En las redes
sociales circula esta importante profecía de la ONU sobre los cambios
climáticos. “Si no cambiamos el mundo se acabará en 30 años”. El cambio
climático transforma el ecosistema del planeta y amenaza a la generación actual
y a las generaciones futuras.
Vemos ahora las consecuencias del incremento de
las emisiones del CO2, deshielos, calor insoportable, un gran incremento de
desiertos y deforestación que afecta al todo el planeta. Al Gore, premio Nobel,
nos indicó que los medios de transporte incrementan en un 12 %, pero no se
refirió a la ganadería que incrementa en un 18% los gases de efecto invernadero
(GEI).
La deforestación exclusiva para la ganadería es de un 70% debido a la
necesidad de tener tierras para pastos y de grano para piensos. En ambos casos
el avance de la ganadería ha supuesto la deforestación de grandes extensiones
de bosques.
Si consideramos que el metano (CH4) de la ganadería es igualmente
contraproducente para el clima pues es de un 15% . Y es 23% más nocivo que el
CO2. El 37% de las emisiones de metano es fundamentalmente por la digestión de
los rumiantes y el 65% del óxido nitroso (por el estiércol) así mismo emite 2/3
de las emisiones antropogénicas de amoniaco, gas con un papel importante en la
lluvia ácida indudablemente se relaciona el cambio climático con la
alimentación pues el incremento del consumo de carne llevará al incremento de
deforestación en favor de pastos para abastecer la demanda de la misma.
Es un
llamado a buscar fuentes de proteínas vegetales para evitar el incremento del
daño ambiental que estamos sufriendo ahora y que sufrirán generaciones
posteriores. Cabe indicar que la equivalencia del consumo de proteínas
vegetales es más productiva y menos cara en relación a la cantidad de proteínas
de la carne. Por un kilo de proteínas de la carne podemos tener 16 kilos de
proteínas vegetales. Es cierto el dicho que “los mejores ambientalistas son
veganos y vegetarianos”.
FUENTE: El Comercio, 13 / agosto / 2019
No hay comentarios.:
Publicar un comentario