Algunos peces como el lenguado, el eglefino o la solla, que llegan a las mesas europeas procedentes del Mar del Norte, podrían ser cada vez menos comunes en nuestras comidas debido al calentamiento del agua del mar. Según un estudio que publica la revista «Nature Climate Change», la temperatura del agua limita la distribución de las poblaciones de peces y algunas especies solo pueden prosperar en ciertos hábitat y profundidades.
Aunque la temperatura de todos los océanos del mundo ha aumentado gradualmente durante el siglo XX, el Atlántico noreste ha experimentado un calentamiento particularmente intenso, dicen los investigadores en el estudio, y concretamente en el Mar del Norte la temperatura media de la superficie del mar ha subido 1,3ºC en los últimos 30 años, una tasa de calentamiento cuatro veces más rápida que el promedio mundial. Y las predicciones del Centro Hadley de Investigación Climática (Reino Unido) sugieren un aumento adicional de 1,8ºC durante los próximos cinco décadas.
Por este motivo, científicos de las universidades de Exeter y de Bristol decidieron estudiar el impacto que estos cambios en la temperatura del agua podían tener en las especies comerciales más comunes en las mesas europeas. Estas especies son muy consumidas en Reino Unido, que suelen usarse para la elaboración de sus famosos «fish and chips». Los investigadores desarrollaron un modelo que combina datos de pesca a largo plazo y las proyecciones de los modelos climáticos del Servicio Meteorológico del Reino Unido (Met Office) para predecir la abundancia y la distribución de estas especies comerciales en los próximos 50 años.
Sin la profundidad que necesitan
Y sus resultados apuntan que, a medida que se calienta el Mar del Norte, las especies tendrán poca capacidad de moverse hacia el norte para «escapar» al aumento de las temperaturas porque no estará disponible un hábitat con la profundidad que necesitan. Por tanto, con ese incremento de las temperaturas, predicen que muchas de las especies estudiadas sufrirán una reducción en cuanto a su abundancia.
«Nuestro estudio sugiere que veremos proporcionalmente menos de algunas de las especies que consumimos, principalmente por su lucha para hacer frente a las condiciones de calentamiento en el Mar del Norte. Proporcionamos además una nueva visión sobre lo importante que son las profundidades locales y los hábitats asociados con estas especies comerciales. Es algo que no siempre se recoge en los modelos existentes que predicen futuras distribuciones de pescado», explica Louise Rutterford, investigador de postgrado en la Universidad de Exeter.
Por su parte, el doctor Steve Simpson, profesor titular de Biología Marina y Cambio Global de la Universidad de Exeter, subraya que los hallazgos son importantes para los consumidores y la industria pesquera. «Vamos a ver un cambio real en la protección durante las próximas décadas. Nuestros modelos predicen que las especies de aguas frías serán expulsadas, ocupando su lugar en el agua peces de aguas más cálidas».
FUENTE: ABC.es, 15 / abril / 2015
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