Imagina vivir en directo los efectos catastróficos del cambio climático. A veces hay que experimentar en primera persona una situación extrema para tomar conciencia del riesgo a que nos enfrentamos y darnos cuenta que está en nuestras manos poder evitarlo. The Zone of Hope (TZOH) es un llamamiento a la acción para todo el mundo que se atreve a ponerse las ojeras y, gracias al equipamiento futurista, se convierte en un viajero en el tiempo.
Mediante el uso de la tecnología immersive extreme, única en Europa, el visitante observa la Barcelona del año 2068, en un futuro que parece salido de la película Blade runner, pero que esta vez nos ofrece un espectáculo verosímil en caso de que no ponemos freno al calentamiento global del planeta.
Gracias a Violeta, una joven a la cual el visitante conoce cuando entra en la experiencia, vemos que las fuertes lluvias han inundado las calles de la ciudad. Las torres venecianas de la avenida de la Reina Maria Cristina hacen honor a su nombre más que nunca. El mar llega hasta el regazo de Montjuic y embarcaciones de emergencia recorren la plaza de España ante el aviso que caigan 300 litros por metro cuadrado.
Los usuarios podrán ver en directo los efectos del cambio climático
Un robot-dron nos advierte que tenemos que protegernos. Un cielo lleno de nubes negras refleja el estado de ánimo de los barceloneses del futuro. Violeta se queja que la radio está emitiendo otra vez el anuncio que más detesta: el Reino Unido se promociona ahora como el mejor lugar para pasar las vacaciones al sol durante todo el año. Es sólo otra de las alteraciones que provoca el cambio climático.
¿Podemos hacer algo para evitar esta devastadora situación? ¿Cuánto de tiempo nos queda? Durante años, numerosos científicos han advertido sobre las consecuencias del cambio climático, pero ahora un prestigioso grupo de expertos de la ONU acaba de lanzar un tipo de ultimátum: la humanidad sólo tiene 12 años para implementar cambios urgentes y evitar una catástrofe.
Deshielo y pantanos secos
The Zone of Hope tiene varias puertas virtuales que trasladan el visitante en 2038, 2068 y 2093. A la primera parada se observa el deshielo del Ártico. La visión de la realidad paralela es de 360 grados y la experiencia inmersiva permite sentir el frío a las paredes del glaciar, además de presenciar como un oso polar famélico abandona a salto de mata el lugar.
El montaje permite, atravesando una puerta virtual, llegar a otro de los escenarios de la desolación. El pantano de la Baells, a la cuenca alta del río Llobregat, a la comarca del Berguedà, está completamente seco. A su cama, afloran cactus y se apilan neumáticos usados: parece el desierto de Nuevo México. Las temperaturas llegan a los 48 grados y sólo poniendo la mano a la pantalla virtual se pueden recrear con nostalgia los veranos en que Violeta iba con sus padres para hacer kayak. Cualquier tiempo pasado, este golpe sí, puede ser mejor.
Un audiovisual nos insta a dejar atrás el abatimiento producido por esta visión. El grano de arena de cada ciudadano, especialmente de los más jóvenes, puede hacer realidad las palabras de los líderes mundiales: otro futuro es posible. Y hay que comprometerse personalmente.
La humanidad solo tiene 12 años para evitar la catástrofe
Un compromiso como el de Aigües de Barcelona, que, en su lucha contra el cambio climático, se ha propuesto mantener Barcelona entre las cinco ciudades europeas con menos consumo doméstico de agua, aumentar en un 10% la producción de energía renovable y continuar reduciendo las emisiones de CO2 fruto de su actividad.
Con The Zone of Hope la compañía quiere sensibilizar la ciudadanía del impacto que nuestro estilo de vida tiene en el medio ambiente y, a la vez, arreciar el compromiso con el desarrollo sostenible. La experiencia, situada al Real Círculo Artístico de Barcelona, se podrá visitar hasta finales de mayo del 2019. Se pueden adquirir las entradas mediante el web. Los clientes de Aigües de Barcelona podrán obtener cuatro entradas gratuitas.
FUENTE: La Vanguardia , 19 / 11 / 2018
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