Dos entidades internacionales ambientalistas coinciden hoy en que 16 ciudades filipinas no están listas para adaptarse a los efectos del cambio climático y sus gobiernos, empresarios y residentes son más reactivos que proactivos ante el fenómeno.
A esa conclusión llegaron el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) y la Fundación BPI, dedicada a los desastres en un estudio que presentaron aquí en un foro de la Universidad Silliman y en una institución para el manejo de estos riesgos.El texto advierte de la tendencia a experimentar eventos meteorológicos extremos que afectarán en particular a urbes de densidad poblacional con entradas del mar en costas, aeropuertos, principales arterias y áreas comerciales y residenciales y acrecentamiento de la salinidad en los suelos.
Afirma que ninguna de esas ciudades ha dado pasos para protegerse con anticipación pese a constatarse una mayor frecuencia de tifones y enormes volúmenes de lluvia junto con subidas de temperatura en un país ya afectado por su ubicación geográfica en el llamado cinturón de fuego del Pacífico.
El 2014 fue el año más caliente desde 1880 y excepto el 1998 a causa de El Niño, los peores períodos se registraron en la primera década del actual milenio, acorde con el reporte expuesto.
A juicio de las dos instituciones la reducción de las emisiones de carbono puede ser una solución clave para enfrentar los previsibles desafíos e instaron a las autoridades locales a actualizar los planes de uso de la tierra y mirar el futuro a través del lente del clima y poner atención a la migración humana.
Hicieron hincapié en que iniciativas desarticuladas de una línea de frente integral será un desperdicio ineficiente que retrasará las intervenciones significativas para enfrentar potenciales peligros que corren las poblaciones.
FUENTE: Prensa Latina, 14 / abril / 2015
No hay comentarios.:
Publicar un comentario