de integrar las zonas populares a la ciudad y aumentar su conectividad incluye, además de los servicios básicos, propuestas ligadas al consumo de alimentos de productores locales, más próximos a los vecinosLA NACION
19. Integrar
los barrios populares a la ciudad: se
construirán nuevas viviendas y se reacondicionarán las existentes, se
extenderán los servicios públicos, se abrirán calles y accesos al transporte
público y a los servicios de emergencia, y se incorporarán espacios verdes con
el fin de mejorar la calidad de vida de sus habitantes y disminuir los riesgos
climáticos en aquellas zonas.
20. Vecinos
más preparados: con los adultos mayores como promotores,
habrá talleres de concientización y actuación ante olas de calor y otros
eventos climáticos adversos para aumentar la capacidad de respuesta.
21. Red de
salud pública: contempla distintas medidas, como el
fortalecimiento del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), la
prevención, el control y la vigilancia de enfermedades transmitidas por
mosquitos; y la atención de cuestiones de salud ligadas a la calidad del aire y
la contaminación acústica.
22. Buenos
aires limpios: con el propósito de mejorar la calidad del
aire, se combinarán estrategias de diagnóstico (concentración de
contaminantes), adecuación normativa (aumento de las exigencias) y hoja de ruta
clara (reducción de aquellos contaminantes).
23.
Alimentación sostenible: expandirán las ferias de
abastecimiento a todos los barrios de la ciudad para acercar productos más
sanos y conectar productores con consumidores, a tono con un modelo de mayor
proximidad. Esto promoverá la producción de forma orgánica y local, con una
menor huella de carbono.
24. Escuelas
verdes: se vincula con fomentar la sustentabilidad a
través de la educación y la gestión ambiental en escuelas de nivel inicial,
primario y secundario. La propuesta se destina a todos los miembros de la
comunidad como potenciales agentes de cambio, capaces de llevar a sus hogares
los conocimientos adquiridos sobre cuidado ambiental.
Expectativas
Fuentes de
la Secretaría de Ambiente porteña confiaron a LA NACION que la gestión integral del plan, que
descansa en una prioridad del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, cuenta con
el acompañamiento de la C40, el grupo de
liderazgo climático integrado por 97 ciudades de todo el mundo.
“La
situación climática a nivel global requiere de acciones concretas y urgentes.
La aceleración de eventos extremos que, a su vez, ponen en riesgo a las
poblaciones más vulnerables, nos exigen delinear soluciones creativas,
accesibles y con posibilidad de escalar en el tiempo”, planteó Eduardo Macchiavelli, responsable
del área. Y enseguida enfatizó: “Queremos ser una ciudad de vanguardia a partir
de nuestra política climática y ejemplo para otras ciudades del país y de la
región”.
FUENTE: La Nación , Valeria Vera, 08-10-2021
No hay comentarios.:
Publicar un comentario