Empresas y ciudadanos podrán realizar operaciones comerciales
en el Mercado de Emisiones de Carbono (MEC) de China a partir de 2013, anunció
Du Shaozhong, presidente de la China Beijing Environment Exchange
(CBEEX).
Empresas y ciudadanos podrán realizar operaciones comerciales
en el Mercado de Emisiones de Carbono (MEC) de China a partir de 2013, anunció
Du Shaozhong, presidente de la China Beijing Environment Exchange
(CBEEX).
China es el segundo país más grande del mundo por la emisión de gases de efecto invernadero, lo que la convierte también en el mercado con más potencialidad en reducción de emisiones.
El 5 de agosto de 2008, se fundó en Beijing el CBEEX, primera organización para el manejo de los beneficios y derechos sobre el medio ambiente, y el 28 de marzo de 2012, se puso a prueba el MEC de la capital, el primer sistema virtual de comercio de carbono.
Según Du Shaozhong, la cantidad de emisión de carbono se puede calcular por el consumo de electricidad, gas, carbón y petróleo de una empresa. Si esa entidad supera el límite, será multada.
Para evitar la sanción, las empresas pueden comprar crédito adicional en el mercado. El objeto supremo del trato de crédito de carbono es promover la renovación de tecnología, mejorar el proceso de producción y, de esa forma, reducir las emisiones de carbono.
China es el segundo país más grande del mundo por la emisión de gases de efecto invernadero, lo que la convierte también en el mercado con más potencialidad en reducción de emisiones.
El 5 de agosto de 2008, se fundó en Beijing el CBEEX, primera organización para el manejo de los beneficios y derechos sobre el medio ambiente, y el 28 de marzo de 2012, se puso a prueba el MEC de la capital, el primer sistema virtual de comercio de carbono.
Según Du Shaozhong, la cantidad de emisión de carbono se puede calcular por el consumo de electricidad, gas, carbón y petróleo de una empresa. Si esa entidad supera el límite, será multada.
Para evitar la sanción, las empresas pueden comprar crédito adicional en el mercado. El objeto supremo del trato de crédito de carbono es promover la renovación de tecnología, mejorar el proceso de producción y, de esa forma, reducir las emisiones de carbono.
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