Por Juan José Olivieri, 13/ 12 / 2012
Desde el 26 de noviembre, al 7 de diciembre, se desarrolló en
Doha, Catar, la cumbre de las Naciones Unidas para lograr compromisos que
puedan mitigar el Calentamiento Global del Planeta.
En dicha cumbre se observaron, claramente, las diferentes posiciones
políticas de cada país.
Los desarrollados,
buscando no tener que firmar compromisos de reducción de emisiones de Gases de
Invernadero, porque esto traería consigo un gran descontento social, que
afectaría el gobierno de turno.
Los países en vías de
crecimiento, solicitando préstamos multimillonarios de los países
desarrollados para implementar tecnologías limpias.
Los países petroleros,
tratando de convencer al resto que es posible mantener el ritmo de utilización
de energías derivadas del petróleo, y capturando CO2, para evitar emisiones a la
atmósfera.
Los países pobres,
intentando vender su cuota de “no contaminación” a los países ricos.
En resumen, una gran “babel”, donde cada uno intenta llevar “agua
para su molino”, mientras tanto el planeta continúa aumentando su temperatura
promedio.
Mientras esto sucede a nivel de los grandes y diferentes
grupos de países alineados según sus economías, vale la pena analizar que puede
hacer el “ciudadano de a pie”, en su vivir cotidiano, para contribuir con
acciones pequeñas pero concretas, a contener el Calentamiento Global.
En realidad, puede hacer muchas cosas que aportarían
positivamente a aminorar el Cambio Climático. La dificultad reside, no en las
acciones concretas, sino en pensar que el asunto de contener el Calentamiento
Global, es tarea de otros, por lo tanto “no me involucro”, y las cosas siguen
empeorando.
Cada uno de nosotros puede ser un faro de referencia, en el
pequeño ámbito de vida en el cual nos toca actuar. Si multiplicamos el accionar
de cada uno por millones de personas, esa pequeña contribución individual, pasará
a ser una gestión global imparable en cuento a necesidad de respuestas de los
gobiernos de turno.
Para clarificar lo manifestado anteriormente, detallo algunos
ejemplos que podemos llevar adelante desde “hoy mismo”:
Las pilas comunes,
agotadas, en lugar de tirarlas a la basura (me quedo tranquilo con mi
conciencia, total si yo tiro una sola pila, esto no le afecta a nadie), colocarlas
en un bidón, con alguna sustancia absorbente, y una vez lleno, continuar con
otro bidón. Mientras tanto, consultar con las autoridades ambientales de su
municipio, donde puede ser entregado el bidón lleno de pilas.
Separar en casa las botellas
plásticas (cosa que no hago porque me digo a mi mismo: para qué, si luego,
el portero, o el basurero las vuelven a juntar con otro tipo de residuo).
Cuando las separo, puedo entregarlas a instituciones, tipo ONGs, las cuales se
encargarán de llevarlas a los “centros de reciclado”. Solo es cuestión de averiguar
en la WEB, que ONGs se dedican a recolectar botellas plásticas usadas.
Cuando salgo de casa, apagar
todos los artefactos eléctricos, excepto los imprescindibles, como la
heladera. Si esto lo hacemos cuando nos vamos de vacaciones, porqué no en el
día a día. Seguramente pensamos que es tan “poquito”, que no afecta el medio
ambiente. Multipliquemos “nuestro poquito” por millones, y nos asombraremos del
ahorro de emisiones de CO2 a la atmósfera.
Si hay un aspecto en el cual más que derrochones, somos
irresponsables, es en el consumo de “agua
potable”. Las centrales de potabilización, cada vez requieren de mayores
gastos en productos y energía para potabilizar un agua cada vez más
contaminada. Y que hacemos nosotros?, la dilapidamos. Revisemos lo que
consumimos de agua para usos generales, evaluemos si resulta tan peligroso
tomar agua de la red que llega a cada casa, analicemos si es necesario lavar
tan seguido el auto (y si lo llevamos a lavar, porque no ir a aquellos
lavaderos que reutilizan el agua de lavado.). Estoy seguro que a cada uno de
Ustedes se le debe estar ocurriendo alguna idea para ahorrar agua. Y aunque les resulta increíble, este ahorro de agua
también significa bajar la emisión de Gases de Efecto Invernadero.
Es necesario tener la calefacción
prendida, y las ventanas abiertas?. Si voy a abrir las ventanas para
ventilar los ambientes, porqué no apagar, mientras tanto, la calefacción.
Si necesito calefaccionar mi casa, porque no analizar aquellos
ambientes, que podrían recibir luz solar, y generar un efecto invernadero propio en ese ambiente, sin utilizar la
calefacción que consume gas natural.
Otro aspecto que ayuda a disminuir la concentración de CO2 en
la atmósfera (y por ende a a no incrementar el Calentamiento Global), son las plantas verdes. Estas requieren del CO2
para desarrollar la fotosíntesis (la cual nos provee de alimentos). Si no
podemos plantar árboles, por lo menos cuidemos los existentes en nuestro
entorno.
En fin, solo hemos recorrido una pequeña cantidad de
ejemplos, en los cuales, nosotros como ciudadanos, podemos actuar, sin esperar
el accionar de los gobiernos de turno.
En el próximo ECOCAFÉ,
del martes 18 de diciembre, en Olazabal 1280, Ciudad de Bs As, intercambiaremos
ideas sobre estos temas, y sobre todo la importancia de una toma de conciencia personal,
que nos permita entender que compromiso asumir con el cuidado del Medio
Ambiente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario