La pérdida de hábitat es devastadora, pero tristemente es solo uno de los muchos problemas que enfrentan los animales. En este Día de la Tierra (22 de abril), Protección Animal Mundial hace un llamado de atención hacia otros efectos negativos que cambio climático tiene en los animales, que son igualmente masivos y te sorprenderán.
1) Sequías extremas
En regiones como el Cuerno de África (Etiopía y Somalia), las variaciones en el clima causan sequías más largas y extremas. Los índices de lluvia tienden a la baja desde 1970, mientras que las temperaturas continuan aumentando.
El clima impacta directamente a la cobertura vegetal y a los animales: entre menos llueve, menos agua y comida hay disponibles. Este año, miles de animales murieron en Bolivia y otros 30.000 fueron rescatados por nuestro equipo de atención de desastres. En el 2016, ayudamos a más d e 40.000 bueyes y búfalos en una de las sequías más extremas de la historia de Tailandia.
2) Deshielo, lluvias e inundaciones
El calentamiento global está derrietiendo los casquetes polares, elevando el nivel del mar. Alrededor del mundo, las ciudades costeras son amenazadas por inundaciones y tempestades. Estos dos fenómenos fueron las catástrofes más frecuentes de la última década — sumaron hasta un 80% de todos los desastres naturales.
Solo en una región de Argentina, víctima de inundaciones en el 2016, casi 24.000 perros, caballos y bueyes fueron afectados.
3) El fenómeno del zud
En el 2015, el frío extremo mató a 170.000 alpacas en el Perú. Entre los países más vulnerables al cambio climático está Mongolia, las intensas sequías en el verano son seguidas por inviernos cada vez más hostiles, en un fenómeno conocido como zud. Los zuds amenazan a millones de animales por la repentina falta de alimento, el congelamiento de sus patas y abortos causados por el frío.
En el 2016, nuestro equipo ayudó a más de 160.000 animales en Mongolia y el número de animales que se rescataron aumentó a 350.000 en el zud de ese año.
4) Mega tormentas
Aunque antes eran poco frecuentes, las grandes tormentas como el tifón Haima se vuelven cada vez más comunes. El motivo es el aumento en la temperatura de los océanos. Causadas por la intensa evaporación del agua, estas tormentas se forma en altamar y dejan un rastro de destrucción por donde pasan — matando, hiriendo y dejando a muchísimas personas y animales sin hogar.
¿Te acuerdas del huracán Matthew? Impactó a más de 670.000 animales en Haití.
5) Enfermedades
El cambio climático también contribuye a la propagación de enfermedades. Entre ellas están el ébola, el dengue, la malaria, el cólera, el virus del Nilo occidental, y la enfermedad de Lyme. Diversas investigaciones, hechas por ejemplo en India y en Kenia, asocian las enfermedades de los animales de granja con las variaciones producto del cambio climático.
Los desastres naturales tienen un impacto aún más directo en la salud de los animales. En tormentas o inundaciones, ellos corren el riesgo de contraer infecciones graves, como carbúnculos o la enfermedad de Newcastle. La exposición a la lluvia y a los vientos fuertes también causan dolencias respiratorias, vómitos y diarrea. Los animales atrapados durante inundaciones, o atascados en el lodo o la nieve —en el caso de los zuds— pueden desarrollar problemas en sus patas y cascos. Y en sequías extremas, sufren por desnutrición y deshidratación.
6) Ondas de calor extremo
En las últimas dos décadas, las ondas de calor se han vuelto una de las principales causas de muertes relacionadas con los desastres naturales, afectando tanto a humanos como a animales. En el 2010, por ejemplo, el intenso calor mató a la mitad de la población de cacatúas negras de pico corto, una especie amenazada en Australia, en la ciudad de Hopetun de ese país.
Y desde 1994, ya han muerto más de 45.000 de los murciélagos más grandes del mundo, en 21 ondas de calor.
7) Migración
El cambio climático también interfiere con la migración de los animales, que tienen que cambiar su ruta adaptarse a climas a los que no están acostumbrados, en coasiones incluso dejando de migrar.
Eso afecta a todo el ecosistema. Por ejemplo, el calentamiento de los polos está haciendo que el salmón de Alaska de EE.UU. deje de migrar, lo que impacta directamente la alimentación de los osos.
Un estudio mostró que el clima está alterando o interrumpiendo los patrones migratorios de pajaros, mariposas y peces. Entre ellas están el carbonero común en Europa, el salmón de Alaska, la mariposa monarca, la cigüeña blanca, y los gansos canadienses, así como diversas aves costeras de Israel.
Moviendo al mundo para proteger a los animales
Al igual que a las personas, los cambios climáticos afectan a los animales — millones mueren o sufren con la falta de comida, agua y abrigo luego de los desastres naturales, quedando expuestos a enfermedades y al abandono. Pero, a diferencia nuestra, los animales no tienen voz.
Con tu apoyo, Protección Animal Mundial está trabajando con pequeños agricultores, con personas que tienen animales de compañía, y con personas dedicadas al pastoreo o al arreo, para que estén mejor preparadas en caso de un desastre. También trabajamos con gobiernos, para que implementen políticas de protección de animales y desarrollen planes de contingencia para los desastres. Con esto, queremos disminuir la vulnerabilidad de los animales.
En algunas regiones, estamos desarrollando sistemas de alerta para que las personas y sus animales puedan ponerse a salvo antes de que un ciclón impacte a la comunidad. En otras, llevamos alimento, agua y atención veterinaria de emergencia para socorrer a miles de animales afectados por catástrofes o climas cada vez más extremos.
Juntos, moveremos al mundo para proteger a los animales.
FUENTE: World Animal Protection, 22 / abril / 2017
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