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miércoles, 30 de abril de 2014

EL CAMBIO CLIMÁTICO YA GENERA FUERTES BATALLAS ENTRE LAS MULTINACIONALES FARMACÉUTICAS.



Ayer hubo una emocionante ola internacional de noticias sobre una posible megacompra farmacéutica, donde el gigante estadunidense Pfizer confirmó una oferta hostil hacia la inglesa Astra Zéneca (AZ), pero al rechazarla ésta, empezaron las especulaciones y los analistas de las bolsas estadunidense y europeas entusiasmados miraban hacia otras multinacionales que podrían igualmente buscar fusionarse con AZ.
La francesa Sanofi fue una de las candidateadas para matrimonio con Astra Zéneca, pero su CEO Christopher Viehbacher salió presto a aclarar que no tiene intenciones de adquirirla. Lo interesante es que bien aprovechó el boomerang informativo farmacéutico para dar aconocer con bombos y platillos el casi banderazo de su próxima vacuna contra el dengue, un mal que se extiende con fuerza empujado por el cambio climático derivado del calentamiento global.
La principal productora mundial de vacunas emitió su anuncio a las 7 de la mañana de París y al mismo tiempo lo hizo en todos los mercados donde opera. La noticia por la que sus directivos están muy entusiasmados es que el estudio a gran escala realizado entre 10,000 niños en Asia tuvo resultados muy positivos y con ello, tras 20 años de investigación, ya tienen material para demostrar la eficacia del producto a las autoridades regulatorias a fin de empezar a comercializarlo, calculan a fines del 2015, en los países donde el dengue está incrementando su incidencia notoriamente.
Como el dengue es un padecimiento tropical, América Latina tendrá junto con Asia un papel importante en el portafolio de la nueva vacuna de Sanofi. De hecho otra parte del estudio ha sido aplicado entre 20,000 niñas y niños de 9 a 14 años en México, Brasil, Colombia, Honduras y Puerto Rico. Sanofi prevé que los resultados de esta segunda parte del estudio, que es la más fuerte porque es el doble de población incluida, saldrá entre agosto y septiembre en el mismo sentido que en Asia y servirá para consolidar todo el dossier a presentar a los reguladores sanitarios. Entre éstos por supuesto que estará el regulador mexicano Cofepris.
El caso de dengue es una consecuencia clara del cambio climático porque debido al calentamiento de la tierra, el mosquito transmisor antes sólo vivía en lugares de no más de 1000 metros sobre el nivel del mar, y ahora se adapta hasta a 2,000 metros sobre el nivel del mar. En cualquier momento será una amenaza, por ejemplo, para la ciudad de México que está a 2,300 metros.
Eduardo Arce, director general de Sanofi Pasteur en México -la division de vacunas del corporativo ahora llamado sólo Sanofi-, estima que México pudiera ser uno de los primeros mercados donde se lance la nueva vacuna, pues piensa acogerse al programa de Cofepris que agiliza el trámite de autorizacion de un producto médico si México es incluido desde las primeras fases de la investigación, y esta vacuna cumple totalmente con tal requisito. Sería la tercera vez que Sanofi logre ese fast-track.
Desafortunadamente la vacuna contra el dengue no podrá ser producida en las plantas de Sanofi ubicadas en Latinoamerica –en México y Argentina- aun cuando la planta de México (donde se produce la vacuna antiinfluenza) es de las más grandes que tiene la empresa. Arce nos precisa que será producida en Lion, Francia, debido a la complejidad que tiene la manufactura de esta nueva inmunización, aunque no descarta traer en el futuro cierta parte del proceso.
La noticia era muy esperada en el mundo científico y le llega en muy buen momento a Sanofi pues le servirá para compensar en cierta forma vencimientos de patentes de medicamentos muy importantes como Clopidogrel. Aunque aún le falta el visto bueno final del regulador, la empresa francesa vislumbra ya una nueva opción para ampliar su fuente de ingresos, algo que a la industria farmacéutica de innovación le está resultando mucho más difícil que en épocas pasadas.
Simplemente esta vacuna le ha significado a Sanofi dos décadas de trabajo de investigación. Aparte, se suma a la fuerte competencia que hoy representan los medicamentos genéricos. De ahí que evidentemente la industria se seguirá consolidando buscando ahorros y eficiencias, y la ola de fusiones y adquisiciones seguirá dando mucho de qué hablar entre farmacéuticas multinacionales.
FUENTE: México, El Economista, 30/ abril/ 2014

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