Las consecuencias del calentamiento global son devastadoras y un fotógrafo de National Geographic captó como impactó esto a un oso polar luchando por encontrar un alimento en su hábitat.
Una imagen capturada por el fotógrafo de National Geographic Paul Nickle romperá el corazón de cualquiera. Un oso polar extremadamente delgado y hambriento que intenta buscar comida en su hábitat. Sin embargo no hay nada, ni un solo trozo de hielo en donde posarse o algún alimento para esta criatura que sufre las consecuencias del cambio climático.
“Todo mi equipo de Sea Legacy estaban luchando contra las lágrimas y sus emociones mientras documentábamos a ese oso polar muriendo”, comienza Paul describiendo la fotografía.
Según describe National Geographic, no se trata de un ejemplar que esté en edad avanzada y que por eso su deterioro, sino que se trata de un oso que se encuentra en un estado grave de desnutrición.
Las tristes imágenes fueron captada por un grupo de fotógrafos de National Geographic y fundadores de la asociación Sea Legacy y se muestra que el oso polar tiene dificultades para mantenerse de pie… ya no tiene energía por falta de alimentación.
“Sé que tenemos que compartir lo hermoso y lo que te rompe el corazón si vamos a derrumbar las barreras de la apatía. Así es como se ve el hambre. Los músculos atrofiados. Sin energía. Es una muerte lenta y dolorosa. Cuando los científicos dicen que los osos polares estarán extintos en los próximos 100 años, pienso en la población de 25.000 osos pueda morir así”, continúa.
De hecho, según la organización Polar Bears International, quedan menos de 25 mil osos polares en el mundo en estado salvaje; en el 2008 fue catalogado como una especie amenazada por la Ley de Especies en Peligro. Expertos incluso advierten que para el año 2050 este animal se podría extinguir por completo.
“La verdad simple es que si la Tierra sigue calentándose, perderemos a los osos y los ecosistemas polares”, afirma Paul. “Debemos reducir nuestra huella de carbono, comer la comida adecuada, dejar de cortar nuestros bosques y empezar a poner a la Tierra, nuestro hogar, como prioridad”, advierte.
¿Pero si los fotógrafos estaban tan cerca del oso polar, por qué no se detuvieron para ayudarlo? Se preguntarán algunos. La verdad es que “las piernas y sus músculos atrofiados no habrían podido ser reparadas. También habría sido ilegal alimentarlo, acercarse a él o incluso hacer cualquier cosa para aliviar su dolor” explicó Paul. “Es una escena que te rompe el alma y que todavía me persigue”, confiesa Nicklen.
FUENTE: Tendencias, Francisca Labarca, 9 / 12 7 2017
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