EL CAMBIO CLIMÁTICO Y EL ARCA DE NOÉ
Por: Juan José Olivieri
¿Existirá alguna similitud entre lo sucedido hace 4.300 años, y la actualidad de un planeta que está sufriendo graves inundaciones, y pérdida de la biodiversidad?
Este artículo abordará una comparación entre ambos episodios, con la simple intención de generar preguntas, y poder reflexionar sobre estos temas.
DILUVIO UNIVERSAL (según la Biblia siglo XXII a.c.)
Existen diferentes versiones sobre este mito. Uno de ellos considera que es un mito sumerio, y corresponde a un castigo enviado por Dios. Por la cronología bíblica, este diluvio comenzó en el año 2370 a.c.
También se utiliza esta expresión de “diluvio universal”, para referirse a la creencia de un gran diluvio que afectó al planeta en la antigüedad. Algunos antropólogos e historiadores, piensan que puede existir alguna base histórica que dio origen al mito.
EL ARCA DE NOÉ
En los primeros textos sagrados del judeo-cristianismo (la Torah, y el Antiguo Testamento), así como también en el Corán de los musulmanes se puede encontrar el mito del Diluvio Universal, y el Arca de Noé.
Es importante destacar que en estos libros sagrados, los mitos, según algunas corrientes teológicas modernas, son la base de las historias allí mencionadas. A pesar de ser mitos, los mismos cumplen una función referencial respecto a pautas que muestran los valores de vida indicados por el Dios de cada religión.
La historia del Arca de Noé, de acuerdo a los capítulos 6 al 9 del libro del Génesis es la siguiente:
Yahvé[1] (es el nombre de Dios mencionado en las religiones abrahámicas, judía y cristiana) observó que los hombres y mujeres se estaban multiplicando sobre la faz de la Tierra, mientras la maldad crecía en ellos, y el propósito de su creación no se cumplía, por lo que decidió destruir esas generaciones.
Sin embargo, uno de sus habitantes era un sacerdote llamado Noé. “Un hombre justo y bueno entre la gente de su tiempo”. Yahvé decidió que a él le correspondería mantener el linaje de los hombres de aquella tierra. Yahvé dijo a Noé que construyera un arca, y que llevara a su esposa, a sus hijos, y a las esposas de sus hijos.
Además, tenía que llevar ciertos animales, macho y hembra. “De los animales puros debía tomar siete parejas, y de los impuros una sola pareja. También debía tomar y almacenar la comida necesaria”.
Noé no tenía los conocimientos, ni las herramientas para construir el arca. Estas fueron proporcionadas por Yahvé. El tiempo que Noé tuvo para construir el arca fue de 120 años, y el lugar era desértico, lo cual motivaba la burla continua de sus vecinos. Cuando Noé terminó de construir el arca, entraron en él su familia y los animales indicados por Yahvé. “Ese día fueran abiertas todas las fuentes del gran abismo, las cataratas del cielo fueron abiertas, y hubo lluvia sobre la Tierra a lo largo de cuarenta días y cuarenta noches”.
El diluvio universal cubrió hasta las montañas más altas, y todas las criaturas de la Tierra murieron. Solo Noé y los que estaban en el arca sobrevivieron. El arca se asentó en el monte Ararat, y luego de unos cuantos días las aguas comenzaron a descender.
CAMBIO CLIMÁTICO (siglo XX)
Las pruebas científicas[2] son claras y concretas, no hay dudas, que el planeta Tierra está aumentando su temperatura promedio global. Los registros de la segunda mitad del siglo XX así lo indican, y las expectativas para el siglo XXI muestran que la temperatura promedio continuará aumentando.
Este cambio climático no pasará desapercibido. Entre sus consecuencias, una de ellas implica el deshielo de los polos antártico, y ártico, y por lo tanto subirá el nivel de los mares. Algunas islas del Pacífico ya están tomando previsiones, porque seguramente deberán abandonar las mismas para refugiarse en zonas más altas. Esta suba del nivel del mar, también generará graves problemas en todas las zonas costeras, lo cual traerá en consecuencia migraciones de las poblaciones de dichas zonas.
Este incremento de la temperatura promedio del planeta no es azaroso, es el resultado de un crecimiento exponencial de la población mundial, y de un consumo energético descontrolado, producido tanto por los países desarrollados, como aquellos en vías de desarrollo. La atmósfera está aumentando la concentración de los llamados “Gases de Efecto Invernadero” [3](GEI), los cuales generan una barrera a la salida de radiación calórica desde la Tierra al espacio. Estos GEI son producto de la actividad humana (antropogénicos).
Sumado al consumo energético desmedido de combustibles fósiles, la deforestación contribuye notablemente al aumento de CO2 en la atmósfera. Ambos efectos son los más importantes para producir este calentamiento global del planeta, y los seres humanos somos los responsables exclusivos de los daños que provocamos al medio ambiente.
Otro de los efectos negativos del desequilibrio ambiental, es la pérdida de la biodiversidad. Los científicos indican que, no hay real conciencia en la sociedad planetaria de las especies que están en riesgo de extinción.
CONCLUSIÓN
En el siglo XXII a.c., la historia bíblica cuenta que debido a la maldad de los seres humanos, Dios decidió aplicar un castigo divino: “el diluvio universal”. Para evitar la extinción de la raza humana, y de los animales, instruyó a Noé a construir la famosa arca que resguardaría tanto a humanos como a las especies animales.
Era necesario no perder la biodiversidad. El arca de Noé fue el refugio hasta que la inundación retrocedió.
En el siglo XXI, cuarenta y tres siglos después del diluvio universal, nuestro planeta, debido al calentamiento global, está cerca de que determinadas regiones sufran inundaciones irreversibles. Además la biodiversidad está en serios riesgos. Como fuera mencionado, lo que sucede actualmente es responsabilidad exclusiva de la raza humana.
Independientemente que la historia del Arca de Noé sea un mito o no, las similitudes entre ambos episodios son notables.
Las inundaciones, y los riesgos de extinción de las especies son consecuencia de las acciones humanas. En el primer caso, hay un castigo divino, y en el segundo un castigo que viene del propio planeta.
Está abierto el debate:
¿Casualidad?, ¿Ciclos propios de la historia de la humanidad?, ¿predicciones?, ¿habrá un arca y un Noé para este siglo XXI?, …
¿Qué opinás?
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