El cambio climático es el principal problema que tenemos hoy día de cara al futuro. Cada vez se desarrollan más tecnologías capaces de buscar soluciones o alternativas ante este cambio que afecta a todo el planeta.
Sabemos que el papel de la flora y la fauna es de vital importancia de cara al futuro. Mantener la biodiversidad y no romper las cadenas alimenticias y los ciclos biológicos, son un buen arma en la lucha contra el cambio climático. Los científicos están estudiando nuevas técnicas de observación que permiten descubrir aún más a fondo el papel de la flora y fauna.
Josép Peñuelas es un ecólogo especializado en ecología global, ecofisiología vegetal, teledetección e interacciones biosfera-atmósfera y se dedica a investigar sobre la evolución de los seres vivos y la función que tienen en el cambio climático. Dijo que los efectos del cambio climático en la flora y fauna serían más notables en la fenología. Esto es, por ejemplo, cuando sales las hojas de los árboles de hoja caduca. Con el cambio climático el rango de temperaturas es muy distinto al normal. En el mes de octubre hace aún suficiente calor como para que los árboles interpreten que aún no necesitan desprenderse de sus hojas.
Lo mismo ocurre con las aves migratorias. Éstas aves migran para poder tener crías y vivir en temperaturas agradables. Sin embargo, con los cambios de temperaturas las rutas migratorias cambian su tiempo. Este tipo de cosas es fácil de observar por la gente y es una de las cosas que tienen gran importancia en el funcionamiento de los ecosistemas del planeta. Al prolongarse estos cambio fenológicos se pueden llegar a provocar sustituciones de unas especies con otras y, por lo tanto, cambios en el área de distribución.
El ecólogo confirmó que en los estudios realizados se puede observar de que tanto los humanos como las plantas y animales responden ante el cambio climático cambiando genéticamente mucho más rápido de lo que se esperaba. Sin embargo, hay que añadir, que los cambios genéticos en los microorganismos son mucho más rápidos debido a la velocidad con la que se reproducen y el número de individuos. Es por ello, que los microorganismos se adaptan con mayor facilidad ante los efectos del cambio climático por tener muchas más generaciones en muchísimo menos tiempo.
En los estudios realizados por Peñuelas para poder conocer las causas y las consecuencias que tienen los efectos del cambio climático en el planeta, se encuentra el lenguaje de comunicación que tienen las flores. Estos estudios puede aportar datos que son fundamentales para conocer la relación de la flora con el medio que nos rodea.
Las plantas se comunican entre ellas, no hablando ni con gestos, pero si intercambian centenares de gases con la atmósfera. Lo más conocido de la fotosíntesis es que intercambian oxígeno, dióxido de carbono y agua, pero lo que la mayoría de gente no conoce, es que también intercambian hidrocarburos, alcoholes y una gran cantidad de compuestos gaseosos que producen una función biológica extraordinariamente importante para comunicarse entre ellas.
Además las plantas no sólo se comunican entre ellas, sino que también con los herbívoros, depredadores de herbívoros que favorecen en la dispersión de sus semillas por diferentes vías. También hay que añadir que ese intercambio de gases con la atmósfera provoca un cambio en la química de la atmósfera y por lo tanto, en la calidad del aire que respiramos. Normalmente, en lugares con mayor densidad de flora y vegetación, el aire que se respira es más limpio y saludable ya que absorbe gran cantidad de dióxido de carbono emitidos por la quema de combustibles fósiles.
En los estudios que realiza Peñuelas se aplican técnicas de teledetección para poder trabajar a nivel global, regional y local. Para poder realizar un seguimiento de estos cambios hace falta la teledetección.
“Lo que hemos comprobado es que tenemos un planeta cada vez más verde, donde hay más biomasa verde, y esto lo atribuimos a que estamos fertilizando el planeta con el dióxido de carbono que es el alimento de las plantas”.Pero no es todo positivo, ya que, según explica Peñuelas, lo preocupante de esta situación es que provoca situaciones de saturación. Esto ocurre debido a que a las plantas les llega a faltar el agua por las sequías del cambio climático, o les falta nutrientes porque están muy limitados. En el peor de los casos, el factor limitante de las plantas es la falta de luz.
La consecuencia de lo anterior es que la masa verde deje de estar activa y absorber el CO2 que emitimos y por tanto aumenten el efecto invernadero. Para solucionar esto se debe de tener en cuenta que hay un límite de absorción de CO2 del planeta y que se debería de cambiar el tipo de vida al que estamos acostumbrados ya que, de seguir así, se calentaría demasiado el planeta.
FUENTE: Meteorología en red, Germán Portillo el
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