La población de las Islas
Gilbert, en el océano Pacífico, está en riesgo de desaparecer por causas
climatológicas, según el informe presentado hoy por la Fundación
Barbier-Mueller, dedicada a investigar sobre culturas y pueblos desconocidos o
en peligro.
Los cerca de 94.000 habitantes
de este pequeño archipiélago de atolones de la Micronesia oriental corren un
"riesgo grave" de perder su tierra de aquí a 2050 debido "al
calentamiento global", alertó la investigadora francesa Guigone Camus,
autora del estudio.
"Se trata de la primera
población en la historia de la humanidad que puede desaparecer por razones
relacionadas con el clima, en concreto por la subida del nivel del mar",
precisó Camus, doctoranda en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales
de París.
Camus pasó en 2011 cerca de
siete meses en las Islas Gilbert, pertenecientes a la República de Kiribati,
periodo que dedicó a investigar las costumbres y la organización de este pueblo
"prácticamente desconocido", así como a advertir del riesgo al que
está expuesto.
"Los cambios radicales a
los que se enfrenta el archipiélago obligarán a sus habitantes a un
desplazamiento masivo que pondrá en peligro todo su cultura y tradición",
subrayó.
La investigadora, que presentó
su informe en una mesa redonda celebrada en el museo parisino Quai Branly,
aseguró que "en unas décadas" la temperatura en esa zona del Pacífico
aumentará entre 4 y 5 grados, lo que se traducirá una crecida del nivel del mar
de 90 centímetros.
La mayoría de islas habitadas
que integran el archipiélago son atolones (pequeños islotes de coral en forma
de anillo con una laguna de agua dulce en medio), cuya "planitud",
dijo, propiciará las inundaciones.
Camus afirmó que sus habitantes
son "plenamente conscientes" de la situación, sobre todo en
Tabiteuea, isla principal que hace las veces de "centro
administrativo".
"Hay gran inquietud y desde las islas más
grandes parten expediciones de nativos a avisar de la nueva situación a las
poblaciones de las más pequeñas y de difícil acceso", puntualizó.
Descendiente del pueblo de Samoa, cuyos habitantes
llegaron por primera vez al archipiélago hace más de mil años, la población de
esas islas cuenta con una gran tradición oral, "testimonio de una sociedad
sutil y compleja", resumió Camus.
La investigadora viajó al Pacífico avalada por la
Fundación cultural Museo Barbier-Mueller, institución que apadrina este tipo de
proyectos y que tiene como objetivo el estudio de poblaciones que nunca han
sido visitadas por etnólogos, antropólogos o historiadores.
FUENTE: terra, 13/ mayo/ 2014
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