Nación y Provincia presionan para que Capital deje de enviar residuos a la Ceamse. Para 2013 habrá contenedores en todos los barrios. Eso permitirá una recolección diferenciada y activar el reciclado. Los vecinos deberán separarla en sus casas.
Los residuos que generan los porteños quedaron otra vez como eje de una disputa entre Nación, Provincia y Ciudad: desde la Cámara de Senadores bonaerenses impulsan una ley para prohibir el ingreso de basura a partir de enero de 2014, la Presidenta fogoneó la hoguera con un comentario –“si me tirás la basura, por lo menos pagame por el tratamiento”– y la Ceamse (el organismo encargado del manejo de los rellenos sanitarios) aumentó un 35% el precio del enterramiento de los residuos a partir del 1 de junio. Desde la Ciudad aseguran que ya pagan el doble que los municipios, unos US$ 50 por tonelada. La pelea dejó en evidencia que, pese a que existe la ley Basura Cero, las políticas de reciclado no se han implementado y cada año se entierra más basura.
El sistema opera bajo un paradigma cuyo negocio es justamente recolectar y enterrar la basura. Por ejemplo, se estima que de la recolección dependen 6.000 camioneros. Pero aunque los ambientalistas advierten que es un modelo a punto del colapso, sigue siendo la única alternativa al problema de los residuos en un área que comprende no sólo a la Ciudad, sino también a la Provincia.
Cada día una población estimada en 13 millones de personas –entre Ciudad y 26 municipios– genera 14 mil toneladas de basura . Y unas 6.240 pertenecen a la Capital. Según datos oficiales del Gobierno porteño, los cartoneros que participan del sistema formal reciclan algo más de 16 toneladas diarias. El Centro Verde en el que trabajan, en Barracas, es rechazado por los vecinos, que denuncian que allí el Código de Planeamiento prevé un parque público. Aunque no existen cifras oficiales, se estima que los cartoneros que trabajan fuera del circuito formal reciclan un 10% de los residuos.
En este contexto, qué posibilidades reales existen de que la Ciudad no deje más sus desperdicios en la Provincia. “Es inviable. Con la tecnología que hoy poseemos en Argentina vamos a seguir enterrando basura , al menos el 40% de orgánicos”, concluyó el Ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli. Su cartera está a cargo de implementar las políticas de reciclaje bajo el marco de la ley Basura Cero, que preveía que para 2010 se redujera un 30% el envío de basura, para este año un 50%, para 2017 un 75% y detener el 100% del envío para 2020. Lejísimo de los objetivos, Santilli explica: “Aún con la mejor tecnología siempre enterraríamos un 15%”. El Ministro prometió que para julio quedará inaugurada una planta de tratamiento en José León Suárez que podrá reciclar 1.000 toneladas diarias, cuya construcción Clarín anticipó en octubre. Y aseguró que para marzo de 2013 todos los vecinos de la Ciudad deberán separar los residuos en origen y colocarlos en los diferentes contenedores que estarán en todo el territorio porteño (ver El primer paso...).
Su objetivo es moderado: “Para enero de 2014, si apuntamos a la ley que impulsan los senadores bonaerenses, podemos reducir un 25% de los residuos que mandamos a enterrar”, le dijo a Clarín Santilli. Con mayoría en la Cámara de Senadores provinciales, el kirchnerismo descarta la aprobación del proyecto de ley.
Es cierto que la gestión de Mauricio Macri perdió tiempo en activar las políticas de reciclado. El antecesor de Santilli, Juan Pablo Piccardo (hoy en SBASE, la empresa estatal que construye los subtes), desactivó la contenerización.
Para Marcelo Vensentini –ex ministro de Medio Ambiente porteño entre 2004 y 2007– la Ley Basura Cero es un concepto utópico : “No existe de manera literal sino que se trata de una metáfora, de un objetivo al que es imposible llegar en el contexto en el que vivimos”, opinó. Pero consideró que para 2014 es viable reducir en un 30% el envío de basura a los rellenos si se recicla la basura seca: papel, cartón, plástico y vidrio. “Es vital entender que al sistema no le conviene que las cosas cambien, porque justamente se retroalimenta de enterrar basura ya que cobra por peso. Aún así considero que la Ceamse, tarde o temprano, tendrá que reconvertir su negocio porque no hay tierra que alcance para seguir enterrando basura”, opinó Vensentini.
Por su parte los ambientalistas se preguntan por qué ahora el macrismo comenzaría a hacer lo que antes postergó. “La clave es hacer una campaña muy fuerte para que la gente comience a reducir el uso de envases , hay que promover la separación domiciliaria y la recolección diferenciada, entre otras cosas, además de dictar una ley que regule el descarte de los electrónicos”, aportó Consuelo Bilbao de Greenpeace.
Cuando a fin de este año se conozcan los pliegos del llamado a licitación para la recolección de residuos en la Ciudad –ya vencidos– se echará luz sobre las intenciones del Gobierno en cuanto a la recolección diferenciada que exige el modelo de reciclaje.
FUENTE: clarin.com, 11/ 06/ 2013
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