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sábado, 3 de septiembre de 2016
EL CAMBIO CLIMÁTICO YA ES UN TEMA HUMANITARIO
El cambio climático no es un tópico estrictamente de índole ambiental, científico o económico, sino que se ha convertido en un tema humanitario. La constante variabilidad del clima, sumada a la creciente frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, agravan las necesidades humanitarias en las situaciones de emergencia.
En este marco, los desplazamientos forzados causados por desastres ambientales dan cuenta de un fenómeno que crece exponencialmente, y que exige respuestas eficaces con el fin de garantizar el ejercicio pleno de derechos de las poblaciones, en un contexto de aumento de sus índices de vulnerabilidad.
La comunidad internacional ha reconocido los efectos adversos del cambio climático a nivel global, principalmente a través de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Protocolo de Kioto.
Esta situación de alarma exige la cooperación más amplia posible de los estados para hacer frente a la problemática, respetando y promoviendo el derecho a un medio ambiente que permita un desarrollo sustentable y condiciones de vida dignas para nuestros pueblos.
Para ello, los gobiernos deben adoptar las medidas necesarias tomando en consideración sus responsabilidades internacionales respecto a los derechos humanos.
Con el objeto de evitar las migraciones forzadas, se deberá pensar en políticas de integración de los procesos nacionales y regionales de planificación. Vivimos en una realidad mundial en la que incluso la contaminación se halla globalizada y donde la responsabilidad extraterritorial es, cuanto menos, difícil de establecer.
Uno de los principales ejes de trabajo en este sentido consiste en la adopción de medidas de mitigación de los gases de efecto invernadero. Reducir la producción y la emisión de los contaminantes climáticos de corta vida resulta esencial para controlar el aumento de la temperatura a nivel mundial.
Nuestro país aprobó leyes que disponen la adopción de convenios internacionales para la atención del cambio climático y la mitigación de sus efectos.
Para progresar y promover el pasaje a la acción, es esencial unir las diversas líneas de debate con el objetivo de desarrollar una respuesta integral que también anticipe los retos futuros.
Tenemos la obligación de elaborar respuestas humanitarias al respecto. Debemos arbitrar los medios necesarios para que los alcances de la alteración del clima se detengan, en el marco del pleno respeto de las garantías individuales y los derechos humanos.
FUENTE: Telam, 2 / sept / 2016 , Claudio Avruj
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