El Congreso ratificó el acuerdo de París, dos días antes de que China y Estados Unidos hicieran lo propio.
Hoy es un día histórico", decía el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, el 1° de septiembre pasado. Sentado en la Cámara de Diputados, de cara a los congresistas, el funcionario era testigo de una votación que colocó a la Argentina a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático: la ratificación del acuerdo de París, adoptado nueve meses antes, en la COP21.
La decisión se tomó casi por unanimidad y poco antes de que el presidente Mauricio Macri llegara a China para participar de la cumbre anual del G20, permitiendo al líder del Ejecutivo arribar con este bajo el brazo. Tal iniciativa le permitió no solo afianzar el posicionamiento de la agenda climática nacional, sino también poder hablar a un mismo nivel con China y Estados Unidos, quienes presentaron sus respectivos instrumentos de ratificación dos días más tarde.
Ahora bien, el acuerdo climático entrará en vigor 30 días después de que 55 países, representando 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) globales, hayan hecho lo propio. Hasta el último día de agosto, 23 eran los ratificantes y 1,08 el porcentaje de las emisiones cubierto. Con la Argentina, se sumaron 24 países y casi el 2% de las emisiones. Y, con Estados Unidos y China, 26 y casi 40% de los GEI mundiales.
De continuar esta tendencia, el texto francés podría comenzar a funcionar mucho antes de lo previsto, algo a lo que se hizo mención durante el debate que precedió a la votación en Diputados.
"Este acuerdo surge de las cenizas de dos fracasos: el Protocolo de Kyoto y la COP15 de Copenhague (en 2009)", dijo el diputado Juan Carlos Villalonga. Y completó: "El Protocolo de Kyoto tardó ocho años en ratificarse. El acuerdo de París quizás un año. Ojalá eso ocurra".
FUENTE: El Cronista , 15 / sept / 2016 ; María del Pilar Assefh
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