Los riesgos que implica el cambio climático en referencia a la República Dominicana no deben enfrentarse solamente con pequeños proyectos o con iniciativas momentáneas para la situación. Este tema debe ser incorporado a las estrategias de reducción de la pobreza enmarcadas dentro de las políticas nacionales del gobierno.
La planificación, el desarrollo de capacidades, la transferencia científica y
tecnológica, la formulación de políticas multisectoriales, el establecimiento de
instrumentos legales, el desarrollo de mecanismos financieros, incluyendo la
participaciónde los sectores públicos y privados, son solo algunos de los
componentes esenciales para reducir los impactos negativos del acelerado cambio
climático.
Todos somos de alguna manera responsables por el mal uso de los recursos naturales, el incremento de la urbanización, la degradación del medio ambiente y la expansión de asentamientos humanos no planificados. También la marginalidad de la población rural estanca el avance de nuestras comunidades.
El auxilio constante ala ola creciente de asentamientos desvía el flujo de recursos económicos que deben ser destinados a los programas de desarrollo a largo plazo en otras áreas. Esta realidad pone de relieve la importancia de identificar e incorporar fuentes de financiamiento adicionales para enfrentar estas demandas.
Los desastres relacionados con el clima están entre los principales impulsores del aumento de la ayuda humanitaria nacional e internacional. No obstante, la realidad es que estos ocurrirán cada vez con más fuerza. Las ayudas cada día son menos y gran parte llega demasiado tarde.
Si toda esta esta situación no cambia, los programas de desarrollo agrícolas no prosperarán. La intensidad de las tormentas e inundaciones comprometen las futuras inversiones del gobierno también en áreas como infraestructuras, salud y educación y golpean fuerte a los sectores más humildes de la sociedad.
El Gobierno debe crear políticas y tomar medidas para incrementar la superficie forestal, mantener y gestionar los bosques, modernizar la reglamentación sobre el uso de la tierra y dar cumplimiento a estas.
La mitigación del cambio climático debe incluir el uso de nuevas tecnologías. Prácticas como la gestión de productos de madera cultivados en plantaciones, la utilización de productos forestales para la obtención de biocombustibles que sustituyan los combustibles de origen fósil, así como la mejora de las especies de árboles para aumentar la productividad de biomasa y disminuir la emisión de carbono.
Desde el Ministerio de Medio Ambiente se deben generar campañas para sensibilizar a la ciudadanía, informar y crear conciencia sobre su responsabilidad en el proceso de destrucción del medio ambiente. Educar a nuestros niños y jóvenes con valores y actitudes que borrenlos viejos patrones de conducta que nos hacen dependientes de bienes y consumo exagerado de energía.
Gran parte de nuestra sociedad no percibe el cambio climático como un problema de importancia. No lo tiene identificado como prioridad y se observa desinformación y falta de conocimiento; esta percepción tendráque cambiar de inmediato por el bien de todos.
FUENTE: almomento.net, FAUSTO DE LEON-Mirando de Cerca.
Todos somos de alguna manera responsables por el mal uso de los recursos naturales, el incremento de la urbanización, la degradación del medio ambiente y la expansión de asentamientos humanos no planificados. También la marginalidad de la población rural estanca el avance de nuestras comunidades.
El auxilio constante ala ola creciente de asentamientos desvía el flujo de recursos económicos que deben ser destinados a los programas de desarrollo a largo plazo en otras áreas. Esta realidad pone de relieve la importancia de identificar e incorporar fuentes de financiamiento adicionales para enfrentar estas demandas.
Los desastres relacionados con el clima están entre los principales impulsores del aumento de la ayuda humanitaria nacional e internacional. No obstante, la realidad es que estos ocurrirán cada vez con más fuerza. Las ayudas cada día son menos y gran parte llega demasiado tarde.
Si toda esta esta situación no cambia, los programas de desarrollo agrícolas no prosperarán. La intensidad de las tormentas e inundaciones comprometen las futuras inversiones del gobierno también en áreas como infraestructuras, salud y educación y golpean fuerte a los sectores más humildes de la sociedad.
El Gobierno debe crear políticas y tomar medidas para incrementar la superficie forestal, mantener y gestionar los bosques, modernizar la reglamentación sobre el uso de la tierra y dar cumplimiento a estas.
La mitigación del cambio climático debe incluir el uso de nuevas tecnologías. Prácticas como la gestión de productos de madera cultivados en plantaciones, la utilización de productos forestales para la obtención de biocombustibles que sustituyan los combustibles de origen fósil, así como la mejora de las especies de árboles para aumentar la productividad de biomasa y disminuir la emisión de carbono.
Desde el Ministerio de Medio Ambiente se deben generar campañas para sensibilizar a la ciudadanía, informar y crear conciencia sobre su responsabilidad en el proceso de destrucción del medio ambiente. Educar a nuestros niños y jóvenes con valores y actitudes que borrenlos viejos patrones de conducta que nos hacen dependientes de bienes y consumo exagerado de energía.
Gran parte de nuestra sociedad no percibe el cambio climático como un problema de importancia. No lo tiene identificado como prioridad y se observa desinformación y falta de conocimiento; esta percepción tendráque cambiar de inmediato por el bien de todos.
FUENTE: almomento.net, FAUSTO DE LEON-Mirando de Cerca.
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