Como es de público conocimiento, en el contexto de la pandemia del Covid-19, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud ha sido restringir el contacto de la población con el virus, medida que fue adoptada en diferentes grados por prácticamente todos los gobiernos del mundo, dando como resultado lo que se suele llamar cuarentena.
En el caso de la Argentina, el presidente de la nación anunció el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) desde las 00:00 del 20 de marzo, medida que se fue extendiendo desde entonces.
¿Qué impacto tiene la cuarentena en el ámbito de la energía?
La detención de la actividad humana tiene un efecto sobre el ambiente. En concreto, se reducen los impactos asociados al consumo de energía, utilización de materias primas, realización de viajes, producción de basura, generación de ruidos, actividad en los lugares turísticos naturales, entre otras. Dicho en términos generales, la disminución de la actividad humana implica un menor impacto sobre la Naturaleza y un efecto benéfico puntual.
Impactos:
Se estima que la emisión de dióxido de carbono, o CO2 (uno de los principales gases de efecto invernadero) disminuirá globalmente al menos un 5% este año, como consecuencia de la reducción en emisiones provenientes de tráfico aéreo y del consumo de combustibles fósiles. De prolongarse mucho más la cuarentena, la reducción será mucho mayor.
La disminución en el uso de vehículos de combustión interna (como son los autos a gasolina) acarrea menores emisiones de otros gases que participan en la formación de ozono (óxidos de nitrógeno o NOX, compuestos orgánicos volátiles o VOCs, entre otros), disminuyendo a su vez la generación de smog en las ciudades. Sin embargo, estos gases perduran desde pocas horas hasta varios días, razón por la que su presencia normal podría reestablecerse una vez que vuelvan a utilizarse muchos vehículos de combustión interna.
Al reducirse la quema de combustibles fósiles destinados a la generación de energía y transporte, también se redujeron las emisiones de otros gases como óxidos de azufre o SOX, junto con otros contaminantes atmosféricos.
Ante la posibilidad de que futuras medidas, adoptadas por autoridades e industrias para reactivar la economía, generen un retroceso de la situación, y vuelvan a aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes por encima de los promedios históricos, la situación actual resalta la necesidad de una transición energética, con la electricidad como fuente de energía clave, para lograr un escenario futuro de reducción de emisiones sostenidas en el tiempo
¿Por qué es importante cuidar la energía del planeta?
Mientras que toda técnica y tecnología para la producción de energía conlleva un impacto ambiental como emisiones de GEI, o alteración de ecosistemas, el uso racional y eficiente de la energía siempre disminuye la huella de carbono.
Actualmente, la matriz energética global está dominada por combustibles fósiles; por esta razón, la quema de combustibles fósiles para la producción de energía suele representar más del 50% de las emisiones de GEI en los inventarios nacionales.
Toda la producción de energía en centrales eléctricas o pozos petrolíferos y gasíferos tienen un enorme impacto ambiental en los sitios donde se ubican, y también en la región en el caso de represas hidroeléctricas. Incluso la transmisión y distribución de energía eléctrica y gas natural también requiere de obras que modifican el ambiente.
Los impactos positivos de la cuarentena para el ambiente son por limitar la actividad humana, con todo lo que ello conlleva. Es en este contexto cuando sale a la luz la importancia de aplicar medidas y políticas de eficiencia energética, que permiten potenciar estos impactos positivos sobre el ambiente, pero sin la necesidad de aplicar medidas de restricción tan extremas sobre la actividad.
Recordemos que la eficiencia energética no busca reducir o dejar de realizar determinadas actividades para evitar el consumo de energía, sino que su objetivo es utilizar la energía de la forma más económica, segura y limpia posible.
¿Tiene un verdadero efecto en el planeta nuestro consumo personal de electricidad?
Si: el consumo de electricidad tiene un impacto ambiental importante.
En el mundo la producción de electricidad representa uno de las actividades que más contamina, en parte por la cantidad de energía que se produce y porque suelen utilizarse combustibles fósiles como materia prima, entre los que el carbón destaca por ser de los más dañinos para el ambiente.
En Argentina, el sector residencial representa el 25por ciento de la energía consumida nacionalmente, un 8% de las emisiones de GEI del país. (Fuente: INVGEI) El sector residencial consume más energía que el sector industrial.
Consejos para ahorrar y cuidar la energía en nuestras casas
En invierno, el mayor consumo es el de gas, por amplio margen. Por esta razón, se recomienda:
Utilizar abrigo en vez de encender la estufa, siempre que sea posible.
Optar por un aire acondicionado frío-calor para calefaccionar las habitaciones. Estos equipos funcionan con bombas de calor, resultando en eficiencias aproximadamente 4 veces mayores a la de una estufa tiro balanceado.
Al calefaccionar con un acondicionador de aire, se recomienda no poner el equipo a temperaturas mayores a 20°C. Cada grado que se aumenta representa un 7% más de consumo energético.
Compartir espacios con los integrantes del hogar (respetando la distancia social), para evitar calefaccionar múltiples habitaciones.
De noche, cerrar persianas, postigones, cortinas o cualquier elemento que exista en las ventanas. Esto evitará la pérdida de calor.
Utilizar el agua caliente necesaria: al desperdiciarla estás derrochando gas y también agua. Los aireadores de agua para duchas y grifos también pueden reducir significativamente la cantidad de agua utilizada.
Regular la temperatura del agua caliente ajustando la llama del calefón, o abriendo más la canilla, pero evitando mezclarla con agua fría: así ahorrás gas y prolongás la vida útil del artefacto.
Utilizar el horno en su máxima capacidad (no dejar espacios vacíos)
Apagar el horno 10 minutos antes para cocinar con el calor remanente dentro. Gracias a la aislación del equipo, la temperatura se mantiene estable y permite seguir cocinando sin usar energía.
Cocinar con la olla tapada. Al no tapar la olla, el calor se pierde y cocinar necesita más energía y más tiempo.
El consumo de electricidad también es relevante, para lo cual se recomienda:
Aprovechar la luz del día. En lo posible, evitar trasnochar para reducir el consumo eléctrico nocturno.
Cuidar que las computadoras y TVs, tan utilizadas en la cuarentena, no permanezcan encendidas más de lo necesario.
FUENTE: El Argentino, 31/05/2020
No hay comentarios.:
Publicar un comentario