LEY DE CAMBIO CLIMÁTICO

Si bien se registran niveles de recuperación de la capa de ozono, las sustancias que reemplazan a los llamados clorofluoruros de carbono son peores gases de efecto invernadero

El Consejo de Ministros, el martes 19 de mayo, aprobó el proyecto de Ley de Cambio Climático, para que España alcance la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 2050. Para más cerca, la meta de 2030 es una reducción del 20% respecto a los niveles de 1990. En concreto, el proyecto de Ley consta de 36 artículos, y además de los objetivos ya citados, hay otros cuatro:

● Antes de 2050, el sistema eléctrico de España tiene que ser 100% de energías renovables.

● Al finalizar 2030, el consumo final de energía será, en un 35% por lo menos, de origen renovable.

● En el sistema eléctrico, la presencia renovable en 2030 deberá ser, como mínimo, de un 70%.

● Las medidas de eficiencia energética tendrán que reducir el consumo de energía primaria en al menos un 35% para 2030. Al objeto de acompasar la introducción de renovables en el sistema, el Gobierno desarrollará un nuevo marco retributivo; y en lo relativo a eficiencia energética, se buscará la rehabilitación de edificios.

Por otro lado, las Administraciones Públicas, podrán en marcha medidas que posibiliten en 2050 un parque de turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO2. A partir de la entrada en vigor de la ley, no se otorgarán nuevas autorizaciones de exploración, permisos de investigación o concesiones de hidrocarburos en toda España.

 Y el «fracking» será definitivamente prohibido. Interesante el precepto de que en el sistema educativo español se reforzará el conocimiento del cambio del modelo energético. Y también la previsión de que se creará un Comité de Expertos de cambio climático, de carácter independiente, para evaluar y hacer recomendaciones en el área energética y de cambio climático.

 Bienvenido el proyecto y que pronto sea Ley; para la revolución que vamos a tener en todo el sistema energético, productivo y en los hábitos de consumo.

FUENTE: La  Razón, 12-06-2020